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Año 2902 a C.


Años después de disfrutar su romance vívidamente, de superar las peleas y las diferencias del otro, JungKook y TaeHyung decidieron unirse en sagrado matrimonio.

El esperado día tomó lugar en la comunidad del Alfa, donde JungKook caminaba de un lado a otro completamente nervioso dentro de la habitación de su futuro esposo. Su madre le observaba con ternura reflexionando el paso del tiempo, ¿En qué momento su hijo se había convertido en un hombre?

─ Hijo mío, calma harás una zanja en el piso ─Comentó la mujer esperando que el muchacho le prestará atención.

JungKook sumido en sus pensamientos pasó por alto el llamado de su madre, era la primera vez en su vida que se sentía tan nervioso, al grado de querer volverse loco, temía que todo lo que había preparado se echase a perder por un simple error ajeno.

Su madre al verle tan nervioso se acercó a él tomándolo por la espalda y lo abrazó como cuando era niño, impregnando su aroma, a lavanda y miel, en el quitón de lino blanco y detalles bordados en rojo que el omega portaba. El lobo del muchacho se calmó inmediatamente tras inhalar el aroma de su madre. A pesar de no convivir con ella la mayor parte del día, amaba que estuviera ahí en los momentos más importantes de su vida.

─ Todo saldrá bien, ten calma ─Le dijo la Omega a su cachorro mientras acariciaba suavemente su mejilla, justo en ese instante, la mujer se dió cuenta que su hijo ya no era un niño el tiempo había pasado factura y era momento de aceptar que él forjase su propio destino.

Otorgándole un gesto maternal, la mujer besó la frente del joven y lo abrazó fuertemente para después acompañarlo al jardín, y entregarlo a su futuro esposo.

La ceremonia se llevó a cabo al atardecer, el paisaje veraniego acompañado de una suave brisa cálida, fueron el escenario perfecto para que Alfa y Omega contrajeran nupcias.

La familia y amigos cercanos celebraron la unión a lo grande, disfrutando por completo del banquete gastronómico que las omegas de la comunidad se encargaron de preparar y de los litros de vino fresco que el Alfa en jefe mandó traer de la ciudad.

Los novios después de la ceremonia optaron por caminar un rato tomados de la mano por la pradera hasta que una voz chillona les interrumpió.

─ Ya era hora que el hijo mayor del jefe se uniera en sagrado matrimonio ─Le mencionó con sorna JiMin, el hermano menor de TaeHyung a JungKook.

─ Déjalo en paz ─Le sentenció TaeHyung a su hermano menor.

─ Estoy jugando hermanito, me alegra mucho que hayas encontrado a un Omega digno de ti ─Respondió el menor.

─ ¿Y su Omega?, Señor JiMin... ─Preguntó JungKook.

─ JungKook, Deja las formalidades somos familia y además somos de la misma edad ─Respondió con gran sonrisa el Alfa de cabellos rubios. ─YoonGi está por allá ayudando ─Señalo al joven pálido de cabellos negros quien le sonrió inmediatamente.

─ Deberías decirle que venga hacia acá ─Mencionó TaeHyung.

─ ¿Para qué? ─Preguntó JiMin confundido.

─ Para evitar que te emborraches hermanito ─Le respondió TaeHyung al mismo tiempo que le arrebataba de las manos la copa de vino a JiMin.

JungKook contuvo la risa al ver el gran puchero infantil que JiMin esbozaba, para después ocultarse detrás del hombro de su, ahora, esposo a causa de cierto malestar neuronal. El barullo de la celebración, así como la pequeña disputa entre su Alfa y el hermano menor del mismo provocó que el malestar frecuente en su cabeza se agravará, por lo que decidió ir a caminar por la pradera para calmar un poco su dolencia.

La serenidad de la noche calmó satisfactoriamente la punzación cerebral del joven causada por los sonidos estruendosos, JungKook disfrutaba completamente de la brisa nocturna rozar su rostro mientras reposaba tendido entre el pasto, el olor del mismo era exquisito, sin duda uno de los pequeños placeres de vivir en este tipo de ecosistemas.

─ ¡Kookie! ¡Kookie! ─Gritaba el Alfa desde lejos, mientras avanzaba entre el pasto buscando a su pareja, quien misteriosamente desapareció después de hablar con su hermano.

─ ¡Kookie! ¡Koo...! ─El moreno detuvo su andar al chocar con algo, mas bien con alguien. Bajo su mirada y se percató que Jungkook se había quedado dormido entre el pasto.

TaeHyung con una sonrisa dibujada en el rostro se colocó en cuclillas a un costado de su esposo admirando las facciones relajadas del Omega.

─ Eres tan hermoso ─Susurró para después recostarse y acurrucar al joven durmiente sobre su pecho, quien con el movimiento despertó ligeramente brindándole una sonrisa de conejito.

En ese instante no hubo palabra alguna, ambos se limitaron a admirarse, a disfrutar de su compañía, a deleitarse con el aroma del contrario y a arrullarse con el latir de sus corazones disfrutando del maravilloso clima cálido de la noche.

Sus lobos despertaron del letargo al momento en que sintieron algo inexplicable, una sincronía indescriptible la cual provocó que el Omega comenzara a destilar feromonas inconscientemente.

TaeHyung se movió incómodo por tal sensación, jamás había sentido algo así, ni siquiera en su primer celo su lobo se removía tanto como ahora lo estaba haciendo.

JungKook de igual manera sentía lo mismo, su lobo aullaba desesperadamente y el cuerpo del chico comenzaba a ser presa de la sudoración.

Intentando mantener la cordura el moreno se puso de pie ocultando el gran bulto que su entrepierna delataba, alejándose de ahí y tratar de calmar sus hormonas.

‌Sin embargo, el llamado de su pareja se lo impidió, pues el pobre joven se encontraba luchando contra sus instintos hecho un ovillo entre el pasto, su cuerpo había entrado en calor las feromonas que emanaba eran mucho mas fuertes y la lubricación de su cavidad anal comenzaba a brotar, ni siquiera su celo provocaba estos intensos síntomas.

El Alfa luchando contra si mismo, observó a su Omega retorciéndose de dolor, se sintió tan devastado al verle en ese estado que no dudo en acercarse y aferrarse a su cuerpo, el contrario lo apresó entre sus brazos suplicándole con la mirada que lo hiciera, que le ayudará a calmar a su lobo.

TaeHyung dudó, era una completa locura el entregarse el uno al otro en cuerpo y alma en medio de la nada, pero no había vuelta atrás sus lobos lo exigían, lo necesitaban, necesitaban unirse, crear el lazo que los uniría de por vida, y así fue ambos dejaron que sus instintos se apoderan de su poco raciocinio.

Ambos jóvenes eran inexpertos en la materia, nunca antes habían pasado el límite del pudor y respeto que se tienen el uno al otro. Sin embargo, el Omega tomó el control de la situación colocándose sobre el regazo de su esposo donde comenzó a restregar sus caderas directamente sobre el miembro del Alfa, cuyo órgano reproductor ya se encontraba completamente erecto y dispuesto a brindarle el placer que el Omega necesita.

Sin rodeo alguno, JungKook se despojó de su vestimenta para después quitar la vestimenta del contrario y así poder comenzar a restregar su erección contra el abdomen del moreno, quien con suma delicadeza tomó entre sus dedos el miembro ajeno, frotando el glande suavemente con su pulgar y la longitud del mismo de arriba a abajo.

Pequeños jadeos se escapaban de la garganta del menor, quien con su suave movimiento de caderas cubrió el miembro del Alfa con el lubricante natural de su cavidad. El mayor por su parte admiraba las expresiones de placer que él mismo provocaba en su amado, besando con vehemencia parte de su cuello al mismo tiempo que se deleitaba con el aroma que el menor destilaba a grandes proporciones.

JungKook observó fijamente los ojos de su esposo respirando entrecortadamente.

─ Hazlo, hazme tuyo esta noche ─Le ordenó con suma lujuria en sus palabras.

El mencionado, sin duda alguna, obedeció inmediatamente, tomó con fuerza las caderas de su Omega y alineó su virilidad hacía la entrada del menor, donde frotó suavemente su glande, después besó ávidamente los labios hinchados del menor y finalmente se abrió paso con suavidad entre las paredes de aquella estrecha cavidad.

TaeHyung se detuvo al instante en el que JungKook hundió sus dedos en la parte baja de sus brazos, inevitablemente la castidad del Omega estaba siendo arrebatada en ese preciso momento y la intromisión dolía, dolía mucho mas que los calambres rectales del celo; para distraer a su Omega de tal incomodidad el Alfa optó por dejar un camino de besos sobre el cuerpo del menor hasta llegar a uno de sus pezones al cual le brindó un poco de atención con su lengua.

Una vez acostumbrado al grosor de su Alfa, JungKook comenzó a moverse al ritmo que su esposo le marcaba sosteniéndolo por los glúteos. El vaivén tomó un ritmo mas fluido, el cual permitía escuchar el lascivo sonido de sus sexos chocar en sincronía.

TaeHyung, guiado por su lobo, tomó nuevamente las caderas de su Omega y lo recostó sobre el pasto sin separarse un solo milímetro de él. El cambio de posición le permitió al Alfa estimular la próstata del contrario, quien cubrió su rostro completamente avergonzado tras escuchar los gemidos que emitían sus cuerdas vocales.

El Alfa decidido a no perder detalle de la situación, sostuvo las muñecas del menor para despejar su rostro y le dedicó una mirada cargada de lujuria, que solo provocó en JungKook un espasmo en su cavidad, espasmo que apresó deliciosamente el miembro del Alfa robándole un ligero gemido.

Sus respiraciones en conjunto eran cada vez mas agitadas, casi erráticas, y el moreno sentía que algo en su parte baja del abdomen explotaría en cualquier momento, por lo que, una vez mas guiado por su lobo, se inclinó hacia el cuello del menor, trazó un camino de besos húmedos y lamidas amplias hasta llegar a la zona en donde se concentraba el aroma de su Omega; aroma que lo estremecía llevándolo al límite de la locura. Sintiendo su próxima culminación, tomó con fuerza la cadera del menor y aceleró el vaivén de sus caderas, llevando a JungKooK consigo al borde del placer.

Entre gemidos guturales y respiraciones erráticas, los colmillos afilados del Alfa desgarraron la tersa piel del Omega mientras esté liberaba su esencia y lo anudaba para formar el lazo, lazo que de ahora en adelante los uniría hasta el fin de sus días.

JungKook soltó un alarido tras sentir el inmenso dolor que recibió, sin embargo, un sentimiento cálido se alojó en su pecho inmediatamente y permitió que él también culminará su orgasmo.

Una vez el nudo se destenso, la pareja continúo tendida en el pasto observándose tiernamente a los ojos asimilando el torbellino de emociones que ahora sentían, en definitiva, era una sensación nueva y muy extraña, pero con el paso del tiempo ambos se acostumbraran a ello.

Nadie, absolutamente nadie, imaginó que los recién casados consumarían su amor la noche de bodas en medio de la pradera y que el único testigo de ello fuese la luna.

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Días después a la boda, el joven matrimonio continuaba descubriendo rasgos de su pareja que quizá nunca se habían dado cuenta o jamás sentirían sin la conexión que ahora compartían.

Por ejemplo, JungKook jamás se hubiese enterado que su esposo debe abrazarle por la noche para poder dormir tranquilamente, que ama escuchar el cantar de las aves al amanecer, que adora comer frutos frescos y le teme a los arácnidos. O TaeHyung nunca hubiese sabido que JungKooK adora estar en casa completamente desnudo por las mañanas, que ama el olor a lavanda, que aborrece las semillas de girasol y que es demasiado devoto a los dioses. Pequeños detalles que pasarían desapercibidos de no haberlos visto.

Después de una jornada de arduo trabajo la pareja al caer la noche se preparó para ir a la cama, los dos se cambiaron de quitón colocándose uno mas ligero que el anterior y apagaron las antorchas de su hogar.

Normalmente JungKook esperaba que su Alfa se quedase dormido para poder salir de la cabaña a admirar las estrellas. Una costumbre que adoptó después de dormir tantas noches solo en casa, si no lo hacía le era imposible dormir tranquilamente.

Esa noche la luna resplandecía e iluminaba gran parte de las colinas, permitiendo observar mas allá del paisaje nocturno, ahí postrado de pie en el portal de su hogar y en completa soledad, JungKook rezó a Zeus una vez más para agradecer todas las bendiciones que le ha otorgado desde que tiene uso de razón. Sin embargo, nunca imaginó que sus constantes plegarias despertarían el interés del soberano de los cielos.

Zeus día a día, lo observaba desde el Olimpo anhelando acercarse a él pues había algo en ese muchacho que despertaba su curiosidad, sentía que ya lo había visto antes y deseaba saciar su intriga a como diera lugar.

El soberano planeó detalladamente su descenso al mundo mortal, evitando a toda costa el encontrarse con su esposa. Al anochecer mientras todos descansaban en el palacio del Olimpo, Zeus decidió transformarse en un ave pequeña para poder salir de ahí sin ser reconocido.

Por otra parte, JungKook descansaba entre los brazos de su Alfa cuando de pronto escuchó un ruido fuera de su hogar, el ruido parecía ser el de un animal y se escuchaba cada vez más cerca. Intentó despertar a su esposo a través del lazo pero no funcionó, el Alfa dormía profundamente a su lado.

El sonido del animal se escuchaba cada vez más fuerte por lo que se armó de valor para salir a ver que era eso que se escuchaba, tomó la pequeña antorcha que yacía en la entrada alumbrando con ella el camino hacia la salida, sus manos temblaban y el temor se iba apoderando paulatinamente de su cuerpo.

Una vez fuera de su hogar divisó a lo lejos una silueta enorme y muy difícil de identificar, probablemente era un ciervo debido al tamaño, pero un ciervo nunca gruñiría, posiblemente era un lobo, pero, ¿Un lobo salvaje o un humano convertido en lobo?

Dispuesto a saber que tipo de criatura era, se acercó con cautela a donde este se encontraba y entre la obscuridad alcanzó a ver el resplandor de los ojos de la criatura, un resplandor hipnótico que lo atrapó y le indicó seguirle hasta el bosque.

Se decía que en las profundidades de dicho lugar habitaban criaturas mágicas, Sátiros y Ninfas cuya diversión era asustar a los pocos valientes que se aventuraban a entrar, también se decía que había un manantial donde supuestamente la diosa Afrodita se sumergía para rejuvenecer.

JungKooK completamente hipnotizado, siguió a la criatura hasta este lugar donde pudo observar la belleza del manantial bajo la luz de la luna llena y de igual forma observó que la criatura de gran tamaño se transformó frente a sus ojos en un humano, pero no un humano cualquiera, la persona frente a él, era nada más y nada menos que Zeus.

El joven sintió sus piernas flaquear en ese mismo instante y por reflejo cubrió su rostro con ambas manos, al Dios de los cielos le pareció bastante tierno pues normalmente las personas que llegan a ver su rostro gritan eufóricamente o terminan desmayándose.

El soberano se acercó al joven Omega para descubrir su rostro y poder observar a detalle sus gráciles facciones, sin duda el muchacho era apuesto. Contuvo sus ganas de besarle, en lugar de ello procedió a tomar por la cintura al Omega y pegarlo a su pecho aspirando con fervor aquel aroma hipnótico que le caracteriza, fue ahí cuando Zeus cayó en cuenta que ese aroma ya lo conocía.

Recordó que hace, aproximadamente, unos veintitrés años conoció tal aroma cuando aun tenía la oportunidad de descender al mundo mortal sin cargar con los espías de su esposa.

Caminando entre los mercaderes de la ciudad, conoció a una Omega de cabellos castaños que cargaba en brazos a un recién nacido. Normalmente un recién nacido no destila su aroma característico con tal magnitud, pero él al ser una deidad podía percibirlo con facilidad tal aroma lo cautivó y lo desconcertó, ya que desestabilizó por completo a su lobo cosa que nunca antes había sentido con cualquier otro Omega y ni siquiera con su esposa.

De igual forma, recordó que el padre de aquel recién nacido le faltó el respeto de la peor forma posible. Rómulo lo echó del lugar en donde se encontraba solo por vestir como un esclavo.

Rómulo era un imponente Alfa que se dedicaba al comercio, vendía Vid a grandes cantidades y era muy prepotente. Por lo que el desdén hacia el soberano le provocó su propia muerte. Zeus jamás se iba quedar de brazos cruzados y mandó a uno de sus sirvientes a tenderle una trampa, debido a esto Rómulo fue acusado de robo y fue sentenciado a ser encadenado en el monte donde moran las Erinias.

Zeus no se separó ni un segundo del cuerpo de JungKook mientras hacía memoria, ese aroma lo estaba llevando al límite de la cordura, por lo que inconscientemente comenzó a desprender feromonas.

Se dice que las feromonas de una deidad provocan un efecto de sedación en los mortales, por lo que JungKook fue víctima de tal efecto y dejó a merced del soberano su cuerpo.

De un momento a otro JungKook se encontraba bajo el cuerpo de Zeus brindándole placer al lobo del Dios, quien fuera de sí, arremetía fuertemente su miembro una y una otra vez en la cavidad del muchacho.

El Omega de JungKook se ocultó triste por no poder alertar a su Alfa de la profanación que su lado humano estaba viviendo. Prefirió esconderse y dejar que esa tortura terminará lo más pronto posible. El cuerpo de JungKook se desvaneció después del encuentro con el soberano, ya que los mortales no podían soportar la fuerza de un Dios al momento de la cópula, pues estos pierden todo control de su cuerpo al estar sumidos en el éxtasis del placer.

Zeus se encargó de regresar al muchacho a su hogar antes de volver al Olimpo, era una lástima que los dioses no pudiesen marcar como lo hacían los mortales, de haberlo hecho hubiese evitado todo el sufrimiento que el Omega estaba padeciendo y hacer de su encuentro el mejor de todos para su bello amado. Sabía de sobra que el interferir en el sentir de los lobos mortales era imposible, por lo que con la ayuda de sus poderes provocó que el lobo de JungKook olvidase tal encuentro, lo menos que Zeus quería era dañar al joven.

El soberano volvió al palacio del Olimpo justo al alba, donde al entrar a su habitación fue recibido por su furiosa esposa.

─ ¿Puedo saber dónde estabas? ─Inquirió firmemente la diosa.

─ Caminando por los jardines mi cielo ─Le respondió Zeus antes de tirarse de cara contra su cama.

─ ¿Toda la noche? ─Preguntó golpeando su espalda.

─ Si mi cielo, toda la noche...

Zeus se acurrucó en posición fetal dejando a Hera con la palabra en la boca y un enojo contenido.

Ella sabía que nuevamente su esposo había salido a satisfacerse con alguien mas y esta vez no se quedaría de brazos cruzados. Buscaría a aquella persona para vengarse de una vez por todas de su esposo.

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Copos de Nieve descendían lentamente, indicio de la llegada del invierno a la cordillera, cubriendo a su paso la gran extensión territorial con su denso manto blanco. Aquella mañana invernal los primeros rayos de sol se colaron en el pequeño hogar de los esposos, que dormían plácidamente acurrucados entre las mantas del nido que JungKook había elaborado días antes.

TaeHyung odiaba ser despertado a primera hora de la mañana por el sol que pegaba justamente en su rostro, sin embargo, se sentía pleno al recordar que no despertaba solo y apenas abría los ojos se encontraba con la imagen de su pareja quien con los cabellos revueltos y las mejillas abultadas se acurrucaba contra su pecho.

El moreno podía pasar horas observando a su Omega mientras esté dormía profundamente, un hábito que ya era parte de su día a día.

Como de costumbre el Alfa se acercó al cuello de su esposo deleitándose con el aroma a Menta y Miel que se concentraba en la zona, su cuerpo se erizaba inmediatamente debido al éxtasis que este simple acto le causaba, pero algo alertó los sentidos de su lobo.

Un tenue aroma a leche se alcanzaba a percibir junto al aroma de JungKook, su lobo reconoció la esencia inmediatamente pues su madre olía exactamente igual cuando esperaba la llegada de su hermano menor.

En su pecho se albergó la ilusión de ser padre, el tan solo imaginar a su pareja cargando un cachorro regordete entre sus brazos lo llenaba de alegría y orgullo.

JungKooK se removió de los brazos del moreno estirando sus extremidades para después abrir los ojos y acurrucarse nuevamente sobre el pecho del mayor para recibir la dosis de mimos diaria. Ambos podían pasar horas, incluso días, en esa posición disfrutando en silencio la compañía del otro pero el deber y las obligaciones se los impedían.

El par de enamorados seguía desbordando amor en la sala principal de su hogar, cuando JiMin llegó a interrumpirlos.

─ ¡Buenos días! ─Fue lo único que el pobre Alfa pudo mencionar antes de ser echado del lugar.

─ No seas duro con él mi amor ─Comentó JungKook después de ver cómo su esposo sacó a su propio hermano de la casa.

─ Si no lo hago jamás respetará nuestro hogar ─Respondió estoicamente al momento de colocarse el nuevo quitón de caza.

El Omega negó con la cabeza sin poder creer lo que estaba escuchando, él sabía perfectamente que JiMin no sería capaz de faltarle el respeto a su hogar o a su persona bajo ninguna circunstancia, el joven Alfa es muy educado y para nada temperamental como lo es su esposo.

TaeHyung después de darle un casto beso a su Omega, salió de casa directamente hacía el bosque seguido de su hermano menor, quien fastidiado y un poco molesto cargaba con los sacos de tela en donde guardarían a sus presas.

El Alfa de rango inferior odiaba irrumpir en el hogar de su hermano sin una advertencia de por medio, pues su hermano no solo era un Alfa cariñoso y amable, también era un Alfa sobreprotector y extremadamente territorial que se convertía en una fiera por defender la vulnerabilidad de su pareja. JiMin que iba a saber de los ciclos hormonales de su cuñado, si ni siquiera le presta atención a los ciclos de YoonGi.

En las profundidades del bosque, el par de alfas convertidos en lobo esperaban el momento exacto para atrapar a un ciervo adulto que comía despreocupado y su energía irradiaba fuertemente.

JiMin se apresuró a atacarle directamente al cuello, sin embargo, su plan no resultó exitosamente y el ciervo estuvo a punto de salir huyendo del lugar, de no ser por TaeHyung que lo detuvo mordiéndole la pata izquierda JiMin no hubiese podido terminar con la vida del animal.

─ ¡Eres un idiota! ─Le reprochó TaeHyung a JiMin mientras volvían a casa. ─¿Quién, en su sano juicio ataca así?, ¡Cierto JiMin! ─Aseguró con sorna.

─ ¡Ya cállate! ─Le sentenció el menor.

─ Le diré a papá lo que hiciste hoy, seguro se reirá más que yo.

─ Haz lo que quieras por lo menos yo no me caigo en el lodo, ¿Sabes qué JungKook te matará por ensuciar así el quitón que te regaló? ─Dijo JiMin ganándose como recompensa un fuerte golpe en la nuca.

El Alfa mayor terminó hundiéndose en un gran lodazal creyendo que el camino era estable. Luego de carcajadas estruendosas por parte del menor, ambos jóvenes volvieron a la comunidad donde dejaron que sus familiares terminarán el trabajo sucio y después partir a la ciudad.

Antes de partir a vender las pieles que su padre le encomienda cada mañana, TaeHyung volvió a su hogar para cambiar su vestimenta llena de lodo, trató de entrar con sigilo, pero su cuñado lo saludo al momento en el que abrió la puerta, no solo se llevó un susto de muerte también se llevó un fuerte golpe en la espalda y una persecución por todo el lugar a causa de su Omega molesto. Efectivamente JiMin tenía razón, JungKook odiaba ver qué su Alfa no cuidará las cosas que le obsequiaba con amor.

YoonGi siendo testigo de ello no pudo contener su risa y estalló en carcajadas sosteniendo su abultado vientre de cinco meses de gestación.

Mientras tanto en el suelo de la habitación JungKook suplicaba que TaeHyung detuviera el ataque de cosquillas que estaba recibiendo.

─ Me detendré solo si me das un beso ─Le mencionó TaeHyung a JungKook sin detener sus dedos bajo los brazos del Omega.

─ ¡Jamás te volveré a dar un beso! ─Gritó entre risas el castaño.

─ Entonces no me detendré...

TaeHyung sabía que nunca lograría doblegar a su Omega así que optó por dejar caer su peso sobre él, provocando que el contrario quedará inmovilizado y así poder robarle un beso. En un principio JungKook se resistió presionado sus labios, pero después terminó correspondiendo a ese tierno beso que su Alfa le otorgaba a modo de disculpa.

─ Oigan ─Interrumpió el hermano menor del Alfa aquel momento de reconciliación. ─Respeto su hogar y su intimidad pero mi padre está como loco por que aun no nos vamos a la ciudad ─Esperó respuesta.

─ Ya voy... ─Respondió TaeHyung después de levantarse del piso y levantar a JungKook.

─ Por favor no tardes ─Mencionó el Alfa menor alejándose de ahí.

TaeHyung asintió y procedió a cambiarse la vestimenta, JungKook por su parte se quedó sentado en la cama observando a detalle el cuerpo desnudo y bien definido de su Alfa, extrañamente sentía una inquietud sexual con tan solo mirarle desprendiendo feromonas inconscientemente.

El Alfa se dio cuenta del como lo estaba observando su esposo y demoró un poco en volver a vestirse, jamás había visto esa mirada en su Omega y aunque le provocó un poco de duda también le provocó un enorme deseo de poseerlo en ese preciso momento siendo presa del aroma que el joven emanaba.

A paso lento se acercó a su esposo y se postró frente a él mirándolo fijamente a los ojos, lo tomó de la barbilla alzando su mentón y después lo empujó hacia atrás con suavidad mientras besaba sus labios.

JungKook se dejó hacer, correspondiendo al beso mientras acariciaba la espalda de su Alfa.

Al moreno se le erizó la piel, inmediatamente, tras sentir las suaves manos de su Omega recorrer todo su cuerpo hasta llegar a su entrepierna, donde rozó con suavidad la piel de sus testículos con el dorso de su mano, la frialdad de la misma provocó una ligera retracción de esta zona.

TaeHyung nunca antes había sentido el tacto de su pareja en esa zona tan sensible, por lo que, observando fijamente los orbes brillosos de su amado, le incitó a tomar su miembro semi erecto entre sus dedos. JungKook dudó un poco, sin embargo, retuvo entre sus dedos el cuerpo del pene ajeno con suavidad.

El castaño ya no era un novato en la materia, después de tantos encuentros con su Alfa sabía de sobra como otorgarle placer con sus manos, pero está vez quiso hacerlo con algo completamente distinto a lo que él acostumbraba, por lo que apartó de su cuerpo a su esposo dejándolo tendido sobre la cama, TaeHyung dudoso quiso incorporarse pero JungKook lo evitó tomándolo por el pecho.

El Alfa terminó de nueva cuenta sobre la cama con las piernas extendidas y el miembro erecto hacia arriba, provocándole cierta vergüenza el encontrarse en esa posición tan vulnerable.

Ignorando por completo la incomodidad de su Alfa, JungKook se postró a un costado y se inclinó hacia la parte baja de su abdomen, donde comenzó a besar con suavidad la cabeza del pene frente a él para después comenzar a dar largas lamidas por todo el cuerpo y base del miembro de su esposo.

TaeHyung en un principio sintió cosquillas, pero conforme JungKook lamía de arriba a abajo toda su extensión comenzó a sentir un placer inigualable, completamente distinto al placer que sentía cuando su Omega lo masturbaba con sus dedos.

Aquel miembro semi erecto, se tornó mucho mas grande y recto cada vez que JungKook lamía de arriba a abajo inexpertamente.

JungKook trató, en ese instante, de contener sus propios instintos, pero su lobo aullaba por ser igual de complacido que su Alfa, este llamado sacó de su éxtasis al joven moreno quien guiado por su lobo obedeció el llamado del contrario.

Con suavidad apartó al Omega de su entrepierna para indicarle que se postrara sobre él, ya no era necesario el preparar a su pareja con los dedos, pues una vez estando sobre su cuerpo TaeHyung sintió por debajo de la tela del quitón, la humedad y la calidez de aquella cavidad dispuesta a ser profanada.

JungKook levantó ligeramente sus caderas para deshacerse de su vestimenta de un solo movimiento, está simple acción hipnotizo por completo a su esposo, quien después de devorarlo con la mirada procedió a acariciar sus glúteos y parte de su miembro erecto.

Sin rodeo alguno, el menor facilitó la entrada del miembro ajeno a su interior mientras aferraba sus dedos a los brazos del Alfa. TaeHyung esbozo un gemido de satisfacción una vez dentro de aquella cavidad, con suma delicadeza tomó los glúteos de su esposo y lo ayudó a moverse de arriba a abajo marcando un ritmo suave y placentero, que cada vez más se intensificaba hasta provocar aquella delirante melodía resultado de sus cuerpos chocar constantemente.

JungKook completamente sonrojado ahogaba aquellos gemidos guturales cargados de satisfacción, mientras TaeHyung trataba de mantener su respiración estable, algo completamente innecesario ya que ambos estaban al borde su culminación.

Sin duda terminarían por renovar su lazo una vez más, sin embargo, una voz conocida irrumpió el éxtasis compartido por ambos.

─ ¡TaeHyung, JiMin te está esperando afuera! ─Mencionó YoonGi fuertemente antes de entrar a la habitación.

¡No entres! ─Advirtió el Alfa con voz de mando provocando que el Omega gestante se detuviera y su pareja contrajera su cavidad aprisionando deliciosamente su miembro.

YoonGi detuvo su andar analizando el sonido proveniente de aquella habitación, rápidamente se dio cuenta de lo que estaba sucediendo ahí dentro y lo mejor era irse o terminaría sedado por la gran carga de feromonas en el ambiente.

─ De acuerdo le diré a JiMin que no te espere... que irás una vez termines de hacerle los bracitos a tu cachorro... ─Mencionó YoonGi alejándose de ahí.

(Bruto)

Pensó JungKook después de escuchar lo que su concuño había dicho, ese tema aun era un secreto para su Alfa. Sin embargo, volvió a concentrarse en el placer compartido por el lazo que comenzaba a inundar sus sentidos.

TaeHyung se aferró con fuerza a sus glúteos para después perforar con fuerza la zona de aquella marca, ya establecida, y dejar que su nudo se alojará en el interior de su Omega.

El omega por su parte se aferró con fuerza al torso sudado y caliente de su Alfa, sintiendo paulatinamente el desvanecer del torbellino de placer experimentado hace poco.

Para ambos el simple hecho de compartir su sentir lo era todo, es completamente inexplicable la sensación que sin duda los llenaba de alegría y plenitud compartiendo una felicidad inmensurable.

Pero esa felicidad era efímera.

Hera después de enterarse que su esposo le había sido infiel con el Omega, no iba permitir que el muchacho siguiera viviendo en plenitud y para lograrlo envío a sus sirvientes a seguirlo.

Aprovechando el hecho de que el muchacho salía de casa diariamente rumbo a la ciudad, a medio día para comprar víveres, lo secuestraron una vez el pobre puso un pie fuera de su hogar.

TaeHyung preocupado por la tardanza de su Omega a la ciudad, volvió de inmediato a su hogar donde encontró la cesta de JungKook tirada en la entrada. Asustado corrió por toda la comunidad en busca de su esposo, no lo encontró, volvió a la ciudad para buscarlo ahí, pero tampoco lo encontró fue entonces cuando uno de los ancianos de la comunidad le dijo lo que sucedió.

Unos sujetos mas grandes que un Centauro se lo habían llevado hacia el sur.

La comunidad del Alfa comenzó una búsqueda a la mañana siguiente del acontecimiento, buscaron hasta el cansancio por los bosques cercanos y gran parte de la ciudad para encontrar a los responsables, pero no hubo indicio alguno de una respuesta certera.

En cambio, TaeHyung estaba devastado se culpó un sin fin de veces por no proteger a su Omega como debía y a pesar de la conexión que compartían no podía establecer comunicación con él. JiMin y YoonGi lo acompañaron esa noche en su hogar siendo testigos de las lágrimas del Alfa, las cuales cesaron una vez se quedó dormido.

Por otra parte, la noticia de la búsqueda del Omega llegó a los oídos de Atenea, Diosa de la justicia y la guerra, quien era conocida por ayudar a los mortales en situaciones injustas.

Ella antes de actuar por cuenta propia, solía avisar a su padre de lo que ocurría en las ciudades para encontrar consejo y actuar sabiamente. Zeus escuchó la noticia sin darle importancia, hasta que el nombre del Omega fue mencionado, captando por completo su atención y de inmediato supuso que su esposa era la que estaba detrás de todo esto.

Dispuesto a evitar que Hera cumpliera lo que sea que tuviese planeado, buscó a JungKook por todo el Olimpo, pidiéndoles al resto de los soberanos avisarle inmediatamente si observaban algo sospechoso o inusual.

Hera supo de esta noticia gracias a uno de sus hijos, burlándose por completo del actuar de su esposo pues era la primera vez que mostraba tanto interés en proteger a uno de sus amantes.

Tres días después Zeus logró encontrar el paradero del Omega, quien irónicamente, se encontraba en la cueva donde él mismo fue criado por Amaltea en la isla de Creta cuando era niño.

Esa misma noche el soberano decidió ir en busca del joven para liberarlo de las manos de su esposa.

Sin embargo, al llegar al lugar le pareció muy extraño el no ver indicio alguno de presencia dentro de la cueva, incluso llegó a pensar que era una trampa, pero la voz de su esposa le indicó todo lo contrario.

─ Hola, querido...─Le sonrió Hera con sorna.

─ ¿Hera que estás planeando? ─Preguntó con molestia, el soberano estaba atento a los movimientos de la diosa.

Ya que Hera no era una persona fácil de leer, su comportamiento era completamente distinto a su pensamiento.

La diosa caminó con lentitud hacia Zeus omitiendo por completo sus ganas de reír tras ver el rostro de su marido.

─ ¿Qué no es obvio? ─Respondió una vez estando frente al Dios.

Zeus bajo la mirada evitando todo contacto visual.

─ Cariño, sea lo que sea que estés planeando, sabes perfectamente que no es lo correcto ─Le mencionó al momento en el que colocó su mano sobre el hombro de la diosa.

─ ¿Lo correcto? ─Se preguntó a sí misma para después estallar en carcajadas, claramente parecía irónico y absurdo que su esposo le afirmará lo que era correcto y lo que no.

Hera caminó con lentitud de vuelta a la profundidad de la cueva, después salió de ahí arrastrando el cuerpo magullado y lacerado del Omega.

Zeus apartó la vista horrorizado al ver el estado de aquel ser humano y le costó mucho creer lo que su esposa era capaz de hacer tan solo por vengarse de él.

Pensó mucho en como solucionar, mas bien en como enmendar su error y calmar la molestia de su esposa, pero el prometer que no volvería a serle infiel no era una opción viable, pues anteriormente lo había hecho y siempre terminaba quebrantando a su palabra.

JungKook totalmente confundido, cubierto de lágrimas, tierra y sangre no entendía por qué los Dioses lo tenían preso. Que él recordara jamás ha cometido un delito o ha hecho comentarios que llegasen a ofenderles, siempre ha procurado ser agradecido con cada bendición que se le ha sido otorgada.

Hera al darse cuenta que su esposo no le prestaba atención, se acercó al castaño para propinarle un golpe directamente en el estómago y que el quejido sacase de su ensoñación a Zeus quien al instante reaccionó sorprendido al ver el rostro de dolor del Omega.

─ ¡Hera detente!, no le hagas daño, él no tiene la culpa de nada ─Dijo el Dios esperando que su esposa comprendiera lo que estaba haciendo.

Sin embargo, ella ya estaba cansada de los múltiples engaños de su esposo, por más que intentará hacerle ver que lo ama incondicionalmente y que siempre estará a su lado por el resto de la eternidad no es suficiente, para él no es suficiente. Así que de una vez por todas saciará esa sed de venganza que la ha estado consumiendo por siglos, siempre ha sido piadosa y comprensiva, pero ya no más esto terminaría aquí y ahora.

Sostuvo por el cabello a JungKook, quien sumido en un desgarrador llanto esperaba que se le fuese perdonado y liberado, pero Hera ignoró sus sollozos.

Con la ayuda de sus poderes generó una esfera de energía, que mantuvo entre sus dedos y lanzó con fuerza hacía el Omega.

Aquella esfera terminó impactando en el abdomen del muchacho causando una herida considerable. JungKook chilló inmediatamente, el dolor que estaba experimentando era insufrible y la sangre comenzaba a brotar desmesuradamente.

Zeus acudió a él rápidamente, empujando a su esposa lejos de ahí, lo tomó en brazos y ejerció presión en la herida que Hera le había provocado, intentó detener el sangrado, pero no pudo, el corte era amplio y muy profundo.

Hera por otro lado tendida en el suelo reía descontroladamente, admirando con atención el rostro de su esposo lleno de preocupación y miedo.

JungKook lleno de lágrimas observó a Zeus directamente a los ojos mientras respiraba con dificultad, sabía de sobra que moriría. Nadie puede salir ileso de una herida de tal magnitud, por lo que con la poca energía que le quedaba volvió a rezarle a los dioses entre lágrimas y dolor agradeciendo todas las bendiciones que se le fueron otorgadas.

Alzó la mirada observando por última vez a Hera, para después aferrarse con fuerza a su vientre y dejar que su Omega se despidiera de su Alfa a través del lazo hasta perder la conciencia.

El Alfa de TaeHyung lo alertó inmediatamente, sintió como una parte de él se desvanecía paulatinamente, el pobre joven supo que no volvería a ver a su pareja e hizo una promesa que solo fue escuchada por los dioses.

No importa cuantos siglos, décadas o milenios pasen, te estaré buscando hasta encontrarte, y encontrar a nuestro cachorro...

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

•᭡͡ᩬ✦ℨ𝔞𝔨𝔶 𝔇𝔯𝔞𝔤𝔬𝔫🐉

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