XIII
El día comenzaba,el frisón negro llegó al pueblo El Rey iba sentado detrás de la Valkiria, muchos pueblerinos miraban a la femme lo que la puso más de nervios, Stormreing salió a recibirlos.
El Rey se bajó del caballo mientras seguía caminando y lo tomo del bozal de soga y lo llevó a los establos, donde ayudó a la femme a bajar
-Némesis, pensé que no lo habías logrado- dijo aliviado el caballero
-No te preocupes Stormreing, me olvidé de mandar el comunicado- dijo mirando a la femme detrás de el que, cual sparkling, se escondía -No tienes que temer, es un amigo-
Sariatu era tímida, pero aún así saludó, Némesis la llevó al castillo.
Ya en la habitación, le dio un vestido rojo largo
-Debes estar incómoda con ese vestido,no se ve cómodo- dijo Némesis
-No lo es, me aprieta demasiado-
-Ven- la llevo al baño -Aqui podrás asearte si quieres-
-¿Puedo darme una ducha?- preguntó la femme
-Claro- salió del baño y sacó una d-pad
Sariatu puso el vestido en un banco y se despojó del que tenía, abrió las llaves para nivelar el agua y entró.
Se sentía tan bien, esa sensación del agua recorriendo su cuerpo la calmaba.
Unos minutos después cerró las llaves y salió. Némesis estaba revisando algunas cosas cuando escucho la puerta abrirse, cuando se giró la vio con el vestido puesto
Sariatu, tímidamente se acercó a él con la cabeza agachada
-¿Cómo te sientes?- preguntó mientras la hacía levantar la mirada
-Un poco más cómoda, gracias- sonrío
-Aqui no tienes nada que temer-
-Pero si hago algo mal debo tener un castigo- dijo Sariatu mirandolo
-¿Qué dices? Para nada, no tengo porqué hacer eso, conmigo no te pasará nada de eso otra vez- tomo sus manos entre las de ella. Sariatu tomó una de sus manos y la examinó -¿Qué, qué pasa?- preguntó intrigado
-Sus garras me llaman la atención, parecen a las de un gato, muy afiladas- puso la palma de su mano contra la de él -Sus manos son más grandes-
-Solo un poco, ¿te asusta?-
-Me impresiona, son muy afiladas que de una zarpada pueden atravesar el metal- tomó su dedo y paso un dedo propio por la garra
-No hagas eso, puedes cortarte- alejo su mano
-De acuerdo.... ¿qué pasará ahora?-
-Bueno... vivirás aquí, podemos compartir habitación si no te incomoda y podrás depender libremente de mi- le explicó
-Mi Lord...- dejo la frase incompleta, las lágrimas brotaron de sus ojos azul eléctrico.
Némesis la abrazó, sabía que necesitaba protección -Lo siento, solo no pude evitarlo- se separó un poco
-No te preocupes, yo te entiendo- para Némesis le era difícil expresarse, estaba sumergido en una depresión por la gran guerra, y nadie lo sabía
-Se que usted oculta algo, pero no logro averiguar que es-
-Yo... padezco de trastorno de estrés postraumático... nadie más que Ratchet lo sabe-
-Mi Señor, usted oculta mucho-
-Mi defecto es no poder expresar mis emociones, usualmente me oculto detrás de una máscara-
-No necesita ocultarse, ya sufrió mucho, merece felicidad, necesita descansar de tanto dolor-
Némesis solo la miraba, hasta que la femme abrió sus ojos asombrada, puso sus manos en su rostro y limpió la humedad del rostro del mech. Némesis se dio cuenta de que estaba llorando, ella jamás lo había visto llorar
-Lo siento, no deberías verme asi- apartó la mirada
-No está mal llorar, aveces llorar no es debilidad, es que ha soportado mucho y ha sido fuerte por mucho tiempo- esto último lo quebró, haciendo que cayera de rodillas.
Sariatu se arrodilló frente a él, quien instintivamente la abrazó, llorando, su llanto nunca fue ruidoso, solo eran suspiros bruscos. Sariatu beso su cabeza, dejando que se desahogara.
El cielo estaba cubierto por estrellas, Némesis había salido por un presunto robo. Sariatu estaba viendo por la ventana, observó al Rey con Stormreing llegando, no salían sin una escolta. Sariatu bajo para ir a recibirlo.
Llegaron al castillo con antorchas, el Rey vio a Sariatu y enseguida se bajo del caballo y le dio la rienda a uno de la escolta y fue hacia su femme, quien lo abrazó dándole una cálida bienvenida
-Quien fuera tú- el caballero tomó a Némesis de los hombros -Tienes una femme que te viene a recibir así, que afortunado- Némesis solo rodó los ojos y levantó el brazo con bastante fuerza, golpeándolo y enviándolo al piso -¡¡¡Oye!!!- se quejó sentándose
-Vamos a dentro- tomo a Sariatu de la mano y entraron al castillo.
Fueron al centro de mando, donde comenzó a investigar sobre el presunto robo,pero no había nada.
-No hay nada, por suerte no pasó a mayores- dijo Némesis acercándose a Sariatu
-Vera que pronto darán con el ladrón- la femme puso su mano en la mejilla del mech
-Vamos a cenar, debes tener hambre-
Sariatu lo había esperado para cenar, los demás habían comido. Por lo usual, Némesis cenaba hasta que terminada sus deberes; llegaron al comedor y como todo un caballero, la ayudó a sentarse.
Silky llevo la cena mientras Némesis traía la bebida, Sariatu quería ayudarles pero Némesis se lo impidió, quería consentirla un poco.
Silky se retiró a descansar. El Rey sirvió el platillo, el cual consistía en una rebanada de carne, ensalada y pan con queso, Sariatu sirvió el vino en la copa del Rey y energon normal en la suya.
-Mi Señor, ¿por qué me escogió a mi- el Rey bajo su copa y tomó su mano entre la de él
-Porque eres mi compañera de chispa, me enamoré de ti desde el primer momento que se cruzaron nuestras miradas- cada palabra que decía la decía llena de amor y afecto -¿Por qué preguntas?-
-Es solo curiosidad- respondió simple
-¿Acaso dudas?- preguntó con un tono suave
-Es solo... que no se ni lo que siento, cada que estoy junto a usted, mi chispa se siente más cálida y se que eso es amor- lo miro a los ojos -Yo también lo amo mucho-
Némesis acarició su mejilla y se levantó un poco para darle un beso en la frente
-Pero hay algo que no entiendo, siento que me es familiar esto pero... no se porqué- el Rey dio un pequeño sorbo a su bebida
-Sariatu, tu y yo compartí una historia desde hace un tiempo- junto sus manos apoyando sus codos en la mesa -Hace como cuatro años que nos topamos por primera vez- la miro
-Pero no recuerdo nada de eso- dijo aún más confundida
-Cyborg usó un hechizo para borrar tus recuerdos,arrancandolos de raíz,por eso no te acuerdas de nada-
-¿Podría... contarme un poco?-
-El día que te encontré te traje al reino para que estuvieras a salvo, conforme pasaban los días comenzamos a acercarnos cada vez más, un sentimiento nació entre ambos y se hizo más fuerte, cuando iba a elegir a una femme como mi esposa te elegí a ti, porque mis sentimientos eran más fuertes que cualquier otra cosa así que nos casamos un tiempo después. Vivimos juntos por un tiempo hasta que... un error que cometí nos separó-
-¿Cuál fue el error?-
-Uno del que siempre me arrepentiré-
Sariatu acaricio su mano
-Pero estamos juntos ahora, eso es lo que importa-
Némesis la miró y le dio una sonrisa, estaba más tranquilo ahora que estaba con ella.
Ya en la habitación,Sariatu estaba dormida mientras el mech a su lado leía un libro de hechizos, había encontrado el que Cyborg usó, pero no encontraba algo para revertirlo, comenzaba a frustrarse, apretó el puño con impotencia hasta que sintió una mano colocarse en su pecho, miró hacia abajo para ver a la femme, con tan solo verla se calmaba. Se recostó junto a ella mientras Sariatu se acercaba más a él, era instinto hacerlo, y a Némesis no le molestaba en lo más mínimo, al contrario,le agradaba esa sensación.
Cyborg estaba mirando por la ventana con una copa en mano, mirando las montañas que dividían los dos reinos, sentía su energon hervir, pronto atacaría de nuevo
-Juro que voy a quitartela Némesis, lo juro- apretó tanto la copa que está cedió a la presión,rompiéndose.
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