[BELL VS SILVERBACK]

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Bell de un salto intento clavar la daga en la cara de el gran monstruo que tenía al frente.

El Silverback de un solo golpe mando a Bell hacia un muro de concreto y cayó al suelo.

- Aghh - Exclamo sosteniendo sus costillas - No me rendiré...

Volvió a levantarse y nuevamente se lanzó hacia el Silverback e Intento cortarlo con su daga.

Pero como aquella vez con el minotauro el Silverback la despedazó en un instante para sorpresa de Bell.

El Silverback no dudo ni un segundo en intentar aplastar a Bell de un solo golpe, Bell reaccionó tarde por lo que tuvo problemas para evitar el ataque.

La onde de impacto alcanzó a golpearlo haciendo que saliera a volar hacia unas cajas que había.

- Maldición - Dijo adolorido - Debo levantarme...

Con dolor se levantó otra vez listo para seguir luchando grande fue su sorpresa al ver a Syr entrar al campo de batalla.

- ¡Bell! - Grito preocupada.

- ¡¿Que haces aquí?! - Preguntó asustado - ¡Sal de aquí!

El Silverback de giró para ver a Syr el cual se lanzó para atacarla dando un gran salto para aplastarla.

- ¡Syr! - se levantó y corrió.

Sintió el miedo de perderla y rápidamente se acercó para poder rescatarla, la tomo en brazos y la saco de el peligro.

- ¡En que diablos estabas pensando! - Dijo preocupado - Te dije que te fueras.

- No podía dejarte - Dijo mirando el suelo.

Bell abrió los ojos con sorpresa y fue corriendo nuevamente a la puerta metálica para intentar alejar a Syr de el peligro.

Lo que no se esperaba era que estuviera Miach allí, se veía cansado muy cansado.

- Gracias a todos los Dioses - Dijo tratando de recuperar el aliento - Y gracias también sombra extraña.

- ¿Que hace aquí Dios Miach? - pregunto confundido.

- Vengo a entregarte esto - Le ofreció el estuche - Creo que puede ayudarte.

Bel tomo el estuche y lo abrió, sus ojos se abrieron con sorpresa pues había una espada dentro.

El peliblanco se había quedado mudo ante al ver el arma tan hermosa que su Dios le estaba ofreciendo.

- En verdad me gustaría poder ayudarte más en tu trabajo de aventurero - Dijo con una sonrisa - Pero le ahora esto y las pociones son todo lo que tengo para ofrecer.

Miach tomo la espada y la descenfundo, Bell miro la espada con asombro.

- Actualicemos tu estado - Dijo manteniendo la sonrisa - Así podrás enfrentar al Silverback.

- Está bien - Comenzó a quitarse la chaqueta y el polo negro - Estoy listo.

Syr por otro lado no podía apartar la mirada de el cuerpo de Bell pero por respeto se giró, aunque intentaba mirar asomando ligeramente sus ojos.

Miach se pincho el dedo con la punta de la espada y la sangre comenzó a recorrer toda la hoja de la misma haciendo brillar los jeroglíficos de un tono azul.

Para después ir a la espalda de Bell y comenzar con la Actualización de estado, despues de 3 días de no actualizar sabía que las estadísticas de Bell se dispararían.

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ESTADO

NOMBRE: Bell Cranel

RAZA: Humano

EDAD: 14

FAMILIA: Miach

FUERZA: 253 G > 264 E

RESISTENCIA: 212 G > 220 E

AGILIDAD: 263 G > 372 B

DESTREZA: 201 G > 365 F

MAGIA: 0 I > 0 I

NIVEL: 1

<HÁBILIDADES>

LIARIS FREESE: Aumenta la velocidad del crecimiento ,mientras sus sentimientos perduren. La intensidad de los efectos está relacionada con la intensidad de los sentimientos. Como efecto secundario, lo hace inmune a los encantos.

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Al no tener una hoja Miach no pudo hacer registro de el estado recién actualizado de Bell, por lo tanto el peliblanco no pudo ver su avance.

- Estás listo - Dijo Miach - Hazte cargo.

- Si - Tomo la espada - Nos vemos en un rato.

Miach y Syr sonrieron seguidamente de asintir con la cabeza, Bell dió una gran bocanada de aire y salió nuevamente a la batalla.

- ¡Ahh! - Corrió a toda velocidad.

El Silverback noto el aumento de velocidad que había obtenido Bell por lo que el mismo soltó un gran golpe con su brazo derecho con dirección al peliblanco y detener su avance.

Bell al ver el puñetazo acercándose hacia el dió un salto y subió por el brazo de el monstruo a toda velocidad y dar un último salto.

El Silverback tenía al peliblanco justo en su cara en cuestión de segundos, Bell alzó el brazo derecho y lo dejo caer realizando un gran tajo en toda la cara de el monstruo.

"¡SLASH!"

El corte paso justamente por el rostro de el Silverback y la sangre no se hizo esperar, rápidamente aventó otro golpe con el brazo izquierdo golpeando a Bell quien al estar en el aire no pudo esquivarlo.

Bell se estrelló en una pared y cayó al suelo adolorido por el golpe directo que le había clavado el Silverback, El Monstruo al ver su sangre entro en una cólera peor.

- ¡¡GOARGHH!! - Rugió con fuerza.

Golpeó con ambos brazos el suelo y comenzó a correr hacia Bell el cual al ver eso rápidamente se levantó.

El Silverback levantó ambos brazos listo para aplastar a Bell con fuerza bruta pura, Bell rápidamente dió un salto y rodo por el suelo esquivando el ataque y pasando por debajo de el monstruo.

La gran nube de escombro que levantó al Silverback le hizo perder de vista a Bell el cual aprovecho y de un gran salto realizó otro tajo en toda la espalda de el Silverback.

- ¡Argh! - Se giró pero no vio a nadie.

Bell había rodado nuevamente pasando otra vez por debajo de el gran simio y otra vez dió un salto y realizó otro corte.

Esta vez había cortado el peto que poseía el monstruo dejando su pecho al descubierto, el Silverback Se giró nuevamente y Bell no tuvo tiempo de rodar.

El Silverback dió un gran salto para aplastar a Bell el cual dió un salto hacia atrás y la onda de choque lo empujó hacia una pared.

Bell hizo una maniobra en el aire haciendo que sus piernas chocaran contra el muro en lugar de su espalda.

- ¡Ahh! - Dió un salto usando todas sus fuerzas.

El Silverback al ver esto intento cubrirse con su brazo pero la espada de Bell paso atra vez de el mismo cortandolo al instante como si de una barra de mantequilla se tratase.

Bell uso su mano libre para impactar contra el gran simio haciéndolo caer al suelo de espaldas.

El el peliblanco recupero la compostura y tomo la espada con ambas manos para clavarla directamente en el pecho de el Silverback.

- Esto se acaba - Clavo su espada justo en la piedra mágica - Ahora - Giró la espada haciendo reventar la piedra mágica.

El Silverback explotó en cenizas haciendo caer a Bell de rodillas al suelo agotado por la batalla que acaba de librar.

- ¡Lo lograste Bell! - Grito Syr corriendo a abrazarlo - ¡Eres genial!

Toda la gente salió de sus casas aplaudiendo todos igual de asombrados por la batalla que se había librado en el lugar.

Bell se sentó en el suelo sonriendo a la vez que recuperaba el aliento y la gente lo rodeaba a la vez que le gritaban ovaciones.

Desde un callejón cierta rubia acompañada de su Diosa sonreía al ver nuevamente al peliblanco, se dió la vuelta y se fue siendo seguida por su Diosa.

- Que bien que no pasó nada grave - Dijo Miach acercándose - Ya puedo dejar de estar preocupado - Sonrió con cansancio.

- ¿Le pasa algo Dios Miach? - pregunto Bell al ver a su Dios - ¿Se siente mal?

- Solo algo cansado - Dijo con una leve sonrisa - No te ... Preocupes... - Miach cayó al suelo.

Bell al ver eso rápidamente se levantó y fue a ayudar a su Dios, al desesperación de Bell era clara.

- Llevemoslo a la Anfritiona de la Fertilidad - Sugirió Syr - alla hay habitaciones que pueden usar en lo que se recupera.

Bell acepto la idea y cargo a Miach en sus brazos para correr acompañado de Syr.

Mientras corrían desde los tejados un aventurero con ropas negras lo veía alejarse y en un borrón de velocidad había desaparecido.

Al llegar Syr le dió un resúmen a Mamá Mía y aceptó en prestarles la habitación para que Miach descanse.

Las demás camareras al ver al Dios Miach herido trataron de ayudarlo pero Mía solo permitió que una lo hiciera.

La chica ganadora fue Ryuu, ella con ayuda de Bell llevarme a Miach a la habitación donde lo acostaron y la elfa lo reviso.

- Solo está agotado - Dijo con simpleza - Necesita descansar.

- Uff - suspiro con alivio - No se que haría si le hubiera pasado algo malo...

- Bien yo regresaré a mi trabajo - Salio de la habitación - Si necesitas algo solo dilo.

- Gracias - Dijo con una sonrisa - En verdad lo agradezco.

Ryuu se fue y Bell se quedó solo con Miach en la habitación, el peliblanco era capaz de ver las ojeras que tenía el Dios debido al cansancio e inmediatamente miro al estuche de su arma.

- No tenías que hacerlo - Dijo con preocupación - Descansa Dios Miach.

Bell salió de la habitación para poder dejar descansar a Miach e iba a bajar pero decidió no hacerlo y se sentó afuera de la habitación de su Dios.

Escucho pasos subiendo las escaleras y Bell se asomó notando a la peligris Syr quien al verlo le sonrió.

- ¿Que haces Bell? - pregunto.

- Solo hago guarida fuera de la habitación - Dijo rascando su mejilla - ¿Tu que haces?

- Yo venía a agradecerte, creí que debí a hacerlo - Dijo Syr con una sonrisa - Si bien el día acabo algo mal, toda la tarde fue muy divertida deberíamos volver a salir juntos.

- ¿E-encerio? - Syr asintió - Si tía quieres...

- Ok yo te avisaré de cuando podríamos salir - Dijo sonriendo - A y una cosa más - se acercó a su oído - Cuando le salvaste como los héroes de los cuentos me enamoro.

- ¡¿Eh?! - Exclamó rojo como tomate.

Se giró para confrontar a Syr pero ella ya se había ido, su corazón latía con extrema velocidad por lo sonrojado que estaba.

"¿Será encerio?, No ,debe ser una broma suya para hacerme sonrojar ¡lo estuvo haciendo toda la tarde!, ¿Pero y si es verdad?" Pensaba Bell con la cara roja.

Tantas dudas en su cabeza no lo dejaban en paz por lo que tomo una decisión, confiaría en que era una broma de Syr, aunque en lo profundo de su corazón mantenía una leve esperanza.

- ¿Que pasó? - pregunto Miach despertando.

Bell gracias a sus sentidos agudizados se levantó y fue directamente hacia la habitación.

- ¿¡Cómo te sientes Dios Miach!? - pregunto preocupado - ¿Le duele algo?

- Tránquilo solo estoy algo cansado - Dijo tratando de tranquilizarlo - Pero nada de que preocuparse.

- Solo no se sobreesfuerze mucho - Dijo Bell algo triste - No me gustaría verlo en cama.

Miach noto el ambiente apagado que se estaba generando por lo que decidió cambiar el tema.

- ¿Que te parece tu arma? - pregunto con una sonrisa - Es genial, ¿no?

- Si es muy genial - Miro al estuche dónde estaba el arma - Parece que está sacada de un Relato de héroes.

- Lo sé - Dijo Miach con una sonrisa - Le pedí a Hefesto que la hiciera como las de los héroes, así como te gusta.

- ¡¿Que?! - Se sonrojo de vergüenza - ¿P-por que hizo eso?

- Por qué te gustan los héroes,¿No es así? - pregunto confundido.

- Si me gustan pero es vergonzoso - Dijo Bell sonrojado - Es algo infantil para alguien de mi edad.

- Es verdad - Dijo sonrojando más a Bell - Pero es algo tierno viniendo de tí.

Dijo Miach con una sonrisa amable mientras Bell se sonrojaba mirando al suelo.

- No diga cosas vergozosas Dios Miach - Dijo Bell.

- Voy a entrar - se escucho dese afuera.

La puerta se abrió dejando ver a una elfa algo confundida por el ambiente que había dentro de la habitación, ver a Bell sonrojado y a Miach con una sonrisa no le daba buena espina.

- ¿Cómo se siente Dios Miach? - pregunto - Si quiere le podemos traer algo de comida.

- No ,así estoy bien - Dijo Miach con una sonrisa - No quisiera gastar su tiempo.

- Trae algo de comer - Dijo Bell con una sonrisa - Tengo suficiente dinero para una sopa.

- ¿Eh? - Inclinó su cabeza confundido - No es necesario.

- Pero igual quiero hacerlo - Dijo manteniendo su sonrisa.

Ryuu Asintió con la cabeza y bajo para ordenar su sopa, tardo un rato en llegar y cuando finalmente llegó Miach probó la deliciosa sopa.

Después de esa cena Bell y Miach salieron de la Anfritiona de la Fertilidad con dirección a su Cede.

Al llegar vieron la tienda cerrada y todas la luces apagadas, por lo que decidieron entrar en Silencio.

Ambos Dios y Dependiente entraron con pasos sigilosos para evitar despertar a la Chienthrope Aventurera de nivel 2, algo complicado realmente.

Cuando iban a subir las escaleras para ir a las habitaciones una lámpara de piedra mágica se encendió.

- ¿Dónde estuviste? - pregunto la Chienthrope.

- ¡Ah! - exclamaron ambos de el susto.

- Naaza crei que estabas dormida - Dijo Bell con una sonrisa.

- Estuve preocupada por tí - Dijo Naaza con seriedad - Estuve esperando que llegarás todo el día.

- Naaza no seas tan dura con el - Dijo Miach intentando defender a Bell - Ocurrieron algunas cosas.

- ¿Entonces que pasó? - Pregunto Naaza.

Bell procedió a explicarle todo lo que ocurrió ese día que tenia pinta de ser tranquilo.

Naaza al principio se molestó con la camarera por haber hecho de forma indirecta que Bell se viera en vuelto en eso, pero luego escucho la parte de el arma que Miach le compro.

- Podrías dejarme ver el arma - Dijo al notar el estuche - No muchas armas tienen estuche...

Solamente las armas de pedidos especiales tenían estuches y si esa arma era una de pedido especial significaba que tenía un precio demasiado alto, con miedo en su mirada recibió el estuche.

Casi se desmaya al ver el logo de la [Familia Hefesto] pero fue fuerte, abrió el estuche dejando ver a una espada de color azabache y jeroglíficos.

- Tiene que ser una broma... - Dijo al ver el arma - Miach, hablaremos de esto despues - Dijo masajeando su cien - Por ahora durmamos.

Cerró el estuche dónde se encontraba el arma, esa arma debía almenos costar 400,000,000 valis.

Los tres fueron a dormir después de eso aunque Naaza tuvo problemas para poder dormir.

Su mente no dejaba de pensar en que alguien se aprovecharía de Bell y terminarían robándole su espada dejando a Bell indefenso en la Mazmorra.

- Decidido - Dijo mirando el techo de su habitación.

Se decidió en preparar a Bell para evitar que problemas como ese le pasaran, lo despertaría a primera hora para comenzar.

La noche paso a gran velocidad para Naaza quien se levantó temprano y se arregló para ir directamente hacia la habitación de Bell.

Pensaba en despertar a Miach pero lo dejaría descansar, despues de lo que le contaron que pasó ayer decidió regalarlo hasta que estuviera mejor de salud.

- ¿Bell estás despierto? - Acto segundo tocó la puerta - Voy a entrar.

Abrió la puerta y vio al peliblanco dormir plácidamente, y de un tirón le quitó su sábana ocasionando que Bell despertara de golpe.

- ¡¿Mi harem se alzó en mi contra?! - pregunto asustado - ¿Eh? - termino de despertar.

- No preguntaré - Se dió la vuelta - Te espero abajo, arréglate.

Bell Asintió estaba confundido pero confiaba plenamente en Naaza, por lo que se arregló y bajo, se sorprendio al ver Naaza con equipo de aventurero.

- ¿Que ocurre? - pregunto Naaza - ¿Tengo algo en la cara?

- Es que te ves genial con ropa de aventurero - Dijo Bell con brillos en sus ojos.

- Si... Aunque no me guste usarlo era necesario para la ocasión - Abrió la puerta - Sígueme.

Bell Asintió y caminaron un poco , más que nada hacia la zona en ruinas de Orario.

- ¿Que haremos? - pregunto Bell.

- Te enseñaré lo básico - Dijo Naaza descenfundando su navaja - Yo soy más de arco ,por lo que no podré ayudarte con tu espada, pero puedo enseñarte uno que otro truco.

- En verdad lo apreció - Dijo Bell con una sonrisa - Bien que me enseñarás.

- ¿Que es eso? - apunto hacia una casa abandonada y Bell miro.

- Allá no hay nada - cuando se giró Naaza ya no estaba - ¿eh?, ¿Naaza?

Una flecha rozó su mejilla, Naaza había fallado a propósito para indicarle a Bell que él entrenamiento ya había empezado.

- Recuerda que los aventureros jamás jugarán limpio - Dijo Naaza dese la distancia - Y tristemente para ti al ser un ingenuo muchos de ellos tratarán aprovecharse de tí.

Bell no dijo nada y se dispuso a esquivar las flechas de Naaza, la velocidad con las que la disparaba era bastante muy impresionante almenos para Bell.

Bell busco el mango de su espada y para su sorpresa no lo encontró se giró y solo estaba la funda vacía, cosa que lo asusto.

- ¡Naaza perdí mi espada! - grito asustado.

- Me Pregunto dónde estará - Dijo Naaza mostrándole su espada - Encerio eres muy ingenuo.

Naaza bajo de la casa donde se había subido y para sorpresa de Bell la Chienthrope tenía su espada.

- Hay gente mala en el mundo Bell - Dijo Naaza con seriedad - Atraerán tu atención con palabras bonitas y cuando menos te lo esperes tomarán todo de tí.

- Pero... - agachó la mirada.

- No digo que no hagas amigos, es importante para ir a la Mazmorra - Dijo con una leve sonrisa - pero debes tener mucho cuidado, este arma puede ser blanco de muchos ladrones.

- Si tendré cuidado - Naaza le revolvió el cabello - ¿Por qué eso?

- Tu cabello parece muy sedoso - dijo con simpleza - Solo quería comprobarlo.

- ¿Tu algún día quisieras ir conmigo a la Mazmorra? - pregunto para sorpresa de Naaza - Olvídalo es algo tonto, no me gustaría incomodarte.

- Iré contigo cuando nos vaya muy bien en la tienda - Dijo con una leve sonrisa - ¿Que dices?

- Ok - Dijo con una sonrisa - Me esforzaré hasta entonces ... también ¿ Podrías seguirme enseñando?

- Claro, eres nuestro boleto a la buena vida - Dijo con una sonrisa sonrojando a Bell.

Naaza estuvo enseñándole todos los trucos que ella había aprendido en sus días de aventurera y también las bases de el manejo de el arco.

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Aknah2 feliz cumpleaños bro Gracias por hablar conmigo.