- ¿Qué diablos haces vestido así? - Preguntó TaeHyung al entrar en la habitación del príncipe.

Jimin le dio una hermosa y radiante sonrisa a través del espejo de cuerpo completo -Me veo increíble, ¿No crees? -

-Sí, te queda bien pero no entiendo ¿por qué tienes un uniforme del ejército del Reino del Norte?, yo aunque tu dijiste que no, te traje el tuyo -

-Me gusta más este, el rey Jeon lo mando a hacer para mi hace unos días, es increíblemente suave, nada que ver con el uniforme de nuestro reino, además el rojo me queda muy bien - Jimin le dio una sonrisa coqueta el uniforme en si era negro pero tenía unos bordados rojos que le daban un toque especial - ¿Me ayudas? - dijo tendiéndole el hachimaki de color rojo.

TaeHyung arqueo una ceja y tomó la cinta para ponérsela a Jimin en la frente - ¿Desde cuándo usas lo que el rey Jeon manda a hacer para ti? -

-Pues desde que empezamos a hablar más, ya no pienso que sea un idiota, bueno lo es un poco, pero no tanto- dijo soltando una risita.

Los últimos días Jimin había pasado más tiempo con Jungkook, tomaban el desayunos juntos luego un paseo por el jardín donde tenían un montón de conversaciones sobre cualquier cosa, hablaban mucho sobre las flores, el rey le había contado que la de su nacimiento era La Flor del tigre, que significaba Por favor Ámame mientras que la suya era la Spirea que significa Amor Puro, Jimin sonrió al recordar eso.

Le habían parecido un poco curiosos los significados de sus flores de nacimiento, Jungkook pedía ser amado, y Jimin tenía amor puro para dar, y por alguna estúpida razón estaba feliz desde ese momento.

TaeHyung lo miró incrédulo nunca había visto a Jimin tan feliz usando un uniforme - ¿Así que ahora tú y el rey son amigos? -

-No diría que somos amigos, pero nos llevamos mejor, el me entrenará a partir de hoy- Canturreo terminando de arreglar su cabello.

- ¿Qué? -

-Lo que escuchaste -

Tae Bufó -No puedes estar hablando en serio Jimin, hace poco estabas refunfuñando porque no querías venir aquí, porque no querías ser un aprendiz, no querías ser un guerrero, odiabas al Rey Jeon, y ahora te estas comportando de esta manera, realmente no estoy comprendiendo nada-

-No voy a ser un gurrero, Jungkook va a enseñarme lo básico en combate para que pueda defenderme, y nunca dije que lo odiara- Dijo Jimin mordiéndose el labio inferior.

- ¿Jungkook? ¿Desde cuándo dejo de ser "el rey de los idiotas" y pasó a ser Jungkook? - Tae le dio una mirada escrutadora.

-Ya te dije TaeTae desde que empezamos a pasar un poco de tiempo juntos, hasta dijo que podía tener acceso ilimitado a la cocina, y él sabe que me gustan los hombres- lo último lo dijo bajito el príncipe.

TaeHyung negó con la cabeza y su rostro lleno de escepticismo -No puedo creer que le hayas dicho eso, ¡Jimin si tu padre se entera es capaz de... -Tae prefirió callar y fijar su mirada en los ojos de su mejor amigo - Jimin dime la verdad, ¿te gusta el rey Jeon? -

El príncipe dirigió su mirada de nuevo al espejo -No- dijo bajito jugando con sus dedos.

Jimin sabía que eso no era cierto, pero no quería decírselo a TaeHyung porque su mejor amigo se pondría histérico, no sabía cómo había empezado a pasar pero después de las charlas regulares coqueteos atrevidos y sonrisas cómplices no podía negarlo más, le gustaba Jungkook, le gustaba un poco demasiado, y eso lo asustaba pero también lo hacía sentir ese cosquilleo en el estómago.

-Jimin mírame a los ojos- Pidió TaeHyung - ¿Ya dejaste de sentir esa atracción por el atractivo físico del rey? -

Jimin un poco incómodo logró hacerlo -Si Tae ya deje de sentir solo esa atracción física por el rey- dijo y bajó la mirada de inmediato.

Porque ya no es solo físico, me siento demasiado atraído por su forma de ser y pensar, aunque es un torpe y tonto rey quejica a veces, pensó Jimin.

-Bien voy a creerte, pero ten cuidado Jimin ese hombre va a casarse con tu hermana, es prohibido para ti, no quiero que tu corazón se rompa- Tae tiró a Jimin contra su pecho de manera protectora.

Si tan solo su tonto y romántico corazón entendiera que el rey estaba prohibido para él.

Jimin suspiró -Lo sé, estaré bien Tae, solo seré su aprendiz -

Unos golpes en la puerta los hicieron separar el Rey Jeon hizo su aparición con el ceño fruncido - ¿Interrumpo algo? - Preguntó con una mortal voz.

-No, TaeHyung estaba ayudándome a terminar de arreglarme - dijo simplemente Jimin dándole una sonrisa al Rey.

Jungkook al ver la coqueta sonrisa del príncipe su ceño fruncido desapareció de inmediato - ¿Vamos para el primer día de entrenamiento? -

Jimin asintió sin poder creer lo emocionado que se encontraba por esto, cuando en su propio castillo había hecho hasta lo imposible por no tener un entrenamiento.

Salió acompañado del rey el cual habitualmente se estaba acostumbrando a poner una posesiva mano en la espalda baja del príncipe mientras caminaban.

-Te queda perfecto Jimin, el rojo realmente resalta tu piel blanquecina- dijo Jungkook.

Jimin le dio una sonrisa ladina -Gracias Jungkook, lo mismo pensé me queda bien, además es cómodo, no creí que lo sería-

-Lo mande a hacer especialmente para ti, de las mejores telas - contestó el rey.

-Se vería aún más hermosos si tuviera pendientes de rubí- dijo Jimin bajito descuidadamente más para sí mismo que para el rey, los pendientes y anillos siempre habían sido su perdición le encantaba probarse los de su hermana.

- ¿Te gustan los pendientes? - Preguntó el rey Jeon.

Jimin lo miró sorprendido no pensó que lo hubiera escuchado -Si, son muy bonitos- se encogió de hombros, si ya Jungkook le había escuchado no tenía ningún sentido negarlo.

El rey Jeon asintió con una pequeña sonrisa - Es por aquí- dijo guiando a Jimin por otro pasillo.

-Pensé que iríamos al campo de entrenamiento- dijo el príncipe confundido.

-Sí, pero tengo un salón privado donde me gustaría usar para entrenarte- dijo Jungkook.

-Está bien - Jimin solo se dejó guiar hasta donde el rey le indicó el salón del que Jungkook hablaba era enorme y tenía todo tipo de armas para entrenar.

- ¿Listo? - Preguntó Jungkook.

- ¡Si! - Canturreo Jimin - ¿Con cuál empezamos? -

Jungkook tomó un arma y se la mostró a Jimin - ¿Esa?, pero es de madera- dijo con un leve puchero.

-Es un bokken, perfecto para entrenar no estoy tan loco como para darte una espada real, me cortarías la cabeza-

Jimin soltó una risita - Debería estar ofendido por tu falta de confianza-

Jungkook también rio - Bueno vamos a empezar, ¿Sabes lo básico de como tomarla? -

Jimin rodó los ojos -Puede que no haya entrenado tanto, pero tampoco soy un inútil - dijo acomodándose en guardia.

-Bien veamos cómo estas con los movimientos, tienes que tener en cuenta todo, la posición de tu muñeca, la estatura de tu contrincante, tu técnica, te mostrare primero- El Rey Jeon llamó a uno de sus guardias.

El joven soldado obedeció y empezaron con una especia de duelo de demostración, con espadas reales, Jimin miraba embelesado como Jungkook manejaba el arma como si fuera parte de su cuerpo, realmente el rey Jeon había nacido para ser un guerrero, el sonido de las espadas al chocar hacia que la adrenalina corriera por sus venas.

A Jimin le había encantado ver siempre a los soldados practicar pero ver a Jungkook era simplemente más que excitante, podía estar horas simplemente viendo a este hombre manejar espadas.

Al final del entrenamiento Jungkook le había quitado la espada a su guardia y con ambas amenazaba el cuello del soldado al cual le escurría sudor de la frente. El rey le devolvió la espada al joven y le dio una palmada en la espalda para que saliera.

-Eso fue increíble- dijo Jimin sonriendo amplio.

-Tú también podrías luchar de esa manera si te lo propones - Jungkook le guiñó un ojo.

Ese gesto hizo a Jimin sonreír coqueto.

-Bueno ahora nosotros dos, toma tu arma, también ten en cuenta la posición de tus pies, en cual te apoyas -

Jimin estuvo atento a todo lo que Jungkook le dijo tratando de imitar todos los movimientos que hacia el rey - Busca la posición más cómoda para ti, eres más bajo aprovecha tu estatura tienes que buscar un punto débil todos tenemos uno-

Jimin lo intentaba pero vamos, Jungkook era todo un experto samurái él no tenía ninguna oportunidad y se estaba cansando de siempre terminar con la espalda en el suelo, ¡Iba a terminar jodidamente adolorido si seguía así!, además la empuñadura del bokken le estaba maltratando la delicada piel de sus manos.

Bien Jungkook le había dicho que buscara una debilidad pues él ya la había encontrado, Jimin le dio una mirada descarada al rey y se lamio los labios lentamente.

Jungkook no pudo evitar quedarse embelesado en los suaves movimientos de esa delicada lengua rosada y por supuesto lo tomo por sorpresa un furtivo ataque del príncipe que lo dejó desarmado, Jimin barrio sus pies haciéndolo caer al suelo y pronto tenía los dos bokken en su pecho.

Jungkook se rio -Buena distracción, tal vez te funcione conmigo pero no con los demás así que tienes que practicar más-

Jimin soltó una risa complacido de poder distraer al rey lo suficiente como para desarmarlo - Lo sé, por eso solo la usaré contigo - Dijo Jimin tendiéndole la mano para levantarlo.

Jungkook se puso de pie quedando frente a frente sus rostros demasiado cerca.

-Rey Jeon hay un asunto importante que solicita su presencia- la voz del general Kim los interrumpió.

Jungkook en ese momento realmente quiso golpear a su mejor amigo.

-Estoy ocupado SeokJin- gruñó apartándose del príncipe.

-Me temo que es sumamente importante- insistió el general.

Jungkook asintió a regañadientes -Bien, Príncipe Park fue un gran entrenamiento este día, nos vemos mañana aquí a la misma hora -

Jimin asintió un poco decepcionado de que su tiempo junto al rey hubiera terminado.

Jungkook siguió al general hasta su lugar de reunión privada - ¿Cuál es ese asunto tan urgente que necesitamos tratar, que no podía esperar? -preguntó con voz sería.

-Creo que tenemos espías en el territorio - dijo SeokJin.

- ¿Qué? -

-No le he confirmado aún, pero últimamente hay demasiados extranjeros deambulando en nuestro territorio -

-Tal vez solo son viajeros de paso, estamos en tiempos pacíficos - dijo Jungkook.

-Podría ser, pero aun no me siento seguro necesito tu autorización para hacer una investigación más exhaustiva, puede que esté exagerando pero quiero estar seguro- SeokJin frunció el ceño.

Jungkook asintió su mejor amigo pocas veces se equivocada, y por muy raro que sonara eso de los espías debían estar seguros, El Reino del Norte era por mucho uno de los más prósperos y muchos habían querido conquistarlo en el pasado.

-Haz lo que mejor te parezca- dijo Jungkook.

-Bien, pondré hombres atentos - SeokJin miró a Jungkook- Aunque por otro lado veo que tú y el príncipe se han hecho cercanos -

Jungkook sonrió -Si en realidad, los últimos días lo he conocido bastante mejor, tenías razón debía cambiar de táctica por la fuerza no iba a lograr nada con él, ahora que he sido suave y comprensivo está obedeciendo mis órdenes, hasta se puso un uniforme-

Y vaya que se veía precioso en él, pensó Jungkook.

Jamás en su vida había visto a un hombre verse tan apetecible vestido de esa manera, Jimin realmente no parecía ser de este mundo.

-Me alegra hombre, no pensé que fueras a domar a ese chiquillo tan rápido- dijo SeokJin riendo.

Lo que no sabían ambos hombres era que cierto príncipe había escuchado esa conversación y sin querer, queriendo.

Jimin estaba enojado, más que eso estaba furioso, ¿así que el estúpido rey Jeon solo se acercó para dominarlo y hacerlo un chiquillo obediente?.

Pues que se preparara porque ahora si iba a saber quién era realmente Park Jimin.

Holis preciosuras de mi vida, ¿qué tal están?, espero que les esté gustando esta historia y quería contarle que saqué buenas notas en mis parciales así que me siento más aliviada por ello.

Les amo mucho mucho muchote, nos leemos pronto con más de este hermoso y rebelde príncipe.