⁰³ ──★ 𝘽𝙚𝙡𝙡𝙤 𝘿𝙪𝙧𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚
──★ ˙🦢 Capitulo 03
ㅤㅤㅤㅤㅤBELLO DURMIENTE
──────HABÍAN pasado algunos días desde que Ali volvió a la escuela, y en el tiempo que llevaba yendo a dicho lugar, al momento de caminar por los pasillos de la escuela, aún se podía sentir que la tensión de la famosa pelea seguía ahí, por el hecho de que los que la habían presenciado seguían hablando de ella, y ni hablar de los videos.
A decir verdad, Ali sentía curiosidad por ver aquel video, pero no se sentía lo suficientemente fuerte como para ver a alguien cayendo del segundo piso, o a su hermana siendo golpeada por otra chica, y lo peor...
¡Saber que todo fue por un chico!
Y para suerte de Alison LaRusso, no se había encontrado con sus antiguos acosadores, aunque era consciente de que debería enfrentarlos en algún momento, aún así, esperaba que fuera en un futuro lejano, donde si se sienta completamente segura de si misma.
En el tema 'Amigos', por suerte tenia a Tomas, con quien compartía algunas clases, y ambos compartían mesa al momento del almuerzo, ya que Alison no recordaba a mucha gente, y los amigos del moreno fueron suspendidos durante dos semanas por lo que, básicamente, estaban casi obligados.
Y hablando de Tomas y Alison, se encontraban juntos mientras salían de la escuela.
──. Bien, ¡No vemos mañana Ali!── Se despidió el chico, a punto de ir hacia el lado contrario.
La de mechas azules lo miró. ──. ¡Espera!── El moreno se detuvo y la miró. ──. ¿A dónde irás? Tal vez podría llevarte...
El rizado elevó una ceja. ──. ¿Tienes auto?── Preguntó y Ali asintió mientras soltaba una risa. ──. Bien, acepto.
Ambos caminaron juntos, mientras reían entre ellos, tal vez no se conocían mucho, es decir, hablaron por primera vez hace como... ¿Cinco días?
Aún así, sentían que podían ser buenos amigos en un futuro.
Ali se detuvo y rebusco entre sus bolsillos, luego de unos segundos sacó las llaves de su vehículo.
──. Entonces... ¿Cuál es el auto en el que viajaré hoy?── Bromeó el chico mientras frotaba sus manos.
LaRusso rió y caminó hasta un auto color azul oscuro, el moreno abrió su boca con sorpresa al ver que se trataba de un Tesla, su auto soñado.
──. Ven, entra...── Dijo Ali, para luego sentarse en el asiento del conductor.
Tomas parpadeo un par de veces, mientras sacudía su cabeza levemente. Abrió la puerta del copiloto y se sentó, admirando lo lindo que era por dentro.
──. Esto es genial...── Dijo el chico. ──. Dime, ¿Tu padre es el jefe de la mafia, o algo parecido?
Alison rió. ──. No realmente, vende autos...
──. ¿Autos? Genial, el padre de otra amiga también vende autos.── Comentó. ──. Tal vez sean competidores... Ya sabes, enemigos de negocios.
La rubia encendió el auto y comenzó a conducir.
──. ¿Si sabes conducir, verdad?── Preguntó el chico con diversión.
La de mechas azules lo miró con diversión. ──. Claro, sino no me lo hubieran regalado...
──. Tienes razón, ¿Fue regalo de cumpleaños?
──. No, papá me lo dió para disculparse. Tenía una presentación de ballet y no fue...── Respondió mirando el camino.
──. Adivinare, el Lago de los Patos...
LaRusso soltó una carcajada. ──. El Lago de los Cisnes, pero estuviste cerca.
──. Casi. En cualquier caso... Yo también quiero que me pidan disculpas de esta manera.
Alison solo sonrió. Si, era genial obtener este tipo de cosas, pero nada material cubría el vacío de un padre ausente.
Durante el camino, charlaban sobre todo y nada. Hablaban de sus planes, sus pasatiempos favoritos y de sus últimas aventuras. La conversación fluía con facilidad, y de pronto se encontraban riendo y bromeando como si fueran niños de nuevo.
Luego de unos minutos de viaje, llegaron al estacionamiento del hospital y bajaron.
Ali notó como Tomas se puso tenso al ver dicho establecimiento. Si la rubia hubiera tenido más tiempo conociéndolo, habría tomado su mano para darle confianza, pero como ese no era el caso, se limitó a colocar una mano en su hombro.
Ambos adolescentes se adentraron en el hospital, Ali se negaba a entrar, pero por alguna extraña razón y según Tomas, su madre y abuela querían conocerla.
¿Por qué querían conocerla?
Los chicos caminaron por el pasillo, hasta llegar cerca de dos mujeres.
──. Hola mamá...── Saludó el rizado, dejando un beso en su mejilla. ──. Hola Yaya.── Dijo y cumplió su acción pasada.
──. Hola hijo...── Habló la señora de cabello rizado, con una sonrisa débil.
──. ¿No hay novedades?── Preguntó el adolescente.
──. Todo sigue igual...── Respondió la señora mayor, levantando su mirada hasta Ali. ──. ¿Y esta niña tan linda quien es?
Tomas se paró al lado de la rubia. ──. Oh, ella es Alison.
──. Mucho gusto.── Sonrió, estrechando la mano de ambas mujeres.
──. Mi nombre es Carmen, madre de Tomas.── Se presentó. ──. Y ella es Rosa, mi madre.
──. ¡Vaya! ¿Es la chica que te gusta?── Preguntó Rosa, con una sonrisa pícara. ──. Me contaste que tenía unos hermosos ojos azules, y ella los tiene.
LaRusso sintió como su rostro ardía ante lo dicho. ──. ¿Que dijo?
El moreno rió nerviosamente.──. No, Yaya... N-no me gusta...
──. ¡Oh, no te preocupes, cariño! No necesitas esconderlo...── Rosa miró el rostro de la chica y sonrió. ──. Vaya, al parecer, tu debilidad y la de tu hermano son los ojos bonitos...
──. Yaya, porfavor...── Regañó el rizado y Carmen rió, la primera risa que soltó en días.
La rubia negó divertida. ──. De hecho, solo somos amigos, a penas nos conocemos...
Los tres abrieron sus bocas con sorpresa al escucharla hablar en otro idioma.
──. ¿Hablas español?── Preguntó Carmen y Ali asintió.
──. ¡Genial!── Exclamó la mayor. ──. Recién la conozco y ya me cae bien, puedes llamarme Yaya...── Tomó el rostro de Tomas. ──. ¿Pero de verdad no te gusta mi nieto? Si no te gusta Tomas, también tengo a...
──. Mamá...── Regañó Carmen.
──. ¡Okay!── El moreno tomó a las dos mujeres del bazo. ──. ¿Que les parece un poco de café? ¡Yo invito!
──. Hijo, sabes que no podemos dejar a tu hermano solo...── Mencionó su madre.
──. ¿Podrías quedarte unos segundos?
Tomas volteó a ver a Alison, quien miró detrás de ella, dándose cuenta de que le hablaba a ella.
──. Ah...── Rascó su nuca con nervios. ──. Esto... Está bien, tal vez pueda quedarme...
──. ¡Genial!── Tomas comenzó a caminar con su madre y abuela. ──. Volvemos en unos minutos...
Y así fue como el chico se marchó, para aprovechar y hacer que su abuela entienda que, no todas las chicas con las que comience una amistad, significa que son novios.
Dejando a Alison allí, sin saber que ese era el comienzo de algo más.
La rubia miró por la ventana de la habitación, viendo como el chico estaba postrado allí.
Alison empujó suavemente la puerta de la habitación y entró con cautela. La habitación estaba en silencio, iluminada por la luz tenue. En la cama, un chico yacía inmóvil, conectado a una serie de máquinas que monitoreaban su estado.
La rubia se acercó a la cama, mirando al chico con curiosidad. No lo conocía, no sabía su nombre ni su historia. Solo sabía que estaba allí, en ese momento y que necesitaba alguien que estuviera con el.
Se sentó en la silla qué estaba al lado de la cama, y miró al chico con detenimiento. Tenía el cabello oscuro y despeinado, su rostro estaba pálido y demacrado. Sus ojos estaban cerrados, con su respiración lenta y regular.
Alison se sintió un poco incomoda al principio, no sabía que hacer ni que decir. Pero luego, algo la hizo sentirse más tranquila. Tal vez fue la tranquilidad de la habitación, o la sensación de que el chico necesitaba a alguien a su lado en el momento. Fuera lo que fuera, Alison se sintió más relajada y comenzó a hablar.
──. Hola...── Dijo suavemente. ──. No se quien eres, pero estoy aquí contigo. Mi nombre es Alison, ¿Como te llamas tú?
No hubo respuesta, por supuesto. El chico siguió durmiendo, ajeno a la presencia de la rubia.
──. No se si puedas escucharme, pero voy a hablar contigo de todos modos.── Dijo, mientras se acomodaba en la silla. ──. Me imagino que debe ser muy difícil estar en esta situación. No poder hablar, no poder moverte... Debe ser muy frustrante. Pero te diré algo, no estás solo. Hay personas que se preocupan por ti, y quieren ayudarte... Como tu familia.
Claramente, la habitación seguía en silencio, sin respuesta alguna.
──. Me pregunto que te gustaba hacer antes de... Antes de esto.── Volvió a hablar. ──. ¿Eras un deportista? ¿Un artista? ¿Amante de la música? Me gustaría saber más de ti... Tu hermano mencionó que te gusta el Karate, eso es genial... A mi también me gusta.
Ali parpadeo un par de veces, con su ceño fruncido.
──. ¿Te gusta Harry Potter?── Cuestionó. ──. Porque a mi si.
Ella siguió hablando, contándole historias y pensamientos, y a la vez, sintiendo una conexión extraña con el.
No sabía porqué, pero sentía que había algo especial en el, algo que la hacía querer estar con el y ayudarlo a recuperarse.
Y así, Alison se quedó allí, sentada a su lado, hablando con el, mientras una conexión que no se podía explicar crecía.
Un momento extraño, pero tranquilo.
Así, hasta que vio por la ventana de la habitación, a Tomas, Rosa y Carmen llegando.
Así que se levantó. ──. Bueno, no te conozco, pero te deseo lo mejor. Espero que puedas recuperarte pronto, y volver a vivir tu vida al máximo. Y si necesitas alguien con quien hablar, aquí estaré, porque volveré... Me gustó charlar contigo.
Camino hasta la puerta, luego lo miró.
──. Hasta luego, Bello Durmiente...
Finalmente, Ali abrió la puerta y salió de la habitación, para luego despedirse de su amigo y familia.
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Dos semanas desde la llegada de la chica LaRusso de cabello rubio, y las cosas estaban así; Iguales.
Ali por fin supo el nombre del chico que había estado visitando durante estas dos semanas, Miguel, era lo único que sabía.
No sabía tampoco la razón por la que terminó en coma en primer lugar, pues veía que la razón de eso, le afectaba a Tomas y a su familia, y no quería hacerlos sentir incómodo. Dejaría que se lo contara con el tiempo, y cuándo estén listo.
Sus estudios iban bastante bien, en este tiempo comenzó ganar confianza en ella, y ya no le aterraba tanto la idea de ir a la escuela, o encontrarse con gente desagradable.
Pero, en el caso de Sam, era todo lo contrario. La castaña seguía traumatizada con todo lo sucedido.
Y es por eso, que Alison se encontraba en la habitación de su hermana, dándole ánimos.
──. Eva... No quiero volver a la escuela.── Murmuró Sam, sentada en su cama, mientras su hermana peinaba su cabello. ──. No quiero recordar.
La rubia de ojos azules dejo el peine en el tocador de la habitación, y miró a su hermana. ──. Todo estará bien, no estarás sola... Yo estaré contigo.
Sam se miró en el espejo, específicamente la herida que Tory le había dejado en su brazo. Le daba inseguridad mostrarla, y es por eso que se colocó un suéter sobre su vestido.
──. Aunque, si aún no estás lista, puedo decirle a mamá que no te sientes bien...── Dijo Ali. ──. Estoy segura de que ella entenderá.
──. No, está bien...── Respondió Sam, volteando hacia su hermana. ──. Es momento de superarlo, tengo que ser fuerte.
──. Bueno...── Murmuró Ali, colgando su mochila en su hombro. Luego extendió su mano hacia Sam, con una sonrisa. ──. Entonces vamos.
Samantha sonrió débilmente, y la tomó de la mano. Luego, ambas salieron.
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──★ ˙🦢 ๋࣭ ⭑.ᐟ
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Las cosas habían comenzado mal, mientras las hermanas LaRusso caminaban por los pasillos, las chicas murmuraban cosas en contra de la castaña, culpándola de lo sucedido. La rubia quería hacer algo, pero la castaña le pedía que no hiciera nada.
Ali dejó a Sam durante un segundo, para ir al baño y de paso buscar un libro que le sería necesario para su próxima clase.
Pero, cuando volvió al lugar donde, debería, estar su hermana, esta ya no se encontraba allí.
La rubia buscó el contacto de su hermana, tenía que llamarle y preguntarle donde estaba. Pero, al primer intento no contesto, y el segundo tampoco.
Suspiró, llamando una tercera y apoyando su espalda en los casilleros. ──. La tercera es la vencida...
En ese momento, un chico relleno con cabello rizado se apoyó de la misma manera, a su lado.
Ali lo miró de reojo y con el ceño fruncido.
──. Hola, linda...── Saludó el chico. ──. Me presento, soy Mitch.
Mitch le extendió su mano como saludo, esperando que lo acepte. Pero, Ali solo rodó los ojos y miró al frente, aún con su teléfono en su oreja.
El rizado miró su mano, y luego se rascó su nuca. ──. Eres nueva, ¿No? Nunca te había visto por aquí. Y estoy seguro de que no se me habría pasado la presencia de una belleza como tu.
El chico miró por detrás de el. Ali también miró hacia el mismo lugar, notando que había un grupo de adolescentes, liderados por uno de peinado curioso, todos estaban animando al chico y haciéndole señas.
──. No estoy de humor, ¿Si?── Dijo la chica, guardando su teléfono. ──. No quiero hablar contigo.
──. Oh, vamos... Si quieres puedo enseñarte el lugar.── Insistió.
Si había algo que Ali detestaba, era que los chicos no aceptarán un "No" como respuesta.
──. Ya conozco este lugar, gracias.── Dijo con frustración.
Mitch pasó su brazo por los hombros de la chica, Ali lo tomó del brazo y, con un solo movimiento, lo tuvo de cara contra los casilleros.
──. ¿No entendiste mi respuesta, Idiota?── Le dijo, sosteniendo los brazos del chico con fuerza. ──. Si sigues molestándome, cortaré tus pelotas y las usaré para jugar ping pong...
Ali lo soltó y se marchó del lugar, dejando al rizado algo asustado.
En ese momento, otro chico de Mohicano y cabello rojo se acercó con una sonrisa ladina. ──. Esa chica es dinamita... Me gusta.
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META PARA DESBLOQUEAR EL PRÓXIMO CAPÍTULO:
+25 Votos | +10 Comentarios
(Una vez que se llegue a la meta, subiré el capítulo)
(¡Los comentarios en este apartado no cuentan!)
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✨️ Tali's note
Rosa tratando de buscarle novia a sus nietos me da mil años de vida. La amo.
¿Que pensaron del capítulo?
La presencia de Ali en el hospital será el comienzo de algo, ¿Que será? 👀
Nos leemos pronto!! <33
🌙 Tali.
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