5° Objeto de mi obsesión
Quinto objeto de mi obsesa colección: Dentadura de manzana
¿Alguien se percató que demoré en publicar este quinto objeto?
Esto se debe a que lamentablemente es una dentadura biodegradable, oxidable, desgastable, maltratable... y es que esta delicuchisabrosa dentadura es comestible y digerible; por ende no me dura más de media hora, sumándole el hecho de que es toda una tentación.
¿Cómo llegó a mi?
Bueno, mi tía Debora Dora De Cabezas, hizo hace no mucho una de la suyas; así que sí, la cosa viene de familia.
Y justamente ella fue quien me diera esta dentadura, a la cual denominó: "La dentadura de la bisabuela"; un bocadito hecho con manzanas y bombones. Pero detrás de esto existe un anécdota.
Cuenta la historia que... tras las constantes quejas, porque mi abuelo se comía las uñas todo el tiempo, sin importar el lugar o el momento, en una reunión familiar le comenté a mi muy Debora Dora tía:
─ No sé qué hacer con mi abuelo, se come las uñas todo el tiempo.
A lo cual ella comentó:
─ A mi bisabuela le pasaba igual, y le quité la manía en un momento.
─ ¿Cómo? ¿Le amarraste las manos?─pregunté.
─ No, le escondí los dientes.
Y como es de esperar, con lo despistada que es mi tía, las terminó perdiendo.
Para suplantar a las originales, como ella es experta en postres, tuvo la genial idea de engañar a la pobre bisabuela con algo que se asemeja, pero que a la larga no iba a causar tanto daño como unos filosos dientes.
Es así que nacieron estos bocaditos, los cuales con el tiempo han variado un poco, de acuerdo al gusto del consumidor.
Para empezar, tienes la simple dentadura de manzana y almendras.
Corta las manzanas en cuartos, hazles otro corte entre medias para formar la abertura de la boca y pincha trozos irregulares de almendra formando los dientes.
Si deseas darle una imagen terrorífica a la bisabuela, podrías agregar mermelada roja a las dentaduras de manzana y almendras.
Tan solo recuerda que si van a demorar en clavarles un diente real, sería bueno bañarlas en jugo de naranja, así evitarás que la manzana oxide.
Dentadura Dracugalletosa.
Esta otra variación es más deliempalagosa y es justo con la que clavaré mis colmillos y dientes en NataliaAlejandra.
Solo necesitas:
~ 1 paquete con galletas de chispas de chocolate.
~ 1/2 taza de glaseado teñido de rojo.
~ 3/4 taza de minimallows o bombones chicos.
~ Almendras.
Corta cada galleta por la mitad y unta cada mitad con el glaseado. Coloca seis bombones a modo de dientes y uno en la parte posterior de la dentadura para darle soporte.Cubre con la otra mitad de galleta e inserta dos almendras cortadas para simular los colmillos de Drácula.
¡Y listo para disfrutar de esta galleta de vampiro!
Cualquiera de estas dentaduras no suele durarme más de lo que dura un suspiro, sea porque me las termino comiendo, o porque otra persona se las morfó.
Y en todo este teje y maneje ─pues justamente es mi tía Debora Dora mi asistonta, la hacedora de estas exquisiteces─, quien siempre pretende darme gato por liebre, mas cuando no logra un canje óptimo con alguno de mis proveedores de dentaduras. Lo cual me recuerda que no siempre es bueno trabajar con un familiar y mucho menos compartir ganancias o ingresos.
Hablando de compartir, en una de aquellas tantas veces que mi abuelo llevara a comer a mi abuelita afuera, nos contó que les pasó lo siguiente:
Estaban ellos en la sección de adultos mayores en un conocido restaurante de comida rápida. Como suelen hacer, con cuidado dividieron en dos la hamburguesa y las patatas fritas que habían pedido.
Un joven que los vio, aparentemente sintió pena por ellos y gentilmente se ofreció a comprarle a mi abuela su propia comida.
─ No se preocupe ─le dijo mi abuelo─, nosotros lo compartimos todo.
Unos minutos después, el joven se dio cuenta de que mi abuelita no había probado bocado.
─ De verdad no me importa comprarle la comida a su esposa ─insistió el joven.
─ No se preocupe, ella comerá su parte ─le aseguró mi abuelo─. Lo compartimos todo.
Poco convencido, el joven le preguntó a mi abuelita:
─ ¿Por qué no come?
Ante lo cual ella respondió:
─ ¡Porque estoy esperando a que mi esposo me preste la dentadura!
Y ya sabes, no olvides sonreír.
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