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02. ❛ 𝖬𝖺𝗋𝗋𝗂𝖺𝗀𝖾 ❜

















02. MATRIMONIO 🧭


Alemania, Baden-Baden,
20 mayo 2022
Narra Jessica Asnicar

Solté un jadeo exasperante cuando se cayó el trapo de la cocina, todo últimamente me salia horrible. La ansiedad e incertidumbre siempre estaban a punto de estallar cuando me perdía en mis pensamientos. Había preferido hacer cualquier cosa que estar en mi casa la última semana.

Relamí mis labios que estaban temblorosos mientras sacaba unas galletas del horno, hacer actividades de cocina o salir a correr por horas era lo que más me distraía cuando estoy en la casa. Cuando salía a la calle la gente susurraba cosas que me estresaban mucho. ¿Una boda tan sorpresiva en 7 días? ¿Con el mafioso de la ciudad? La familia Asnicar está cayendo.

Me di un golpe en la frente tratando de dejar de pensar en eso. Un golpe en la puerta de la cocina sonó sacándome de mis pensamientos.

Jessica se giró rápidamente hacia la puerta. Con un suspiro profundo, se acercó a la entrada, secándose las manos en el delantal mientras intentaba calmarse. La última semana había sido un torbellino de locuras; el próximo matrimonio con alguien que no conocía y las habladurías de la gente no dejaban de atormentarla.

Al abrir la puerta, se encontró cara a cara con Valentina, su amiga de toda la vida. Con su cabello rizado y una gran sonrisa, Valentina parecía el rayo de sol que necesitaba en ese instante.

── ¡Jessica! ── Exclamó Valentina, entrando sin esperar invitación. ── No puedo creer que te vayas a casar en solo una semana. ¡Tienes que contarme todo!

Jessica sintió un alivio inmediato al ver a su amiga. Aunque la situación era complicada, Valentina siempre sabía cómo hacerla sentir mejor. Está hizo un bailecito antes de sentarse en la isla de la cocina.

── No sé ni por dónde empezar ── confesó Jessica mientras se dejaba caer en una silla, sintiéndose un poco más ligera con la presencia de Valentina. Rascó su nuca algo atormentada por los eventos recientes, subió la mirada cansada.

── Empecemos por lo básico: ¿estás bien? ── Preguntó Valentina, bajando de la isla y sentándose frente a ella y mirándola con preocupación. Valentina siempre había sido espontánea.

Cuando ambas eran adolescentes había habido un concurso de belleza en Baden-Baden, una era una modelo h la otra una miss. Decidieron concursar y quién ganará tendría que elegir la universidad en la que estudiarían. Ninguna de las dos ganó, pero Valentina se llevó el premio de Miss simpatía y Jessica el de Miss fotogénica.

Jessica se pasó una mano por el cabello, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar al recordar eso, no tenía nada que ver pero llegaba profundamente a su corazón. No sabía que restricciones podría llegarle a poner aquel hombre.

── No estoy segura. Todo esto es tan... extraño. Nunca pensé que terminaría así, con un matrimonio arreglado y un desconocido.

Valentina frunció el ceño y tomó las manos de Jessica entre las suyas.

── Escúchame. Eres más fuerte de lo que crees. Y si hay algo que necesitas o alguien con quien hablar, aquí estoy. No tienes que enfrentarlo sola. Podríamos salir está misma noche, Cariño

Las palabras de su amiga resonaron en su corazón como un bálsamo para el alma. A pesar de sus miedos, saber que tenía el apoyo incondicional de Valentina le daba un poco de esperanza. Siempre había estado ahí para ella y le dolería mucho si en algún momento ella faltaba.

── Gracias... realmente lo aprecio ── dijo Jessica, sintiendo cómo una pequeña sonrisa comenzaba a formarse en sus labios.

Valentina sonrió de vuelta y cambió de tema rápidamente, haciendo gestos con la cara y las manos, quitó sus zapatos y se sentó cómo indio en la silla.

── Ahora cuéntame sobre ese "mafioso". ¿Es tan aterrador como dicen? ── Movió sus dedos de manera terrorífica con una risita traviesa. Jessica soltó una risa nerviosa y sacudió la cabeza.

── Eso es lo que dicen... Pero no puedo juzgarlo sin conocerlo primero. Pero moriré si es un viejo cochino... ── Murmuré mientras un escalofrío de asco me recorría ── Literalmente me dará un infarto.

── Solo lo he visto un par de veces y no se ve tan viejo, aunque no me creas nada porque sabes que vivo en mi mundo ── La pelinegra soltó una risita y negó con la cabeza.

La conversación fluyó entre risas y confidencias mientras Jessica se sentía cada vez más relajada. Hablar con Valentina le recordó que aún había espacio para la amistad y el apoyo en medio del caos de su vida. Las malas decisiones de sus padres la habían llevado a algo que ella no quería. Cosas que solo había visto en televisión como lo eran los besos a los sapos que se convierten en principes, el beso de amor verdadero y los matrimonios arreglados que resultaban bien. Pero definitivamente ese mafioso no sería un principe azúl.

── Tal vez deberíamos hacer algo antes de la boda ── Sugirió Valentina entusiasmada, sacandola de nuevo de sus pensamientos ── Un último día de soltera o algo así. ¡Necesitas divertirte!

La idea resonó en Jessica como un rayo de luz entre la tormenta de ideas suicidas y tormentosas que había estado enfrentando. Quizás esto podría ser una forma no solo de distraerse, sino también de tomar el control sobre su propia vida antes del gran día.

── Sí... eso suena increíble ── respondió Jessica con una chispa renovada en sus ojos. Tomó las manos de su amiga ── Pronto sera la boda.

── ¿En cuanto? ── Preguntó la rizada abriendo mucho los ojos como en sentencia.

── En 5 días, muérete ── Susurro sarcásticamente. Su amiga abrió la boca muy sorprendida.

── No te pases, ¿¡Que!?

── ¡Sí, en 5 días! ── Jessica soltó una risa nerviosa, intentando aligerar la carga de la noticia, ella misma tratando de asimilar la situación ── Y aquí estoy, con un futuro esposo que no es precisamente el príncipe azul que soñé siempre.

Valentina hizo una mueca mientras se pasaba una mano por el cabello, solo hacia eso cuando se estresaba, de resto odiaba pasarse la mano por sus rizos perfectos. ── Bueno, al menos podemos asegurarnos de que ese último día de soltera sea memorable. Necesitamos un plan épico.

Jessica se quedó pensativa por un momento. La idea de hacer algo divertido antes de la boda le daba un poco de fé, quizás un infarto para ese hombre antes de entrar a la iglesia.

── Podríamos ir a esa playa que tanto me gusta, o quizás una noche de chicas con juegos y películas... ── sugirió, sintiendo cómo la emoción empezaba a burbujear en su interior.

── ¡Ambas cosas! ── exclamó Valentina, moviendo las manos como si estuviera dirigiendo una orquesta. ── Primero la playa para relajarnos y después una fiesta en casa. ¡Vamos a hacer que esta despedida de soltera sea legendaria!

Jessica sonrió con más ganas, sintiéndose agradecida por tener a alguien tan entusiasta a su lado.

── Sí, eso suena perfecto. Necesito recordar cómo es disfrutar sin preocupaciones... aunque sea solo por un día.

── ¡Exactamente! Y quien sabe, quizás encuentres tu propio príncipe en el camino ── bromeó Valentina, guiñándole un ojo.

Jessica se rió, imaginando lo absurdo de esa idea. Pero en el fondo, parte de ella deseaba que fuera cierto. ¿Por qué no soñar un poco? Su vida siempre había sido aburrida, siempre con lo mismo y las mismas pasarelas, atrapada siempre en la misma rutina.

── Está bien, hagamos esto. Solo prométeme que no habrá sapos involucrados ── dijo Jessica con una sonrisa pícara

── No prometo nada ── contestó Valentina mientras chocaban las manos en señal de acuerdo y la misma soltaba una risa malévola.

❪🧭.🚬❫

El bullicio del club era ensordecedor, las luces parpadeaban en un espectáculo de colores que parecía querer devorar el lugar. Jessica, con un vestido negro que resaltaba su figura, no podía evitar sentirse un poco nerviosa. Valentina la había convencido de que sería una noche inolvidable, pero en su interior, la ansiedad chorreaba como un río oscuro.

── ¿Estás lista para hacer esto? ── Gritó Valentina sobre la música, sus ojos brillando con emoción. La había convencido o más bien la había jalado hasta ese club, Clara, Antonella y Amanda se habían sumado al plan y se encontraban a su lado tratando de sacarla a bailar.

Jessica tragó saliva y asintió. A pesar de su incertidumbre, había algo en el aire que prometía diversión. La idea de dejar atrás por un momento las preocupaciones y simplemente disfrutar le daba fuerzas.

── ¡Vamos a bailar! ── exclamó Valentina, tomando a Jessica de la mano y arrastrándola hacia la pista. La música pulsaba, y pronto se perdió en el ritmo, dejando que el estrés del inminente matrimonio se desvaneciera por un rato. Algunas canciones latinas se reproducían en todo el lugar.

Las risas y los bailes se sucedían mientras Valentina presentaba a cada uno de los amigos que habían venido a celebrar. Entre ellos había caras conocidas y algunas nuevas que hacían que Jessica se sintiera un poco más viva. Después de un par de copas y unos cuantos bailes, su risa resonaba con fuerza. Las otras chicas como Amanda y Clara conocían chicos que estaban en el mismo bar y Amanda estaba en un rincón bebiendo todo lo que se encontraba en la mesa.

── ¡Esto es increíble! ── Gritó Jessica mientras levantaba su vaso en un brindis improvisado. Por un momento estaba sintiendo algo emocion, aunque no fuera genuinamente por un matrimonio.

Valentina sonrió ampliamente, satisfecha de ver a su amiga tan alegre. Pero había una sorpresa más por venir.

── ¡Chicas! ── Valentina se dirigió al grupo con una sonrisa traviesa ── ¡Vengan!

Jessica frunció el ceño, preguntándose qué más podría haber planeado su amiga. Fue entonces cuando Valentina sacó una tarjeta dorada brillante del bolsillo.

── ¡He conseguido una mesa VIP! ── anunció con entusiasmo. Aunque no se les hacía difícil, ninguna era de salir mucho y en un club de poca reserva y excesivamente caro en el cual nunca habían estado en VIP.

La reacción fue instantánea: gritos y aplausos estallaron entre el grupo. Jessica sintió una mezcla de emoción y nerviosismo mientras las chicas la llevaban hacia la zona exclusiva del club, donde las luces eran aún más brillantes y el ambiente más eléctrico.

Una vez allí, los camareros comenzaron a servir bebidas extravagantes y coqueteos llenaban el aire. Pero lo mejor estaba por venir cuando Valentina hizo una señal a la DJ del lugar.

── ¡Prepárense para una sorpresa! ── gritó mientras la música cambiaba a un remix de una canción popular.

De repente, un grupo de bailarines entró en la pista, llenando el espacio con energía y movimientos impresionantes. Jessica no podía apartar la vista; todo era tan diferente a lo que había experimentado hasta ahora. El ritmo vibrante parecía hacerla olvidar por completo sus preocupaciones.

Mientras se dejaba llevar por la música y las risas, Valentina se acercó a ella con una mirada cómplice. Jessica negó con su dedo aunque ellas la arrastraron, varias veces a la pista donde no bailaba más de 5 minutos.

Reía por como Amanda hacia poner incómodos a los bailarines y Clara se había besado con tres. Antonella grababa con otros algunos videos pasando alcohol mientras Valentina estaba encima de una mesa bailando con dos hombres al rededor.

Una voz me saco de mis pensamientos ── ¿No bailas con tus amigas? ── Pregunto una voz profunda a su lado, las luces neón del club alumbraban el enmarcado rostro de un misterioso hombre.

── No me gusta bailar ── Rei incomoda rascando la palma de mi mano. El hombre me sonrió y se recostó en el asiento, las luces ahora me dejaron apreciarlo. Cabello castaño, piel ligeramente bronceada y un traje hecho la medida que quedaba perfecto. Este hombre era literalmente su tipo.

Jessica miró al misterioso hombre, sintiendo una mezcla de curiosidad y un ligero escalofrío. Su sonrisa era enigmática, y había algo en su mirada que la hacía sentir intrigada, como si tuviera secretos que contar, muchos secretos.

── ¿Y qué te trae aquí? ── Preguntó él, su voz suave y profunda, como si cada palabra estuviera cargada de intriga y amabilidad.

Jessica dudó un momento. La verdad era que estaba buscando escapar de las presiones del matrimonio; un matrimonio del que todo Baden-Baden sabía.

── Solo estoy disfrutando de la noche ── respondió, intentando mantener un aire de misterio también. "Se supone que es cool" se contestó en su mente.

El hombre asintió lentamente, sus ojos intensos fijos en ella. ── A veces, las noches tienen una forma extraña de revelarnos más de lo que esperamos ── dijo, dejando caer la frase como si fuera una pista a un juego que solo ellos dos conocían. Hice un puchero con mis labios algo confundida. Había algo en su tono que hacía que cada palabra pareciera importante.

Justo en ese momento, Valentina apareció detrás de Jessica con una sonrisa traviesa, ── ¡Hey! ¿Qué tal va la conversación? ── preguntó, mirando al chico con curiosidad. Valentina le dio un codazo juguetón a Jessica y luego volvió a mirar al chico. ── Soy Valentina. No te dejes engañar; Jessica es más intrigante de lo que parece. Es más ella te sacará a bailar

El chico volvió su atención a Jessica, inclinándose ligeramente hacia ella. Entrecerró los ojos y quiso que se la tragara la tierra.

Valentina la jalo y la colocó frente al hombre, Jessica mordisqueo sus labios viendo por última vez a su mejor amiga diciendo "te odio" con la mirada ── ¿Quieres bailar conmigo? ── Arrastró sus palabras.

El se levantó rápidamente, casi frenético. ── Yo debería haberte sacado a bailar, así que ¿Quiere bailar conmigo? ── El tomó su mano y por 5 vez en la noche la volvieron a llevar a la pista, pero ahora con un completo, sexy y misterioso desconocido.

Jessica sintió mariposas en el estómago cuando el chico la miró con esos ojos oscuros que parecían esconder mil secretos. La música era suave, y las luces parpadeaban, creando un ambiente que parecía sacado de una película de terror. ── Bueno, a veces un poco de misterio le da sabor a la vida ── dijo, intentando sonar despreocupada, aunque su voz temblaba un poco. Había respondido una pregunta que ella misma se hizo en la mente.

── Sí, claro ── respondió él, con una sonrisa sardónica que no llegó a iluminar su mirada, siguiendo completamente su juego── Pero ten cuidado, los misterios pueden ser más pesados que una caja llena de secretos olvidados.

── Vamos hablas como en las películas ── El soltó una carcajada, mientras dirigía respetuosamente su mano hacia la cintura de Jessica. La música cambió a algo más lento y melancólico. Jessica se sintió un poco nerviosa, pero también intrigada. Era como si estuvieran en una escena de un thriller. ── ¿Y tú? ¿Tienes algún secreto oscuro? ── le preguntó, tratando de hacerle frente.

El chico se inclinó hacia ella y dijo con un tono cansado: ── Tal vez... o tal vez solo estoy aquí para hacerte preguntas incómodas. ¿Qué prefieres?

Jessica soltó una risa nerviosa; no estaba segura si él bromeaba o hablaba en serio. Era difícil descifrarlo. ── Quizá un poco de ambas cosas ── contestó, sonriendo mientras trataba de entenderlo.

Él la miró fijamente y dijo: ── ¿Entonces eres Jessica? ¿La chica comprometido en una semana?

── Vamos eso dicen en el pueblo, no es solo por eso. ── Murmuré mientras subía la mirada hacia sus ojos color chocolate

── Solo pregunto. ¿Estás aquí por tu despedida?

Ella relamió sus labios y asintió ── Exactamente

── Ni te ves muy emocionada, Jessica... ── Ella negó y sonrió amargamente, mientras un aire de confianza entraba en ella.

Jessica sintió que el ambiente se volvía más denso, como si el aire estuviera cargado de secretos. Con el ritmo lento de la música envolviéndolos, decidió abrirse un poco. ── La verdad... ── comenzó, mirando hacia abajo, ── mi compromiso no es solo una cuestión romántica. Es más complicado que eso.

El chico la observó con atención, como si cada palabra que dijera fuera un hilo que él podría desenredar. ── ¿Complicado? ── preguntó, manteniendo su tono curioso y cauteloso. Ella observó su rostro bastante atractivo, cabello chocolate que amaba.

── Sí ── continuó ella, respirando hondo. ── Es un compromiso arreglado por una deuda de mi padre con... ── se detuvo un momento, buscando las palabras adecuadas, ── con un mafioso. Mi familia ha estado en problemas desde hace meses por mi padre y este matrimonio nos ayuda a seguir adelante.

El chico frunció el ceño, pero en su mirada había algo más: interés y quizás un atisbo de comprensión. ── Eso suena... difícil. ¿Qué piensas al respecto? ¿No tienes voto?

── No tengo opción ── dijo Jessica, sintiendo cómo la frustración empezaba a aflorar en su voz. ── Es mi familia, y yo misma decidí esto. No importa si no soy feliz o no.

Él se acercó un poco más, sus ojos fijos en los de ella, como si pudiera ver más allá de su fachada. ── Pero eres joven, ¿no deberías tener la libertad de elegir?

Ella lo miró fijamente y sintió que una chispa de conexión surgía entre ellos. Los labios de el parecían cada vez más apetecibles ── La tuve, pero yo elegí esto

La música cambió nuevamente, y mientras sus cuerpos se movían suavemente al compás de la melodía melancólica, él inclinó la cabeza hacia ella y susurró: ── Entonces tal vez podrías cambiar antes de que sea demasiado tarde.

En ese momento, Jessica sintió una mezcla extraña de esperanza y desesperación. Era como si él estuviera abriendo una puerta hacia un mundo que nunca había considerado antes. Sin pensarlo dos veces, lo miró a los ojos y dijo: ── Quizá debería hacerlo.

La tensión entre ellos creció y él sonrió levemente, como si supiera algo que ella aún no comprendía del todo. Entonces él le preguntó con un tono juguetón: ── Y si decides escribir tu historia... ¿qué pasaría con este beso?

Jessica sintió que el corazón le latía más rápido; era una pregunta inesperada pero tentadora. Así que dio un paso más cerca, desafiando sus propios miedos. ── Tal vez ese beso me consuele por hoy...

Y sin pensarlo dos veces, él se inclinó hacia ella. Sus labios se encontraron en un beso largo y profundo; era como si el tiempo se detuviera alrededor de ellos. Fue un beso lleno de misterio y lujuria, donde cada segundo parecía expandirse infinitamente.

Mientras sus labios se movían por el deseo latente entre ellos, Jessica se olvidó por completo del compromiso arreglado y del mafioso que la esperaba al final del camino. En ese instante solo existían ellos dos: dos almas perdidas encontrándose en medio del caos.

Al separarse lentamente, ambos respiraron entrecortados; había algo electrizante en el aire que los envolvía. Él sonrió con picardía y dijo: ── Bueno... parece que los secretos pueden ser divertidos después de todo.

Pero lo que él no sabía era que ese misterioso desconocido era precisamente el mafioso del que tanto hablaba.























Hola gente guapa, actualice el fic de Nicholas por fin. Voten y comenten, porque no me gustan los lectores fantasmas. Si no comentan no actualizo más (si los estoy amenazando 😾)

LOS QUIERO, BYEE...

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