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Thea camina con todo el glamour y estilo por los pasillos del aeropuerto a su lado van tres hombres, dos cargan sus maletas y el otro carga a copito, va hasta el avión y le da un vistazo luego se acomoda y se prepara para el viaje.

——beby espero Caroline no me odie.— le dice al gato y este solo la mira.— hace tiempo no nos vemos y espero que no me odie ni nada.—

El gato solo la mira y el vuelo comienza, Thea es una mujer divertida que no le gusta estar aburrida así que busca maneras de divertirse, come helado, mira una película, llora por la muerte de Simba y por último se duerme.

Fue un viaje largo desde Alemania hasta Virginia y Thea ya se encontraba desesperada pero por fin había llegado, bajaron su equipaje y lo llevaron hasta un bello rolls royce que la esperaba afuera del aeropuerto.

— Bueno papucho aquí sigo sola, se me baja del carro.—

— Pero señorita Ackerman no quiere que la lleve.—

— No, no quiero que me lleves, quiero que te bajes de ese auto y me dejes conducir.—

El chófer no le quedó de otra que bajarse del auto, por un momento Thea pensó en dejar al chico ahí en el aeropuerto pero aunque es nieta de un demonio no es malvada así que le dió un aventón al chico y lo dejo cerca de su casa.

Después tomo rumbo a Mistyc falls, está ansiosa por ver a Caroline no sabe cómo su hermana va a reaccionar y teme su reacción, pone un poco de música para calmar los nervios y copito la acompaña en el asiento del copiloto.

— porque tú me haces sentir como si estuviera desbloqueando el cielo ooooo— ella voltea a ver copito.— ya se que no cantó bien pero me hace sentir genial—

Sigue su caminó hasta que ve el letrero que le da la bienvenida a Mistyc falls, conduce hasta el pueblo, baja del auto y le da un vistazo al pueblo que la vio crecer.

— hay copito si estás calles hablarán, recuerdo mi primer beso, mi primera fiesta, mi primera escapadita.—

El gato le contesta maullando luego deja a copito en el auto y le baja los vidrios para después entrar al Místic Grill, se sienta en la barra y un rubio se voltea para atenderla.

— no lo puedo creer, Thea Forbes— el chico la mira sin poder creerlo.

— Matt Donovan el lindo rubio responsable.— ella le sonríe, le alegra ver al chico después de tantos años.

— Woow hace tanto tiempo no te veía estás igual de hermosa.—

— y tú ya no eres el puberto que yo conocía.—

— Es increíble verte Thea que te trae por aquí, pensé que te dabas la buena vida en alemania.—

— No lo niego es bueno vivir en Alemania pero quise venir a ver a mi hermana, sabes si Caroline aún vive con Lizz?—

— Si creo que ya sabes el camino a esa casa— el rubio le sonríe—

Se tomó un par de tragos ya que los necesitaba y los iba a necesitar para enfrentar a su hermana, después charlo con Matt sobre sus vidas en los últimos años.

— Entonces ahora lideras un imperio de marcas de automóviles alemanes—

— Sii, bueno ni tanto mi abuelo y mi padrastro hacen eso yo solo apoyo en algunas cosas.—

— Recuerdo que tu vida era pasarla jugando y desafiando peligros, te veías como una niña normal—

— Encerio nunca sospecharon que venía de una familia con dinero—

— bueno si nos dimos cuenta para tus dulces dieciséis tu mamá de regalo un mercedes.—

— si siempre traté de vivir una vida normal, una que no fuera en las paredes de un castillo ni una dónde estuviera sometida a distintas clases y etiquetas.—

— Creo que tú humildad siempre opaco tu estatus económico.—

— no puedo negar que Mistyc falls me dió la mejor infancia, ahora fue bueno verte pero debo irme y enfrentar a la fiera de caroline.—

El chico le deseo suerte y volvió a su auto donde encontró a copito durmiendo, luego con tristeza y nervios manejo hasta la casa en donde creció, todo seguía igual la fachada, las puertas y las ventanas.

Dejo a copito una vez más en el auto y camino hasta el porche de la casa, todo era silencio, Mistyc falls siempre fue un lugar tranquilo así que ella misma podía escuchar el sonido de sus tacones pisando la madera de aquella casa.

Toco el timbre clave y espero unos segundos, Lizz Caroline y ella tenían un timbre clave y era tocarlo tres veces seguidas así sabían que eran ellas. Espero por unos momentos hasta que la puerta se abrió mostrando la cabellera rubia y corta de la sheriff.

— Thea...— ella se queda sorprendida viendo a su ex hijastra.

— Hola Lizz, tanto tiempo no.— ella le da una sonrisa temerosa.

— Thea ha pasado mucho tiempo, ya no eres la adolecente que me daba dolor de cabeza.— ella le abre la puerta para que entre.

Thea entra y observa la casa en donde creció, un mar de recuerdos la invaden y no puede evitar una sonrisa, Liz hace que se siente en la sala y le trae un jugo de naranja.

— Creo que tú y yo sabemos porque estás aqui— la sheriff le da un sorbo a su jugo.

— Caroline, se lo que le sucede y quiero ayudar.—

—... — la rubia mayor se queda callada — Bill está con ella.—

— no! Sabes lo que el hará, esa no es la manera, cómo puedes dejar que la lastimé—

Sin decirle más a Lizz sale de la casa y va a su auto toma a copito y se lo da en brazos, después sube al auto y maneja, ya sabe los escondidijos de Bill y sabe muy bien en dónde tiene a Caroline.

Caroline está en una habitación oscura y atada por fin su padre a dejado de torturarla y trata de descansar, aún le arde la piel por el sol y no logra calmarse, siente que cada parte de su cuerpo arde, su dolor es tanto que quisiese matarse, está en la silla casi inconsciente y aguantado su dolor cuando Bill llega y la mira desde el marco de la puerta.

— hago esto por tu bien, te ayudo hija— el hombre la mira sin remordimiento alguno.

Ella no le contesta y se limita a solo mirarlo, el lo observa pero escucha la puerta abrirse y lo primero que pasa por su mente es que Lizz ha llegado.

— papá suéltala — la voz enojada de la loba lo asusta y la voltea a ver.

La vampira alza su mirada con rapidez viendo a su hermana entrar, su corazón late rápido hace tanto no la veía.

— Thea que haces aquí, pensé que no querias involucrar te.—

— es Caroline siempre voy a estar para ella, ahora suéltala—

— no me voy a poner a discutir contigo yo sé lo que es mejor para ustedes.— el se cruza de brazos.

— no te estoy diciendo si quieres soltarla, la vas a soltar.—

Ella fue hacia su padre y le quitó las llaves para después quitar las esposas que retenían a su hermana, se acercó a ella y la liberó, a cómo pudo la llevo hasta el auto donde la ayudo a subir y a hidratarse.

— toma— Thea le da una bolsa de sangre.

— porque estás aquí, creí que no querías saber nada de mi y que estabas muy feliz en Alemania.—

— aún quieres preguntar porque estoy aquí, estoy aquí porque te amo porque eres mi hermana y estoy para ayudarte y sabes bien porque me fui.—

— eres asquerosamente rica podías quedarte a vivir cerca de mi , no tenías porque haberte ido.— la rubia le repocha casi llorando.—

— solo tenía 17 Caroline y tú eras una niña de doce que tenía que estar con su madre.—

— pudiste quedarte y estar conmigo, podías vivir serca pero me abandonaste, me dejaste sola.—

— Nunca te he dejado sola siempre te he cuidado desde lejos y no tenía opción mi familia me quería con ellos y Bill se largo lejos, no podía seguir aquí jamás quise dejarte Cari—

La vampira le voltea la cara y hace un puchero está resentida con su hermano por averse ido pero en su corazón le alegra verla.

— dame un abrazo— le dice la vampira a la loba—

— no te voy a dejar sola, nunca quise hacerlo—

Ambas se abrazan y disfrutan de su compañía, ambas se aman y se tienen la una a la otra, Thea se fue durante cinco años en los cuales nunca estuvo tranquila por su única hermana y ahora quiere estar para ella.