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💥Explosion #3: Lectura fantastica💥

En la azotea del instituto, se encontraba Kira Yoshikage sentado, observando el cielo con un bento en su regazo... Estaba pensando en su nueva vida... Al parecer, cuando se hizo un tiempo para él solo, descubrió que no tenía familia, como por ejemplo padres, tíos, abuelos, etc... Estaba totalmente solo... O eso quería creer él.

Tal vez de verdad esta era una oportunidad nueva para él, solo debía de crecer, ser mayor de edad, conseguir un trabajo y cumplir sus treinta para por fin hacer de las suyas como lo hacía antes. Aunque este mundo sea tan avanzado, nada de lo que él en poco tiempo se adapte, pero lo que sí era que tenía que evitar todo tipo de personas inusuales.

Lamentablemente conoció a dos de cien, el cual era el famoso "delincuente" Katsuki Bakugou. Y por otro lado estaba la chica explosiva la cual se hacia llamar Megumin.
Paso un día desde lo sucedido, agradecía tener un uniforme de repuesto, no tendría que explicar la razón de las quemaduras que sufrió su anterior uniformes gracias a la estúpida mocosa de Megumin.

Escucho el ruido de la puerta cerrarse...

- ¡Hey...! Aquí estabas... - Dijo una voz áspera e irritante para el gusto de Kira... Era Bakugou.

- ¡Hola compañero! - Dijo una voz femenina y animada... ¿Qué hacia Megumin ahí?

- Buenos días. ¿Puedo saber que hace ella aquí? -

- Bueno, resulta que después de que me dejaste con ella ayer como un completo imbecil, tuve que llevarla a mi casa porque no tenía donde dormir. Al parecer, viendo sus cosas, resulta que estudia en el mismo instituto que nosotros, solo que es de tercer año. -

- Me sorprende que no te haya matado, tal vez esta esperando a que te confíes para luego matarte y robarte esa asquerosa insignia que todos tenemos. -

- ¡Discúlpame! ¡No se si sabias pero estoy aquí escuchando! -

- Soy consciente de ello. -

- ¡Aghh! ¡Que sujeto más irritante! ¡¿Cómo lo soportas?! - Le pregunto Megumin al peliceniza.

- Escuchar que YO soy irritante de parte de ustedes es el mayor insulto que me pudieron haber dicho. - Respondió Kira.

- Tsk, si de por si mi día era una mierda, tu lo cerraste con broche de oro, cabron. - Hablo Bakugou.

- ¿Pues para que vienes? Hmpf... -

- ¡Esta tonta quería preguntarte alguna mierda o yo que se...! -

- ¿De que se trata? -

Megumin se acercó lentamente a Kira con algo de vergüenza y abrió la boca.

- Tu insignia... ¡Q- Quiero tu insignia, por favor, te lo pido! - Dijo extendiendo su mano.

Su rostro se veía desesperado... Ahora lo recordaba, se trataba de la tonta insignia que Mokudan dicho que recolectaran si ellos quisieran. Suspiro ante esto y dijo:

- ¿Quieres esta tonta cosa? - Dijo sacándolo de su bolsillo. - Quedatelo, no lo quiero en lo absoluto. - Dijo lanzandoselo a la mano.

- ¿Eh? ¿D- De verdad? - Pregunto la pequeña castaña.

- ¡Oye, Kira...! ¡¿Qué crees que estas haciendo?! ¡Eso puede servirte para más adelante! - Dijo el peliceniza tan agresivo como siempre.

- No lo creo. A diferencia de ustedes, yo quiero quedarme aquí y vivir mi vida. -

- ¿Como supiste que nosotros queremos volver a nuestro mundo...? - Dijo Megumin algo sorprendida.

- ¿Así que acerté? Que buena intuición tengo. La cuestión es que esa cosa lo único que hizo fue causarme problemas. Para alguien como yo que quiere quedarse aquí no me sirve en lo mínimo. -

- ¿No hay nadie de donde vienes que tu extrañes? - Pregunto la chica castaña de ojos rojos.

- Estaba solo. - Contestó.

- Eso es... Triste... - Expreso.

- Para nada, era feliz tal y como estaba, a veces traía a ciertas bellezas a mi hogar y luego las mandaba lejos. Mi vida era tranquila, corriente y cotidiana, no me quejaba de nada, pero gracias a ciertos acontecimientos estoy aquí... -

- De igual forma... Me gustaría preguntarte otra cosa... -

- Antes que nada, yo te preguntaré algo a ti... - Dijo sacando a su stand. - ¿Cómo puedes ver a Killer Queen? ¿Eres una usuaria de Stand? -

- ¿Te refieres a ese gatito musculoso rosa que esta a tu espalda? ¿Enserio no pueden verlo? - Dijo curiosa.

Killer Queen se acercó a Megumin para luego flotar alrededor de ella observándola. Jugaba con su cabello y como si fuera un gato, se tiraba al suelo extendiéndose.

- Tsk... ¡Killer Queen, deja de actuar así y compórtate! - Dijo Yoshikage algo frustrado.

El stand observo a Kira y se acercó a él inclinando su cabeza con curiosidad.

- ¡Ya me oíste, vuelve adentro! -

Killer Queen de repente, sacó de su compartimiento un fajo de billetes de aproximadamente ¥125.000, cosa que altero al rubio.

- ¡¿De donde sacaste eso?! ¡Devuelvelo, Killer Queen malo! - Dijo Kira.

Este desaparecio dejando absorta a Megumin.

- ¿Qué es él? ¿Un espíritu protector? -

- Algo así... Es mi gran habilidad... ¿Pero como puedes verlo? Solo un usuario de stand puede ver el stand de otro, ¿Acaso tu stand es esa enorme explosión? -

- ¿De qué hablas? Lo que use fue magia. -

- Ahora que lo pienso... Tu ojo es curiosamente rojo... Y que yo sepa, ese color de ojo no existe... ¿Qué eres? -

- Ja... ¿Qué soy? - Dijo poniendo una expresión confiada. - ¡Soy una de las mejores magas de los Demonios Carmesí! ¡Megumin, la hechicera explosiva...! - Dijo en voz alta.

Los dos jóvenes se quedaron viendo en silencio a la chica castaña que posaba frente a ellos de forma "epica"... Segundos después, Killer Queen apareció detrás de ella posando.

- ¡Killer Queen, vuelve! - Dijo otra vez enojado. - Denme un respiro... ¿Bakugou, estudiaste lo que di? -

- ¿Cuantos años crees que tengo? Si, no me lo hice todo de memoria, pero entendí varias cosas fundamentales, mi caligrafía es la misma como también mi redacciónes y etc... -

- Bien, entonces lo único que falta es acostumbrarnos, por ahor- -

- ¿Qué estudiaron ustedes? - Pregunto Megumin de repente levantando una mano.

- Historia de Japón, lengua y entre otras cosas... -

- ¿Japón...? ¿Así se llama este reino avanzado? Aun sigo sin creer que haya carretas sin caballos y artefactos rectangulares que te hipnotizan. -

Los dos observaron a la chica con algo de impresión...

- ¿Me estas diciendo que no sabes ni siquiera que es Japón? -

- E- Ehm... -

Los dos se tomaron del rostro y suspiraron. Mientras que Megumin agachaba la cabeza con vergüenza ante su declaración.
El rubio vio por unos segundos a Bakugou y luego giro a ver a la supuesta maga...

- ¿Sabes leer y escribir siquiera? -

- ¡Claro que si, no soy una tonta como ustedes creen! -

- Bien. Bakugou, dale tu libro de historia y enséñale más o menos sobre los kanji y demás. Debemos hacer que se adapte aqui. Odio admitirlo pero esta mocosa no se despegara de nosotros y tú no quieres que me encargue de ella, así que me parece justo que te encargues tu de instruirla. - Explicó.

- ¡¿Eh?! ¡¿Ahora debo ser su puta niñera?! -

- Siempre podemos deshacernos de ella. -

- ¡Grrr, vamos enana, antes de que explote este maldito y mierdero instituto! - Hablo yéndose hacia la puerta.

- ¡Soy Megumin! - Dijo enojada siguiendole.

Yoshikage simplemente suspiro y saco de su bolsillo un cuaderno mediano de color marrón que estaba escrito en la tapa "Diario de Yoshikage Kira" junto a un lápiz y empezó a escribir...

"Viernes, 11 de abril del 202X:
Han pasado 8 días desde que estoy en este mundo alterno y futurista. Lo que parecía una oportunidad lentamente se fue transformando en una racha de mala suerte, en los 8 días que estuve aquí, he conocido a dos personas las cuales son de cierta forma similares a mi en cuanto a situación me refiero, pues ambos reencarnaron en este nuevo mundo, al parecer vienen de diferentes épocas...

Si tengo en mente la teoría que en Morioh escuche contra un usuario igual a mi... 'Los usuarios de Stand están destinados a encontrarse, ya sea de forma inconsciente'... ¿Pasará lo mismo con los 97 reencarnados de este mundo? Conoci a dos y ahora no dejan de fastidiarme.

En cuanto a esas insignias, al juntar 100 de ellas se puede pedir un deseo divino según ese ser repugnante de Mokudan... No me interesa en lo más mínimo, es por eso que se lo di a esa mocosa insoportable, tal vez así me ahorre de todo tipos problemas..."

Cerro su diario y miró al cielo para apreciarlo por un momento y sonreír ligeramente.

- A pesar de aquellos dos... Creo que será un precioso día... - Hablo levantandose para irse de allí.

Aun recuerdo cuando caí en este lugar... Fue en una expedición con mi grupo. Una paladina de comportamiento inusual, una arcipestre de alto ego y un líder bastante pervertido y tonto.

Se suponía que era mi fin, una muerte estúpida a decir verdad, digo, después de todo... No creo que caer de un precipicio sea una muerte digna solo porque no podía moverme.
Tenía ansias de hacer mis explosiones matutinas, no podía resistirme y al hacerlo, caí tumbada al borde de este y se agrieto haciendo que caiga junto a trozos del precipicio.

Podía haber resucitado gracias a mi compañera arcipestre pero... Cuando cerré los ojos y los abrí de vuelta, caí en un contenedor en donde todo estaba oscuro y al levantarme viendo a mi alrededor, la desesperación se hizo aún mayor cuando me di cuenta de que había aparecido en un lugar que no conozco en lo más mínimo.

Pasaron los días en donde fui aprendiendo pequeñas cosas para intentar encajar y buscar respuestas... Hasta que él apareció de la misma nada y me lo conto:

"Ibas a tener un horrible destino... ¡Pero gracias a mí, Mokudan, tienes la oportunidad de vivir un nuevo comienzo en este desconocido mundo del cual conoces."

Palabras confusas que solo me dieron más preguntas, en las cuales no respondió ninguna salvo algo que me intereso...

"Si no estas contenta con esto, hay una forma de irte de aqui y volver a tu mundo... En ese maletin que tienes ahí, entre todas tus cosas hay una insignia rara. ¡En este mundo hay 100 personas en tu misma situacion, consigue sus insignias y al hacerlo, te consedere un deseo divino que solucionara cualquier tipo cosa que anheles sin restriccion!"

Y despues de eso, desaparecio... Gracias a varios acontecimientos, llegué a este tipo de escuela y escuché a estos dos hablar... El resto ya es historia.
Ahora mismo estoy junto a este chico llamado Bakugou, un tipo bastante temperamental pero por lo menos amable, no tan serio y frío como el otro tonto que estaba en la azotea con ese hombre - gato rosado.

Me encuentro caminando con él en los pasillos y sin poder decir nada debido a mi nerviosismo...

Él habla:

- ¿Sabes? A diferencia de nosotros dos, tu la tienes muchísimo más difícil... Dime... ¿Eres japonesa o...? -

- Soy del gran Reino de Belzerg, donde habitamos los poderosos Demonios Carmesí. -

- Seeh... Definitivamente te costará más. -

- Me adaptare rápido, digo... Después de todo, en mi escuela era una prodigio. -

- ¿Tú? Enana, no me estas mintiendo ¿O si? - Pregunto levantando una ceja.

- ¿Por qué te cuesta tanto creerme? ¡Digo la verdad! -

- Déjame confiar en ti, asi mi mente no se estresa más... - Dijo agarrándose la frente.

Fui avanzando junto a él cuando en eso, veo un libro tirado en el suelo, estaba abierto...

- Oye... ¿Qué hace un libro ahí? -

- Pues yo que se, de seguro alguien se aburrió y lo tiro ahí... -

- Pero... Uno normalmente no deja tirado un libro, simplemente lo devuelve o lo dona a la biblioteca o hasta lo guarda y deja escondido allí... ¿Por qué hay un libro abierto en medio del pasillo...? -

El libro abierto de repente se movió... iba arrastrándose como si tuviera vida propia adentrándose en una sala... Era la biblioteca de la institución.

- Sigamos el libro, tal vez nos lleve a algún lugar... -

- ¡Espera un momento! ¡¿Acaso olvidas que literalmente somos un blanco para cualquier tonto que tenga una habilidad igual a nosotros?! -

- T- Tienes razón... ¿Pero y si se tratara de un usuario reencarnado con una insignia? -

- ¡¿A qué quieres llegar?! -

- Podemos arrebatarle una insignia para así uno de los dos pueda obtener aquel deseo que dijo ese tal Dios Celestial... -

Él quedó callado, mirando el lugar donde el libro se fue para luego bajar su vista pensando... Pude ver como frunció su expresión con al parecer frustración para así rascarse la cabeza y suspirar.

- Bien, ¿dime que puedes hacer? -

- Puedo recitar un hechizo mágico como la que use con ustedes. -

- ¡¿Estás loca, enana?! ¡Vas a destruir todo el instituto junto con nosotros! ¡¿Tienes otro tipo de magia o lo que sea?! -

- No... - Respondi sin más.

- ¡¿Ah?! -

- Soy una aficionada a las explosiones, amo la magia explosiva y quiero usarla al máximo sin importar que, no pienso usar otra magia que no sea mi Magic... Tal vez pueda reducir el radio de la explosión si quieres. - Aclaro mi devoción hacia Magic.

- Tsk... ¡¿Enserio no te sabes otra cosa?! ¡¿No es esa la razón por la que te quedas indefensa?! - Hablo enfurecido.

- Así es, pero la sensación de haber devastado toda una zona por mi poder es fascinante, una experiencia de lo más gratificante. No pienso cambiarla por nada. - Dije yo.

- ¡Maldita sea, no solo tienes una maldita bomba atómica como arma, sino que eres tan terca como para no tener NI UNA variación de tu jodida habilidad! ¡Y creeme que pense que AL MENOS no te perjudicaria pero literalmente quedas peor que una paraplejica despues de usar eso! -

- ¡¿Pues que crees?! ¡No cambiaré de opinión en lo absoluto! -

- ¡¿Cómo puede ser que mi poder explosivo es más útil que el tuyo?! ¡Hasta el de Kira es útil y eso que no se como funciona! ¡Grrr, sin duda alguna, eres una inútil! -

- ¡Katsuki Bakugou, te exigo que te retractes ahora mismo de lo que dijiste! -

- ¡No lo haré, es más, te lo voy a repetir! - Hablo acercando su rostro al mío... Entre el aburrido del tal Kira y este maldito gruñón, no se cual es peor. - ¡ERES - UNA - INUTIL...! - Dijo para alejarse con sus manos en los bolsillos. - ¿Así o más claro? -

Enojada a más no poder, le di un golpe al rostro. A pesar de no haberle hecho mucho, el simplemente se alejo y con sus dientes cerrados con ira, me miró mientras se tomaba la mejilla.
Suspiro y desvio la mirada con su puño que que se cerraba con fuerza.

- ¿Sabes que? Olvídalo, iré yo solo. No tiene caso perder el tiempo contigo, eres un estorbo, así que hazme el favor y quédate aquí para que no me jodas. - Dijo para pasar a lado mío e irse adentrando a la biblioteca.

Se adentro a la biblioteca del instituto viendo como no había nadie, aunque era algo obvio, estaban en horarios de clase, lo raro sería que haya alguien en este momento.
Paso a paso en silencio fue viendo a los alrededores hasta que entre unos esta tes, al fondo vio que en una mesa se encontraba alguien leyendo... Una chica de pelo purpura con un adorno de media luna en su cabello y listones atados en las puntas de estos.

Su uniforme escolar consistía en un típico traje de marinera como la de Megumin pero de color blanco, azul y listón rojo. Encima de estos los cubria un suéter de color amarillento.

Se encontraba leyendo un libro y a pesar de fijar por unos momentos la mirada en él peliceniza, volvió a su lectura sin problema alguno.

Bakugou quien miraba a su alrededor, se acercó a ella y le dirigió la palabra:

- Oye, nerd... ¿Tú viste un libro que se arrastraba aquí? - Dijo a la pelipurpura.

Esta lo ignoro y siguió leyendo hojeando su libro con tranquilidad.

- Digo, tampoco es que sea normal ver un libro arrastrándose por aquí, de seguro pensaras que estoy loco o algo por el estilo, ¿pero no has visto a alguien inusual aquí? - Hablo observando a la chica.

Esta seguía sin responder, pasó de página su libro y seguía leyendo con calma, cosa que causó la ira de Bakugou, que empezaba a gruñir como si de un perro se tratase.

- ¡¿Sabes?! ¡Se que se debe guardar silencio en la biblioteca, pero me gustaría cuando alguien te habla, te dignes a mirarme! ¡PRESTAME ATENCION CARAJO! - Dijo ya harto, golpeando la mesa en donde estaban varios libros fuertemente.

La chica lo vio ligeramente y volvió su vista al libro.

- ¡Oye-! - Fue interrumpido por la misma chica.

Ella levantó su mano con el dedo índice hacia arriba y apunto un libro abierto que estaba sobre la mesa.

- ¿Eh? ¿El libro? ¿Quieres que lo lea? - Dijo dirigiendo su vista al objeto.

El se sentó y se acercó a leer el libro...

- Léelo en voz alta, por favor... - Se le escucho hablar por fin.

- ¡¿Aaah?! ¡Hasta que por fin hablas! ¡¿Y por qué quieres que lo lea?! -

La chica dio pequeños toquecitos al libro en señal de que obedezca lo que le pidió, cosa que el peliceniza de mala gana fijo su mirada al libro en sus manos para así empezar a leer.

- "Mira hacia aquí, oye, escucha mi historia... No intentes esquivar una pared invisible o algo así... No puedo decidir si ir por este camino o aquel... Haz algo que no sea solo lamer tu piruleta..." - Dijo leyendo una página... - ¿Qué mierda es esto? ¿La letra de una canción o un poema raro? - Dijo para despegar su vista del libro.

Se percató rápidamente de que se encontraba en un lugar completamente desconocido, estaba parado frente la puerta semi abierta de lo que parecía ser un apartamento viejo. Entró allí totalmente confundido solo para ser recibido por el suave aroma de lo que parecía ser algo horneado.
Al adentrarse más y llegar al comedor, pudo ver como se encontraba la misma chica leyendo su libro comiendo una rodaja de pan caliente para luego mirar a su espalda y ver el reloj colgado en la pared.

- Estaba cansada de esperar... - Dijo la chica seria para cerrar su libro y levantarse.

- ¡¿Tú eres la culpable de esto?! -

- Así es... Normalmente espero a que alguien caiga en el truco del libro mágico... Al parecer tu caíste en el, por lo que te voy a preguntar... ¿Eres de este mundo? -

- ¡¿Si soy de otro mundo?! ¡¿Qué clase de pregunta es esa?! ¡Nací y crecí aquí, maldita desquiciada! ¡Así que sácame de tu maldita habilidad o lo que sea! -

- ¿Oooh? ¿Acaso dijiste...? -

"¿'Habilidad'?"

- ¡¿Guh?! -

- Una persona ignorante normalmente estaría confusa y se preguntaría que esta sucediendo, de ninguna manera intuiria que yo tenga una habilidad específica para esto a no ser que sean reencarnados, vaya forma de delatarse solo... Dime... ¿Tienes esa insignia contigo ahora? -

Se encontraba sorprendido, no sólo por el hecho de que había sido descubierto, sino también por la extraña habilidad de su oponente que lo transporto en un lugar extraño.

- Haremos esto, entregame tu insignia y dignidad aqui sobre la mesa, solo asi te dejaré vivir, de lo contrario sufrirás el poder de mi, Patchouli Knowledge y mi habilidad: Shibayan Records. - Dijo para agarrar otro libro cerrado arriba de la mesa y apuntar a Bakugou.

No podía entregarle la insignia, ¡Se negaba a hacerlo! Después de todo, era su único boleto para volver a su hogar. Es por eso que sin importar que, chispeo las palmas de sus manos con su inflamable intensidad y extendió sus manos en dirección a la llamada Patchouli, quien rápidamente abrió el libro frente a el peliceniza.

Del libro abierto, salió disparado un gran chorro de agua potente que mandó a volar a Bakugou, torrente el cual no cesaba y este parecía ahogarse en ella. Con las fuerzas que podía, apunto sus manos al suelo provocando una explosión que lo subió al techo haciendo que se golpee pero salga del ataque de agua.

Patchouli cerró el libro y cuando agarro otro, Bakugou se levantó velozmente hacia ella pero desafortunadamente, antes de que pudiera hacer algo, la pelipurpura abrió el libro provocando que el peliceniza lo toque y se adentre en el libro...

Su entorno ahora mismo era completamente diferente, se encontraba en un bosque frente a un estanque, de allí podía visualizar a pequeñas personas con alas que volaban de diferentes colores, una azul con halas de hielo y otra verde con alas de mariposa.

- ¡¿Dónde...?! -

- Mi habilidad no solo consiste en abrir libros y sacar de ellos su contenido, sino que puedo transportarme o transportar a mis oponentes a ese mundo y si quiero dejarlos encerrados ahí hasta que yo lo abra. En otras palabras, Bakugou... ¡Shibayan Records es la habilidad definitiva, así que rindete o sufrirás las consecuencias de tus decisiones! - Hablo determinada con una esencia que reflejaba su voluntad.

- ¡¿Y crees que unos malditos libros de nerd me asustaran?! ¡Voy a carbonizar cada libro que tengas y luego haré lo mismo contigo! - Dijo juntar las palmas de sus manos y luego desatar una furiosa cadena de explosiones que fueron en su dirección.

Ella apesar de haber sufrido un poco de daño por el impacto de las explosiones, abrió un libro que saco de su bolso en donde salio una bala de cañón.
El adolescente explosivo a pesar de haber evitado el impacto de la bala de cañón, pequeños fragmentos se incrustaron en su cuerpo, brazo derecho y pierna derecha.

A pesar de no haber sufrido heridas muy leves, los pequeños trozos de hierro que se enterraban en su carne ardían con fervor, haciendo que un gemido de dolor intenso saliera del joven peliceniza.
No conforme con esto, Patchouli saco otro libro de su bolso y apunto a Bakugou.

- Escúchame, el siguiente ataque te pulverizada por completo, serás carbonizado por una potente llamarada hasta dejar nada más que tus cenizas. Tus heridas de por si son demasiado graves para que puedas esquivarlo, es por eso que te ofrezco una última oportunidad... Entrega tu insignia y te dejaré vivir si es que no mueres desangrado... -

Y antes de que fuese tal su palabra, el adolescente explosivo vio como en el suelo donde estaba parado la pelipurpura había una marca que se iba activando poco a poco...

Es así que a Katsuki Bakugou se le ocurrió la idea más estúpida pero alocada posible, es así que hizo uso de su habilidad "The Bomb" y se impulso lejos de la chica cosa que está respondió disparando con su libro aquel fuego potente que iba persiguiendo al peliceniza. Con la ayuda de sus explosiones, se iba moviendo alrededor tratando de no mover mucho su cuerpo por la sangre que perdía, mientras que el uso excesivo de su habilidad le estaba pasando factura al sentir como sus brazos parecían que iban a estallar.

Al caer al suelo, observo a la chica desde lejos viendo como esta tenia el libro cerrado listo para abrirlo...

- Fue un placer conocerte, aunque es una pena que mueras. Nadie se enterara de tu muerte ya que estarás atrapado en este libro. - Dijo preparada.

- N- No lo creo, bastarda... - Dijo mirando el círculo que ahora brillaba con intensidad debajo de la pelipurpura.

- ¿Hm? ¿Y se puede saber porqué? No puedes moverte por la debilidad gracias a la perdida de sangre y tampoco puedes huir para siempre usando tus habilidades, solo acepta tu destino y ya. -

- Pues por el hecho de que no estoy solo... - Dijo sonriendo con malicia.

La llamada Patchouli Knowledge miró para todos lados algo confusa solo visualizando a las pequeñas hadas...

- (¿A qué se referirá conque no está solo? Solo estamos él y yo a excepción de las hadas... Un momento... ¿Por qué hace tanto calor? Espera... ¡M- Mi libro que tengo en mano...! ¡Se está quemando! ¡¿Qué es est-?!) ¡¿Guh?! - Dijo nerviosa viendo a sus pies.

El círculo empezó a brillar aun más y su calor era tan intenso que el libro que sostuvo empezó a prender fuego. Rápidamente abrió su bolso buscando un libro que la ayudara, y entre todos ellos, encontró...

- ¡¿"Los tres cerditos y el lobo feroz"?! ¡"Y dijo: soplare, soplare y tu casa derribaron"...! ¡Viento, eso es! - Dijo para abrir así el libro y de repente salga volando de allí.

La explosión sonó causando que parte del impacto le de. Bakugou débil, se cubrió como pudo para así caer de espaldas...

- ¡¿Y decías que no iba a ser útil?! - Exclamó una voz conocida. Era Megumin quien salió de los arbustos.

- ¡Solo porque yo hice de carnada! ¡G- Gah! - Dijo adolorido.

- ¡Como sea...! Vayamonos de aquí, este lugar es parte de su habilidad. - Dijo acercándose a él y rodeando el brazo por su cuello.

- ¿C- Cómo carajos entraste aquí? -

- Cuando entre a la biblioteca, vi que el libro que se vimos moverse estaba sobre la mesa y no estabas, lo toque y aparecí en un lugar extraño, solo para ver otro libro y tocarlo, así aparecí aquí y te vi peleando con ella. -

- Tsk, aunque me molestar d- decirlo, es un alivio que estés aquí... ¿Pero como se sale de aquí? -

- Uhhh... - Dijo nerviosa cargando al chico.

*Coff... Coff*

- ¿Escuchaste eso? No puede ser que este viva... - Se sorprendió Megumin.

- Espera... Vayamos hacia ella... - Dijo Bakugou.

Patchouli se encontraba tirada lastimada y con humo saliendo de ella, arrastrándose a su bolso que estaba cerca. De repente, cuando estaba por agarrarlo, el bolso fue pateado dejando ver muchos libros y un inhalador.

- Quédate quieta... Un movimiento brusco y con mi única mano libre te mandare a volar. - Dijo el rubio peliceniza. - Mira nada más, varios libros y... ¿Qué es esto, un inhalador? - Dijo pasándolo lentamente.

- ¡Espera...! No lo pises, lo necesito... *coff, coff* - Respondio la pelipurpura.

- ¿Hmm? Veras, tu lo atacaste a él sin saber si era un reencarnado, por poco y lo matas, aún está sangrando... ¿y exiges que no te hagamos nada? - Hablo Megumin.

- Veo a lo que quieren llegar... *coff, coff* pero podemos llegar a un acuerdo... - Dijo respirando con dificultad.

- ¡No escucho tus propuestas, perra! - Dijo empezando a pisar con más fuerza el inhalador.

- ¡Detente por favor! - Hablo desesperada. - Y- Yo... Hay un libro en donde aparece un poder curativo. ¡Curare a tu amigo y- y de paso les diré como salir de aquí...! ¡Solo dame el inhalador, siento como mi garganta se cierra, me falta el aire! *coff, coff, coff* - Dijo agarrándose de el cuello.

- N- No es suficiente... ¡Ugh...! - Hablo adolorido.

- ¡¿E- Eh, que más quieres?! - Dijo empezando a ponerse roja de la asfixia...

- Tu insignia... -

- ¡N- No pienso dártelo! -

- Pues, moriremos los dos aquí, tu sin el inhalador y yo sin cuidado medico. Elige... - Dijo viendo desde arriba a la pelipurpura que yacía en el suelo enojada y casi al punto de apenas y poder hablar.

Megumin miraba sorprendida la situación, preguntándose el desenlace de lo que podría suceder en ese momento.

- ¡Ustedes...! - Dijo sintiendo como perdía fuerza en todo su cuerpo al sentir que el aire no le llegaba. - E- Esta bien... - Dijo rendida.

Este le pateo el inhalador cerca de ella a lo que está rápidamente lo tomo y empezó a respirar aliviada como nunca antes. Tumbada en el suelo aún respirando de forma agitada, miró al dúo explosivo con ira y chasqueo los labios.

- Tch, malditos... - Dijo para acercarse a otro libro y empezar a buscar algo allí.

- ¿Qué haces? -

- ¡Callate tonta, estoy haciendo lo que prometí! - Dijo para así abrir el libro frente a Bakugou y Megumin.

Las heridas del peliceniza se recuperaron al instante al sentir un aura verde rodearlo, los trozos de hierro incrustado en su carne salieron de allí y por fin se había recuperado.

- Escuchen... El libro no está cerrado, por lo que significa que pueden salir con tan sólo elevar las dos manos al cielo y regresaran al instante al mundo real. -

- Bien... ¿Se te olvida algo? - Dijo Megumin.

- Los odio en verdad, esta no será la última vez que escuchen de mi, Patchou-... -

- Danos la insignia ahora. - Dijo Bakugou harto.

Ella sacó y se lo entrego en mano. Cuando Megumin lo iba a tomar, Bakugou se adelanto y lo tomo para así guardarlo.

- Listo, vamonos de aquí. En cuanto a ti... No te quiero ver ni en pintura, aléjate de nosotros o lo lamentarás. - Dijo serio.

Elevaron los brazos y se fueron de ahí, dejando a la pelipurpura sola.

- Oye... ¿Tu ibas a dejar que se muera? -

- No, ni de broma, solo iba a esperar que se desmaye si no accedia. Me alegra que las cosas hayan salido bien. - Dijo con las manos en sus bolsillos y su uniforme maltratado.

- Por cierto, sobre ella...Yo iba a tomar eso... -

- ¿Te refieres a la insignia? Sigue soñando enana, no te lo daré, es mía. -

- ¡¿Ah?! ¡Ni hablar, la quiero yo, la necesito! ¡Soy yo quien la venció! -

El rubio se detuvo y miró a la castaña con una mirada enojada.

- ¡Escucha bien, mierdecilla. Fui yo quien descubrió que era una reencarnada, fui yo quien se atrevió a pelear contra ella y fui yo quien casi muere allí, su hubieras ido sola, habrías muerto! ¡Tengo todo el derecho a tomar la insignia, así que no me vengas con ni una mierda de que la venciste! -

- ¡Maldita sea, tu, maldito tonto! ¡Sin mi hubieras muerto! -

- ¡No te pedí que me salvarás! - Dijo sacando el dedo de enmedio.

Se dio la vuelta y empezó a caminar con una Megumin que lo miraba con furia.

- ¡Ademas...! - Dijo para detenerse sin mirar atrás. - No eres la única que quiere volver a su hogar... No dejaré que nada ni nadie se interponga en mi camino. Llegará el momento en donde sólo me falte tu insignia y la insignia de Kira que llevas contigo... Solo espero que para ese entonces cooperes o te lo quitaré a la fuerza. Esto es solo una tregua temporal entre nosotros tres. - Hablo yéndose de ahí.

Dejando a Megumin sola.

- Yo... Yo tampoco pienso dejarte la fácil. - Dijiste observandolo.

El atardecer estaba presente y los estudiantes ya se iban de su instituto, instituto diferente en donde se encontraban nuestros protagonistas.
En eso, un grupo de jóvenes que aún estaban en el salón, veían a una chica juntar sus útiles e irse.

- Miren... Allí va nuestra Presidenta de la Clase, tan pulcra y delicada, dedicada a todo siendo tan impecable como también fría y hermosa. - Decía un chico.

- ¿No lo sabias? Antes nadie la quería, pero supongo que con el paso del tiempo de hizo alguien popular. -

- ¿Enserio, por qué? -

La chica iba caminando con su uniforme de marinera de color negro con líneas blancas. La luz del sol naranja iluminaba los pasillos de la escuela como también a ella y su bello rostro.

"Oi que fue una hija no planeada, sus padres la odian menos a su hermano menor... También cuentan que fue abusada y nadie hizo nada."

Ella con su flequillo cubriendo su rostro, caminaba de firma elegante mientras los pétalos del sakura pasaban alrededor de ella, se detuvo a observar el árbol viendo como un pétalo caía sobre su nariz.

"Diablos... Eso si que es duro..."

"De hecho, sus violadores le dejaron una gran cicatriz en la espalda como recordatorio de lo que hicieron para que nunca se olvide, además de se cuenta que su video se filtro por todas las instituciones y escuelas."

La chica con el lunar cerca de su ojo mostrando sus pupilas, se dio la vuelta y se fue de allí, mostrándonos como el árbol estaba ahora rebanado en pedazos chiquitos.

"¿Lo tienes?"

"¿Estas bromeando? Sus padres son de un estatus alto, hicieron que el video deje de existir y la cambiaron de institución. Pero solo se sabe eso de ella."

"Vaya que la tiene mal, hasta me dio un poco de repelús... ¿Crees que si le pido que se acueste conmigo a cambio de dinero, aceptara?"

Jajaja, ni una chica jodida como la Presidenta te sacaría la virginidad, jaja!"

"Grr, callate, a lo mejor lo intento..."

"O- Oye viejo..."

"¿Qué quieres?

"Tu... Tu garganta... hay algo..."

Ella volteo para ver desde la distancia, a través de la ventana su salon con sus compañeros dentro.

"¿A qué te refieres conque hay alg-..."

En ese momento la cabeza del chico cayó y antes de que toque el piso, se corto en miles de tiras finas como si fuera papel dejándo que solo la sangre caía a chorros.

"¡¿Kuro?! ¡¿Qué suced-..."

Y su cabeza también cayó al suelo esta vez sin cortarse.

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