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¡¡¿Hermanos?!!

-¡Ya se murió!- Exclamó Sasha.

-¡Deja de decir tonterías!- Dijo Connie golpeando la nuca de la castaña.

El ojiverde estaba prácticamente temblando. Mientras que su amigo rubio y su media hermana Mikasa tenían el rostro serio pero a la vez preocupado.

-Tranquilo, Eren, va a estar bien- Dijo la de orbes onix sobando la espalda del ya mencionado.

-Sí Eren, si no despierta en unos minutos más, avisaremos al intructor- Sonrió el rubio.

-Eso espero... ¿Qué le habrá pasado?-

-¿Qué fue lo que estaban haciendo?- Preguntó Reiner desde su asiento.

-Solo estábamos hablando, luego, cuando ella me tocó ví una chispa o algo como una corriente amarilla entre los dos, después simplemente perdió el conocimiento, aunque... También recuerdo ver que por un segundo... en sus ojos se formaron algunas líneas luminosas...-

La boca de su amigo quedó abierta con la respuesta del castaño.

-R-reiner...- Susurró Bertholdt.

-Sí...- Le respondió -Tranquilo, Eren, ella estará bien-

-¿Por qué estás tan seg- El chico fue interrumpido por un movimiento leve de TN quien se encontraba acostada en su regazo -¡TN!-

-Mgh- Dijo estrujando sus ojos -¿Eren...?- Susurró algo aturdida.

-¡TN! ¡Por fin despiertas!- habló aliviado el ojiverde.

-¡Hi!- Saludaron Sasha y Connie.

-Buenos días princesita- Dijo Jean acercándose a TN.

-Que bueno que despiertas- Dijo Armin.

-Nos tenías preocupados- Sonrió Krista.

Los labios de la chica simplemente se movieron para susurrar una palabra.

-Jea..ger...-

De repente sus ojos se abrieron de par en par y se levantó rápidamente agarrando con sus dos manos el rostro de Eren.

-¡Eren Jeager! ¡Ese es tu nombre! ¡¿Verdad?!- Dijo alzando la voz.

-Emmm, sí... ¿Pasa algo con mi nombre?-

La chica se relajó un poco y dió un suspiro.

-Solo... Estoy algo aturdida...- Dijo sobando su frente con los ojos cerrados.

-¿Quieres salir? ¿Te acompaño?-

-No, tranquilo, estoy bien... ¿Estamos en el comedor?- Dijo mirando a su alrededor.

-Sip- Dijo Sasha.

-Ahhh, bueno...- Dijo algo molesta, ya que la mirada de todos estaba sobre ella -Etto...- Decía buscando cualquier escusa o tema de conversación -¡¿Qué me miran?! ¡¡No me miren!!- Dijo tapando su rostro.

-Jajajaja- rieron todos menos Eren, quien se encontraba sonrojado ya que TN estaba sobre él.

-Esto...- Dijo captando la atención de la castaña.

-¿Qué pasa?-

Eren simplemente señaló su posición sacando un sonrojo como respuesta.

-¡Lo siento!- Dijo la de orbes esmeralda levantándose.

-No importa...- Susurró ruborizado por la acción de la chica.

-Bueno yo... Saldré a tomar el aire, así que si me disculpan...- Dijo saliendo del comedor y dirigiéndose a nada más y nada menos que el mismo lugar en el que había caído desmayada hace unos minutos. Se sentó al pie de un árbol y colocó sus manos en su cabeza, estaba desesperada.

Narra TN:

Lo ví todo...

Los recuerdos de Eren... él... él... él es mi hermano. ¿Por qué? ¿Por qué él? ¡Él es un Titán!

Pero por lo que puedo ver no lo sabe... ¿Se lo digo?... No... No puedo poner en peligro mi secreto. Además si la gente se llegase a enterar posiblemente nos matarían a ambos...

-¡Agh!- Bufé molesta -Lo mejor ahora es no decir nada, actuar como si nada hubiese pasado... Debo concentrarme en los entrenamientos y aprender a luchar contra los Titanes... Eso es todo... Yo no ví nada, Eren es simplemente un amigo sin poderes de Titán, eso... Sólo eso... Y así... de alguna forma, cuando me una a la Legión de Reconocimiento podré salir de los muros, y quizás... ¡No!... Estoy segura... en algún momento... podré llegar a Marley-

Me levanté sacudiendo mi uniforme y me dirigí hacia el comedor nuevamente.

Una ves llegué abrí la puerta pero al parecer nadie se dió cuenta. Observé y muchos chicos estaban alrededor de Eren. Escuchaba perfectamente todo pero no veía bien quienes eran los que hablaban, y no distinguía aún muy bien las voces ya que recién nos conocíamos.

-¿En serio?-

-¿Que tan grande era?-

-Tan grande que podía asomarse por encima del Muro- reconocí la voz de Eren quien se encogía de hombros por tanta gente a su alrededor.

-¡¿Qué?! ¡Yo escuché que podía sentarse encima del Muro!-

-¡Yo también!-

-Las personas de mi pueblo decían lo mismo-

-Eso es exagerar, no era tan grande- Lo escuché otra vez.

-¡¿Cómo era?!-

-Casi no tenía piel, su boca era enorme...- dijo el castaño.

-¡¿Qué dices del Titán Acorazado que atravesó el muro?!-

Narradora omnisciente:

-Ese... La piel de su rostro parecía como si reflejase la luz, a pesar de ser morena, igual que la coraza. Su cabello era muy corto y plateado, con unos ojos amarillos que parecían brillar por sí solos- Respondió Eren, impresionando e intrigado aún más a los demás, emocionados por seguir escuchando, incluso los de las mesas cercanas.

-E-entonces ¿Qué hay de los Titanes normales?-

Cuando Eren iba a tomar otra cucharada de sopa, dejó caer la cuchara en el plato desde la altura de su boca hasta el recipiente salpicando un poco del líquido que contenía. El castaño tapó su boca con una expresión de asco. Entonces TN se vió intrigada y por alguna razón, prácticamente sin querer, entró a la mente de Eren viendo aquella imágen tan desgarradora y traumática para el castaño.

La chica se vió confundida por un par de segundos, no sabía el por qué había podido ver lo que Eren veía en sus pensamientos. Pero eso no importaba ahora, sino que frunció el seño con molestia, recordando la escena de su madre siendo devorada frente a ella, aunque ni siquiera sentía tristeza de aquello, ya había sufrido eso bastante en los últimos años como para que volviese a llorar recordando aquello. Con algo de irritación se abrió paso entre los chicos hasta llegar a Eren y poner su mano en su espalda captando la atención de los demás presentes.

-Déjenlo, hay muchas cosas que seguramente quiere olvidar-

Eren observó a la chica sorprendido, pero luego la miró decidido.

-No importa, sé que ellos hacen preguntas porque no saben lo que ocurrió aquella vez, es normal que sientan curiosidad por saberlo-

TN abrió los ojos sorprendida ante aquella mirada de energía y desición tan repentina en Eren.

-La verdad los Titanes no son la gran cosa ¡Si logramos dominar el equipo de maniobras tridimensionales, no podrán con nosotros!- Exclamó con una sonrisa en sus labios y el entrecejo fruncido.

TN sonrió de lado cruzando sus brazos y dijo:

-Tampoco es para que presumas que los Titanes no son la gran cosa-

-Por fin podré convertirme en soldado, solo me emocioné un poco...- aclaró logrando convencer a la mayoría.

TN se echó disimuladamente para atrás y vió como Eren jugaba con sus dedos debajo de la mesa, volvió su mirada y la orejas del castaño estaban ligeramente rojas, entonces sonrió burlona y dijo:

-No mientas que se te nota, baka-

-Y-ya déjame- Dijo sonrojado ligeramente -Me uniré a la Legión de Reconocimiento y me aseguraré de matar a todos los Titanes, los mataré a todos- Dijo decidido, mientras que en la ojiverde destellaron por solo unos segundos sus ojos esmeralda impresionada ante tal respuesta.

-¿Acaso eres idiota?- habló alguien.

Todos giraron el cuello para ver a una mesa cercana ocupada por Jean, el dueño de la voz. TN frunció el seño, ella odiaba que insultasen a sus amigos, y mucho menos ahora que había descubierto que Eren era su hermano.

-¿Acabas de decir que quieres unirte a la Legión de Reconocimiento?-

-Así es-

-Tú quieres unirte a la Policía Militar para tener una vida pacífica ¿no?- Dijo la castaña acercándose a Jean.

-Soy sincera nenita, es mejor hacer eso que jugar al héroe, cuando en realidad está muerto de miedo-

-¿Ne...nita?- Alzó una ceja.

Eren se levantó notablemente molesto por lo que le habían dicho a él, mientras que TN observaba al castaño claro con un pequeño tic en su ojo izquierdo por el apodo que le había puesto.

-¿Se supone que ese sea yo?- Dijo Eren.

-D-detenganse- Marco intentó aligerar el tenso ambiente que se había formado entre los tres, tratando de evitar algún conflicto físico cuando con las palabras bastaba para entenderse -Vamos... No era en serio...-

Jean se puso de pie, quedando frente a frente con Eren, mirándose ambos con desigualdad.

-Segun lo que acabas de decir...- interrumpió la castaña -¿Tú no juegas al héroe verdad?-

-No- contestó Jean sonriendo burlón.

-Entonces estás muerto de miedo- Dijo la de orbes esmeralda con la mirada relajada y burlona.

-Oigan...- insistió Marco.

Y como si la suerte estuviese de su lado, en ese mismo instante se escucharó aquel sonido retumbante de la campana, avisando que había terminado la hora de la cena, borrando en un abrir y cerrar de ojos el ambiente.

El castaño claro miró con rabia a la chica que le había llamado cobarde, pero luego soltó un suspiro cansado y volteó a ver a Eren.

-Perdon por lo que dije, no quise decir que estabas equivocado o juszgar tu forma de pensar- extendió su mano.

-Dejemoslo así- Dijo Eren.

-Lo mismo digo, lo siento-

Ambos chocaron sus manos y los demás comenzaron a dispersarse, mientras que TN veía a Eren abandonar el comedor.

Cuando todo pareció volver a la normalidad la castaña tocó el hombro de Jean haciendo que este se voltea se a ver aquel semblante amenazante que traía.

-¿Sí, que pasa?-

-Para tu información no soy una "nenita"-

La tensión en el ambiente volvió cuando TN agarró a Jean por el cuello de su ropa, haciendo que este se encorvase hasta quedar a su altura, dejando ver lo amenazante de su rostro y poniendo un poco nervioso al chico.

-E-está bien, lo dije sin querer. Lo siento- levantó sus manos en señal de rendición -¿Podrías soltarme?-

La chica aflojó el agarre ante su petición, dándole a entender a Jean que no sucedería nada. Pero en ese momento de confianza, TN le propinó un golpe en seco directo al estómago haciendo que el castaño quedase sin aire, y a la par de eso lo soltó dejándolo caer de rodillas al suelo. Jena de inmediato agarró su estómago por el dolor del golpe. Todos dejaron de moverse, solo el sonido de la campana resonaba en el fondo, la mayoría sintió un poco de temor por el aura amenazante que desprendía aquella ojiverde quien dió media vuelta dándoles la espalda. Antes de irse miró de reojo al castaño que intentaba ponerse de pie y dijo:

-Cada uno tiene su objetivo, pero si no estás de acuerdo con los ideales de los demás no te metas y evita problemas. Lo que mi hermano quiere es lo mismo que yo quiero. Si no sabes la razón de por qué lo hicimos mantén tu boca cerrada-

Salió tranquilamente del comedor para buscar a Eren, mientras que el castaño se levantaba con una leve expresión de dolor.

-Esperen... ¿Dijo hermanos?- Dijo alguien rompiendo el silencio para dar paso a las conversaciones.

-No, pero ahora que los veo de cerca son bastante parecidos- Dijo Connie

-¿Entonces por qué dices que no?- preguntó Marco.

-Porque estuve hablando con Eren y dijo que él no tenía hermanos, solo a Mikasa que era como su media hermana o algo así...-

-Que extraño...-

-Yo pensé que eran pareja- Dijo Sasha algo desorientada.

Jean chasqueó la lengua sintiéndose entre adolorido y molesto, claramente disimulando lo primero.

-Eso dolió, nenita imprudente- Susurró por lo bajo.


Después de una larga conversación de reencuentro entre Mikasa, Eren, Armin y TN, se encontraban ahora solo tres de ellos caminando, ya que Armin tenía cosas que hacer.

-¿Cúal es el problema?- Habló Eren.

-Siempre hacen tonterías cuando se dejan llevar por sus emociones, en especial...- le lanzó una mirada a la menor del grupo. (O eso creían, ya que por supuesto que ella era mayor, les llevaba dos años exactamente)

-No empieces con eso- Se quejó el castaño.

-Ya no soy la misma de antes, simplemente me molestó que me llamase niñita cuando soy ma- es decir... cuando no lo soy- Dijo deteniéndose mientras que una brisa fría hizo que hondeasen sus cabellos castaños.

-Claro que no- Dijo Eren poniendo su mano sobre la cabeza de la chica un poco más baja que él -Para mí sigues siendo la misma niñita de antes-

-¡No lo soy!- Dijo molesta apartando su mano bruscamente, lo que le había dicho sonaba como un insulto para ella, ya que antes se creía una cobarde que no pudo salvar a su madre antes de ser devorada por un Titán -¡He cambiado y mucho, y si no lo crees así...!- Hizo una pausa y agachó su rostro mientras que sus ojos eran cubiertos por sus cabellos ocultándolos levemente. -...cierra la boca- terminó su frase y se dió media vuelta para después irse de allí.

-Creo que no le gustó que le llamases niñita- Rompió el silencio la de orbes onix.

-No...-

-¿Ah?-

-No creo que fuese por eso...- Dijo el chico dejando pensativa a la azabache.

Eren se había ido al sector de los chicos mientras que Mikasa y TN se dirigían al sector de las chicas. Ambas en silencio, algo que resultó extraño para Mikasa, quien siempre tuvo la imagen de TN como una chica bastante habladora.

Las dos entraron a la habitación que les correspondía, una vez dentro se dieron cuenta que debían de compartir habitación con otras dos chicas ya que eran camas de dos literas.

-¡Pido esa!- Dijo apuntando a la cama de arriba del lado derecho.

Se repentino cambio de humor le sacó una leve sonrisa a Mikasa, después de todo aquellas expresiones frías solo eran una máscara que TN se comenzaba a quitar.

-Solo no te caigas- Respondió mientras buscaba en las pocas cosas que tenía una tijera -Y tampoco te vallas a mover mucho-

-Yo no me muevo dormida- Dijo asomando su cabeza por el borde de la cama en que se encontraba acostada.

-Cuando éramos pequeñas que te quedaste a dormir un día en nuestra casa incluso lanzaste a Eren de la cama con una patada- recordó con las tijeras ya en mano.

La castaña se encogió de hombros y dijo:

-Eso fue porque Eren me estaba abrazando y no me dejaba respirar- Hizo un tierno puchero evidenciando más la caída de esa máscara de frialdad que se había impuesto ella misma.

-Como sea- Dijo colocando las tijeras en las manos de TN -Cortame el cabello- Puso una de sus manos en su cabello azabache delizándola hasta la punta.

-¿Por qué quieres cortarlo?-

-Eren me dijo que lo hiciera-

-¿Acaso Eren es tu dueño?- Preguntó otra vez con aquella cara de seriedad.

-No lo es, solo que dijo que me molestaría para entrenar y lo creí logico- Confrontó la mirada que le enviaba la castaña desde su altura.

-Mmm, de acuerdo, pero si llego a enterarme que fue porque Eren te lo ordenó te mato-

La de ojos onix se sentó en una silla y TN se colocó detrás de ella mientras colocaba una manta sobre su cuello, dejando al descubierto solamente su cabeza y el cabello.

-¿Por qué tanto empeño con eso?- preguntó Mikasa.

-Porque odio ver a las personas sin libertad- Dijo al mismo tiempo que cortaba un mechón de las finas hebras negras y caían al suelo.

-¿Te escuchas cuando hablas?- Preguntó irritado a la castaña la cual dió un suspiro, después de todo dijo lo que pensaba asociando lo con un hecho tan simple como cortar el cabello.

-Lo siento- Respondió.

-No importa-

-Si lo cortas de esa forma nunca te quedará parejo- Dijo aquella rubia desde el fondo de la habitación, sobresaltado a las dos amigas.

-¿Desde cuándo estás ahí?- Preguntó TN con el seño fruncido, odiaba ver cuando una presencia pasaba desapercibida por ella, siempre quería estar al tanto de todo.

-Desde hace un buen rato...- Dijo levantándose y acercándose a las chicas -Debes cortar todo junto, si lo haces mechón por mechón te quedará disparejo-

-¿Podrías hacerlo tú, Annie?-

De inmediato la rubia frunció el seño.

-¿Cómo sabes mi nombre?-

El ambiente se tornó tenso en una batalla de miradas por parte de ambas chicas mientras que Mikasa les restaba importancia, pero eso cambió en cuestión de segundos cuando la azabache percibió el aura que desprendía Annie, era como si estuviese preparada para pelear en cualquier momento.

-Lo escuché del instructor-

En ese momento todo volvió a la normalidad y Annie se vió más relajada.

-Ya veo... Lo cortaré- Dijo agarrando las tijeras y comenzando a cortar el largo cabello de Mikasa.

-Gracias- Dijo neutral.

De repente se hizo presente un ronquido estremecedor, la dueña, Sasha, quien se encontraba dormida en la cama baja izquierda.

Todas dieron un suspiro pesado y después continuaron con lo que estaban haciendo.

Narra TN:

Que demonios, no puedo dormir... No paro de pensar en Eren... nunca imaginé que fuésemos hermanos... Pero aunque me lo digan y yo lo sepa, nunca lo veré de tal forma, Eren es mi amigo... Y además lo pondría en peligro si... Espera... Espera espera espera ¡¡Yo lo dije!! ¡¡En la cena!!

Flash Back:

-Cada uno tiene su objetivo, pero si no estás de acuerdo con los ideales de los demás no te metas y evita problemas. Lo que mi hermano quiere es lo mismo que yo quiero. Si no sabes la razón de por qué lo hicimos mantén tu boca cerrada-

Fin del Flash Back:

-¡Maldición!- Dije casi sin querer, provocando que Sasha se moviera levemente al escucharme -Ups...-

Bajé de la ventana donde estaba sentada y me alejé de allí. Caminé unos cuantos metros hasta que frente a mí se vió el sector de los chicos. Por el simple hecho de la curiosidad me acerqué a ver. Trepé a una de las ventanas semi abierta, la terminé de abrir por completo dejando la luz de la luna iluminando tenuemente el rostro de aquel castaño el cual dormía tranquilamente a unos centímetros de la ventana.

La habitación era mucho más grande y espaciosa que la de nosotras, sin contar que estaba un poco desacomodada. Pero eso no me importó en ese instante, ya que me quedé fascinada viendo como Eren dormía plácidamente en su cama, con su rostro tan relajado y despreocupado.

-¿Cómo puede un demonio dormir como un ángel?- De repente esas palabras salieron de mi boca provocándome dar un pequeño respingo.

¿Por qué dije eso?

¿Qué quiere decirme?

Intenté analizar por todos los lados esa frase, después de todo a veces solía decir cosas sin sentido que predecían lo que podría pasar en un futuro, era algo que hacía inconscientemente pero que de alguna forma siempre me advertían de algo, incluso en ocasiones lograba ver imágenes.

Por mucho que intenté darle vuelta al asunto no logré descifrar nada y simplemente lo dejé pasar.

Sonreí observando de nuevo a Eren para después darme la vuelta y ver la hermosa luna llena en medio del cielo estrellado.

-¿Es hermoso verdad?- Dijo en susurro repentinamente aquella voz aterciopelada detrás de mí.

-¡¿Er- Me voltee sorprendida.

-Shhh- Dijo poniendo un dedo en mi boca -Despertarás a los demás... ¿Qué haces aquí? Sabes que este es el sector de los chicos ¿no?- Dijo acomodándose a mi lado.

Narradora omnisciente:

-Si... Solo... Quería verte- Dijo la de orbes esmeralda con su rostro neutral.

-¿V-verme?- Respondió sonrojado.

-Si... no podía dejar de pensar en tí... Dime... ¿Cómo está Carla?- Dijo seria, aunque por dentro se sentía totalmente una tonta por preguntar eso, pero no podía venir y decirle "Ya sé que tu mamá se murió porque se la comió un titán", sería demasiado sospechoso y además no tendría escusa alguna para desviar el tema ya que era bastante delicado.

Los ojos de Eren fueron cubiertos por sus cabellos mientras tenía la mirada clavada en sus muslos. Entonces sus labios morenos simplemente se abrieron para pronunciar una palabra.

-Murió-

-Vaya...- Dijo intentando sonar sorprendida, pero no se le dió muy bien después de todo -Lo siento mucho- Volteó su rostro indiferente hacia el cielo totalmente estrellado.

-Gracias...- Dijo un tanto confundido -¿Sabes que no se te da bien mentir?-

La chica sonrió por unos segundos y giró su cabeza en dirección a aquellos par de orbes verdes que la miraban con atención.

-Lo sé..- Sonrió para luego volver casi de inmediato a su seriedad normal.

El chico estaba sorprendido ante sus repentinos cambios de humor, así que simplemente se dedicó a sonreír y decir:

-Después de todo si que has cambiado-

-¿Humh?- lo observó de nuevo.

-Antes dije que eras la misma... pero no es verdad... eres más... no lo sé... te estás pareciendo a Mikasa- Dijo rascando su mejilla derecha.

-¿Como debería tomarlo? ¿Insulto o elogio?- Alzó una ceja.

-Las dos-

TN parpadeó dos veces sin entender a lo que se refería el castaño.

-No me gusta que seas seria, me agrada mucho más que seas amable, aunque fuiste bastante buena con Sasha cuando todos se burlaron de ella-

-Tú incluido-

-Jeje si, lamento eso- rascó su nuca apenado.

-Eren...- llamó algo nerviosa la castaña por miedo a la reacción de Eren ante lo que planeaba decir.

-¿Sí?-

-¿Podría... quedarme hoy contigo?- cerró fuerte sus ojos esperando un comentario de mal gusto, pero no fue así, más bien, no se escuchó respuesta alguna, todo era silencio. Confundida volteó a verle, encontrándose con un Eren rojo hasta la punta de las orejas observándola a detalle.

-P-puedes...- Susurró por lo bajo.

-Gracias- Sonrió, después de todo no le gustaba dormir sola, siempre dormía al lado de "él", aquella persona que la cuidó después de la caída del Muro María.

Eren se acomodó en su cama haciéndole un espacio no muy grande a TN, ya que la cama después de todo era para una sola persona. La castaña aún con su rostro indiferente, se acostó al lado del castaño quien seguía más rojo que un tomate. El chico tapó a ambos con la suave manta blanca de dormir. TN se encontraba de espaldas a Eren, mientras que este no podía dejar de observar su cabello castaño. De un momento a otro TN dió un respingo al sentir los brazos de Eren rodeando su cintura, provocando por una vez en sus santa vida un notable sonrojo. El chico apretó sus párpados preparado para decir:

-¿P-puedo abrazarte?- Susurró en el oído de TN erizando su piel.

-Ya lo has hecho- Rió por lo bajo mientras se daba vuelta quedando frente a frente con el rostro ruborizado de Eren.

La chica cerró sus hermosos ojos verdes y se acurrucó en le pecho de su compañero mientras que este acariciaba sus cabellos.

A la mañana siguiente los chicos comenzaron a despertar, aunque Armin ya lo estaba desde hace rato y se disponía a despertar a Eren, pero cuando se asomó a su litera, que era la de arriba de la de él...

-¡¡¿TN?!!- el resto de los chicos que estaban en la habitación se sorprendieron.

-¡¿Qué dices Armin?!- Dijo Connie acercándose.

Casi la mayoría de los que estaban en la habitación rodearon a la chica que se encontraba con Eren, algunos quedando con la ropa a medias, otros en colzoncillos y otros sin polera. Al verla se encontraron con una expresión totalmente pacífica en el rostro de la chica. Más de la mayoría se sonrojaron al ver lo tierna y linda que podía llegar a ser, pero no duró mucho.

TN comenzó a abrir sus ojos topándose con la mirada de los chicos sobre ella y se alarmaron quitándose de un salto de su camino. Los únicos que permanecieron allí fueron Armin y Eren que seguía dormido.

-¿Mhm? ¿...Armin?... Buenos días- Dijo reincorporándose como si nada.

-B-buenos días... TN sabes que esta es la habitación de los chicos ¿no?-

El resto mientras tanto seguía cambiándose e intentaba hacer sus cosas, pero la verdad todos estaban al pendiente de la conversación quedando por completo la habitación en silencio, solo las voces de Armin y TN se escuchaban en el fondo.

-¿Y qué?- Respondió estrujando su ojo izquierdo para después dar un cansado bostezo.

-Es que.. somos chicos.. y tú... tú eres una chica- intentó explicar un tanto incómodo.

-Si te refieres a porque ustedes tienen pene me da igual, de pequeños nos bañamos juntos así que no le veo el problema- colgó las piernas en la cama sintiéndose un poco más despierta.

Todos al escuchar eso escupieron con los ojos en blanco por el poco sentido de vergüenza de la chica.

-Además- Se bajó de la cama -¿Quien quiere verlos a ustedes desnudos?- Dijo burlona saliendo de la habitación.

Eren enseguida despertó al no sentir el cálido ambiente que le proporcionaba TN.

-Armin ¿TN ya se fue?-

Todo le dirigieron una mala mirada mezclada con vergüenza y le dijeron a coro:

-¡¿QUÉ MAS HACÍAN CON TN DE NIÑOS?!-

Luego de un mar de preguntas hacerca de TN, ahora se encontraban formados en el campo de entrenamiento. Esperando su turno que les demostraría si eran aptos o no para usar el equipo de maniobras tridimensionales y quedar dentro del cuerpo de entrenamiento.

-¡¿Qué rayos cres que haces Eren Jeager?!- Shardis se inclinó para ver mejor el rostro del castaño -¡¡Hazlo como se debe!!-

El pobre de Eren se encontraba de cabeza, expresando en su rostro la confusión que sentía de que por qué no podía mantener el equilibrio como sus otros compañeros. Algunos intentaban contener sus risas mientras que otros ni se molestaban en ocultarlo.

-¡Debes de ser más como...- buscó con su cabeza a la que parecía ser la más prometedora -...TN! ¡Ella sí que sabe cómo mantener su cabeza bien en alto!- apuntó a su lado izquierdo señalando a la castaña.

Eren aún de cabeza se giró para ver. TN se encontraba prácticamente hundida en sus pensamientos, como si no estuviese en una prueba, se balanceaba de un lado a otro como si fuese un columpio. Pero al escuchar la voz del instructor mencionando su nombre salió de su trance y giró su cuello en dirección del ojiverde. Ambos intercambiaron miradas extrañadas intentando comprender por qué el mayor de los dos (recuerden que es lo que se piensa) no lograba equilibrarse.

-¿Pero qué?- la de ojos verdes frunció levemente el seño ante aquella escena, deteniendo su "columpio" quedando en un perfecto equilibrio.

-¿Qué sucede? No es posible- Esos eran los pensamientos del castaño colgado de cabeza -No puede ser verdad-


-Deberias ser capaz de hacerlo si sigues los puntos básicos, no debes lucirte ni nada- Dijo TN.

-Concuerdo- afirmó Mikasa.

TN, Mikasa y Armin estaban junto a Eren quien se encontraba en los equipos que utilizaron en la mañana para hacer la prueba ya que los chicos se habían ofrecido a ayudarle.

El atardecer ya se estaba haciendo presente dándole una iluminación teñida de naranja al lugar.

-Simplemente mantén el equilibrio, pon suave tu peso en las caderas y mientras menos lo pienses mejor- Dijo la castaña.

-Relajate- Eren observó a su amigo rubio quien le apoyaba -Incluso yo pude hacerlo-

-No te menosprecies- TN frunció levemente el seño.

-D-de acuerdo- respondió un poco apenado.

-Confía en nosotros, en un parpadeo vas a estar manteniendo el equilibrio fácilmente, ya verás- La castaña observó a Eren dándole confianza.

Tres minutos después:

-Bien, me arrepiento de lo dicho- Cruzó sus brazos cerrando sus ojos, mientras que delante de ella Eren se encontraba colgando de cabeza.

-Esto es serio...- Concluyó Armin.

-¡¿Por qué demonios estás de cabeza?! ¡¡Los Titanes no se morirán solos!! ¡¡Pon de tu parte!!- sentenció la castaña alzando un poco la voz, dió media vuelta y se retiró de allí. Sabía que eso entristecerse a Eren al no tener apoyo de su parte, pero no sería así, ya que la chica ya sospechaba de que el equipo del castaño estuviese descompuesto, ya que vió claramente que cuando Eren se elevó del suelo una parte de su equipo tridimensional traqueó levemente y luego calló de cabeza al piso. Ella no era tan tonta como sus amigos para no darse cuenta, siempre estaba al tanto de todo a lujos de detalles.

Ahora todos se encontraban comiendo en el comedor, obviamente.

-Solo lo dejaré pasar por esta vez- Dijo la castaña de ojos verdes.

El rubio suspiro de alivio al ver que ya no tendría que ver la posible escena de violencia de TN hacia los chicos que comentaban cosas como "¿Ese no era el que decía que iba a matar a todos los Titanes".

-Eren- llamó Mikasa al chico sacándolo de una especie de trance.

-No dejes que te desanimen, podrás hacerlo mañana- Dijo el de mirada azulada con una leve sonrisa.

-Si sigo así, no seré capaz de matar a todos los titanes- Dijo cabizbajo.

-Deberias rendirte-

El comentario repentino de la de orbes onix hizo que los tres chicos girasen su mirada asombrada hacia ella.

-¿Qué dijiste?- Respondió Eren confundido.

-Amiga... ¿Que tenía tu plato?- Dijo la castaña observando de cerca el plato vacío en el que anteriormente había comido Mikasa -Pus na- Se encogió de hombros mientras que la azabache alejó su rostro de ella con su mano.

-Me refiero a que Eren debería rendirse de intentar convertirse en soldado. Hay otras formas de pelear que arriesgando su vida aquí- Dijo indiferente.

-Ni loco ¿No recuerdas lo que prometí aquel día? ¿Crees que ella estaría en paz si no los enfrentamos cara a cara?- Dije el castaño frunciendo el seño.

-Sé lo que sientes, pero aún así no es motivo para jugarte la vida- Dijo indiferente la azabache.

-¡Hey!- llamó TN captando la atención de los tres, pero su mirada era fija en la de orbes onix -Mikasa... Cada cual tiene su historia, y cada uno sabe cuánto le pesan y le duelen sus heridas. Tú pasaste por algo similar a lo de Eren, de igual forma que yo... ¡no!, de hecho, yo pasé exactamente por lo mismo que él, así que no digas que lo entiendes cuando no lo haces, nunca lo entenderás, hasta que te pase a ti y dudo eso posible porque tú madre ya est- calló su boca con su propia mano cuando se dió cuenta lo imprudente que estaba siendo y a la vez Mikasa tenía los ojos más abiertos de lo normal -Yo... lo siento-

-No importa... tienes razón- Agarró el hombro de Eren y lo palmeó levemente -¡No te rindas!-

La castaña sonrió y palmeó el hombro restante del chico y le dijo:

-¡Lucha! ¡No te rindas! ¡Porque si lo haces...!- la chica llevó sus manos hacia las costillas del castaño y comenzó a hacerle cosquillas.

-Jajajaja~ d-detente~ jajajaja- Dijo intentando alejarse. TN sonrió y Eren se sonrojó levemente apartando la mirada.

-¿Sabes algo?- Dijo la ojiverde observando al castaño quien la observó aún con las mejillas rojas -Una vez... alguien me dijo: "La vida te dará muchos golpes, pero rendirse no es una opción". Por eso yo no me rindo y así debes hacerlo tú, Eren- Sonrió tiernamente mientras que el chico la observaba fijamente con un pequeño brillo en sus ojos.

-Pero aún así...- interrumpió Mikasa -No importa lo que piensen-

-¿Eh?- Dijeron los dos a la vez.

-¿Qué dices, Mikasa?- Preguntó Eren frunciendo el entrecejo.

-¿Por qué no importa?- alzó una ceja la "menor" del grupo.

-Porque ni tú ni Eren son quienes deciden si se convierten en soldados o no-

Eren se echó ligeramente hacia atrás, internamente la flecha de la razón lo atravesó por las palabras de Mikasa.


La campana ya estaba resonando en el comedor, todos estaban levantándose de sus respectivos asientos con los platos vacíos en mano para retirarse. Eren se iba a levantar pero no pudo ya que TN lo agarró de la nuca, haciendo que se sentase de nuevo, le abrió la boca con fuerza metiendo en ella una cucharada de comida.

-Te lo tragas rápido que vamos a buscar a alguien para que te dé consejo-

-¡¡Mmmmh (Ò^Ó)!!- Casi ahogándose se tragó todo, que agradeció que fuese sopa.

Después de eso llevaron los trastes a lavarlos y ahora TN se encontraba agarrada del brazo de Eren llavándole casi a rastras y siendo seguidos por Armin.

-¿Qué te pasa?- le susurró la castaña al rubio.

-Es que... Mikasa se quedó hablando sola- Dijo mientras que una gota de sudor caía por su cien.

-Meh, eso le pasa por boca suelta, irá a la habitación más tarde... yo la alcanzo después- Dijo recostando su cabeza inconscientemente en el hombro de Eren el cual ya estaba más nervioso que cuando le dijeron que mañana le repetirían la prueba.

TN fue a la cabaña de los chicos sin importarle las miradas curiosas o de incomodidad de los otros. A la entrada de la habitación se detuvo y señaló con su dedo a Connie y a Jean, quienes se encontraban conversando tranquilamente.

-¿Qué?-

-¿Como que "qué? Sé que es un fastidio el cara de caballo pero bien que manejó las maniobras cuando tú estabas de cabeza al piso- puso sus manos en su cintura -Así que ahora ve y me avisas si te sirvió, yo estaré en la habitación de las chicas con Mikasa, tocas mi ventana y me cuentas todo ¿Vale?-

-De acuerdo pero deja de ser tan mandona, que recuerda quién es el mayor de los dos- Dijo burlón.

"Controla tus impulsos antes de que le digas algo demás" pensaba TN mientras suspiraba para evitar salirse de control, por alguna razón de verdad le molestó es comentario.

-Como sea...- Rodó los ojos.

-¿Por qué no me aconsejas tú?-

-Porque tengo algo pendiente que hacer... ¿Me prestas tus maniobras?- Dijo extendiendo su mano.

-¿Eh? ¿Para que las quieres?-

-Solo dámelas- insistió.

-Bien...- Dijo desanimado buscando entre sus cosas su equipo tridimensional. Solo la pequeña parte que conectaba todo el equipo fue la que sacó y se la entregó a TN.

-Gracias, nos vemos-

-Buenas noches...- Dijo algo desanimado ya que tendría que aguantar más burlas de Jean.

-Así que después de todo es por esto...- Dijo la de orbes verdes en el solitario comedor. Frente a ella yacía el equipo tridimensional de Eren, el cual había sido maltratado y por eso estaba roto, o eso pensaría cualquiera que lo viese, pero TN no era estúpida, ella sabía perfectamente que era imposible que una parte cubierta completamente hacia dentro del equipo sería incapaz de romperse, aún más si era una fina pieza que constantemente se encogía y estiraba.

-Déjalo así, es por su bien- Salieron de la nada de su boca aquellas palabras predictoras. La chica dió un suspiro y lo dejó como estaba, tampoco diría nada ya que su propio poder la había aconsejado -Despues de todo parece ser que esto es solo una prueba para tí, Eren- Dijo para sí misma sonriéndole a aquel aparato.

Salió de allí topándose en el camino con Marco, al cual envió para que regresase el objeto a su dueño


A altas horas de la noche TN ingresó en la habitación de los chicos, por la misma ventana que la noche anterior, su hermano había tardado demasiado y ella quería dormir. Estando en la cama de Eren se dió cuenta que no solo faltaba él, sino también Armin y otro par de camas de otras literas estaban vacías.

Se colgó al borde de la cama inspeccionando quienes eran los otros dos.

-Ni Connie ni el cara caballo son, tampoco Marco o aquellos idiotas que se burlaban en la cena-

Se acomodó boca arriba en la cama de su hermano o amigo esperando a que en algún momento apareciese, pero comenzó a sentirse somnolienta por el dulce aroma de Eren, impregnado en las suaves mantas que cubrían la cama, y sin darse cuenta cerró sus ojos y calló rendida.

Un par de horas después Eren y Armin ingresaron a la habitación notoriamente cansados, el castaño bostezó seguido por el rubio y luego los otros dos chicos que faltaban también anteriormente.

-En verdad se los agradezco chicos- Dijo Eren subiendo la linterna.

-Mas te vale conseguirlo o te arrepentirás de habernos hecho perder el tiempo- Dijo el rubio robusto, de cabello corto con burla.

-Seguro lo lograrás- Apoyó el chico de cabellos negros extremadamente alto.

-No fallaré- Dijo decidido.

Los cuatro se acostaron. Eren dió un respingo al ver a TN allí dormida, con sus cachetes levemente rojos sonrió ante el rostro tan tierno de la chica. Por alguna razón sus impulsos ganaron, puso una de sus manos en su frente apartando sus cabellos y luego la besó con suavidad justo en ese lugar, pero luego lo pensó dos veces y se dijo para sí mismo que no podría acostumbrarse a esto, TN estaba rompiendo la regla de "chicos con chicos y chicas con chicas" aunque no negaba que se sentía muy bien dormir con ella.

Sin más opción la empujó suvemente hacia la pared cuidando de no despertarla y después se acostó a su lado, rodeando la cintura de la "menor" con sus brazos y colocando su cabeza en su cuello.

-Puede que no tengas talento natural, pero sí que tienes más agallas que cualquiera- Susurró la castaña viendo cómo Eren estaba a punto de ser elevado del suelo, pero habló a un volumen entendible para él. El chico asintió sonriendo con el seño fruncido.

-¡Comiencen!- ordenó el instructor.

Un recluta se encargó de girar la manilla para subir a Eren, quien con lentitud se elevó quedando totalmente en el aire, sostenido por solo los arneses. Todos los reclutas abrieron levemente su boca en una expresión de asombro mientras que la expresión de la "Ackerman" comenzaba a ser de emoción.

Tengo que hacer esto!- las manos de Eren se extendieron a sus costados logrando un perfecto equilibrio.

Todos lanzaron gritos de asombro apoyando al castaño, unos elevando su puño al cielo y otros aguantando sus ganas de gritar más.

-Sabía que una simple rotura no detendría a un mounstro como tú (Con "Mounstro" se refiere a alguien muy capaz y fuerte, es decir que es un elogio, no lo dice por su poder de Titán)- Susurró para sí misma con una sonrisa en sus labios, pero no duró por mucho, cuando en menos de un segundo el ojiverde perdió el equilibrio cayendo de espaldas y quedando de cabeza. Los chicos dejaron de festejar al instante sorprendidos mientras que otros los miraban con lástima por el que pudo haber sido su compañero. TN tenía la boca entreabierta son poder creerlo.

-¡Todavía puedo!- Insistió Eren sin querer rendirse -¡Denme otra oportunidad!- Decía a la vez que intentaba levantarse.

-Bajenlo-

El encargado de la máquina lo bajó acatando la orden del instructor. Eren cayó en el suelo de rodillas, con la mirada gacha, decepcionado y desilucionado.

-Y-yo...- Fue lo único que pronunció.

TN estaba a punto de decirle al instructor que el equipo tridimensional de Eren estaba descompuesto, pero dijo:

-Wagner, cambia tu cinturón con Jeager- Se dirigió al rubio encargado de la máquina.

-¿Eh?- ambos ojiverdes intercambiaron miradas confundidas, ¿Eren tenía otra oportunidad?

-¡Sí señor!-

No solo ellos estaban confundidos, sino que todos los reclutas restantes también.

Luego de un cambio de cinturón volvieron a subir a Eren, pero esta vez el resultado fue completamente positivo. El castaño se miraba a sí mismo con extrañeza de por qué podía mantenerse tan fácilmente en el aire y su hermana había remplazado su expresión incrédula a una alegre y animada.

-Tu equipo estaba en malas condiciones, los arneses estaban dañados. No sabía que eso podía pasar, supongo que debo enviarlos a reparación-

Después de unos segundos en silencio:

-Esperen, ¿Eso significa que Eren logró mantenerse derecho incluso con el equipo dañado?- Dijo uno de los reclutas sin poder creerlo.

-¡Increíble!- gritaron la mayoría.

-¿Entonces pasó o no pasó?- Pregunto la castaña.

-Cierto... ¿Pasé?- Dijo el castaño no muy seguro.

-Pasaste la prueba ¡Suerte en los entrenamientos!-

-¡Lo logré! - los ojos de Eren brillaron de alegría y con su puño en alto festejó por algunos segundos.

-¡¡Bien, Eren, lo lograste, sabía que podrías!!- Dijo la castaña removiendo los hombros de Reiner, evitando no chillar de la emoción, aunque su rostro lo decía todo.

En el desayuno Armin le había contado todo lo sucedido en la noche, gracias a la ayuda y consejos de Reinar y Bertholdt, en especial del primero, es que Eren pudo conseguir pasar la prueba.

-O-oye tranquilízate, está bien que estés muy feliz por él, pero cálmate- Dijo el rubio de mirada azulada intentando aplacar un poco a la chica.

-Les debo una a ambos- Dijo la ojiverde con una gran sonrisa dándole un leve golpe, que en realidad removió por completo a Reiner, quien se sorprendió al ver la gran fuerza que poseía la chica.

El rubio y el de cabellos negros intercambiaron miradas de por qué esa chica se emocionaba tanto, hasta incluso agradecía la ayuda que ellos le habían dado a Eren. Claramente era porque eran hermanos, y TN se sentía orgullosa de ello, pera para la condición de los dos, simplemente le dedicaron una sonrisa a TN.

-No fue nada- Dijo Reiner.

-Solo ayudamos a un amigo- comentó el azabache colocando una de sus manos en su nuca.

¡Gracias por leer!

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