La noche había llegado, el Rey había preparado una fiesta para celebrar la reconstrucción del pueblo.
Némesis estaba listo, solo faltaba Sariatu; la femme salió de la habitación con un vestido azul claro, se veía hermosa con su vestimenta, digna de una reina.

-Te ves preciosa, podrás vestirte de mil formas,pero siempre te verás hermosa- la tomó de los costados

-Gracias Mi Señor- dijo con una sonrisa

Caminaron al salón del trono,donde se llevaría a cabo la fiesta. El lugar era espacioso, donde se encontraba el lugar del Rey y la reina se encontraba sobre unos cuantos escalones, Némesis llevó a Sariatu a donde estaría y se sentaron, ella a su derecha.
En pocos minutos los pueblerinos llegaron, admirando el lugar; el Rey se levantó y habló

-Me alegra que estén aquí, acompañándonos en esta celebración, se que hemos tenido tiempos desastrosos, pero no voy a dejar que esos contratiempos nos detengan. Les agradezco de nuevo por su compañía, disfruten de la fiesta- Ironhide y Bumblebee pusieron música alegre mientras comenzaban a bailar.

Némesis se sentó al lado de su femme, quien veía a todos los del pueblo, el Rey tomó su mano, lo que la hizo verlo

-¿Quieres bailar?- preguntó amablemente

-Si usted quiere- respondió algo tímida, aún no se acostumbraba

Némesis la llevó al centro de la pista, donde comenzaron a bailar una canción lenta, Sariatu se recargo en su pecho, le gustaba esa sensación que le transmitía. El Rey la miraba con cariño y afecto, le gustaba que su reina tuviera esa confianza.
Se miraron a los ojos y sentían como todo se desvanecía a su alrededor.
Algunos mechs veían con cierto recelo al Rey pero sabían que era su compañera de chispa y nadie podía hacer nada, por otro lado, otros lo miraban felices de tener a una femme tan bondadosa. El Rey y la Reina estaban juntos y nada podría separarlos, Sariatu insegura se detuvo y quiso acortar la distancia entre ambos pero fue Némesis quien lo hizo al saber sus intenciones, dándole un beso apasionado mientras todos en el salón aplaudían, se separaron un poco, con sus labios rozando, por la diferencia de altura, el Rey estaba algo encorvado, pero no le importaba. Se irguió y la tomó de la mano

-Quiero hablar contigo- dijo mientras la guiaba al trono

-¿Es algo malo?- preguntó temerosa, al llegar, el Rey la miró

-Es más bien una propuesta, no se si te gustaría o si quisieras; quiero proponerte si... te quieres casar conmigo por segunda vez ¿qué dices?- dijo en un tono suave

-Yo... si, quiero casarme con usted- respondió con una sonrisa llena de amor

-Después arreglamos la fecha- se giró y llamó la atención del pueblo -Me complace informarles que.. dentro de poco, Sariatu y yo nos casaremos- en cuanto lo escucharon, todos aplaudieron, deseándoles lo mejor

La fiesta terminó como a media noche, todos se retiraron, Némesis vio que Sariatu se había quedado dormida, la cargo en sus brazos y fue a su habitación.
Al llegar la recostó para removerla un poco para que se cambiara

-Sariatu, mi amor, despierta- le dijo suavemente, la femme despertó desorientada

-¿Qué paso?- preguntó sentándose

-Te quedaste dormida, necesitas cambiarte- la femme se levantó y buscó su camisón mientras el Rey se cambiaba en el baño.

Cuando salió la vio acostándose en la litera, se recostó junto a ella mientras Sariatu se acercaba a él, abrazandolo de la cintura, Némesis la abrazó también, ella acariciaba su pecho con su cabeza y ambos cayeron dormidos en un sueño profundo.

Durante la noche, Némesis estaba en la biblioteca con su capa puesta debido al frío de la época de invierno, estaba leyendo un libro de magia

Quería averiguar cómo devolverle sus memorias a Sariatu, estuvo leyendo varias hojas sentado en un escrito que estaba ahí, leyó cada detalle hasta que encontró lo que buscaba

-Mar de memorias- leyó el título -Para hacer que una persona recupere sus memorias arrancadas por un hechizo, se debe llevar a cabo el siguiente hechizo en luna llena- usualmente los hechizos traían instrucciones para saber a qué se referían.

Némesis salió por un poco de energon. En la habitación, Sariatu despertó sin ver al Rey por ningún lado, tal ves estaba en la biblioteca, usualmente cuando no podía dormir iba a leer algún libro. Se puso su bata y salió a buscarlo abrazándose a si misma, cuando llegó vio la lámpara de mesa encendida y se acercó, vio el libro y la curiosidad le ganó, leyó lo que decía, no entendía porque estaba leyendo eso

-Sariatu- la femme se giró y lo vio -¿Qué haces aquí? Hace demasiado frío- caminó hacia ella quitándose su capa para después ponérsela a ella

-Es que.. no lo vi en la habitación y...- no dijo más nada

-No tienes que asustarte, no pasa nada- la tomó de los costados

-¿Para qué es ese hechizo?- preguntó mientras miraba el libro

-¿Te acuerdas que te dije que teníamos historia, que no te acordabas porque Cyborg borro tus recuerdos? Bueno, es para regresarte tus memorias, pero solo si tú quieres- Sariatu lo miró pensando un poco.

Se separó de él y tomó el libro poniendo el separador en la página para después cerrarlo

-Tal ves más adelante, la verdad, me gustaría saber lo que paso con nosotros, pero... no por ahora- Némesis lo entendió

-Vamos a dormir, ya después arreglaremos esto- apagó la luz y la abrazó por la cintura.

Ambos se dirigieron a su habitación para descansar.

Cyborg estaba planeando un ataque, raptaria a Sariatu y a Némesis, no se andaba con juegos, al Rey lo haría pasar por lo peor, no iba a mostrar piedad.