El rey Jeon Jungkook acababa de quedarse dormido cuando alguien tocó su puerta, gruñó en voz baja, No hacía mucho acabaron las celebraciones en el gran salón, ¿Quién diablos iba a molestarlo?, no respondió, el quería descansar, mañana colgaría al guardia que estaba en su puerta por la pelotas por atreverse a interrumpir sus sueños.

Cerró los ojos dispuesto a dormir de nuevo pero los golpes en la puerta no cesaron - ¿Su majestad? -

- ¿Qué quieres SeokJin? - Preguntó con mal humor al escuchar la voz del general Kim.

-La princesa Momo requiere una audiencia con usted en este momento, ¿Podría recibirla? -

Jungkook abrió los ojos de golpe y sentó en la cama un poco cautelosa, ¿La princesa quería entrar a su habitación en la madrugada?

-Sí, solo espera un momento- ordenó para levantarse y colocarse de nuevo sus ropas una vez que estuvo presentable abrió la puerta.

-Puede pasar alteza- Dijo a la princesa, dándose cuenta que ningún guardia la acompañaba.

Ella entró a la habitación un poco nerviosa, Jungkook la analizó -Alteza, no creo que su padre esté de acuerdo en que estemos solos en esta habitación, no quiero que hayan rumores que manchen su honor antes de nuestra boda - Dijo suspicaz.

-Mi señor, no estoy aquí por lo que usted está pensando - dijo ella con las mejillas sonrojadas - Deseo que me escuche y me conceda un favor-

-Lo que sea alteza, después que este en mis manos concedérselo, lo tendrá - dijo invitándola a sentarse, como todo un caballero.

-Majestad, quiero decirle que para mí es un honor que aceptara el acuerdo de mi padre y que considere que puedo ser una buena reina a su lado - Comenzó a decir ella, Jungkook no estaba seguro si creerle o no, ya que sus manos temblaban y no levantaba la mirada del suelo.

-El honor es mío, princesa-

-Gracias, pero quería decirle que para mí también fue una gran sorpresa la decisión de mi padre, y temo no estar preparada aun para asumir ese cargo, así que me gustaría que usted considerase darme un par de meses para prepararme - pidió con rapidez casi atropellando las palabras.

- ¿Prepararse? Tengo entendido que usted es la primogénita, heredera al trono, ya debía saber que algún día seria reina- Jungkook estaba casi seguro que los motivos por los que la princesa quería aplazar su boda eran otros.

-Sí, está en lo cierto, yo sabía perfectamente que algún día seria reina, pero no pensé que fuera tan pronto, me gustaría un poco de tiempo para obtener los consejos de mi madre, y estar mejor preparada, ¿podría concederme usted un poco de tiempo? -

-Podría, pero no sé si su padre este de acuerdo alteza-

-Si usted habla con él, creo que él lo escuchara más que a mí, por favor mi señor- Pidió casi en una súplica.

Jungkook la analizó, sus ojos estaban vidriosos y tenía una mirada desesperada estaba claro que ella no se quería casar, al menos no por el momento, y claramente Jungkook tampoco, la princesa era hermosa pero no le llamaba la atención como debería de hecho ninguna mujer lo hacía.

-Respeto su deseo y comparto su opinión, no hay prisa, podemos hacer nuestra boda para principios del verano si lo prefiere, yo hablaré con su padre-

-Muchas gracias majestad - dijo ella con la voz un poco quebrada, y con sus ojos brillantes, pero ahora llenos de esperanza.

-No tiene que agradecer alteza, mejor vaya a descansar -

-Usted también descanse majestad, disculpe molestarlo - dijo casi al salir.

-No fue ninguna molestia- Jungkook cerró la puerta tratando de asimilar la situación.

Él había viajado, desde tan lejos a caballo, para que ahora su prometida le pidiera tiempo para la boda, ¿Era en serio?, pero por alguna razón en vez se sentirse enojado, estaba aliviado, solo esperaba que el rey Park no se opusiera a su acuerdo con la princesa.

El problema ahora era que el sueño lo había abandonado, a pesar de no haber dormido absolutamente nada en toda la noche, estaba a punto de amanecer, Jungkook se pasó las manos por la cara necesitaba un poco de aire.

Salió de la habitación seguido por uno de sus guardias, serpenteando por pasillos llenos de lujos logró encontrar la salida a uno de los jardines, donde había todo tipo de flores, era un lugar precioso.

Inhaló el aroma de las rosas y le pidió al guardia que lo dejara avanzar solo, adentrándose más al lugar descubrió una preciosa vista, un árbol de cerezo florecido, bajo este había alguien de espaldas, vestía de blanco y su lacio y hermoso cabello le llegaba a la cintura que con los primeros rayos de sol se veía con destellos azulosos.

La persona frente a él, jugaba con los pétalos de flores que caían, se acercó un poco más en silencio, no quería interrumpir, pero estaba hipnotizado con la imagen, era casi angelical.

La persona debió sentir observada porque se volteó de repente dejando ver el bello rostro de un joven que lo miraba con curiosidad.

- Espiar a las personas es de mala educación - dijo con el ceño fruncido.

-Yo no le estaba espiando- Contestó Jungkook asombrado de que el chico no le mostrara ningún respeto, ni sumisión.

-No simplemente te quedaste allí parado observándome-Dijo con un deje claro de sarcasmo- Eso ademas de mala educación es escalofriante- Dijo Jimin con molestia, había despertado hace poco y lo único que quería hacer era ir a su jardín y disfrutar el despertar del alba y lo ponía de mal humor que lo interrumpieran en ese pequeño momento especial para él.

Y el Príncipe Jimin de mal humor no se hacía responsable de las palabras que salían de su boca, y le importaba un comino a quien fueran dirigidas.

-Lamento haberte incomodado- dijo Jungkook carraspeándose la garganta- pero creo que no sabes quién soy-

-No, y tampoco me interesa, estoy en mi casa, mi jardín y me gusta la privacidad, puedes regresarte por donde llegaste - dijo dándole la espalda al hombre.

Jungkook abrió la boca sorprendido por la insolencia del jovencito pero de nuevo en vez de sentirse molesto sonrió negando con la cabeza intrigado por saber quién era este chico - En mi reino le llamamos Sakura-

Jimin se dio media vuelta - ¿Eh? -

-A la flor de cerezo, la llámanos Sakura- explicó Jungkook - Tiene varios significados, uno de ellos dice que representa la vida, y lo corta que puede ser, ya que solo florece mostrando su belleza durante dos meses al años-

- ¡Oh!, es muy hermoso, debo admitir que mi época favorita del año es cuando los cerezos florecen- Respondió Jimin menos hostil.

-La mía también- Dijo Jungkook sonriendo, era increíble que no podía quitar los ojos de encima al bello hombre frente a él, su precioso cabello, su piel tan blanca como la nieve, sus traviesos ojos negros como noche sin luna, y sus sensuales labios increíblemente gruesos y de tono rosa, parecía estar haciendo puchero todo el tiempo.

El rey Jeon tragó grueso, nunca había apreciado a un hombre de esa manera y eso lo hizo sentirse confundido.

Jimin le dio una mirada de apreciación el hombre era increíblemente guapo, hombros anchos y cintura estrecha, una tímida pero traviesa sonrisa, este hombre debía ser de la guardia del prometido de su hermana, coquetear con un guardia extranjero no sonaba mala idea, al menos en su mente, solo serían unos minutos además el hombre se iría una vez que el rey Jeon se llevara a su hermana.

¿Qué podría salir mal?

-Entonces, ¿Puedo saber qué hace un hombre tan guapo en mi jardín? - Preguntó acercándose al guardia, y humedeciéndose los labios con la punta de la lengua.

Vio como la manzana de Adán subió en el cuello del hombre, los ojos del guardia fijos en sus labios - Necesitaba aire fresco, y disfruto de apreciar la belleza - se aclaró la garganta - la belleza de las flores-

Jimin le dio una sonrisa llena de picardía -También me gusta apreciar la belleza y la vigorosidad de la que está dotada la naturaleza - susurró lo último barriendo con sus ojos el cuerpo del hombre con descaro.

Jungkook abrió la boca para decir algo pero unos pasos resonando lo hicieron alejarse del príncipe.

- ¡Maldición Jimin ya te dije un día de estos harás que tu padre me mate, está muy enojad... -TaeHyung frenó en seco mirando al príncipe y al rey Jeon, había hablado con algunas personas de la casa lo suficiente como para reconocerlo.

De inmediato bajo su cabeza y puso una rodilla en el suelo - Rey Jeon, Príncipe Park, buenos días, suplico su perdón por mi interrupción - dijo sin levantar la mirada.

En otro momento Jimin se habría partido en risas por ver a TaeHyung de rodillas frente a él, pero en ese momento su mente estaba demasiado aturdida...

¿Este era el rey Jeon? Tragó grueso, por el diablo y todos sus jodidos demonios.

¡¿Había coqueteado con el prometido de su hermana?!

Hola bellos amores míos, un nuevo cap. de esta historia, espero que les esté gustando...

Nos leemos pronto