[MONSTERPHILIA]

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En la mazmorra Bell Cranel enfrentaba a un grupo de Dungeon Lizards los cuales hacían todo lo posible para tratar de atacarlo.

Bell con su agilidad superior los eliminaba antes de pudieran lograr herirlo justo cuando creyó que había terminado un grupo de Needle Rabbits hicieron acto de presencia.

- Parece ser que no podré descansar - Dijo para si mismo - Trataré de hacer esto rápido.

Los Needle Rabbits no eran un problema real, solo debía evitar sus cuernos y listo.

Todos los pequeños Needle Rabbits saltaron al ataque y Bell los esquivo a todos y cada uno de ellos aunque su mejilla fue cortada levemente.

Bell ignoro eso y se preparó para matar a esos conejos molestos, uno por uno iban cayendo ante la daga de el peliblanco.

Por fin hubo tiempo para poder recuperar las energías, tocó su mejilla y sintió la herida que le habían hecho.

- Rayos creí haber esquivado bien - Dijo ligeramente decepcionado - Bueno no importa.

Una vez recobro sus energías siguió explorando el piso hasta que un grupo de purple Moths apareció aleteando.

Los monstruos no tardaron nada en rosiar el polvo en Bell Cranel el cual tapo sus ojos para evitar que cayeran allí.

Tristemente para el, el polvo aterrizó justo en la herida hecha por los Needle Rabbits que antes le habían hecho un corte.

El ardor se hizo presente a gran velocidad y cayó en cuanta de lo que había pasado golpeó su cabeza internamente.

De un salto se acercó a un purple Moth y lo acuchillo matandolo al instante justo cuando aterrizó brinco para asesinar al siguiente y así sucesivamente hasta acabar con todos los que había.

Cuando terminó con todos ellos el veneno lo hizo marearse un poco, si cara sudaba en exceso y se sentía cansado.

- Oh no, esto es malo - Busco en su mochila una poción - Todo por un descuido.

Saco la poción de su mochila rápidamente y se asustó al ver que su vista comenzaba a fallar.

De un trago se bebió la poción su cabeza dolía al igual que el lugar donde el polvo había caído.

- Creo que debería volver - Dijo dándose la vuelta - Despues de todo ya junte suficientes piedras mágicas.

Después de comenzar a subir sintió como la poción surtía efecto y el lugar donde estaba su cortada ya no dolía.

Tras varios minutos de caminar y matar uno que otro Monstruo llego al [Camino de el Inicio] en el piso 1, para después comenzar a subir las escaleras en espiral.

Cada que subía le gustaba mirar hacia arriba pues en el techo del lugar había una pintura de el cielo que le hacía sentir en calma.

Una vez termino de subir las escaleras se dirigió al Gremio de Aventureros, dónde intercambio sus piedras mágicas y fue hacía Eina quien estaba en la recepción llegando varios documentos, se veía algo ocupada.

- Bell, hoy saliste temprano - Dijo ligeramente sorprendida - Normalmente tardar más en la Mazmorra.

- Si, es que tuve problemas con algunas Purple Moth - Dijo rascando su mejilla - Pero no tienes nada de que preocuparte.

- Me alegró que hayas podido superar eso - Dijo levemente preocupada - Recuerda no dejes que te bañen de el polvo, para aventureros de nivel bajo puede ser peligroso.

- Si lo sé ,me lo enseñaste - Dijo sonriendo - Aparte tengo las pociones de el Dios Miach.

- Me alegró que hayas tenido esas pociones - Recordó que tiene trabajo que hacer - Lo siento Bell pero aún tengo trabajo, hoy será un día atareado.

- Oh ,si perdona por quitarte tanto tiempo - Dijo ligeramente apenado - Suerte.

Bell salió de el Gremio y comenzó a caminar directamente hacia la [Farmacia] para comenzar a ayudar.

Pero como hoy salió mucho más temprano de lo normal decidió caminar con calma, despues de todo no es como si fuera a tener problemas.

- ¡Cabello blanco-nya! - Bell se giró - ¿Puedes hacerme un favor-nya?

- ¿Que ocurre Anya? - Dijo inclinando levemente su cabeza.

- ¿Puedes llevarle el monedero a Syr-nya? - Dijo con entusiasmo - Cuando se escapó de el trabajo la despistada Syr-nya dejo su monedero y puede pasarla mal así que llévale su monedero-nya.

- ¿Eh? - Dijo no entiendo muy bien lo que dijo Anya - Este...

- Debes explicarle bien al señor Cranel - Dijo una hermosa Elfa - Lo estás confundiendo.

- Pero que dices Ryuu-Nya - Dijo con un dedo en su mejilla - Cabello blanco-nya lo entendió bien.

- Lo que ella trata de decir es que le lleves a Syr su cartera - Dijo con simpleza - Y no se salto el trabajo, se tomó el día para disfrutar de el Monsterphilia.

- ¿Monsterphilia? - pregunto algo interesado.

- Es verdad eres nuevo en la ciudad - Dijo la elfa - El Monsterphilia es un evento que se celebra una vez al año, traen a los monstruos de la mazmorra y los domestican en el coliseo - Bell se sorprendio.

- Es un espectáculo extremo-nya - Dijo Anya con una sonrisa.

- Bien - Tomo el monedero - Iré a entregarle el monedero a Syr.

Con entusiasmo Bell corrió hacia donde se llevaría acabo el Monsterphilia, una gran cantidad de personas iban y venían.

"Creo que tardaré un poco en llegar Naaza" pensó con una sonrisa nerviosa, había olvidado que tenía que ayudar a Naaza por estar algo emocionado por ver el Monsterphilia.

...

Dos Diosas se encontraban en un restaurante ambas siendo acompañadas por aventureros de alto rango, por un Lado Loki acompañada de Aiz y en el otro lado Freya siendo acompañada por Ottar.

- Y bien ¿de quién es el hijo que persigues? - pregunto la Diosa Loki.

- Uno tan desamparado que lloraría con la menor provocación - Dijo con seriedad - Pero es hermoso con un color que nunca había visto - Aiz miro por el balcón - Tan solo lo ví un instante por casualidad y rápidamente desapareció.

Freya se levantó repentinamente de su asiento sorprendiendo a Loki y llamando la atención de Aiz.

- ¿Que ocurre? - pregunto Loki confundida.

- Ocurrió algo - Se dió la vuelta y comenzó a caminar - Nos vemos luego Loki.

- Y está quien se cree que es... - Dijo ligeramente molesta - ¡Aparte me dejó la cuenta! - Exclamó al ver el recibo - ¿Ocurre algo Aiz? - se percató de la mirada pensativa de la chica.

Mientras Loki y Aiz se retiraban de el restaurante, Bell miraba sorprendido la cantidad de personas que caminaban con dirección al coliseo para presenciar el Monsterphilia.

- Es tal y como dijeron - Dijo mirando la multitud - Encontrarme a Syr será bastante difícil...

Dió un suspiro y continúo buscando,  adentrándose entre la gran multitud de personas, el pobre peliblanco apenas podía abrirse paso entre la gente.

Antes de darse cuenta comenzó a ser arrastrado por la multitud, por lo que no podía buscar a Syr.

- Este disculpen... - Decía intentando salir de la multitud - Necesito salir...

Bell no podía pasar entre las personas y era demasiado amable como para empujarlas y quitarlas de su camino, "creo que será complicado encontrar a Syr" dijo resignado a su destino.

Hasta que sintió una mano lo tomo de la muñeca y lo saco de la gran cantidad de personas.

- Parecía que necesitabas ayuda - Dijo la peligris con una sonrisa - ¿También venías a ver el Monsterphilia?

- ¿Syr? - Dijo algo confundido - ¡Te encontré! - La tomo de las manos y Syr se sonrojo - O más bien me contraste.

- ¿Por qué me buscabas? - pregunto recomponiendo la compostura.

- Ten - le entregó su monedero - Me tope con tus amigas y me dijeron que olvidaste esto.

- Ups - Dijo con un dedo en su labio - Te lo agradezco, déjame recompensarte - Sonrió de forma coqueta.

Syr comenzó a acercarse lentamente hacia Bell, el cual trago saliva algo nervioso cerro sus ojos esperando la recompensa.

"Tap Tap"

Syr le había dado unas palmaditas en la cabeza, Bell abrió los ojos y se sonrojo, pues el esperaba algo diferente.

- ¿Por qué esa cara?- Pregunto - No me digas esperabas otra cosa - Bell se sonrojo y miro al suelo.

Se sentía como un tonto y quería escapar de allí, la vergüenza era muy grande para un corazón tan frágil como el de Bell.

- N-nos vemos luego - Dijo muy sonrojado.

El intento salir corriendo de el lugar pero su muñeca fue nuevamente tomada por la chica, para sorpresa de Bell.

- Solo te estaba molestando - Dijo ligeramente sonrojada - ¿Podrías acompañarme al Monsterphilia? - Pregunto haciendo una cara adorable.

- Pero yo debía ir a ayudar a mi [Familia] - Dijo con algo de pesar - Lo siento...

- Solo será un rato - Dijo sonríendo - Es mi forma de agradecerte de verdad y disculparme por la broma.

- ... - Estaba indeciso - Pero que sea solo un rato - Dijo rindiendose y comenzando a caminar.

- Descuida, solo quiero ver algo... - Dijo con un leve susurro.

- ¿Dijiste algo? - pregunto Bell.

- Que sería como una cita - Dijo sonrojando a Bell - ¿No lo crees?

- S-si T-tu lo dices - Dijo mirando el suelo.

Ambos comenzaron a caminar por las calles de Orario con dirección al coliseo, mientras caminaba Bell observaba los diferentes puestos con asombro, tantos tipos de comida que el jamás había visto en su corta vida, sin duda el pueblo de el que venía era un lugar muy pequeño.

- ¡Mira un puesto de crepas! - Tomo la mano de Bell y lo llevo hasta el puesto - Deberías probarlas.

- Si tú lo dices - Dijo sonrojado por tomar la mano de Syr.

El dueño de el puesto sonrió con astucia ,pues el amor vende bastante bien y ellos dos parecían una pareja de enamorados.

- Dos crepas porfavor - Dijo Syr sonriendo.

- Dos órdenes saliendo para la joven pareja - Dijo el vendedor con una sonrisa.

Rápidamente su bocadillo les fue entregado, Bell se sorprendió por ver el postre parecía muy dulce para su gusto.

- ¿Cuánto va a ser?

- ¿Cuando va a ser?

Bell y Syr hablaron al mismo tiempo llamando la atención de algunos de los que se encontraban allí.

- No te preocupes Syr puedo pagar esto - Dijo sonriendo - Gane un buen dinero en la mazmorra.

- Yo fui quien te debía compensar Bell ,déjame pagar a mi - Dijo Syr manteniéndose firme - Así que dejame pagar.

Ninguno estaba dispuesto a retroceder, pero Syr sabía utilizar todas sus cartas a su favor.

- Te esfuerzas mucho en la mazmorra todos los días - Se tocó la mejilla y le sonrió - Déjame almenos compensarte con algo tan minúsculo cómo esto, ¿acaso no puedo? - Bell se sonrojo como un tómate y miro el suelo.

Rápidamente Syr pago al vendedor, quien estaba agradecido por la escena que habían montado los dos tortolitos, por qué le tocó una de las mejores publicidades que hay.

Syr y Bell estaban afuera de el coliseo sentados en el césped que había en aquel lugar, ambos apunto de disfrutar de su crepa.

- Vamos prueba tu crepa - Dijo Syr dándole un bocado a la suya.

- Está bien - Le dió un bocado - Está buena.

Si bien no le gustaba lo dulce la crepa estaba buena no como para comerla seguido pero lo suficiente para no quejarse.

- ¿Quieres probar la mía? - Dijo Syr con un leve sonrojo.

- ¿Eh? - Se volvió a sonrojar - N-no yo, T-tu... Emm...

- ¿Acaso no quieres probarla por qué ya la mordi yo? - Dijo fingiendo tristeza.

- ¡No! - Dijo sonrojado - Mejor tu prueba la mía...

- O mejor los dos probamos la de el otro - Dijo con una sonrisa - ¿Que dices?

Bell aún con el sonrojo asintió, Syr se acomodo un poco el cabello y se acercó lentamente hacia la crepa de Bell, para darle una pequeña mordida, el peliblanco no pudo evitar sonrojarse.

- Listo te toca - Le ofreció su crepa.

Bell algo sonrojado se comenzó a acercar a la crepa y le dió un mordisco pequeño, rápidamente regreso a su pocision original manteniendo un gran sonrojo, "¿Por qué de repente la crepa sabe mejor?" Se preguntaba.

- Oh Bell tienes un poco de merengue - Limpio el merengue y se lo llevó a la boca - ¿Ocurre algo?

Bell estaba sonrojado a más no poder, Syr era una chica muy complicada de tratar para el peliblanco debido a lo impredecible que era, pero rápidamente un escalofrío recorrió su espalda alertando todos sus instintos de supervivencia.

- !...¡ - Se giró a un tejado - por un segundo creí que alguien me miraba - Dijo algo asustado.

- Tránquilo no hay nada allá - Dijo Syr con una sonrisa - Mejor disfrutemos de esta cita.

- Glup - Trago saliva algo nervioso - E-esta bien...

...

Una mujer con una capucha de color negro caminaba entre los oscuros pasillos debajo de el coliseo con un objetivo.

Encontrar a un monstruo capaz de enfrentar a cierto Aventurero, varios guardias la vieron y fueron directamente a confrontarla.

- Oye tú ,no puedes estar aquí - Dijo un guardia acercándose - Muestrate.

La mujer solo sonrió y comenzo a acercarse lentamente hacia el guardia quien se mantenía firme con su lanza en mano.

- Solo vengo a buscar algo - Dijo con una leve sonrisa - No tardaré mucho.

El guardía mantuvo su pocision sin dudar ni un segundo ante las palabras de la mujer, hasta que un leve brillo se asomó de su capucha.

Antes de darse cuenta su mente ya no se encontrá en la tierra, sus años de entrenamiento habían caído en segundos ante la mirada de una chica.

- ¿Ocurre algo? - se acercó el compañero de el guardia - ¿Eh?

Al ver su aliado desmayado el hombre se puso en guardia pero sus ojos fueron tapados por las bellas manos de la mujer encapuchada.

El otro guardia había caído aún más rápido que su compañero ambos guardias desmayados en un instante.

La mujer continúo con su búsqueda hasta que llegó a un pasillo donde habían muchas jaulas y la mujer sonrió.

- Me pregunto a cual de ustedes escogeré - Dijo con una sonrisa - Creo que serás tú...

Apunto hasta una jaula donde se encontraba un Silverback encerrado y encadenado, traído directamente desde el piso 12.

Ella hacerco su mano directamente a la cara de el monstruo el cual se acercó con cautela.

- Necesito que me ayudes con algo - Dijo casi como un susurro - Busca a ....

Regresando con Bell y Syr ambos caminaban con tranquilidad apunto de entrar al coliseo para disfrutar de el show.

- No puedo esperar para ver el show - Dijo Bell algo emocionado - Me gustaría ver cómo doman a los monstruos.

- Pareces un niño pequeño Bell - Dijo Syr con una sonrisa - Eres muy adorable.

- O-oye - Dijo volviendo a sonrojarse - ¿Puedes dejar de hacer eso?

Syr se acercó nuevamente a Bell y le sonrió mientras este último quedó pasmado ante la cercanía de ambos.

- ¿Hacer que? - Dijo mirándolo fijamente.

- Tu sabes... - Bell desvió la mirada.

Syr tomo la mejilla de Bell y alzó su rostro, ambos ojos se encontraron nuevamente, Bell veía con atención los ojos plateados de Syr casi como si estuviera bajo hypnosis.

Ambos estaban tan concentrados el uno en el otro que no notaron que todos corrían escapando de algo.

Gracias a sus sentidos mejorados cayó en cuenta de la situación y sus ojos se desviaron detrás de Syr dónde un gran Silverback los miraba a ambos.

- ¡¡GOARGHH!! - Rugió con fuerza y salto hacia los tortolos.

Bell rápidamente tomo en brazos a Syr y salto fuera de el peligro, la peli gris estaba en los brazos de Bell cuál princesa de cuentos de hadas.

- ¡¿Que diablos hace un silverback suelto?! - Se pregunto a si mismo.

- No lo sé pero parece que debemos salir de aquí - Dijo manteniendo la calma.

Bell hizo caso a lo que dijo Syr y comenzó a correr mientras el Silverback Los perseguía.

Cada segundo que pasaba el Silverback acortaba el espacio cosa que ponía nervioso a Bell.

"Si esto sigue así nos alcanzará" pensó nervioso el peliblanco y como si Syr pudiera leer sus pensamientos habló.

- Ve hacia la calle dedalo - Dijo con seguridad - Es como un laberinto y podremos perderlo.

- Está bien - Dijo confiando en ella - Calle dedalo entonces.

Corrió como si no hubiera un mañana hasta que noto el gran cartel que indicaba el inició de el laberinto hecho por el hombre.

Todos al ver la llegada de el Silverback cerraron sus ventanas y se escondieron ante el peligro inminente que había.

Bell apesar de tener a Syr en brazos tenía una buena velocidad de movimiento y de reacción lo que le permitía manterse con ventaja ante el monstruo.

El Silverback al ver que ya no estaba alcanzando a Bell se molestó y comenzó a trepar entre los tejados de el lugar para acortar el paso con mayor eficacia.

Bell noto eso y comenzó a ponerse nervioso, estaba en total desventaja, pues el monstruo tenía una mejor perspectiva de el lugar mientras Bell no conocía nada de este lugar, dependía puramente de la suerte.

- ¡Gira a la derechas! - Exclamo Syr con seguridad - ¡Hazlo!

Bell entendió y le hizo caso, giró hacia la derecha donde solo había un callejón sin salida cosa que piso nervioso al peliblanco.

- Rápido bájame - Bell la soltó - ¡Bien corre!

Syr se acercó había la pared y tocó un bloque de concreto que activó un pasadizo secreto en la pared , Bell no lo dudo ni un segundo y tomo de la mano de Syr para comenzar a correr ambos.

El Silverback Vio Eso con irá pura pues el no podía entrar por ese lugar tan pequeño por lo que tenía que rodearlo.

De un salto brinco el lugar y ya en el tejado comenzó a olfatear a Bell y a Syr le tomo un instante pero una vez captó su aroma no los dejo ir.

Por otro lado el Dios Miach caminaba tranquilamente con un estuche en sus manos, el tenía una poco visibles ojeras debido al cansancio de haber hecho el arma.

Hasta que noto mucha gente alborotada por lo que inevitablemente fue a ayudar a las personas que lo necesitaran.

Más particularmente a cierto puesto de crepas que estaba un poco destruido por cierto Silverback.

- ¿Que ocurrió? - pregunto Miach ayudando a recoger - Pareciera si alguien o algo hubiera arrasado con el lugar.

- Varios monstruos escaparon de el coliseo - Dijo con pesar mientras recogía lo que quedaba de los ingredientes - Un mugroso Silverback paso por aquí perseguiendo a una pareja de jóvenes, una chica de pelo gris y ojos plateados y un chico de pelo blanco y ojos rojos.

- ¿Eh? - Exclamó incredulo - ¿De casualidad su nombre era Bell?

- Oh, si .... - el vendedor cayó en cuenta - ¡El chico debe estar en mucho peligro!

- ¿Sabes más o menos por dónde fue? - Pregunto con preocupación - Creo que tengo algo que pueda ayudarlo.

- Si mal no escuché, vieron al Silverback en la calle dedalo - Dijo con pesar - Lamento no poder hacer nada.

- No se preocupe - Se levantó y acomodo lo que recogió - Se que puede salir de esto.

Miach comenzó a correr con dirección a la calle dedalo esperando que la suerte lo acompañará para poder entregarle a Bell la espada que le habían hecho.

La espada era de color azabache con jeroglíficos si bien no era muy larga tampoco era tan corta.

Cuando la estaban haciendo Miach tuvo que dar un estimado de la estatura de Bell para poder hacer un arma a la medida y se adaptada al usuario, pues sería un problema si la espada llegase a ser incómoda para Bell por eso adoptaron un tamaño un poco corto a comparación de otras espadas.

Miach siguió corriendo con el estuche en mano, todos veían correr al amable de Miach por la calle dedalo con preocupación visible en su rostro.

Tristemente para el habían varios caminos que llevaban a diferentes lados y se detuvo, no sabía que camino tomar por lo que decidió mirar al cielo esperando un milagro.

Por una fracción de segundo pudo ver un borrón negro pasar por ensima de él tomando el camino de la derecha.

- Confío - Dijo para si mismo y corrió.

Mientras Miach corría a toda velocidad Bell tomado de la mando de Syr había llegado a una especie de barrio en la calle dedalo.

Había suficiente espacio para luchar y había una puerta de metal, Bell rápidamente llévala Syr allí para hacerla pasar.

- ¿Que haces? - pregunto preocupada.

- Tu escapa yo haré de carnada - Dijo Bell algo nervioso - Debes salir sana y salva, si puedes buscar ayuda.

- Pero... - Bell se giró.

Bell descenfundo la daga de el gremio y se puso en pocision de combate el Silverback "Sonrió" con burla.

- ¡No dejar que lastimes a Syr! - Corrio hacia el monstruo - ¡Ahhh!

Syr veía como Bell con su ardiente valentía corría hacia el monstruo al igual que varios civiles que estaban escondidos, de un salto se preparó para clavar su daga.

- Tu puedes Bell... - Dijo susurrando - Muéstrame lo que puedes hacer - Sonrió.

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