XVIII
El día era hermoso, Némesis había sacado a Sariatu a dar un paseo a caballo, llegaron a un punto en el bosque y Némesis ayudó a Sariatu a bajar para ir a pie
-¿A dónde me lleva?- preguntó curiosa
-Es un lugar entre las montañas, pero debemos ir a pie- de repente se detuvo, quedándose estático
-¿Qué ocurre?- sabia que algo no andaba bien
-Corre- fue lo único que dijo -¡¡¡Corre!!!- ambos corrieron de regreso.
Némesis subió a Sariatu al caballo, venían por ellos
-Vete, pase lo que pase no te detengas- dijo en un tono autoritario
-No, no voy a dejarlo solo-
-No es pregunta- le dio un golpe al caballo para que se fuera rápidamente.
En ese momento unos guardias del norte lo atraparon con cadenas, el Rey intentaba safarse, pero solo causó que una red cayera sobre él y le diera descargas eléctricas dejándolo inconsciente.
Sariatu intentaba detener el caballo pero era inútil, en poco tiempo llegó al pueblo, donde uno de los caballeros la vio y fue hacia ella, deteniendo al animal, lo extraño era que el Rey no venía con ella.
Despertó desorientado, no sabía dónde estaba, estaba en el piso, eso era seguro. Se levantó un poco para estudiar su entorno, se percató de unas cadenas en sus manos que lo aprisionaban, eso era obra de Cyborg, no tenía un buen presentimiento
-Pense que mis soldados se habían pasado- escuchó esa voz y levantó la cabeza
-Debi suponer que vendrías, ¿por qué me trajiste aquí?- exijió
-Te traje para que pagues todo lo que me has hecho, muy pronto la traeré a ella y no intentes comunicarte con alguien, estas paredes aíslan toda clase de señal de comunicación- dijo antes de irse
Sariatu estaba en el centro de mando con Ironhide y Ratchet, les había contado lo que había pasado. Estaba angustiada, no sabía porque pero sentía un temor ajeno, el Rey estaba asustado, podía sentirlo.
La noche llegó, todos atacarían en la mañana, pero Sariatu decidió ir, se puso su armadura tomando su espada y salió del castillo para ir a las caballerizas, y sacar a Horus. Lo encillo y se montó en él
-Llevame a aquel reino, tú ya sabes el camino- el caballo reparó relichando y salió corriendo hacia norte
Némesis seguía despierto, orando porque su femme no cometiera una locura, ella era fuerte, lo había demostrado muchas veces.
Llegó al pueblo, todo estaba demasiado silencioso, bajo del caballo y sacó su espada, camino un poco cuando de la nada un guardia apareció y la atacó. Sariatu dio pelea, evitando y regresando los golpes con su espada, pero al no tener más fuerza, fue vencida
-Tenia la esperanza de que te convirtieras en la reina de este pueblos- esa voz la reconoció
-¿Padre?- estaba confundida ¿por qué la atacó? Lo último que vio fue su puño golpeándola.
A la mañana siguiente, Némesis estaba colgando del techo, atado con cadenas, Cyborg entró a la celda mientras el Rey lo miraba con odio
-Me impresiona lo mucho que Sariatu te aprecia- dijo con un tono de burla
-¿De qué hablas?- preguntó confundido
-Anoche vino por ti- eso lo asustó más -Esta en otra celda, no te preocupes, estará... muy bien atendida- sonrío con malicia
-No se te ocurra ponerle una mano encima- se movió intentando soltarse
Cyborg salió de ahí y fue a la celda donde tenía a la femme, al llegar la vio tirando varias veces de las cadenas
-Tu querido mech está angustiado por ti- lo miró -¿qué te parece si te llevo con él?-
-¿Qué le hiciste?- preguntó temerosa
-Voy a hacerlo pagar por todo esto- la tomó con fuerza del brazo y la sacó de la celda.
Némesis intentaba soltarse pero no podía, cada que lo hacía, las cadenas le daban una descarga, eso lo debilitaba. Vio que la puerta se abrió y entró el mech con Sariatu, cuanto deseaba que no hubiera ido
-Aqui la tienes, más al rato, vendré a visitarlos- dijo después de atarla con unas cadenas clavadas al piso y se fue
-Mi Señor- intentó acercarse pero no pudo
-¿Por qué viniste?- preguntó con pesar
-No podía dejarlo aquí- el Rey solo la miraba
-No debiste venir-
-No podía dejarlo, no quería que nada malo le pasara- Némesis sentía que su chispa dolía por meterla en algo como eso.
Por otro lado, los autobots se estaban preparando para atacar, no habían encontrado a la reina por ningún lado, por lo que suponían que había ido por el Rey, con mayor razón debían darse prisa.
Las horas pasaban, Sariatu esperaba que los autobots llegaran pronto. Cyborg regresó a la celda
-¿Se están divirtiendo? Espero que si- fue a donde estaba Sariatu y la acorraló
-¡No te atrevas a tocarla!- Némesis intentó zafarse pero solo le provocó una descarga
-Justo por esto quería traerte aquí, para que él presenciara el momento adecuado- le dijo a Sariatu
-¡Sueltame!- intentó zafarse de su agarre pero le era imposible.
Cyborg le quitó su armadura, pero antes de poder hacerle algo, en su desesperación, Némesis disparó de su cuerpo una onda de magia que golpeó a Cyborg mandandolo contra la pared, las cadenas que lo sujetaban se empezaron a derretir, finalmente se soltó y fue a su femme para soltarla también y ayudarla a ponerse su armadura. Salieron de ahí pero unos guardias los arrinconaron y corrieron hacia lados opuestos.
Sariatu llegó a un lugar oscuro con una caja de vidrio y madera, choco de espaldas con ella y la tela que la cubria cayó dejando ver algo que Sariatu no podía creer, Némesis le había dicho que él solía tener alas pero se las habían quitado, incluso le mostró fotos. La caja tenía unas alas grandes negras, eran las alas del Rey
-Aqui estás femme- se giró a verlo
-Fuiste tú, tú le arrebataste sus alas- dijo alzando un poco la voz
-¿Qué querías? No podía permitir que te llevara, ¿no lo entiendes? Yo te amo- dijo en un tono suplicante
-No, lo tuyo no es amor, es obsesión- dijo retrocediendo
La caja comenzó a moverse, las alas en su interior también comenzaron a moverse se forma inexplicable, Cyborg se acercó a Sariatu pero Némesis llegó y lo apartó de ella,comenzando una pelea, sacó su espada y lo atacó haciéndolo retroceder, las espadas resonaban en el lugar, los reyes hacían resonar el lugar, no darían tregua. Sariatu entendió todo, las alas sentían a Némesis cerca, se acercó y con mucho esfuerzo tumbo la caja, Cyborg había lanzado al Rey contra un pilar, se iba a levantar cuando sintió algo en su espalda, las alas que le habían sido arrebatadas se volvieron a unir a su cuerpo, haciendo que varios círculos morados aparecieran en ellas.
Némesis se levantó estirando las alas y atacó a Cyborg y lo lanza para hacerlo atravesar la pared. Los autobots habían llegado poco antes de que el Rey y Sariatu salieran dela celda, habían estado peleando para darles tiempo a salir. Todos vieron a Némesis salir del castillo con Sariatu,los soldados del norte se retiraron al ver al Rey. Sariatu estaba asustada todavía, pero feliz de que el Rey haya recuperado sus alas.
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