|43| Epilogo
Narrador Omnisciente
El fuego infernal volvio a ser consumido por la campana del campanario de Mistic Falls, volviendo a sellarse dentro de la misma para que no vuelva a ser tocada nunca mas.
Los cinco brujos que devolvieron el fuego infernal de donde salio, se encontraban completamente inconscientes sobre el suelo de la armeria, desmayados sin poder moverse, solo se podia ver como los hilos de sangre salian de su nariz recorriendo su mejilla para tocar la alfombra color rojo.
Como si se tratara de una camara lenta, Rebekah entro corriendo a la armeria viendo a su familia desmayada sobre el piso, grito desgarradoramente y corrio hacia ellos para deslizarce, apoyando sus rodillas sobre el suelo y empezando a mover a los cuerpos alrededor de ella.
Enzo tambien entro, viendo a su esposa desmayada y con las lagrimas en los ojos, corrio hacia ella para levantarla en sus brazos e intentar reanimarla.
Todos los policias que se encontraban frente al campanario, incluyendo al sherrif Matt Donovan, escucharon el grito que ascendia desde las catacumbas por donde fue el fuego directo a la armeria, escuchando el ultimo grito de vida de la Banshee, durante varios segundos casi llegando a un minuto, hasta que de pronto dejo de escucharse.
Un grito totalmente nuevo para los humanos pero peculiar para los sobrenaturales y los que sabian de aquel mundo, el grito se escucho en un radio de diez kilometros, hasta los alrededores del pueblo, escuchandose nada mas en todo Mistic Falls.
Los sobrenaturales que estaban aun en el pueblo o que estaban por salir de el, escucharon el grito llegando a sus oidos y comenzan a romper sus huesos, taladrando su cabeza a punto de explotarse.
Para los humanos, era un fino pitido muy peculiar, como si estuviesen en una especie de extasis combinado con aturdidos, que les hacia doler la cabeza como si finas abujas se clavaran dentro de su mente millones de veces sin detenerse.
En el momento que la Banshee dio su ultimo grito, todas las personas que algunas vez fueron hipnotizadas por Antonia Salvatore, incluido sus dos hermanos, fueron liberados de sus hipnotizis, saliendose del juego y recuperando la memoria.
Damon y Stefan Salvatore, quienes estaban bajo la hipnozis de su propia hermana, haciendole caso de sacar a Elena de ahi mismo, se detuvieron por completo en el momento que salieron de la escuela preparatoria Mistic Falls, escuchando el grito tambien y como si hubiesen despertado de un sueño profundo, recordaron lo que paso.
Ellas los hipnotizo para que se vayan y rescaten a los mellizos y Elena Gilbet, algo que ellos quedaron embobados y fueron a hacerle caso, pero en el momento que ella dio su ultimo grito, fueron golpeados por un golpe de realidad.
Ambos se quedaron inmoviles al escuchar el ultimo grito y el ultimo aliento de su hermana, sintiendo como sus huesos se rompian y perdian la estabilidad para caer al piso. Sus ojos se llenaron de las lagrimas y su boca se seco por completo.
Stefan cayo de rodillas al igual que Damon, ambos mirando hacia delante, dejando que sus lagrimas se deslizen por su piel, sintiendo sus manos y sus labios temblar, Stefan fue el mas afectado por su vinculo de hermanos con ella, sintiendo como si lo estuvieran quemando en ese instante, tambien sintiendo punzadas a su corazon y como le dolia la garganta tambien.
No les importaba el dolor que les estaba causando aquel grito, no sentian aquel dolor, pero si sentian el dolor y la agonia, de la perdida de su propia sangre.
Del otro lado de la ciudad, Niklaus y Elijah se encontraban con los tres niños, encontrandose dentro de la escuela Salvatore, pero a sus oidos tambien llegaron aquel grito peculiar, un grito que reconocieron al instante.
A comparación de otros gritos por parte de la Banshee, este fue el mas largo de todos ellos, con casi un minuto de duracion y el mas poderoso, siendo el mas fuerte, el ultimo grito de una Banshee, el que se escuchaba a un radio de diez kilometros y el mas peligroso.
Fue un minuto en el que todo el mundo se detuvo, todo el mundo se quedo quieto intentando cubrir sus orejas para que el grito no entre a sus oidos, mientras que a algunos se les rompian los huesos o simplemente no lo soportaban, llorando hilos de sangre.
Luego de aquel minuto, todo el mundo comenzo a girar de vuelta, sacando las palmas de sus orejas cuando el grito se detuvo por completo, inspecciono lo que lo rodeaba con la mirada, buscando algun indicio para saber que acababa de ocurrir.
Ambos padres que estaban con los tres niños en la escuela Salvatore sintieron que su corazon se detuvo al instante que dejaron de escuchar el grito, reconocieron con rapidez que ese grito era el ultimo de una Banshee.
-¿Donde esta mama? -pregunto Lucrecia junto a Hope y Dionisio, luego de sacarse las manos de las orejas al escuchar semejante grito.
Sin responder, Elijah se levanto y se fue usando su velocidad vampirica y se marcho, dejando al adulto con los tres pequeños Originales, con el corazon en la boca.
Elijah fue hasta la cueva de los vampiros debajo de la iglesia quemada en el medio del bosque, su corazon bombeaba con rapidez de tan solo pensar lo peor del mundo, su respiracion estaba entrecortada y sus manos temblaban.
Bajo directamente a la cueva una vez que llego a la misma iglesia en ruinas, bajando con rapidez y entrando a la cueva, dentro del pasillo que guia del campanario hasta la armeria.
Se detuvo por completo a medio pasillo, cuando vio un cuerpo sin moverse en el suelo, mirando hacia en direccion del campanario, dandole la espalda al hombre de trajo, totalmente intacto pero sin poder moverse. No se podia escuchar su corazon latir tampoco, ni tampoco su respiracion levemente.
-¡No! -grito desgarradoramente Elijah con dolor y comenzo a correr hacia aquel cuerpo con necesidad y mucho mas temor que antes.
Elijah se arrodillo frente al cuerpo, levantando sus manos para poder moverlo pero las mismas no captaban el pensamiento, Elijah veia sus manos temblar ligeramente.
Fue entonces que tomo la iniciativa y movio el cuerpo para ponerlo boca abajo, el castaño pelo y bastante largo cubria todo el rostro de la joven, con mucho cuidado lo corrio para ver el rostro de aquella persona.
Sollozo mas fuerte cuando vio el rostro de aquella persona, no dudo en abrazar el cuerpo y atraerlo contra su pecho, llorando con gran fuerza y ruido, con gritos y quejidos, lloraba mientras pedia que el cuerpo regresara a la vida, como si eso fuera posible para ello.
Era ella, su difunta esposa, Antonia Ilaria Salvatore.
Acariciaba el frio cabello de la chica y luego sus mejillas que parecian de porcelana, pero sus parpados no se levantaban y tampoco se le escuchaba respirar ni aunque sea, con dificultad, lo unico que se podia escuchar era el sollozo del ahora viudo.
-Vuelve, por favor... -susurraba mientras la abrazaba con fuerza, escondiendola en su pecho como si quisiera que no lo viera al rostro.
Lloro durante varios minutos solo, sollozando con rapidez, intentando calmar su acelerada respiracion que le evitaba balbucear cosas apenas audibles.
Luego de esos minutos mas horrible de toda su eternidad, se levanto del suelo con problema, cargando al cuerpo de su esposa difunta en brazos, viendo su cabeza tirada para atras, sin responder a los tactos que se le hacia.
Camino con lentitud para salir de la cueva, aun llorando en silencio, teniendo varios martiles sobre su cabeza y su espalda, sintiendose culpable de todo lo sucedido desde que comenzo todo hace mas de veinte años, cuando le propuso ir a Nueva Orleans con el.
Al salir de la cueva, noto que el cielo oscuro aun yacia sobre el suelo, no habia luna sobre el suelo y sentia el viento correr por alado suyo, llevando volando todo a su paso.
En ese momento, vio que a unos metros de el, se encontraban los dos hermanos Salvatore junto a su hermano Niklaus, como si estuvieran esperandolo pero se shockearon mas al ver el cuerpo que cargaba en brazos.
-¡Antonia! -grito Damon corriendo hacia el con los dos caballeros que se encontraba a ambos lados de el, otra lagrima se deslizo de su mejilla al ver sus cuñados, sin saber que poder decirle acerca de lo que paso.
-No, no, no -musito Niklaus sin poder creerlo viendo a la chica sin vida en brazos, Stefan es el mas afectado en toda la situacion, viendo a su melliza en brazos sin vida.
Fue entonces que Antonia abrio los ojos, y noto que no se encontraba en brazos de Elijah, sino que se encontraba en otro lugar.
Estaba de pie en medio del bosque y en medio de la noche, ya no se encontraba en el frio piso de la cueva debajo de la iglesia.
Giro a su derecha cuando escucho sollozos, viendo a cuatro hombres llorar por su cuerpo que era cargado por su esposo ahora viudo de ella, se quedo petrificada al ver a sus dos hermanos, a su cuñado y a su esposo llorar por su cuerpo que no se movia nisiquiera para respirar.
Ese era su fin, su alma ya no dependia de dentro de su cuerpo, ahora era un alma perdida detras del velo, viendo a las personas que amo con todo su ser llorar por ella.
Antonia comenzo a caminar con lentitud hacia la escuela Salvatore, el lugar que hace tiempo fue su hogar, camino con lentitud, dejando atras los sollozos y la tristeza.
Cuando llego se detuvo frente a la casa y no dudo en pisar dentro de la casa, que se encontraba en total silencio y solitaria, sin escucharse la voz de un estudiante de ahi mismo, su mirada buscaba en todas las salas y habitaciones, pero no encontraba a nadie porque todos se habian ido por la evacuacion.
Cuando llego a la sala, encontro a tres voces hablando con un tono bajo, levanto la sala, viendo a sus dos hijos y a su media hija bastante preocupados.
-¿Cuando vendra mama? Me preocupa -insiste Lucrecia abrazada a sus piernas sobre el sillon, en medio de sus dos hermanos.
-Papa y el tio Elijah fueron a buscarla, no tardara en llegar -respondio Dionisio alado de su hermana viendola triste y acariciando el pelirrojo cabello de ella.
Antonia al verlos se tapo la boca con una mano y sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas, ¿como sus padres le iban a decir que ella no vendria nunca mas a verlos? solto un pequeño sollozo aunque ellos dos no puedan escucharlo.
-Ire a traer cafe, ¿de acuerdo? -los mellizos asintieron ante las palabras de Hope y la ultima se levanto para ir a la cocina, para preparar cafe y mantenerse despiertos el tiempo que necesiten.
Antonia ve como los dos hermanos se abrazan entre si, mirando al suelo con las miradas preocupadas y temerosas, sin saber lo que esta ocurriendo afuera de las instalaciones.
Ella se acerco lentamente hacia los dos hermanos y se inclino frente a ellos dos, aunque ellos no pueden notar el espectro de su madre.
Acerco sus labios a la cabeza de su hija para dejar un beso ahi mismo y luego con lentitud repitio la misma accion sobre la cabeza de Dionisio.
-Siempre los voy a amar... -susurro Antonia cerrando los ojos con fuerza y sus lagrimas salian mucho mas rapido- Estoy orgullosa de ambos...
Se separo de Dionisio y Lucrecia con lentitud y se dirigio a dos puertas que se encontraban para dar hacia el patio, pero en el momento que las abrio una gran luz blanca la cego por completo pero decidio seguir adelante sin mirar atras.
Salio directo al patio del estacionamiento, sin entender como habia acabado ahi mismo, pero lo primero que vio fue su Corvette color negro y apoyado sobre el, se encontraba su mejor amigo cruzado de brazos.
-Bueno, eso ha sido precioso -admite con una pequeña sonrisa mirandola y ella sonrie ligeramente.
-Me estaba sintiendo epica -confiesa ella caminando hacia el con lentitud y el rie.
Bobby se despega del auto y camina hacia ella, ambos comenzaron a correr y ella se avalanzo sobre el cuello de el para abrazarlo y el tambien lo hace, Christian la eleva en brazos mientras ambos rien, contentos de volver a encontrarse.
Ambos habian encontrado la paz, finalmente.
[...]
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Al dia siguiente, se llevaria a cabo el entierro de la joven Salvatore, en el cementerio de Mistic Falls, frente a la cripta Salvatore para meterla ahi adentro tambien.
Esta vida sera buena, y hermosa. Pero no sin pena.
Con la muerte llega la paz. Pero el dolor es el precio de la vida. Como el amor, asi sabemos que estamos vivos.
Para Elijah y Klaus fue dificil confesarles lo que paso con Antonia hacia sus hijos, pues ver las caras esperanzadas de los mellizos de que ella ya iba a volver se les hizo mucho mas dificil explicarles.
Los brujos como Mary Anne y Dylan tampoco sabian de lo que habia sucedido con su mejor amiga, hasta que llegaron a Mistic Falls de sorpresa y vieron a Elijah cargando a Antonia en brazos y su vida se desmorono al verla en ese estado vegetal, como tambien sorprendio a Freya, Bonnie y Kol, dejando a todos sin palabras.
El sol estaba saliendo ya, por lo que todos empezaron a rodear el ataud que se encontraba frente a al cripta abierto, viendo a la joven Salvatore con un vestido blanco y varios petalos de rosas blancos sobre su cabello, sus manos se encontraban sobre su vientre y se podia ver su anillo de casada y el de su familia.
Sus dos hijos se acercaron al ataud, dejando una respectiva rosa de petalos blancos dentro de las manos de su madre y Lucrecia dejo un beso sobre la frente de ella. Elijah fue el siguiente, que dejo tambien una rosa roja en las manos de ella y llevo sus dedos indice y corazon a sus labios y dirigio esos dedos hacia los labios de su esposa.
-Mou amour... -susurro mirandola con tristeza y se dio mediavuelta para volver a su lugar.
Damon y Stefan fueron los proximos, ambos se quitaron una pertenencia que cargaban consigo y la pusieron con ella, para que sepa que ellos siempre estaran con ella, Damon se quito el collar que traia con el anillo Salvatore y lo puso en el cuello de ella, mientras que Stefan se quito una pulsera que ella y el portaban desde niños, envolviendola en la muñeca de ella junto a su respectiva pulsera.
-Sangre de mi Sangre... -murmuraron ambos.
Y asi, cada persona que se encontraba en ese funeral como la familia Original, Mary Anne y Dylan, Hope y Klaus, se despidieron de la joven chica con algunas palabras o simplemente saludos con rosas o pequeñas pertenencias que compartian junto a ella.
Luego de despedirla cerraron el ataud, Klaus, Elijah, Kol, Alaric, Stefan y Damon cargan el ataud con una mano y entraran en la cripta familiar, poniendo el ataud de la Salvatore en el respectivo lugar designado, luego lo cubrieron con la lapida que decia:
«Antonia Salvatore
Hermana-Esposa-Amiga
Nacida en 1864
Ahora en Paz»
Stefan y Damon se ponen frente a la lapida y ponen una de sus manos sobre ella, sintiendo nostalgia por los recuerdos.
Sonrieron con tristeza y Stefan sorbio su nariz, viendo la lapida con las palabras labradas en oro.
-Nunca te olvidaremos -prometio Damon con una sonrisa forzada.
Ambos hermanos pasan un brazo por los hombros del contrario, viendo la lapida en silencio, recordando todos los buenos momentos con su hermana.
[...]
Luego de la ceremonia de despedida, los mellizos volvieron a la academia Salvatore, que ahora la escuela le haria tributo a la misma Antonia Salvatore, los dos entraron en la habitacion que compartian junto a Hope.
Pero Lucrecia noto que sobre el escritorio que separaba su cama de la de su hermano, noto un sobre de papel blanco viejo con una letra negra en cursiva. Ella se asomo al escritorio, leyendo las palabras "Lucrecia y Dionisio".
-Dio... -su hermana llamo la atencion mostrando la carta y el deja de desabrochar su corbata de color negro para ver la carta.
Ambos se sientan sobre la cama de la mayor y ella se encarga de abrir el sobre que esta cellado con el logo de los Salvatore y deja ver una carta doblada en tres, esta la abre viendo la carta en rectagular.
«Lu y Dio:
Espero que puedan personarme por lo que hice, pero era la unica forma en la que sabia que nuestros enemigos no iban a molestarlos. Durante años, sus padres, como sus tios y yo, hemos peleado por protegerlo de lo que sea y mantenerlos seguros, porque sabiamos que no era justo que ustedes crezcan con nuestros enemigos.
Los Mikalson siempre vamos a tener enemigos, pero ustedes tienen que proteger a su sangre. Siempre y para Siempre.
Siempre voy a estar orgullosa de ambos, feliz de ver en las personas que se convirtieron y recuerden que siempre los voy a amar, jamas olviden eso. Y que a pesar de las peleas, las diferencias o las diferentes ideas, son hermano y hermana, jamas olviden que la familia es primero y que ambos son fuertes, y pueden luchar contra todo y superarlo, juntos.
Quiero que crezcan, conozcan el amor y que no renuncien a el, luchen por el hasta que no puedan darlo mas, quiero que se diviertan y cometan la locura que se proponen, no lloren por cosas o personas que no lo valen, por mas que se hagan enojar, jamas se arrepientan de algo.
Sus padres siempre los van a amar, aunque sean sobreprotectores o les prohiban cosas, lo hacen porque los aman, como yo.
Con amor, su mama»
Cuando terminaron de leer la carta, de los ojos de ambos brotaron varias lagrimas y Dionisio no dudo en abrazar a su hermana y traerla a el, mientras ella sostenia la carta y abrazaba su hermano, comenzo a llorar en silencio.
Dionisio abrazo a su hermana con fuerza por el cuello y ella por la cintura, escondiendo su rostro para que no puedan verlos.
En sus mentes comenzaron a reproducirse varios recuerdos que vivieron con su madre, desde que la conocieron hace diez años.
La foto que vieron de ella cuando Mary Anne se la mostro y ambos estaban emocionados de conocerla.
Lucrecia recordo cuando ella estaba comenzando a despertar sus habilidades como Banshee y su madre aparecio, ayudandola.
En la mente de Dionisio se reprodujo lo que paso hace horas, cuando su madre y su padre lo sacaron de la escuela para que pueda transformarse en licantropo.
Ambos no sabrian que aquel hecho, seria el ultimo que vivirian con su madre.
Sin embargo, jamas la olvidarian y siempre permaneceria en su memoria.
Fin
«Lo que se recuerda siempre vive, nunca muere»
-Michael Rostian.
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