Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

━━.𝟻𝟻

▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅

Annie volvió

▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅

Narrador Omnisciente.

El descanso fue mínimo, pero las chicas ya estaban oficialmente en tierra de Ragako, las tierras en donde Connie se crió. Sólo debían ir a encontrar la casa de este por el camino y detenerlo, antes de que sea demasiado tarde para Falco...

—¡Él es! — apuntó Kikyo. —¡¡Falco!! ¡¡Aléjate de él!!

—¡¿Kikyo?! ¡¿Gabi?!

—¡¡Intenta darte de comer a ese titán porque te comiste al titán Mandíbula!!

—¿Eh...? — fue su única reacción.

—¡¡Connie, detente!! — gritó la albina.

Connie frunció el ceño, agarró a Falco por el cuello y puso una cuchilla en esta como a un rehén.

—¡¡Aléjense!! ¡¡Ustedes tres, no se acerquen!! — amenazó.

Los caballos se detuvieron como él lo ordenó.

—¡¡Connie–!!

—¡¡Cállense!! ¡¡No quiero oírlos!! — acercó más la cuchilla. —¡¡No digan nada!! ¡¡No lo entienden!! ¡¡Me van a decir que es mejor dejarlo vivo, ¿cierto?!! ¡¡Que debo abandonar a mi madre!! ¡¿No es verdad?!

—Connie, primero escúchame...

—¡¿Cómo puede alguien tan feliz como tú entender lo que un tonto como yo tiene que decir?! — este retrocedió junto a Falco y comenzó a  subir las escaleras.

—¡¡Falco!! ¡¡Usa el poder del titán Mandíbula!! — gritó Gabi.

—¿Poder del titán Mandíbula...? ¿Qué pasó con el señor Galliard...?

—¡No...! ¡¡Falco!! — gritó Kikyo a punto de bajar del caballo.

—¡Kikyo! ¡Aléjate!

La albina cerró los ojos, estaba tan desesperada y no sabía qué hacer ante esta situación... Aún así, Connie debía conseguir de su sangre.

"¡Eres un monstruo! ¡Me quitaste a mi tío!" "Hmp ¿Para eso tenemos hijos?" "La verdadera enemiga eres tú..." "El tío Pixis... Estaría triste... De qué no me matara... Una titán sexy."

¿Por qué estoy recordando esto justo ahora? – 🐿️

—Niñas... Perdonen a Connie... — la albina se levantó de su caballo y con el equipo de maniobras adherió sobre el tronco que sostenía el techo, justo encima de la boca de la madre de Connie.

Su vista por un momento se iba al piso al igual que su cuerpo, se estaba arriesgando mucho.

—¡Oye! ¡Te dije que no te acerques! — gritó Connie.

Al notar que la albina miraba de una manera extraña la boca de su mamá, se preocupó y pensó lo peor.

—Ha-Haru... ¿Qué planeas? ¡O-Oye, di algo! — gritó.

—Tonto... Me acabas de decir que no dijera nada. — volteó para verlo. —Esto no va a funcionar, no a menos que tengas de mi sangre, y lo siento mucho... Pero aún no puedo darte de esta y menos si vas a...–

La tabla en donde se sostenía se partió en dos y su cuerpo comenzó a caer, mientras la madre de Connie abría su boca para recibirla a gusto. Connie se puso pálido como un fantasma y gritó.

—¡¡Haru!! — Connie soltó a Falco y se aventó para desviarla de su mamá, logrando salvarla. —¡Oye! ¿Estás demente?

—Agh, ¿quién sabe? — se agarró de la cabeza.

「•••」

Kikyo se sentía tan roja como tomate por el repentino abrazo que le dio Falco, este lloraba mucho tras oír que su hermano, Colt, estaba muerto y que se había devorado a Galliard al haberse convertido en titán. Lo entendía, se sentía culpable.

—Con esto pruebas que eres más idiota que yo. — dijo Connie. —¿En qué pensabas? Hubieras muerto en vano, sólo los miembros de tu clan pueden heredar el poder del titán Demonio. Sí no te salvaba... ¿Qué era lo que planeabas hacer?

—No lo sé, fue un impulso o algo así... Connie, lo lamento tanto. — dijo Haru. —No soy la indicada para decirte que estabas en un error. Lo que quisiste hacer por tu madre fue algo que me conmovió... Has sufrido tanto, la veías y siempre estabas con ella. Y yo sólo te dejé de lado sin ponerme en tus zapatos.

—Mi madre me dijo que sea un gran soldado, valeroso y valiente... Y aún así, su hijo casi mata a un niño y a una gran amiga... — sollozó. Haru le daba palmadas reconfortantes a su espalda en señal de apoyo.

—Yo tampoco soy la más indicada de heredar este poder...

—Haru. Yo... Quiero convertirme en el tipo de soldado que mi madre quería... Así que, vamos a salvar a aquellos en problemas. — sonrió.

—Sí... — dijo para que luego sus tripas le rujan. —Pero primero hay que comer.

—Vamos a la ciudad, ahí podemos comer un rato. También debemos cuidar de ellos. — fijó su vista en los tres niños abrazados.

—Sí, vamos. — se levantó del piso y le tendió la mano. —Nos reuniremos con los otros más tarde, luego será por el idiota de Reiner.

—Sí.

「•••」

Habían un montón de puestos con comida, todos escogieron diferentes tipos de pay de diferentes sabores. Claro que tampoco sobraban los tomadores profesionales que estaban del lado de Eren Jaeger.

—¡Somos libres! ¡Seámoslo siempre! — gritó un hombre con su botella en mano.

—¡Qué vivan los Jaegeristas! — gritó una mujer igual de borracha.

—¡¡Entreguen sus corazones!!

—¡Este trago va por Eren!

La albina y la azabache les daban mala cara a los sujetos que sólo tomaban y festejaban por el acto genocida de Eren. Su ignorancia era realmente increíble.

—Bueno, debemos apurarnos esta vez. Tenemos que ir por lo otros y luego por Reiner.

—No te preocupes, estará en coma por unos dos o tres días más. — dijo Gabi volteando a verla.

—Mmm... Bueno. Oh, ahí hay una mesa libre. — dijo. —Bueno, sólo está esa persona con capa, uhhh... Misteriosa persona.

—¿Realmente deberíamos tomar este descanso? — preguntó Falco.

—Oye, agradece que esa bebedora con cara de ardilla tenía hambre de perro callejero. — dijo Connie ya casi harto de que le pregunten lo mismo, no era su mejor momento.

—Pues entonces agradezco que ella también tenga hambre... Podría comerme una vaca entera. — dijo la azabache con nervios.

Falco rió por el comentario de Kikyo y ella sólo se sonrojó de emoción por hacerlo reír después de lo que pasó hace rato.

—Ah... Por fin. — dijo Haru. —Bien, que aprovechen y que por el culo lo echen. — dijo.

—¡Jajaja! — rió Connie para luego recordar algo y cambiar el tema de la conversación. —Oye, Haru. ¿Es cierto? ¿Qué Annie podría estar de regreso? 

—Sí... Si todo el endurecimiento fue deshecho, existe la posibili–

De la nada ella y Connie voltearon a ver a la persona a su lado que comía como cerdo descosido. La albina se llevó una gran sorpresa de verla ahí a su lado sin haberse dado cuenta, la persona de capa misteriosa era la auténtica Annie.

—¡¿Annie?!

—¡¿Qué?! — Kikyo se levantó de su asiento sorprendida.

Annie tenía las mejillas llenas de pay y que salían de su boca, se lo pasó de un bocado para mirarlos como si nada.

—¡Waaajajajajajaja! — Connie rió mientras la señalaba. —¡Annie está devorando ese Pay...!

—Co-Connie... — murmuró la albina para hacerlo callar. —No la hagas sentir mal de esa forma...

—¡Qué desastre ha hecho! ¡Es su primer pay después de cuatro años!

—Bueno, ni modo... ¡¡Annie!! — se le tiró encima y ambas cayeron al piso de espaldas, Connie también cayó ya que estaban en la misma banca.

—¡O-Oye, idiota! — regañó con total molestia. —¡Déjame ya, maldita cara de ardilla!

La albina abrió los ojos y estos dos comenzaron a hacerse agua y sus labios temblaban, Haru sentía que ese pequeño vacío de corazón se llenaba de alguna manera al ver a Annie después de tantos años... Sólo hablándole a su prisión de cristal, sin volver a oírla, ni dar señales de que aún estuviera con vida. Pero ya no era así.

—Eres la verdadera Annie... — se apegó más a ella de manera que su rostro quede cerca de su cuello y oído. —De verdad estás aquí. Qué alivio... Te extrañé tanto, Annie.

—¿Haru?

—No sabes... — sorbió sus mocos con felicidad. —Lo mucho que me alegra de que estés bien...

La rubia sintió sus mejillas rojas, se sentía tan cálida y de alguna manera correspondió a su abrazo. No era buena para consolar, por lo que sólo le daba ligeros golpes a su espalda para calmarla.

—Yo... También.

「•••」

Tras llegar con los demás, Armin le dio una mirada cálida a la albina y está corrió hacia él.

—¡Armin! — gritó la albina. —¡Mira quién está conmigo! — dijo para acercarla.

—Oh, Annie... Pasó tiempo. — su expresión cambió.

—Armin... — frunció ligeramente el ceño. —Sí, pasaron muchas cosas.

Haru se sentía realmente intimidada al sentir las dos auras de desprendía Armin y Annie. No sabía la razón, pero es que no se llevaban tan bien. Era como tener a dos lobos mirando seriamente al otro, Haru era la ardilla.

De cierta manera eran como rivales en el amor y amistad porque sentían que la albina pasaba más tiempo con la otra persona. En fin, Armin la ama mucho y Annie ya se había acostumbrado a tener a la ardilla colgando de su hombro todo el tiempo a diario.

Pero Annie sentía que su relación era mucho mejor debido a los cuatro largos años en las que ella no se olvidaba de contarle sus alegrías y penas, sus momentos felices junto a los demás y sus ocurrencias. Eso de cierta forma ablandó su corazón de roca, aunque fuera un poco.

—Este es el momento en donde me dan un abrazo por este encuentro conmovedor... — abrió sus brazos para calmar el ambiente sombrío.

—No. — dijeron. —Vamos a trabajar.

Se oyeron disparos de lo más lejos.

—¿Oyeron eso, chicos?

—Cuatro disparos consecutivos. — dijo la Ackerman. —Es la señal de Jean para continuar la operación.

—Ya tenemos una buena cantidad de comida empacada. Eso debería ser suficiente para el viaje.

—Ahora mismo su atención debe estar en el otro lado de la fortaleza. — dijo Annie.

—¡Vamos!

Los caballos y sus carretas dieron el inicio a ir avanzando a por Reiner. Annie volteó al sentirse observada. En una de las ventanas del edificio vio una silueta que le confirmaba que estaban siendo observados.

「•••」

Gabi les guío al pequeño refugio en donde dejó a Reiner dormir.

—Es aquí. — apuntó.

Annie sólo chasqueó la lengua con enfado y le dio una patada mortal a su mandíbula para que despierte de su sueño de belleza.

—Levántate, idiota.

—¡Ahh! ¡¿Qué...?! — despertó para luego mirar asombrado a la más baja y malhumorada del grupo. —¡¿Annie?!

—¡Cálmate, Reiner! — dijo Gabi. —¡No te alteres!

—No se preocupe, oficial Braun. Todos estamos en el mismo bando.

—Sí, no se altere. — respondió Kikyo con toda normalidad, aún no lo había perdonado del todo.

—No tenemos tiempo que perder. Ya nos vamos. Apúrate y levántate del pido. — dijo Haru.

—¿A... A dónde? ¿A dónde vamos? — preguntó asustado.

—A salvar al mundo. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro