- Tú.... ¿Lo recuerdas? - preguntó acercándose a ti -

¿Como que si lo recordabas?
¡Lo viste morir ayer en la parada del bus!
¿Como es que nadie lo "recuerde"?

– ¡por supuesto que si lo recuerdo, Kenny! - exclamaste asustada - ¿como es que estas vivo? ¿P-por qué todos actúan como si nada ubiera pasado?

Sin dejarlo contestar comenzaste a llorar.

Se supone que había muerto ¿por qué nadie lo recordaba? Era ilógico, estabas temiendo por tú salud mental a causa de ello.

– estoy loca - concluiste gimoteando - no hay otra explicación razonable

Querías llegar a tú casa y llorar desconsoladamente ¿cómo le dirías a tú familia que se te había corrido el shampoo?

- no estás loca (t/n) - interrumpió el rubio tus pensamientos - yo... Realmente mori ayer

– ¿entonces por qué sigues vivo?

Viste cómo el de chamarra naranja tomaba gentilmente tú mano para proceder a responder.

- tengo una extraña condición que me impide morir más de un día - dijo seriamente -

No sabias como reaccionar, no era creíble lo que te estaba diciendo pero al ver la actitud de los demás... La explicación de Kenny tenía sentido.

Apretaste un poco su mano para poder preguntar.

– ¿eso quiere decir que ya has muerto antes?

El de ojos celestes te miró sorprendido.

- si, pero como ves nadie lo recuerda - musitó un tanto deprimido -

Lo miraste comprensiva, quizás Kenny Mccormick era un tonto pervertido.

Pero sabias más que nadie el verdadero lado gentil y cariñoso que este poseía.

– debe ser horrible - dijiste secando el rastro de tus lágrimas con tu mano libre - ¿Como has vivido así por tanto tiempo?

El solo te dedico una hermosa sonrisa.

- oh, te aseguro que es un asco - río un poco - pero en algún punto llegue a acostumbrarme

En un impulso errático lo abrazaste fuertemente.

– sonara egoísta - le dijiste - pero me alegra que estés vivo Kenny

Sentiste como sus cálidos brazos se enrollaban en tú cintura.

- a mi me alegra que alguien recuerde mi muerte al fin