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ANTONIA SALVATORE

Esto es de no creer, ¿como es que estamos en 1852?, eso no es posible, mi mente me lleva a este año que casi no recordaba nada de ello. Veo la gente hablar con sus acompañantes, los soldados estan en sus caballos mientras que una mano sostiene la riendas del caballo y la otra en su arma dentro de la funda de cuero.

-¿Nos pueden ver? -murmuro hacia Caleb, si nos pueden ver significa que no hay que tocar nada o podremos alternar el pasado.

-Para mi desgracia, no querida -responde mirando hacia delante y caminamos juntos.

-¿Por que me trajiste aqui? -con mi mano libre abro mi abanico y lo acerco a mi cara para abanicarme un poco ya que habia olvidado lo caluroso que era usar un corsette que no te deja respirar y este vestido.

-¿Recuerdas este dia? El 21 de junio de 1852.

21 de junio de 1852, creo que fue uno de los mejores dias de mi vida como una niña de cinco años, levanto la mirada viendo que la plaza estaba decorada con varios puestos con juegos de kermes, habia puesto de comidas dulces y saladas, bancas para descansar y hasta un pequeño puesto de una bruja.

-Cada año, en el 21 de junio habia una feria de juegos todo el dia -relato viendo como niños pequeños corren pasando por alado mio- Stefan y yo teniamos cinco, mientras que nuestro hermano Damon tenia trece. Padre y madre no pudieron asistir por lo que le pidieron a Damon que nos traiga.

Giro mi cabeza a un lado y me sorprendo al ver a mi hermano Damon de trece años entrar en la kermes, mientras que Stefan y yo agarrabamos su mano.

Aquel dia vestia con un bonito vestido rosa bebe, mi largo cabello hasta la cintura estaba suelto y tenia dos pequeñas trenzas que se unian atras.

Mi mellizo tenia un traje de color marron con distintas tonalidades del mismo, su cabello bien peinado y con una sonrisa, el estaba entusiasmado por la feria.

Finalmente Damon tenia un traje oscuro, que hacia resaltar sus azulados ojos y tenia un sombrero del mismo color que su ropa, el sonria mientras saludaba a los conocidos que nos veian.

Mi pequeña yo pasa por frente a ambos directo a un juego de ruleta con sus hermanos.

Por curiosidad, suelto el brazo de Caleb y agarro mi vestido para empezar a caminar y asi evitar caerme, corro hacia mi yo del pasado como si volviera a tener cinco años.

Veo que el hombre tras el puesto hace girar la ruleta, veo a la pequeña Antonia que tiene brillo en los ojos viendo los numeros de la ruleta.

-¡Tenemos un ganador! -exclamo el dueño del juego con una sonrisa viendo que la ruleta paro en el numero 05, el que habiamos pedido Stefan y yo por nuestra edad.

El hombre se acerca a la repisa de los premios y agarra dos premios: un conejo blanco de peluche y un hermoso tren muy detallado. A Stefan le da el tren de diversos colores muy divertidos y a mi el conejo.

-¡Gracias! -exclamamos Stef y yo sonrientes provocando la risa de nuestro hermano y se alejan del juego.

Damon ha cambiado bastante, de niño era pura risas y alegria, el siempre fue muy risueño y divertido con ambos. Pero todo cambio cuando nuestro padre le regalo un halcon y luego lo obligo a matarlo.

Ese dia, algo murio dentro de Damon, se volvio distante con nosotros dos y vivia leyendo o practicando tiro al blanco. Ya no jugaba con nosotros, pasaba el dia solo con la cabeza entre las hojas o disparando.

Desde ahi, Stefan y yo empezamos a practicar nuestro vinculo de mellizos gracias a mama, practicabamos todo el dia afuera de la casa para que Guisseppe no se entere y prometimos que era un secreto de los tres, hasta que cumplimos diez y se lo dijimos a Damon antes de que se vaya al servicio militar.

-Ten, consegui esto.

Miro a Caleb y noto que entre sus manos trae un pequeño oso de peluche color marron con un moño de color rojo alrededor de su cuello. Le agradezco con una sonrisa y seguimos caminando.

-Todavia no entiendo como es que estas en mi cabeza -digo mirando hacia delante y evitando rosarme con las personas- Es decir, me usaste.

-Soy parte de tu imaginacion, amor -lo miro- Aqui soy un buen compañero como siempre quisiste, como ves ahora, te estoy llevando a un viaje en el tiempo.

Tiene logica, siempre quise que Caleb sea mi amigo porque se veia roto, como si le hubiesen cortado las alas y cayo, volviendose un angel caido. Un corrompido, que solo pedia que lo escuchen, nada mas ni nada menos, alguien que quisiera un amigo.

-Bien... -digo conformada con su argumento- ¿Y ahora?

Caleb toma mi menton con delicadeza y lo gira para que vea hacia delante, viendome junto a mis hermanos en un juego de tiro al blanco.

Caminamos hacia ellos con rapidez, mientras escuchamos la musica alegre de la feria y las distintas voces hablar.

Recuerdo este momento, una multitud se junto en este mismo pasillo donde estamos caminando, unos chicos hicieron problemas con un hombre mayor de sesenta años que estaba tras un puesto de embocar los aros en una botella.

Los tres chicos comenzaron a pegarle al pobre hombre mayor y todos vinieron con rapidez al puesto, amontonandose para sacar a los chicos de ahi mismo.

En ese entonces me perdi, solte las manos de mis hermanos debido a que me empujaban y me perdi entre la multitud.

Me asuste mucho, casi nunca me separaba de mis hermanos pero en ese entonces, pensaba que jamas volveria a verlo.

-Te pusiste a llorar -habla Caleb cuando pasamos sobre la multitud y ya no veo rastro de Stefan o Damon- Tenias miedo.

Veo a mi yo pequeña ir para el lado contrario de la multitud buscando a sus hermanos con desesperacion, asustada de que pudieran secuestrarla y comenzo a sollozar en silencio.

-Y entonces aparecio... -levanta su mano hacia una pequeña entrada al bosque.

Observo sobre esa pequeña entrada un bello conejo, blanco como la mismisima nieve recien caida, sus orejas largas y ojos marrones, dando pequeños saltos mientras masticaba las yerbas verdes.

Mi pequeña yo levanto la mirada topandose con el animalito que ella tenia de peluche en sus manos, la veo limpiarse las lagrimas y verlo con mas atencion.

Y como si fuera Alicia corriendo hacia la madriguera del conejo, empece a correr hacia aquel animalito.

El pequeño conejo se sobresalto y empezo a correr hacia el bosque mientras que la pequeña niña lo corria por detras.

-A veces creo que fue una niña muy estupida -replico suspirando y tomo las faldas de mi vestido para comenzar a caminar en direccion al bosque.

Era Alicia persiguiendo al conejo blanco con ropa y un reloj de bolsillo que le decia "el tiempo se acabo".

Estaba en medio del atardecer ya, paso todo muy rapido, no recordaba tanto de este dia en especial. Los arboles evitaban que los ultimos rayos solares del dia entren en la arbolada, pareciendo de noche.

-Oye, tranquila, amor -dice Caleb riendo mientras prende un cigarillo y lo lleva a sus labios.

-No recuerdo mucho de este dia, Caleb -lo miro y detengo mi paso girando hacia el- No recuerdo que pasa ahora.

Estoy siendo honesta, no se nada de lo que sucedera a continuacion, no recuerdo mucho, solo recuerdo perseguir al conejo hacia el bosque y luego salir como si nada.

¿Que paso en el medio?

-Pues vamos entonces -da una inhalada a su cigarillo y luego lo exhala abriendo sus labios un poco.

Seguimos caminando con rapidez llegando al claro del bosque y veo a mi pequeña yo buscar al conejo con la mirada.

¿Enserio llegue tan lejos por la culpa de un estupido conejo?, wow.

La pequeña Antonia empieza a temblar del miedo, ya que nunca me gusto la soledad o estar lejos de mis hermanos, me aterraba pensar que un dia podria separarme de ellos y no volverlos a ver nunca mas.

Y aqui estoy, con mas de cientosetenta años sin quejarme luego de 1922 que Damon me abandono despues de que el haga que abandone a Stefan, que ironica es la vida.

-¿Cuanto estuve aqui? -frunzo el ceño mirando a Caleb.

Caleb pone un dedo sobre sus labios en señal que me calle y luego apunta hacia delante para que vuelva a ver y haci lo hago.

-¿Que haces sola por aqui?

Veo al hombre detenerse frente a mi yo de cinco años que se asusta viendolo. Yo veo su cabello castaño liso y largo hasta sus orejas, un traje negro con un pañuelo blanco en su cuello.

-¿Elijah...? -murmuro sorprendida.

No estoy ni ebria ni drogada, ¡es Elijah!, ¡Elijah Mikaelson!

¿Pero que carajos esta pasando aqui?

Elijah se agacha a la altura de la niña y toca algunos de los mechones castaños.

-Un conejo... un conejo blanco -murmura con timidez mini Antonia- Lo persegui...

-¿Te gustan los conejos? -la voz de Elijah suena tan dulce que presiento que sera un buen padre.

Antonia asiente y le muestra el peluche del conejo que gano en el juego.

-Se llama copito... -lo estrecha contra su cuerpo mirando a Elijah con ternura.

Tipico de mi, mirar a todos con ternura.

Elijah rie suavemente y toca la nariz de ella haciendola reir y la envuelve en sus brazos para levantarla del piso como un bebe.

Mi pequeña yo abraza el cuello de Elijah acostando su cabeza en el hombro de el cerrando los ojos y Elijah la mueve un poco como haciendola dormir.

-Eres un cabellero bastante lindo -murmura mini-me y yo la miro incredula.

¿Coqueteaba con hombres desde niña ya? ¡wow!

-¿Tu lo crees? -pregunta Elijah esbozando una sonrisa honesta.

Mi pequeña yo despega la cabeza de su hombro para verlo directo a los ojos.

-Cuando sea grande, me gustaria casarme con un caballero como tu.

Miro a Caleb que se esta ahogando una risa y lo codeo levemente para que deje de hacerlo porque me averguenzo escuchar lo que dice hace siglos.

Elijah deja un beso sobre la frente de la niña y ella vuelve a recostarse sobre su hombro para cerrar sus ojos.

¿Como deje que un extraño me hable y encima que me cargue? ¿¡En que pensaba?!

-Parecen el hilo rojo -murmura Caleb viendo la tierna escena- Parece estar escrito en las profecias.

-¿Lo crees? -digo insegura, no me convencia de aquello, sino que simplemente eramos uns casualidad, una bonita casualidad.

-¡Antonia!

Ambos dejamos de hablar y volteamos a ver cuando escuchamos aquel grito.

-¿S-stefan? -murmuro la pequeña abriendo sus ojos y buscando a su mellizo con la mirada.

-¡Antonia! -esta vez el grito le pertenecio a su hermano Damon.

Antonia se alerto y se bajo de Elijah que el la dejo con lentitud en el suelo y ella empezo a correr por adonde vino.

-¡Stefan, Damon! -grito ella, su voz comenzo a alejarse de nosotros.

Queria ir tras ella, pero Caleb toma mi mano, deteniendome.

-Mira.

Me indica con la mirada hacia donde estabamos observando antes y veo que el "copito", que gane el juego de cayo al suelo en el momento que escuche a mis hermanos.

Elijah, quien me veia alejarme en busca de mis hermanos, agacha la mirada viendo al peluche y flexiona sus rodillas para recogerlo y mirarlo con atencion, mientras con su otra mano lo palmeaba, sacandole la tierra.

El conservo a Copito, pense que lo habia perdido.

Cuando terminamos de ver eso, vi como comenzo a desintegrarse y se convertia en mariposas negras que se iban volando hacia el cielo.

-¿Que sucede? -pregunto cuando el ambiente tambien empieza a desintegrarse.

-El recuerdo termino.

-¿¡Que!? -exclamo sin entender viendolo.

Caleb gira a verme lentamente y extiende sus brazos para tomar mi rostro mientras se acercaba a mi.

-Vas a despertar, lo estas haciendo.

¿Voy a salir de mi bucle mental? ¿Yo solita?

Todo se volvio de color blanco, como la nada misma, solo estabamos Caleb y yo nada mas.

-¿Volvere a verte? -pregunto poniendo mis manos sobre las suyas.

-Siempre -susurra y acerca sus labios a mi frente para dejar un beso ahi y dejar sus labios en mi piel.

Admito que me agrado su lado bueno, es mejor ese que el malo.

Cierro los ojos lentamente.

ELIJAH MIKAELSON

Mañana es la boda de Hayley y Jackson, ayer nos acaban de mandar las invitaciones que seria en el recinto Mikaelson por la tarde.

Aun no proceso la informacion que Hayley se va a casar por Jackson, tampoco lo sabia hasta hace cinco dias que Rebekah me lo dijo.

Mary Anne salio de la habitacion luego de revisar a Antonia y prosigo a levantarme de la cama donde estaba antes y camino hacia el vestidor prendiendo la luz y me dirijo a un estante donde habia varias cajas de mis zapatos. Estiro mi brazo agarrando la caja del fondo y la traigo hacia a mi.

Abro la caja con lentitud y saco el peluche que conserve cuando la vi, cuando era una niña perdida en el bosque tras perseguir un conejo blanco.

"Copito", asi lo habia nombrado por su color.

Lo perdio cuando escucho a sus hermanos y empezo a correr hacia ellos.

Recuerdo cuando casi se duerme en mi cuello y yo la movia un poco para que durmiera, planeaba dejarla en su casa pero ella sola se alarmo.

Salgo de la habitacion con el peluche en manos, el cuerpo es pequeño pero tiene una gran cabeza con unas largas orejas que llegan hasta su colita en forma de pompon.

Me siento en la cama viendola y ella empieza a moverse lentamente mientras hacia muecas.

-¿Antonia? -pregunto preocupado.

Ella abre su boca tomando aire y abre los ojos por fin, dejandome shockeado por completo.

Sus ojos vacilan por el techo y comienza a bajar la mirada topandome con mi presencia a su lado.

-Elijah...

Ella se levanto de golpe y se avalanzo sobre mi cuello abrazandolo y escondiendo su cara en mi cuello. Escucho su corazo acelerado y yo no dudo en envolver su cintura por mis brazos tambien abrazandola y beso su coronilla.

-Mi niña... -digo suspirando del alivio estrechandola mas contra mi cuerpo.

Ella se separa de mi y plantea un beso en mis labios, sus labios son tan suaves y tan sinceros respecto a lo que desean. Yo tomo su menton para no romper el beso romantico que nos estamos dando.

Sus labios se despegan de los mios alejandose y abro mis ojos.

-La feria de 1852, ahi te vi... -murmura atontada y abro mi boca sin saber que decir- En el bosque, y el conejo blanco...

-Y Copito.

Le muestro su pequeño peluche que traigo en manos y ella se queda boquiabierta mirando el muñeco con asombro.

-Lo conservaste...

Asiento lentamente y ella agarra su conejo y lo estrecha contra su pecho sintiendose a salvo con el y acaricio su cabeza.

En ese momento, la puerta es abierta bruscamente viendo a Mary Anne.

-Oye, Elijah, necesito que... -se callo al vernos en la cama a ambos.

Mary Anne da un grito tapando de su boca con ambas manos y tambalea sus pies contra el piso con felicidad y no duda en venir y abalanzarse sobre mi chica y ella rie tambien abrazandola tambien. Parecen madre e hija.

-¡Tonta! -Mary Anne se separa de ella golpeando su pecho- ¡No lo vuelvas a hacer!

Antonia levanta sus manos en señal de rendicion y se separa haciendome reir y yo paso un brazo por su cintura.

-¿Cuantas horas estuve dormida?

Miro alarmado a Mary Anne y la rubia no se queda atras, ¿como le decimos que estuvo dos semanas y casi media en una especie de sueño magico?

-¿Que? ¿Que ocurre? -su mirada se dirige a Mary Anne y luego hacia mi.

-Cielo... -suspira su mejor amiga- Estuviste dormida dos semanas, nadie pudo despertarte.

Antonia se queda en blanco mirandonos sin poder creerlo y asiento mirandola, para que no crea que es una broma de Mary Anne.

-Y Mary Anne descubrio algo mas -me gano la mirada de ambas- Pero para estar seguros, hay que hacer algo.

-¿Que cosa?

[...]

ANTONIA SALVATORE

¡Ja! ¡Piensan que estoy embarazada! ¡Que estupido!

No puede ser real, nisiquiera tuve nauseas o algunos de esos sintomas extraños de un embarazo humano.

Ahora mi hereje me obliga a hacerme el test de embarazo, no quiero hacerlo, pero Mary Anne me dijo que si no lo hacia me obligaria a hacerlo atravez de su magia.

Me levanto del inodoro luego de hacerme el test y me acerco al lavado para lavar mis manos.

Admito que estoy nerviosa, no estoy preparada para ser mama, ¡nisiquiera se como serlo!, Lily murio cuando Stefan y yo teniamos nueve y Damon catorce. ¿¡Voy a ser una pesima madre?

No quiero ser una inutil, no he tenido un aspecto maternar como se debe en mi infancia, luego tenia que pedirle ayuda a mi vecina por mi primer periodo, primera vez, etc...

Lavo mi cara con agua fria y peino mi cabello para atras intentando calmarme.

Espero que esto suceda algo porque soy demasiado impaciente con cosas similares.

-¿Todo bien, amor? -escucho la voz de Elijah en la habitacion.

No responde y decido tomar el test de embarazo del lavado y lo acerco a mi cara para verlo mejor.

Mis manos empiezan a temblar, mi garganta se cierra por completo y mi corazon se detiene.

¿Por que me pasa esto a mi...?

No... no puede pasarme esto, no ahora...

Me dirijo a la puerta con lentitud sin retirar la vista del pequeño artefacto y mi tambaleante mano se dirije al picaporte para abrirlo.

-¿Que ocurre? -vuelve a hablar Elijah levantandose de la cama pero yo no lo quiero ver- ¿Que dice?

¿Como le digo lo que estoy viendo frente a mis ojos ahora mismo?

¡No puedo hablar!

¡Dios mio! ¿¡Que hice mal!?

♡♡♡

¿Test + o –?

¿Comenzara la profecia del segundo hijo de un Original?

¡Comenta y estrellita!