Jimin se miró en el espejo con una radiante sonrisa se veía precioso vestido de blanco, tenía adornos dorados en su cabello que por supuesto estaba más largo y hermoso, sus ropas eran muy parecidas a las que usaba el día que conoció a Jungkook.

Quería recrear un poco ese momento que los había llevado a esto, estar a punto de casarse y ser felices juntos.

-Voy a casarme hoy Tae y estoy muy nervioso- Murmuró Jimin mordiéndose el labio inferior.

- ¿Nervioso tú?- Preguntó Tae con una ceja arqueada.

- ¡Claro que sí! - Respondió Jimin con puchero - Esta es una ocasión que solo se da una vez en la vida-

- ¡Papi MiMi te ve muy lindo!- Chilló Soobin desde la cama dejando ver un par de adorables hoyuelos mientras sonreía estirando sus bracitos hacia Jimin.

- ¿Crees que a papá Jungkook le gustara como me veo? - Preguntó el príncipe Jimin a su pequeño tomándolo en brazos con una hermosa sonrisa.

-¡Tiiii! - Respondió animado el pequeño.

Jimin llenó de besos las adorables mejillas de su hijo -Binnie también se ve muy lindo como su papi- aseguró haciendo que el bebé riera encantado.

El pequeño príncipe Soobin estaba a punto de cumplir un año todavía no caminaba aunque a veces daba uno que otro pasito, era demasiado consentido y amaba estar cargado, pero el adorable príncipe si hablaba bastante claro para su edad, el verdadero problema era callarlo desde ya demostraba que tenía un carácter fuerte.

-Ven aquí pequeño travieso - TaeHyung tomó al bebé de los brazos de Jimin -No tienes que preocuparte Jimin todo saldrá bien, Jungkook te ama y el Reino aceptó que te desposara con mucho regocijo incluso hay un festival en honor a su matrimonio-

Jimin sonrió y se acercó a la ventana mirando los arboles de cerezos bañados con el hermoso tono rosa de las flores, lo que decía su mejor amigo era cierto, todos o al menos la gran mayoría habían aceptado su compromiso con su el rey Jeon de la mejor manera.

Los cuatro Reinos estaban nuevamente en paz, su hermana gobernaba en el Este de forma justa y afable y parecía feliz con su compromiso con el monarca del Reino del Oeste, debido a la muerte del príncipe heredero en manos de su propio padre, el segundo hijo del rey Chwe, Hee-chul había asumido la responsabilidad y pronto desposaría a la reina Momo.

Pero con quien Jimin jamás se llevaría bien era el rey Min, aunque estaba eternamente agradecido con el hombre por ayudarles en tan difícil situación que habían pasado, solo lo invitó a su matrimonio por cortesía no por querer hacerlo.

Jimin sonrió de nuevo a su amigo al darse la vuelta - Dile a Jungkook que me busque en el jardín- afirmó.

TaeHyung frunció el ceño - Pero esas no son las normas de las ceremonias -

-Nunca me han importado las normas ¿Por qué deberían hacerlo ahora? - Preguntó Jimin con picardía.

- ¿Por qué serás rey del Reino del Norte? - Interrogó TaeHyung.

Jimin se quedó pensando un momento antes de sonreír - Solo dile- Ordenó antes de salir de la habitación.

TaeHyung se rio negando con la cabeza, este era Jimin sin importar si era un plebeyo, un príncipe o un rey su mejor amigo jamás cambiaria y por esa razón lo adoraba con su vida.

-vamo tio tata- Chilló el pequeño príncipe Soobin removiéndose entre sus brazos.

-Mandón igual a tu padre- Dijo Tae riendo para dirigirse a donde estaba el rey.

TaeHyung tocó la puerta que de inmediato se abrió dejando ver al rey Jeon vestido de forma impecable - rey Jeon, el príncipe Jimin le manda a decir que lo espera en el jardín-

- ¿Qué? - el rey Jeon le miró confundido.

TaeHyung se encogió de hombros.

-Cole papá Onku, papi MiMi te epela- Ordenó el pequeño Soobin feliz.

El rey Jeon se rio y le dejó un beso en la mejilla a su hijo antes de encaminarse a donde su amado príncipe le esperaba, aun parecía un sueño que esto estuviera pasando, antes de conocer a Jimin era un hombre solitario, insatisfecho el cual nunca había conocido el amor, ahora estaba locamente enamorado de ese precioso hombre y tenía un hijo al cual criarían juntos.

Su vida no podía ser mejor, serpenteando entre los pasillos del castillo llegó a su jardín privado, la brisa fresca de la mañana le acaricio el rostro envolviéndolo en el delicioso olor de las flores.

Justo allí frente a él estaba el dueño de su corazón de espaldas jugando con los pétalos de las flores de cerezo que caían, y como la primera vez no pudo evitar quedarse totalmente encantado con la preciosa imagen.

Definitivamente Jimin se veía como un ángel, aunque de ángel no tuviera nada, el príncipe debió sentirse observado porque se dio la vuelta mostrando una preciosa sonrisa.

-Tardaste- Se quejó con puchero.

-Ya estoy aquí, amor- Jungkook se aproximó a él rodeándole la cintura de inmediato -Te ves hermoso-

-Siempre me veo hermoso- Afirmó Jimin sonriendo.

Jimin le rodeó el cuello con los brazos rosando sus labios en un beso antes de preguntar - ¿Crees que seré un buen rey a tu lado? -

Jungkook le miró con una ceja arqueada - ¿Desde cuándo el príncipe Park Jimin duda de si mismo? -

Jimin hizo un puchero - Es que no soy muy prudente, siempre digo lo que pienso, soy impulsivo, no me gustan las reglas, además no soy muy paciente -

Jungkook se rio - Tienes razón-

- ¡Oye se supone que debes animarme!- Jimin le golpeó el hombro.

-Es que ese eres tu amor, pero también eres encantador, comprensivo, justo y dulce cuando te lo propones, eres todo lo que amo y no cambiaría absolutamente nada de ti, serás un buen rey- Afirmó Jungkook con ternura.

Jimin le dio una amplia sonrisa -Cierto, soy increíble -

-Eres el amor de mi vida- Jungkook acercó sus labios a los del príncipe en un lento pero entregado beso.

-Tú eres el amor de vida también, tonto rey quejica- se burló Jimin.

Jungkook entrecerró los ojos -Príncipe insolente, irrespetuoso y rebelde-

-Ahora deberías empezar a llamarme Rey y no príncipe- Sugirió Jimin con desdén.

Jungkook se rio - Tu siempre serás Mi hermoso y rebelde príncipe -

Jimin asintió encantado amaba esos apodos, unió sus labios a los del rey en un beso suspirando, disfrutando de cada sensación sin importar cuantas veces se besaran se sentía como el primero y no deseaban dejar de besarse, solo cuando sus pulmones exigieron oxigeno se separaron.

-Deberíamos ir, nuestros invitados nos esperan- Sugirió Jungkook sobre los labios del príncipe.

-Pueden esperar un poco más, somos los reyes - Dijo Jimin con una sonrisa pícara para volver a besar al rey.

Jungkook dichoso correspondió a los labios de su príncipe, sus labios se movían sobre los del otro, sus lenguas jugaban de forma tierna pero pasional, sus cuerpos reaccionando a cada uno de sus toques.

-Amor, vas a hacer que tenga una erección en plena ceremonia - Murmuró Jungkook con voz ronca.

-Esa es la idea - Dijo sin ninguna vergüenza - Vamos rey Jeon, es hora de casarnos- susurró soltándose del abrazo.

-Eres una descarada cosita del infierno - se quejó Jungkook entre dientes.

-Te encanta que lo sea - Jimin le guiñó un ojo.

Jungkook gimió bajo y empezó a caminar al lado del príncipe a su ceremonia, ante los ojos de todos se prometieron el uno al otro amarse, era un momento perfecto en el las personas celebraban que su rey hubiera encontrado a esa persona que lo hiciera feliz, sin importar que este fuera un hombre.

TaeHyung miraba con una sonrisa como además de casarse Jimin recibía la corona de rey.

SeokJin miraba el perfil de Tae - Deberíamos hacerlo también- le susurró en el oído.

- ¿Hacer qué? - Preguntó TaeHyung.

-Casarnos amor- Explicó el general Kim.

Tae le miró sonrojado - ¿No es demasiado pronto?- dijo bajito.

Jin le sonrió -No lo es, incluso también podríamos adoptar un bebé-

TaeHyung abrió los ojos totalmente asombrado, él sabía que podían hacerlo, después de las batallas habían quedado algunos niños sin padres y ellos podrían darles un hogar pero Tae estaba demasiado sorprendido por la repentina propuesta que no podía responder nada.

SeokJin le miró con ternura - Te amo, te dejaré asimilarlo y después hablamos-

-Te amo, no hay nada que asimilar- Contestó Tae entrelazando su mano con la del general Kim.

-Larga vida nuestros reyes - Se escuchó una voz decir sacando a TaeHyung de sus pensamientos y su mirada se posó en Jimin que sonreía de forma radiante.

De repente el pequeño príncipe Soobin empezó a removerse inquieto en los brazos de Tae pidiendo que lo dejaran en el suelo y con pasos tambaleantes se acercó a sus padres el rey Jeon lo cargó orgulloso de ver a su pequeño empezar a caminar.

- ¡Binnie empezaste caminar! - Dijo Jimin emocionado.

-Ahola Binnie puede tel igual a papi MiMi- Cantó el príncipe feliz.

- ¿Binnie quiere ser igual a su papi Jimin? - Preguntó el rey Jeon.

- ¡Tiiii! - El pequeño Soobin sonó sus palmitas encantado.

- ¡Dios te guarde rey Jeon!- Se escuchó una voz cerca de ellos era claramente el rey Min con una sonrisa burlona hacia el rey Jeon ante la afirmación del pequeño príncipe.

-Nadie pidió su opinión rey Min- Bufó Jimin mirándolo.

Yoongi sonrió acostumbrado a las palabras del ahora rey y no podía negarlo disfrutaba de los desacuerdos entre él y joven rey -No quise ofenderlo rey Jimin y Felicidades por su boda-

Jungkook solo pudo reírse y darle un beso en la mejilla y a su pequeño y abrazar a su esposo por la cintura - Gracias Min-

-Es insoportable- se quejó Jimin en un susurró.

-Tu también lo eres- se burló el rey Jeon con una sonrisa de enamorado.

-Pero así me amas- Dijo Jimin orgulloso.

-Te amo, cariño - Respondió Jungkook.

Jimin sonrió amplio -También te amo, amor-

-Binnie tamben ama a papá Onku y a papi MiMi - Balbuceo Soobin, haciéndolos sonreír de felicidad.

Ahora eran oficialmente la familia real del Reino del Norte y gobernarían con sabiduría, equidad y justicia, protegiendo a su pueblo de aquellos que osaran intentar dañarlos.

Hola mis hermosuras, bueno hemos llegado al final de la historia de este hermoso y rebelde príncipe, me siento feliz y la vez nerviosa espero que sí han llegado hasta aquí es porque les haya gustado mucho está loca historia.

De verdad muchas gracias por todo su apoyo mis amores, les amo un montón.