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Medallas de honor

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Narrador Omnisciente.

La albina despertó por el constante ruido de la cama que rechina del castaño, se movía mucho, parecía estar teniendo una pesadilla.

—¡Ahhhhhh! — gritó al despertar de golpe de su celda.

Haru cayó de la cama golpeándose la cabeza contra el piso.

—Carajo. — se quejó en un susurro. —¿Qué pasó? ¿Eren?

—¿Dónde estoy? ¿Quién soy? No sé...  — fue lo primero que preguntó.

—Eren, cálmate. — le dijo Armin. —Estás en una celda de castigo. Haru, Mikasa y tú están aquí por su comportamiento insubordinado.

—Dinos, ¿tuviste una pesadilla, Eren? — preguntó la azabache con el cabello despeinado y más delgada.

—Sí... Yo era...

—Al despertar preguntaste "¿quién soy?", dime por qué. — dijo el rubio.

—Es verdad. — dijo Haru.

—¿Por qué lloras, Eren? ¿Estás bien?

—Me siento... Como si acabara de despertar de un largo sueño. — se sentó en el piso y tomó su cabeza. —No es cierto, no fue un sueño... Fueron recuerdos... Creo que fueron recuerdos de mi padre.

Haru no entendía de lo que hablaba, claro que podía saber eso de ver los recuerdos de los antiguos portadores de un poder titán, pero el tema de Eren era diferente. ¿Por qué lo impresiona tanto?

—Aquel titán... Se trataba de ti... Dina. — pronunció.

「•••」

Armin se metió a la celda durante un buen tiempo a escribir todo lo que Eren decía según viajaba en los recuerdos de su padre, Grisha Jaeger.

—... El individuo que hereda el poder de un titán muere a los 13 años después, Búho se refirió a eso como la maldicion de Ymir... Trece años, fue el lazo de tiempo que vivió Ymir. Justo después de obtener el poder del titán Fundador.

—Entonces... Armin y yo sólo tenemos trece años de vida. — dijo la albina desde la otra celda. —¿Qué hay de ti, Eren?

—Aproximadamente 8 años, o t vez menos. — afirmó.

—No es cierto, lo que dices debe ser un error... — dijo Mikasa. —No es verdad, te equivocas...

—Si alguien con el poder de los 10 titanes no logra transmitírselo a un sucesor antes de morir, entonces un bebé del pueblo de Ymir nacerá en el momento de su muerte. Ese bebé será quien hedere su habilidad. Es como si el pueblo de Ymir estuviera conectado en su totalidad por alguna especie de vínculo invisible. Uno de los sucesores dijo ver unos caminos, toda la sangre y huesos de los titanes, incluso los pensamientos y recuerdos viajan a través de esos caminos. Y al final... todos ellos convergen en una única coordenada, y esa sólo es el titán Fundador...

Eren... Deja de decir "Ymir" sólo puedo reflejar la imagen de la Ymir que todos conocemos... – 🐿️

「•••」

Eren seguía hablando sin darse cuenta, la Sargento y el Capitán Levi también bajaron a verlos. Parecía ser algo importante, porque no los han ido a visitar mucho.

—... Su nombre era, Titán de Ataque.

—¿Qué estás haciendo? — preguntó Hange.

Hange tomó la misma pose de Eren al hablar, colocando su espalda a la pared y su mano en la barbilla, dándole un toque de intriga a su mirada fría.

—Su nombre es Titán de Ataque. — repitió de la misma forma. —Es lo que acabas de decir, ¿cierto?

—No.

El Capitán Levi se acercó a la celda de Eren y fue abriendo la puerta, la de Mikasa y Haru también.

—¿Qué? ¡Lo acabas de decir! ¡Ustedes también lo escucharon!

—Sí, pero... Es díficil de explicar.

—¡¿Cómo creen?! ¡Oye, ¿qué diablos te ocurre, Eren?!

—Estoy bien, no pasa nada.

—Lo que dijiste fue el nombre de tu titán, ¿porque te pones a hablar cuando no hay nadie presente?

—Ya déjalo en paz, Hange. Ya tiene 15 años, y todos pasamos por esa fase. — dijo Levi.

—¿A qué te refieres con "esa fase"?

—Comandante Hange, después yo le explicaré todo. — dijo el rubio.

—Oye, ¿de qué hablas? ¿Por qué dices eso?

—¡Díganme! ¡¿Para qué demonios vinieron?! — gritó el castaño.

—Lárgate.

Levi le abrió la puerta.

—Pero todavía me quedan 10 días de castigo.

—No, acabó. El castigo equivalente a 10 días se lo acaba de dejar Hange.

—Ya hablamos con el Generalísimo Zackly, no te preocupes. — dijo. —Él nos dijo que la gente se molestará con nosotros por encerrar a los héroes que vencieron al Titán Acorazado y al Colosal. Además, lo único que hicieron fue desobedecer a los estúpidos que dejaron que esos titanes escaparan de nosotros.

—¿Qué? Eso no es verdad.

Cuando la albina salió, colocó su cabeza encima del hombro de Armin en un sonrojl. Extrañó al rubio, a pesar de que él siempre estaba con ellos acompañándolos. Armin acarició su cabeza calmando su respiración del inesperado acto de Haru.

Cuando Mikasa salió, parecía estar muerta, estaba muy delgada.

—Mikasa, estás muy delgada. ¿No has estado comiendo? Nos dieron suficiente comida. — la azabache se tapó el rostro antes lo dicho de su amiga. —¿Mikasa?

—Ustedes dos... Se ven bien. — dijo.

—Andando. — dijo Levi. —Deben cambiarse inmediatamente.

—¿A dónde vamos, Capitán?

—Tenemos audiencia, la reina nos espera en el distrito Trost.

Haru, Mikasa y Eren se prepararon para salir, llevando su uniforme formal verde. Llegando a Trost, caminaron por los pasillos hasta llegar a esperar en la puerta.

—Ya estamos aquí.

—Adelante. — dijeron del interior de la habitación.

Historia de acercó a ellos, la primera en saludar de la manera más formal que nunca fue Haru.

—Majestad...

—Majestad.

—Majestad.

—Majestad...

—N-No, no por favor. No estamos en ninguna reunión formal. — los miró. —En verdad, han pasado muchas cosas. Ahora que estoy en el interior, sólo me la paso mirando al cielo. — dijo.

—Que estés a salvo es lo más importante. — dijo la albina.

—Sí, así es. — asintió Armin.

—Sí.

—¡Me alegra que ustedes sean los mismos de siempre! — sonrió.

—Supongo que no hemos asimilado la gravedad de qué a pasado. — estos cuatro cambiaron un poco de expresión en sus caras.

—Bien, hora de marcharnos. — dijo la Comandante al lado de Jean.

「•••」

Y así comenzó la reunión, todos los soldados de la Legión, o más bien... Lo que quedó de ella, estuvo presente en la sala, sentados cada uno en filas de tres. Claro que los que estaban heridos como Sasha o Rosé no estaban ahí presentes.

—Los datos del origen de Grisha Jaeger, toda la historia acerca de los titanes y la información del mundo exterior que está están detalladamente explicadas en estos tres libros, sólo los presentes sabemos de su existencia. Todo fue gracias a estos 11 miembros de la Legión. Y también mencionaré a los 199 que ya no están. El día de hoy, en presencia de la Reina, vamos a discutir sobre nuestra situación actual, y todos juntos estableceremos un plan de acción. — dijo. —Comandante de la Legión, Hange Zoe.

—Sí. — se levantó de su asiento. —Nosotros, la Legión de Exploración, perdimos a Erwin Smith, y también a muchos héroes para alcanzar nuestro objetivo. Recuperar la muralla María, así como finalmente haber obtenido los poderes del Titán Colosal. Sin embargo, la humanidad dentro de las murallas se encuentra bajo la amenaza de un inminente peligro. Puedo decir qué hubiéramos deseado enfrentarnos únicamente a los monstruos titanes. No obstante, los verdaderos enemigos a los que tenemos que enfrentar son otros humanos y su civilización... De hecho, es todo el mundo. Según los escritos, nosotros somos capaces de transformarnos en titanes, nos llaman "El pueblo de Ymir". Existe una posibilidad de que dominemos al mundo. Es por esa razón que la humanidad y el resto del planeta desea exterminar a toda nuestra raza. — dijo. —El doctor Grisha Jaeger cumplió con su objetivo, le transmitió el poder del titán Fundador a su hijo, Eren. Sin embargo, el titán Fundador sólo usa todo su potencial, cuando se encuentre en manos de un sucesor que sea parte de la familia real, aún así, aunque obtenga el poder absoluto del titán, la voluntad del Rey se apodera de su cuerpo. Y la única salida posible, es acabar con su vida. Seguramente esto se deba al pacto que hizo con el Rey. No obstante, señores... Eren logró escapar de una situación muy complicada, controlando a todos los titanes puros. Aunque Eren no forma parte de la familia real, existe una alta posibilidad de que él sea capaz de usar ese poder.

—¡No puede ser! — Eren se levantó asustado de la mesa, causando que la albina y los demás se sorprendan.

—Me sorprendiste... — dijo Hange. —¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

—A-Ah, bueno... E-Es que yo...

—Por favor, dinos lo que ocurre, querido titán. — dijo Zackly.

—Perdón, señor. — se sentó. —No es nada. Lamento haber interrumpido la reunión.

—Ah... Ya comprendo. — dijo Hange.

Eren levantó la mirada con algo de nervios, miró a Hange voltear y volver a hablar.

—Señor, al parecer este chico está pasando por una etapa especial. — dijo. —Por lo que de pronto se altera y grita cosas sin sentido.

—Oh, entiendo. Entonces el pobre muchacho ya está en esa edad.

—Eren, ¿seguro que estás bien?

Todavía no puedo contarles lo que pasó... El titán que devoró a Hannes y a mi madre, fue la primera persona con la que se casó mi padre... Pero si yo hablara de ese tema... Si les digo que al entrar en contacto con un titán de sangre real, tal vez sea capaz de usar al Titán Fundador para controlarlo. Es cierto, es algo posible. Pero, si les doy esa información, ¿qué hará el ejército con Historia...? – 🗝️

—Nuestro enemigo es el mundo, pero... Sí hacemos esta información pública, hundirá el pánico dentro de las murallas.

—Eso es cierto, ni siquiera nosotros sabemos cuál es el alcance de la gravedad de esta situación.

—¿Volveremos a engañar al pueblo? — preguntó el Comandante Pixis. —¿Así como lo hizo el Rey Reiss? ¿Mantendremos a la población ignorante de su propio pasado? De ser así, ¿cuál fue la razón por la que nos esforzamos en quitarle la corona a ese rey tirano?

—... Lo haremos público. — dijo la reina. —Después de todo, ya es hora de devolverle a nuestro pueblo las memorias robados de hace 100 años. La gente de las murallas compartiremos el mismo destino, todos debemos unirnos y combinar nuestros esfuerzos.

Luego de la reunión, se hizo pública la información que conservaba la Legión y todos los altos mandos. La gente sacaban sus propias conclusiones del tema, algunos les creían, otros decían que era una mentira más. Otros ni siquiera les importaba... Era un caos.

Más tarde, se realizó una ceremonia para la Legión, asunto, recibir sus medallas de honor. Éstas serían entregadas por la reina, Historia. Haru ayudó a Rosé a colocarse bien el uniforme. Estaba algo chueco.

—Hola, héroes de las murallas. — una chica se les acercó.

—Hitch, realmente viniste. — dijo Rosé.

—Quería verlos recibir sus medallas en persona.

—Muchas gracias. — dijo Jean. —... Marlo fue... Fue valiente, hasta el final.

—Lo sé... — bajó la mirada.

—¿No es así, Floch? Cuéntale.

—Cierto, Marlo fue un gran soldado. Un nuevo recluta como Rosé y yo. Pero él supo liderarnos bien en los momentos más difíciles de la batalla. Estabamos a punto de ser el final, pero todos seguimos adelante sin temor.

—Sí...

—¡Él era un gran hombre!

—Lo sé, pero... Por eso, nunca le hice caso de lo que hacía. — dijo.

—Pero al final, creo que se arrepintió de morir así. — soltó de golpe. Rosé le dio un codazo a Floch y este se retorció un poco.

—Muchas gracias... — volteó. —Me reiré de ustedes sí arruinan la ceremonia. — se alejó.

—Oye, ¿por qué dijiste eso? — le preguntaron Jean y Rosé a la par.

—Porque... Alguien tiene que decir la horrible verdad. — miró con furia a Armin.

—Sé que tú eras de los que pensaban que debían revivir al Comandante Erwin y no a mí.

—Así es... — volteó para quedar cara a cara con Armin. —El Comandante era en realidad la mejor opción, y no soy el único que lo piensa... Hay mucha gente que leyó el informe, y se sienten igual que yo. ¿Por qué no eligieron a Erwin?

—¿Y qué demonios puedes saber tú de las capacidades de Armin? — le preguntó Haru ya molesta de las palabras de Floch. —Quiero que me digas, habla.

—No sé nada, no soy su amigo de la infancia y mucho menos su novia. Pero sé por qué eligieron a Armin en vez del Comandante. Ustedes tres y el capitán Levi se pusieron sentimentales, decidieron sobre la jeringa y terminaron por tomar una decisión irracional. Ustedes, no pudieron sacrificar a alguien que les importaba.

—Floch... — el castaño se acercó con un aura asesina al pelirrojo, trató de contenerse porque habían muchas personas y no quería causar un alboroto. —Será mejor que cierres la maldita boca.

—Eren, eres de esas personas que creen que tienen la razón en todo. Es por eso que nunca te rindes, por eso eres un niño caprichoso.

—Eren, ya basta. Olvídate de él. — habló Haru.

—Tú estuviste peor, Haru. Por poco matas a Rosé, gritaste como una desquiciada, y todo para que salven a tu amado Armin.

—¿Qué dijiste?

—Mikasa fue más madura de todos ustedes. Al final, decidió rendirse sobre el tema.

—Retira lo dicho, Floch. — habló la albina. —Mikasa estuvo muy dolida por lo que pasó. No voy a dejar que la insultes de esa forma–

—Oigan. — Jean los separó. —¿Qué es lo que están haciendo? Floch, hoy estamos aquí para mostrar respeto a los más caídos.

—¿Qué sentido tiene pelear por cosas que no vamos a poder cambiar? — preguntó Connie, quien también intervino.

—Ustedes dos, ni siquiera se opusieron a sus superiores, y no hicieron nada por detener a Eren, Mikasa y Haru. Sólo se quedaron viendo sin hacer nada. ¿De qué son las medallas? ¿A quién mostramos respeto? Al menos sean honestos con todos los reclutas que se unieron a Legión de Exploración, así no se alistarán los cobardes como yo por error.

—Floch... Cállate. En este momento acabas de mentir. — dijo Rosé. —Tú sabías más que nadie de lo peligroso que es unirse a la Legión, en cada misión rezas por las noches para que no te devoren. Di lo que quieras, pero tú sí sabías perfectamente del peligro al que te metiste. Así que no me vengas con un "No sabía". Tú querías hacerte el héroe, pero sólo eres un maldito cobarde.

—No, Floch tiene razón. — dijo el rubio. —Debieron revivir al Comandante Erwin.

—Armin, no digas eso... — la albina puso su mano en el hombro del rubio. —Lo que dice duele, ¿sabías?

—Pero yo no puedo hacer nada por darle la vuelta a la situación...

—¿Cómo puedes asegurar eso? — preguntó Eren. —No sé cuál era la mejor opción, nadie puede prever el futuro. Pero aún hay algo que tenemos que hacer, ¿viste lo que hay al otro lado? Me refiero, al otro lado de las murallas.

—... El mar... — dijo.

—¡Exactamente! Ahí está el mar. Y aún no lo hemos visto, aún hay mucho que no sabemos. Agua ardiente, tierras de hielo, campos completos de arena. Hay una total infinidad de posibilidades. Pasando las murallas está la libertad... —...

Tras decir eso, Eren guardó silencio al decir esa palabra, quedó perplejo y no dijo nada más.

—Escuchen, mocosos. Es hora, todos en fila. — ordenó Levi.

「•••」

Historia estaba en frente de todos ahí, dando su reverencia mientras que los otros estaban de rodillas frente a ella, devolviendo el saludo. Historia tomó en sus manos las medallas con ambas manos y fue pasando por cada uno de los soldados, en el momento en que les dieran las medallas, debían besar la mano de Historia. Era algo normal frente a la reina, pero estas dos, en el poco tiempo que pasaban juntas, se sentían algo extrañas. Cuando Historia pasó al frente de Haru, está levantó la mirada con seriedad.

Historia, no me veas así... Tengo altas ganas de reír por tu rostro de seriedad al límite... – 🐿️

Me gustaría que sólo pasara con Ymir, esto ya es muy raro, incluso para mí... – 👑

Y así fue, Haru recibió su medalla con el símbolo de la Legión en el centro. Historia llevó su mano al frente temblando un poco, Haru suspiró en sus adentros y besó la mano de Historia.

Cuando le tocó a Eren, este se quedó quieto luego de sentir una corriente eléctrica al entrar en contacto con Historia, sostuvo la mano de la rubia por un buen rato. Su rostro reflejaba sorpresa, pero una muy negativa.

Mal augurio.

—¿Eren?