Narradora omnisciente:

-¡Ahora son miembros oficiales de la unidad de formación No. 104 del Cuerpo de Entrenamiento!-

Muchos jóvenes se encontraban en un campo desierto de entrenamiento, con algunas cabañas alejadas a sus alrededores, al frente de todos los reclutas se encontraba el encargado al mando de todo. Era un hombre adulto, calvo, de mirada aterradora, firme y un aura de respeto.

-¡Y por desgracia para ustedes, yo, Keith Shardis, estarán a mi cargo! No estoy aquí para darles una cálida bienvenida, ustedes son el ganado, a la espera de ser comidos por los Titanes, ¡Son peores que ganado! Para los próximos tres años les voy a entrenar, inútiles ¡Les voy a enseñar cómo luchar contra los Titanes! Cuando se enfrenten a un titán dentro de tres años ¿Seguirán siendo comida para ellos? O ¿Se convertirán en soldados gloriosos para defender estás murallas? ¿O personas poderosas que pueden vencer a los Titanes? ¡Le desición está en sus manos!- Dijo firmemente.

TN ya había crecido, física y mentalmente había cambiado. Desde la muerte de su madre hace dos años se volvió una chica más fría y desinteresada, o eso aparentaba, ya que tenía bien claros cuáles eran sus objetivos y metas a lograr.

La castaña desde pequeña fue curiosa, y aún continuaba siéndolo, miraba con atención cada una de las caras de quienes la rodeaban, pero tres de ellas llamaron su atención. Un rubio de estatura media, un poco más bajo que ella, de ojos azules y aparentemente tímido. La otra era una chica de ojos onix, cabello negro y de semblante serio. Los reconoció al instante, eran sus amigos de la infancia, los cuales no veía hace tanto tiempo.

Su mirada se quedó fijada en aquel castaño de orbes jades, de su mismo tamaño y mirada firme y decidida.

Mientras ella lo observaba, el chico volteó en su dirección haciendo cruzar sus miradas, la chica por alguna razón, se volteó avergonzada. El castaño abrió sus ojos sorprendido al reconocerla.

-¡Tú allá!- Alzó la voz el instructor.

-¡Señor!- Dijo el rubio haciendo el saludo que todo recluta debía saber apenas ingresaba, el puño derecho cerrado sobre el corazón y el brazo izquierdo flexionado detrás de la espalda.

-¡¿Quien demonios eres tú?!-

-¡Soy Armin Alrleth! ¡Vengo del distrito de Shiniganshina, señor!- Exclamó.

-¡¿Sí?! ¡Es un buen nombre para un imbécil! ¡¿Tus padres te pusieron así?!-

-¡Mi abuelo señor!-

-¡Arleth! ¡¿Por qué estás aquí?!-

-¡Para contribuir a la victoria de la humanidad, señor!-

-¡Estupendo! ¡Serás perfecta comida para los Titanes! ¡Tercera fila! ¡Media vuelta!-

"Que Estúpido" Eran los pensamientos de la castaña en aquel momento.

Narra TN:

Mientras el instructor ofendida tanto como podía a mis compañeros yo mantenía la vista fijada en Eren... De verdad... Pensaba que había muerto... Sinceramente... Me alegra verle.

Cuando me di cuenta todos me estaban observando mientras que Eren miraba el suelo con un leve sonrojo en sus mejillas. Confundida giré mi cabeza al frente, donde se encontraba el instructor con una mirada intimidante.

-Parece que a alguien no le interesa lo que estoy diciendo- Dijo acercándose un poco hacia mí, mientras yo mantenía la mirada desinteresada ¿En serio cree que me puede intimidar solo con palabras?

-Disculpe, señor-

El instructor se quedó observándome por unos segundos, entonces dijo:

-Nombre, lugar y razón- Dijo sorprendiendo a todos.

La mayoría de los chicos no dudaron en voltear o mirarme de reojo, ahora que me doy cuenta, soy a la única de todos en ser tratada como persona civilizada.

-TN Ackerman, señor. Vengo del distrito de Shiniganshina-

Narradora omnisciente:

El instructor se estaba poniendo impaciente, ya que la castaña no respondía cual era su objetivo.

-¿Que no terminarás de hablar?- Pregunto el mayor.

La chica lo observó con la mirada totalmente indiferente y dijo:

-Eso a usted no le interesa, señor-

El instructor frunció el seño, mientras todos los demás quedaron boquiabiertos. "Date por muerta" Eran los pensamientos de los chicos que la rodeaban.

-Linea cuatro, media vuelta- Dijo para después pasar de largo.

Eren no despegaba la mirada de la chica, esa no era la actitud de la TN que él conoció, para nada lo era. Aquella chica amable y dulce ya no existía, solo quedaban los restos de odio, resentimientos y deseos de venganza.

Narra TN:

Aquella chica llamada Sasha se hallaba corriendo por todo el campo, un castigo por haber robado aquella patata que había estado comiendo durante la presentación. Todos nosotros ahora teníamos el día libre, o lo que quedaba de él, así conoceríamos más acerca del lugar, a nuestros compañeros... superiores, etc.

Yo, mientras tanto estaba sentada sobre la rama de un árbol, balanceando mis pies. Desde allí observaba a los chicos, quienes se encontraban en el balcón del comedor, observando en dirección a Sasha... Estoy segura de que me regañaran si me ven... Pero no me importa.

-Miren eso, la chica patata sigue corriendo- Señaló Connie a la castaña mientras sonreía burlón.

-Lleva corriendo cinco horas seguidas, se nota que tiene resistencia- Dijo Eren apoyando su antebrazo en la baranda.

Bajé ágilmente de el árbol y caí justo al lado de Eren sobresaltádolo, sentada en la baranda de madera, con una de mis piernas colgando dije:

Narradora omnisciente:

-¿En serio les causa gracia ver a una chica corriendo al borde del cansancio y prácticamente desidratada?- Dijo la castaña alzando una ceja, con su rostro serio.

-¿E-eh?- Dijeron la mayoría.

-De verdad que son egoístas- Frunció el seño.

Ágilmente saltó bajando de donde se encontraba, se dirigió a paso relajado hacia Sasha, mientras todos la observaban.

-Oye Tú- Dijo deteniendo a la de orbes marrones.

La chica puso sus manos en sus rodillas mientras intentaba recuperar el aliento.

-¿Q-q...qué pas-sa?- Dijo mirándola con cansancio.

-No seas tonta, nadie te está vigilando, vuelve con nosotros y deja de correr por gusto- Dijo cruzando sus brazos dejando pensativa a la castaña.

Luego de unos minutos ambas volvieron con los chicos.

La de orbes verdes entró al comedor y salió con un vaso de agua y un pan, se los extendió a la de ojos marrones, quien no dudó ni por un segundo en arrebatárselos, devorar el pan y beber rápidamente el agua.

Los chicos se quedaron embobados viéndola.

-¿Ven? ¿Ahora les da gracia? ¡Vamos! ¿Por qué no se rien?- Preguntó TN con el seño fruncido mientras sobaba la espalda de Sasha.

Todos la observaron con la cabeza gacha, mientras la chica cada vez se enfurecía más.

-¡¿No creen que le deben una disculpa?!- Alzó la voz.

-Perdón... Sasha- Dijo Connie.

-Discul- Eren fue interrumpido.

-¿De verdad van a hacerle caso a esa- Habló Jean, pero Marco lo interrumpió para evitar problemas.

-Ahora que recuerdo a tí no te preguntaron nada- Mencionó dirigiéndose a Eren.

-Vengo de Shiniganshina, al igual que estos dos- Dijo el castaño tomando del hombro a Armin y Mikasa.

Su respuesta causó asombro a los tres chicos ajenos, pero también molestia a la castaña.

-Ohhh, entonces...-

-Estuvieron allí "Ese" Día...-

-O-oye- Reprendió ligeramente Marco a Connie por tener tan poco tacto al sacar el tema.

-Eren...- Mencionó TN siendo ignorada por todos menos Sasha la cual seguía a su lado.

-¡¿Lo vieron?! ¡¿Al Titán Acorazado?!- Preguntó Connie algo emocionado.

-Eren...- Dijo otra vez la castaña.

-S-sí... L-lo vimos- Dijo Eren algo extrañado por la emoción de su amigo.

-¡Eren!- Alzó la voz ya algo irritada capatando la atención de todos.

-¿Por qué me excluyes?- Dijo TN acercándose a Eren mientras apretaba sus puños y sus ojos se formaban sombríos.

-¿Ehh?- Dijo algo apenado, la castaña se encontraba bastante cerca, provocándole nervios.

-¿Por qué solo dices que ellos son de Shiniganshina, olvidaste que también viví allí? ¿Acaso bastó el simple hecho de que aquel día nos separamos para olvidarme?- Cada vez alzaba más la voz -¡¿Por qu- Eren no la dejó terminar de hablar, la agarró del brazo y la sacó de allí y llevándola hacia los árboles cercanos dejando confundidos a todos.

Mikasa intentó ir tras él pero fue detenida por Armin.

-¿Para qué me trajiste aquí?- Preguntó la castaña cruzando sus brazos.

El chico dió un suspiro cansado para después relajar su rostro y sonreír sinceramente.

-Me alegra de verdad que no hallas muerto...- Dijo observando fijamente los orbes verdes de su compañera, quien no ignoró esa hermosa sonrisa en sus labios.

Los ojos de la chica se tornaron llorosos y en menos de tres segundos ya estaban abrazados.

-Tambien me alegra volver a ver- sus palabras se esfumaron en el instante que una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de ambos. La vista de TN perdió el brillo y se tornó fija, observando a la nada.

-¿TN?- Dijo el castaño sacudiendo ligeramente a la ya mencionada -¡TN!-

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