01. ❛ 𝖦𝖾𝗋𝗆𝖺𝗇𝗒 ❜
01. ALEMANIA 🧭
Alemania, Baden-Baden,
13 mayo 2022
Narra Jessica Asnicar
Tomé el aza de la maleta y comencé a caminar hacia mi casa, llevaba al menos 5 años sin venir. Usualmente mis padres estaban conmigo en estados unidos pero en sus vacaciones pasaban mucho tiempo en Alemania. Mama es la típica esposa trofeo perfecta, dudo de verdad que alguna vez haya amado a mi padre ni viceversa. Papá es un empresario famoso que tiene muchas empresas que siempre están apunto de derrumbarse cuando hace apuestas, apuestas peligrosas.
Mamá sostenía el brazo de papá y mis hermanos estaban a su lado, Cooper y Thomas, el último que era más pequeño que yo se acercó corriendo, con una sonrisa me incliné y lo levanté en mis brazos ── ¿Cómo está mi marciano? ── Él rió en mi oreja mientras yo le daba algunas vueltas, cuando lo baje estábamos bastante desconsertados. Cooper me sonrió, parecía totalmente elegante, un traje hecho a la medida con zapatos perfectamente pulidos, en realidad todos estaban vestidos elegantes. Mire mi ropa por unos segundos mientras caminaba, parecía la criada.
Al entrar en casa, el aire perfumado con flores frescas me envolvió. Las paredes estaban adornadas con retratos familiares, cada uno mostrando una versión idealizada de nosotros: sonrisas perfectas y miradas cómplices que nunca habíamos compartido realmente.
── Jessica, querida ── llamó mamá desde la sala-. Ven aquí y saluda a nuestros amigos.
Me giré para ver a un grupo de personas elegantes conversando animadamente. La presión de sus miradas me hizo sentir como un pez fuera del agua. ¿Por qué había decidido volver? La idea de enfrentar todo esto me llenaba de ansiedad. Apreté los labios antes sonreír lo mejor que podía, me acerque a mamá dejando mis maletas a un lado y la abracé, ella acarició mi cabello dulcemente y pronto me soltó para presentarme.
── Esta es Jessica ── dijo papá con orgullo ──. La modelo, doctora e ingeniera química.
Las sonrisas se ampliaron al escuchar eso, pero yo solo quería desaparecer detrás de mi maleta que ahora se encontraba muy lejos, papá acaricio mi hombro y me instó a saludar a todas las personas que se encontraban allí. Mi hermano mayor Cooper asintió y soltó una risa silenciosa mientras yo le sacaba la lengua.
De repente, el sonido del cristal rompió el murmullo del salón. Una copa se había caído al suelo; todos se giraron hacia el ruido y aproveché para escabullirme hacia la cocina. Necesitaba aire fresco y un momento para mí misma antes de enfrentar esa vida llena de expectativas que nunca pedí.
── Hola ── Una voz femenina sonó a mis espaldas, me sobresalté ligeramente antes de voltear. Una chica castaña de ojos avellanas me miraba con una sonrisa dulce en sus cachetes regordetos. ── Oh... Lo siento, ¿Eres Jessica, verdad? Soy Amanda Löwenstein.
Sonreí con los labios y sacudí mis manos con mi pantalón negro ── Soy Jessica Asnicar ── Mis palabras salieron automáticamente, estaba tan acostumbrada a presentarme, tanto aquí como en New York.
── Lo sé, es tu casa. ── Susurró tomando mi mano, tenía una sonrisa nerviosa en el rostro, como si no se lo creyera ── Disculpa si sonó grosero, he oído hablar sobre ti varias veces.
── Creo que soy famosa en Baden-Baden ── Arrastré las palabras mientras me apoyaba en la isla de la cocina, analizando el aspecto de la chica. Era bajita, no era delgada aunque aún así tenía un cuerpo muy bonito, su cabello largo hasta la espalda baja y unos lindos ojos color avellana; llevaba algunas arrugas en el rostro seguro por la frecuencia en la que sonreía. Ella era lo contrario a mí ── ¿Que haces sola en la cocina?
Los labios de la castaña temblaron ligeramente antes de responder, apresurada ── Yo solo estaba aquí esperando a tu hermano ── Fruncí las cejas confundida. Jamás había escuchado algo de Cooper como tener novia.
── ¿Eres su...?
── No, no soy su novia. Solo quiero verlo ── Ella se veía totalmente ansiosa, incluso daba miedo. Apreté mis labios antes de volver a hablar.
── Solo te gusta, ¿no?
── Se puede decir que si, pero no sé lo digas por favor ── Solte una risita y negue acercándome a ella.
── No te preocupes, ahora somos amigas. No sé lo diré ──. Ella abrió los ojos como platos y luego miro hacia la puerta.
── ¿Amigas? Oh, somos amiga... Tengo más amigas. Puedo presentartelas si gustas. Mis padres me trajeron aquí solo para verte, me hicieron vestirme así ── Señaló su vestido negro y luego me señaló a mi ── Para que tú estes casual. Sin ofender, todo te queda bien.
── Bueno, si tienes más amigas, podríamos hacer algo interesante juntas ── dije con una sonrisa, tratando de hacer que se sintiera más cómoda, ella estaba muy tensa.
Ella se relajó un poco y su rostro mostró una chispa de entusiasmo ── ¡Sí! Puedo llamar a Antonella y a Clara. Siempre hacemos algo divertido en unos días ── respondió, sacando su teléfono con rapidez. La observé mientras tomaba un mechón de mi cabello
── ¿Qué suelen hacer? ── pregunté, curiosa por conocer más sobre su grupo. Hace mucho tiempo no tenía amigas cercanas, en el mundo de la moda y la elite de Manhattan todo es más difícil.
── A Antonella le encanta ir a exposiciones de arte y a Clara le gusta probar nuevos restaurantes. A veces organizamos cenas en casa y compartimos vino ── explicó, mientras tecleaba en su teléfono. Sus ojos brillaban mientras hablaba
── Suena genial. Podríamos organizar una cena en mi lugar y después ir a algún bar a disfrutar de música en vivo. Si ellas están de acuerdo, ¿están aquí? ── Propuse, imaginando la noche divertida que podríamos tener.
Ella asintió con una sonrisa amplia, dejando ver su entusiasmo.
── ¡Eso sería increíble! Mis padres siempre me han apoyado en mis amistades. Solo les diré que estaré con amigas ── comentó, casi como si necesitara reforzar su decisión.
En ese momento, la puerta se abrió y entraron dos mujeres altas y rubias, ambas sonreían mientras nos miraban ── Amanda ── Llamó la más alta acercándose, la miré y ella me sonrió.
── Hola yo soy Antonella. Ella es Clara, perdona. ¿Amanda te acaba de conocer? ── La otra chica rubia se acercó y estrecho mi mano. Ambas se pusieron del lado de Amanda que parecía imperturbable.
── Me siento una niña pequeña con ustedes cuidándome. Ella es mi nueva amiga y ahora podemos hacer planes, planes de verdad ── La castaña soltó esas palabras con sarcasmo y las otras dos me miraron, yo asentí incomoda.
── Sí, lo siento. Amanda es mi hermana y ella no ha tenido muchas amigas ── Comenzó a hablar Antonella antes de que clara le diera un empujoncito y la callara.
── Amanda fue la rarita de su promoción, nadie le hablaba. Pero ella ha estado con nosotras siempre, literalmente no podemos dejarla sola porque ella es un imán de problemas ── Murmuró Clara, Amanda se encogió de hombros y yo solté una risita.
── Chicas, no tengo problema, yo tampoco soy del todo normal, yo era la rarita en las pasarelas. ── Las tres entrecerraron los ojos confusas ── No le haré daño, solo quiero tener nuevas amigas aquí en Baden-Baden.
Después de un largo silencio ── ¡Qué alivio! ── dijo Antonella, sonriendo. ── Siempre es bueno conocer a alguien que no se toma demasiado en serio. ¿Qué tal si hacemos una cena temática? Podemos elegir un país y preparar platos típicos.
Se apresuró a decir, empezó a contar varias cosas que podíamos hacer mientras yo las miraba, las tres estaban entusiasmadas, yo les sonreía. Las tres en realidad eran raras, pero no eran malas.
Clara asintió entusiasmada ── ¡Eso suena divertido! Podríamos hacer una noche italiana con pasta y vino. ¿Qué opinas, Amanda? ── La miró con expectación.
Amanda se encogió de hombros, pero una pequeña sonrisa se asomó en su rostro. ── Bueno, si eso significa que no tengo que cocinar, estoy dentro.
── Perfecto, entonces nos dividimos las tareas ── Hable, tratando de sonar emocionada por la idea. ── Yo puedo encargarme de la decoración y el ambiente. Me encanta crear un espacio acogedor. Puede ser aquí en mi casa
Antonella tomó su teléfono de nuevo ── ¡Genial! Voy a buscar recetas y podemos hacer una lista de lo que necesitamos. ¿Cuándo les gustaría hacer esto?
Clara sugirió ── ¿Qué tal este viernes? Así tenemos tiempo para prepararlo todo y hacer algo especial.
Amanda parecía más relajada ahora, así que asentí con entusiasmo. ── Me parece perfecto. Así podremos disfrutar de la cena y luego salir a bailar o escuchar música en vivo como mencionamos antes.
Las chicas comenzaron a hablar sobre los detalles mientras yo me sentía cada vez más incluida en el grupo. Era refrescante estar rodeada de personas que compartían intereses similares y que parecían genuinamente emocionadas por la idea de pasar tiempo juntas.
── Y después de la cena, podríamos ir a ese bar que tiene música en vivo ── propuse, recordando lo que había mencionado antes.
Clara sonrió ── ¡Sí! He escuchado que tienen bandas increíbles. Esto va a ser épico.
Mientras las cuatro hablábamos y nos reíamos sobre los planes, me di cuenta de que tal vez había encontrado un nuevo grupo de amigas aquí en Baden-Baden. La noche prometía ser divertida y llena de risas.
La noche había caído sobre Baden-Baden, y la ciudad brillaba con luces cálidas que iluminaban las calles. Me sentía emocionada por la idea de salir, pero una sensación extraña me invadió al recordar que mis padres estaban en casa. Desde la cena, habían estado un poco callados, como si hubiera algo en el aire que no podían compartir.
Al regresar a la pieza, los sonidos de la ciudad se desvanecieron y el silencio de la casa se volvió más palpable. Mis padres estaban en su habitación, y aunque todo parecía normal, había algo en sus miradas que me hacía sentir inquieta.
Decidí acercarme y tocar suavemente la puerta, con los nervios de punta, los colores de la casa ahora eran mas apagados, su color rosado antes ahora era blanco yeso. ── ¿Puedo pasar? ── pregunté tomando la fría manija.
Mi madre me invitó a entrar con un gesto de la mano. Al entrar, noté que ambos estaban sentados en la cama, con expresiones serias. Era como si estuvieran esperando el momento adecuado para hablar.
── Jessicaa, ── comenzó mi padre, su tono era más grave de lo habitual ── necesitamos hablar contigo sobre algo importante.
Mi corazón comenzó a latir más rápido. ¿Qué podría ser tan serio? Tragué saliva y me acerque confundida, apreté mis labios y me senté en los pies de la cama
── Claro, ¿de qué se trata? ── respondí, tratando de mantener la calma aunque mi corazón latía a mil por hora
Mis padres intercambiaron miradas antes de que mi madre continuara: ── Es sobre tu seguridad y algunas cosas que han estado sucediendo últimamente... Sabes que a tu padre le gustan las apuestas cierto... Nunca termina en nada serio.
Mi padre me miraba con seriedad, con mucha seriedad. Él siempre fue más duro conmigo que con Cooper y Thomas, yo tenía que ser la mujercita pequeña y perfecta, siempre cuidada y arreglada también tenía que ser muy inteligente y aplicada, tenía que hacerlo todo al mismo tiempo. Cuando me fui a estados unidos fue un respiro.
── Pero ahora ha sucedido algo... ── Mi madre tomo mi mano y trato de decir las palabras que trataba de soltar.
── ¿Que pasa, mamá? ── Ansiosa trate de sacarle las palabras, pero está vez mi padre volvió a hablar, su voz excesivamente grave.
── Me quieren matar hija ── Fruncí las cejas confundida, mis labios temblaron ligeramente antes de mirar las lágrimas en los ojos de mi mamá.
....
── ¿Qué...? ¿Cómo...? ── repetí, tratando de asimilar las palabras de mi padre. La confusión se mezclaba con el miedo en mi pecho, y el silencio en la habitación se volvió abrumador.
Mi padre tomó un profundo respiro, su rostro pálido y marcado por la ansiedad, su semblante había cambiado drásticamente en segundos. ── Escucha, Jessica. Hace un tiempo, comencé a jugar en un casino... uno que no es como los demás. ── Su voz temblaba, y sentí que cada palabra le costaba salir.
── ¿Un casino? ── murmuré, sintiendo que la realidad se desmoronaba a mi alrededor.
── Sí, y me metí en problemas... ── continuó, evitando mirarme a los ojos. ── Este lugar pertenece a gente peligrosa, mafiosos. He acumulado deudas enormes, y ahora me están amenazando.
Mi madre apretó mi mano con fuerza mientras mi padre se atrevía a mirar por primera vez sus ojos. ── Me dijeron que si no pago lo que debo... ── su voz se quebró. ── Me quieren matar. Pero hay una solución...
La atmósfera se volvió aún más pesada. Mis pensamientos giraban como un torbellino mientras intentaba comprender lo que estaba sugiriendo. ── ¿Cuál es la solución? ── pregunté con voz temblorosa.
── Ellos... ellos quieren que te ofrezca en matrimonio al jefe del casino. Piensan que eso saldaría mis deudas y me dejarían en paz. ── La expresión de mi padre era de desesperación, como si estuviera tratando de encontrar una manera de protegerme mientras me arrastraba a un mundo del que no podía escapar. Mi corazón de detuvo y yo solté la mano de mi madre. Mi cuerpo comenzó a sudar en frío por sus palabras.
Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos al escuchar esas palabras desgarradoras. ── ¿Pero cómo pueden pensar que eso es una solución? ¡Soy su hija! No pueden hacerme eso... ── grité, sintiendo el terror apoderarse de mí.
Mi madre intentó calmarme, pero su propio llanto la traicionaba. ── Lo sé, cariño, lo sé... pero tu padre está atrapado en esto. Necesitamos encontrar otra forma de salir de esta situación antes de que sea demasiado tarde.
El miedo se aferró a mí como una sombra oscura mientras luchaba por entender la gravedad de lo que estaba sucediendo. La idea de ser ofrecida a un extraño como un objeto para saldar las deudas de mi padre era inimaginable; era como si estuviera atrapada en una pesadilla sin final.
── Debemos actuar rápido ── dijo mi padre con determinación, aunque su rostro mostraba la fragilidad del miedo que sentía. ── Por favor, Jessica... Haz esto por mi, por tu familia.
Negué ligeramente con la cabeza, mi mirada clavada en el suelo, las lágrimas bajaban descontroladamente por mis mejillas ── No, no, no... ──Mamá trato de poner su mano en mi rostro pero la aparté ── ¡Maldición! ¡¿Por qué no puedes pensar antes en nosotros?!
── ¡Maldición! ¡¿Por qué no puedes pensar antes en nosotros?! ── grité, sintiendo que la rabia y el dolor se desbordaban de mí. Cada palabra era un grito de desesperación, una súplica para que comprendieran la locura de lo que pedían.
Mi padre retrocedió un paso, como si mis palabras fueran un golpe físico. ── Jessica, por favor... ── suplicó, su voz quebrándose. ── No entiendo cómo llegamos a esto, pero no hay otra opción. Estoy desesperado.
Mi madre intentó calmarme nuevamente, pero esta vez su voz se rompió en un llanto. ── Solo estamos tratando de protegerte, hija. No queremos que te pase nada.
── ¿Protegerme? ── repliqué con furia. ── ¿Cómo puede ser eso protección? ¡Están hablando de entregarme a un desconocido! ¡A un mafioso!
El silencio se hizo presente nuevamente, pesado y denso. Mis padres intercambiaron miradas cargadas de culpa y temor. Era como si el tiempo se hubiera detenido y cada segundo añadiera más presión a la situación.
── Escucha ── dijo mi padre, intentando recuperar la compostura. ── Hay formas de salir de esto sin que tengas que casarte con él. Podemos buscar ayuda...
── ¿Y quién nos ayudaría? ── interrumpí, sintiendo que la esperanza empezaba a desvanecerse ante la realidad. ── Estamos metidos en algo demasiado profundo... ¿Quién se atrevería a enfrentarse a ellos?
Mi padre bajó la mirada como si las palabras le hubieran herido. ── Tal vez podamos hablar con alguien fuera de esto... alguien que tenga influencia...
── Pero esos "alguien" son los mismos que me quieren fuera del camino ── dije con amargura. La idea de involucrar a más personas en este lío me aterraba.
Mi madre secó sus lágrimas y trató de enfocarse en mí. ── Jessica, necesitamos que te mantengas fuerte. No podemos dejar que el miedo nos controle. Tienes que pensar en lo que es mejor para nosotros
Miré a mis padres, sintiendo una mezcla de amor y frustración hacia ellos. Había una parte de mí que quería entender su perspectiva, su angustia por protegerme a toda costa. Pero también había otra parte que sabía que no podía sacrificar mi vida por sus errores.
── ¿Por qué papá? ── dije finalmente, mi voz temblando mientras tapaba mi rostro.
── No quería Jessica... ── Murmuró acercándose ── Pero cada vez que trato de pagarles la tarifa sube significablemente, muchos millones de fueron allí. No quiero darte pero es la única solución.
En mis oidos sus palabras sonaron tan cínicas que me dió asco, podía apostar sin pensar en sus hijos, en la futura empresa de Cooper, en mi vida en Manhattan y la del pequeño Thomas que era un niño. El solo había pensado en las apuestas, no sé había preocupado, pero lo que más me daba asco, era que yo no podía dejarlo morir. Tragué saliva nerviosamente y asenti.
── Está bien, me casaré con ese hombre ── Más lágrimas bajaron de mis mejillas mientras soltaba esas palabras. Cada sílaba era un puñal en mi corazón, una traición a todo lo que había soñado para mi vida.
Mi padre se acercó, sus ojos llenos de una mezcla de alivio y angustia. ── Jessica, no sabes lo que esto significa... ── dijo, casi en un susurro. ── Esto nos dará tiempo. Tiempo para encontrar una solución.
Pero yo no podía dejar de pensar en lo que estaba sacrificando. Mi futuro, mis sueños en Manhattan, la vida que había imaginado lejos de este caos luego de mi respiro. Todo parecía desvanecerse ante la realidad de un matrimonio forzado con un desconocido, y la imagen del pequeño Thomas, inocente en medio de este desastre, me perseguía como una sombra.
── ¿Y qué pasará después? ── pregunté entre sollozos, sintiendo que el peso de la decisión me aplastaba. ── ¿Qué pasa cuando ellos obtengan lo que quieren? ¿Qué pasará conmigo?
Mi madre se acercó y acarició mi brazo con ternura. ── Haremos lo que sea necesario para protegerte. Tal vez haya una forma de salir de esto más adelante... Puedes simplemente aprender a alejarte de él
Pero sus palabras sonaban vacías. Sabía que una vez que cruzara esa línea, no habría vuelta atrás. El pensamiento me llenaba de desesperación pero hablé tranquila.
── Después de esto no hay vuelta atrás...
HOLAAA, primer capítulo, ojalá les guste y besitos, los amito.
Comenten mucho y voten.
── CAMII
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