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Héroe...

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Narrador Omnisciente.

El titán de Reiner caminó a pasos normales hacia los chicos en la muralla, ya era un hecho de que no pudieron acabar con él desgraciado.

—Ese maldito... Todavía no puedo creer que siga vivo. — dijo Jean. —¿Cómo carajos es que no murió? ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo demonios lo matamos? Oye, Armin. Tú... Al menos ayuda a Eren y Haru a escapar de aquí.

—... Está adelgazando... — dedujo al comparar el cuerpo de Berthold con el de antes. —El titán Colosal se ve un poco más delgado... — volteó. —¡Chicos, es justo como dijo Hange! ¡El titán Colosal debilita su cuerpo en batalla! ¡Recuerden los experimentos que hizo Eren! ¡Él pudo transformarse tres veces seguidas! Sí eso gastó a un titán de 15 metros, estoy seguro que para uno de 60 metros es más agotador. Además, está el uso de ese vapor. Lo más probable, es que al producir tanto calor consume su masa corporal, pero no le hace daño a sus huesos.

—¿Y eso qué significa?

—Armin.

—Ya tengo un plan. Necesito que ustedes alejen a Reiner. Eren, Haru y yo vamos a derrotar a Berthold. — sus palabras bastaron para sorprender a Mikasa y Jean. —Los tres lo venceremos, sé que podemos ganar.

—... Comprendo, en ese caso, nos encargaremos de Reiner.

—Ya era hora, tonto. De pronto sentí que ya no teníamos esperanza. — dijo el cara de caballo.

Armin se dirigió a la muralla donde estaban Eren y Haru, se acercó a los dos, la albina volteó y sintió su corazón aliviado.

—¡Armin! — la chica se levantó. —¡Eren necesita que–!

—Lo sé. — la miró fijamente con una sonrisa para luego cambiarla a una de seriedad. —Tengo un plan, para vencer a Berthold.

—¿En serio? ¿Qué debemos hacer? — preguntó. —¿Cómo lo–?

Armin abrazó repentinamente a Haru, acercó sus labios a los de la albina y los juntó en un beso lleno de amor. La albina no podía hacer más que sonrojarse y corresponder.

—Perdón, pero necesitaba eso. — dijo sonrojado. —Sujétate bien, puede que Eren se mueva. — desvío la mirada. —De paso... Escucha mi plan atentamente. Y por favor, no te opongas a mis decisiones...

Otra vez este mal presentimiento... No quiero tener que pensar en que el plan de Armin tenga que ver con un sacrificio... – 🐿️

Sí este plan tiene éxito, ya no podré ver el mar, ni mucho menos tener un futuro en paz junto a Haru... – 🌊

—Cuando pienso en conocer el mundo exterior... — levantó su cuchilla. —Puedo sentir cómo crece mi valentía.

El rubio de ojos paraíso enterró su cuchilla en la garganta de Eren, quien no hizo un sólo movimiento por el contacto del arma.

—Eren, despierta. Vamos a ver el mar, amigo... — dijo. —Eren... Escúchame atentamente. Lo que debemos hacer es...

「•••」

—Rosé... Rosé... — escuchó murmuros y ecos. —¡Oye, Rosé! — la azabache de ojos color ámbar fue despertando poco a poco, viendo a su compañero pelirojo con vida. —¡Estás viva!

—¿Floch? ¿Qué es lo que hacemos aquí? Recuerdo que... Estábamos luchando contra un titán, y luego... Los misiles del General Mag– — habló sin pensar.

—¡Tienes que reaccionar, Rosé! ¡El Comandante...! ¡El Comandante está...! — la azabache recordó de golpe lo que sucedió, fue ese golpe a la cabeza tan fuerte que la dejó medio tonta.

—¡Muchachos! — se levantó. Miró a su alrededor con náuseas, era la segunda vez que veía tanta sangre en su vida. —Chicos... ¿Quedó alguno con vida?

—Aún... No terminé de revisar a todos. — dijo.

—¿Qué vamos a hacer? El titán Bestia ya no está. — dijo. —¿Qué fue lo que pasó en el tiempo que estuve inconsciente?

「•••」

—¡No! ¡No puedo aceptar eso! ¡No me pidas que lo haga porque no lo haré! — negó. —¡Puedo ir yo en tu lugar, me puedo regenerar!

—Haru, Berthold conoce tus nuevos poderes de titán, te ignoraría por completo. — dijo con el aura oscura. —Deja que sea yo el que te salve... A los dos. Por favor, déjame esto a mí. Confía en mí...

Haru lo abrazó, no quiso soltarlo en ningún momento. Armin apegó su cuerpo al de ella y besó su mejilla con cariño y una tierna sonrisa se formó en sus labios.

—Haru, sabes que haría cualquier cosa con tal de protegerte. — dijo. —Este es uno de esos momentos, pero recuerda que siempre estaré junto a ti. Amándote, protegiéndote de todo peligro que exista.

Haru ocultó su rostro en el cuello de Armin, asintió con cólera. Estaba muy dolida, pero ya no había ni tiempo ni más ideas que esa.

No podía hacerlo, pero tampoco podía dejar que los demás mueran, sabiendo que confían plenamente en ellos. Era la decisión más difícil de su vida y en ambas perdía algo muy valioso.

—Está... Bien. — dejó de llorar. —Por favor, sobrevive... No mueras.

—Dime, ¿alguna vez en mi vida te he mentido? — ella negó.

Haru se separó del rubio y miró fijamente a Berthold, cada vez más cerca de ellos.

El plan dio inicio, Haru llevó su mano a la boca, transformándose en titán. Pero cayó hasta el piso por estar al borde casi hecho de galleta, rompiendo sus huesos y cayendo en una posición letal.

El uso del titán Demonio usa mucho la sangre de los Akaime, un gran poder no puede ser entregado a una simple chica que se la pasa tomando cuando se le da la gana... Haru, tú no eras la indicada. Pero tampoco podía dejar que tu raza se extinga.

El cuerpo de Eren no se movió del piso, estaba boca arriba, de esa forma el plan sería mucho más efectivo. Sería una gran distracción.

Berthold levantó su mano para ir directo a Eren, Armin gritó valientemente y se enganchó al cuerpo del titán Colosal.

Armin, ¿qué es lo que planeas hacer?

Berthold inició con su plan, tal y como quería Armin. Expulsó de su cuerpo el vapor super caliente, mientras que Armin se cubría con ambos brazos. Depende de cuánto tiempo aguante para que acaben con él.

Tal y como aseguró, sus huesos y dientes no se dilatan, y mientras emitía ese vapor, no se movía.

Haru comenzó con su parte del plan, activó la cristalización de su cuerpo y de poco a poco fue sellando su abertura en la muralla. Eren salió del cuerpo de su titán y se agachó, escondiéndose entre el cuerpo enorme para luego dirigirse al cuerpo de Haru. 

No respiro, debo soltarme... ¡No, aún no! Todavía no es suficiente, debo ganar más tiempo sin importar qué... – 🌊

¿En serio vas a dejar que te mate de esta forma? Haru está en el piso con los huesos rotos, Eren no se levanta de la muralla, los demás tratan de acabar con Reiner. ¿Este es tu gran plan...? Bueno, voy a acabar con tu sufrimiento si es lo que tanto deseas... – 🕴️

Berthold aumentó la intensidad de su vapor ardiente, lo que hizo que el equipo de Armin casi se desprenda de sus dientes, estaba muy mal, no respiraba y ya estaba tornando un color muy oscuro. Era como estar en el mismo infierno.

¡Resiste, todavía no te sueltes...! Eren, te la encargo... ¡Protégela por mí! ¡Ella debe vivir...! Te entrego mis sueños, mi vida, ahora todo eso te pertenece, Haru. Es lo único que te puedo dar antes de irme, debes ser feliz, aunque no sea conmigo. Estaré feliz de verte sonreír, así que no llores, recuerda que las niñas bonitas no lloran... Yo sé que lograrás ir a conocer el mar... Y ver a los pingüinos. Haru, recuerda... Todos esos lindos momentos de nuestra infancia, tal vez no fue la más perfecta, pero para mí... Fue la mejor infancia que tuve en la vida. Porque te conocí y descubrí lo mucho que te amo. No podría pensar en pasar una vida sin ti a mí lado... Este mundo no es un infierno cuando se trata de estar a tu lado. ¡Vive por mí! ¡Por favor, no te culpes!

Las manos de Armin se soltaron al igual que su equipo de maniobras, superó su propio límite. Descendió al piso con fatalidad, el azabache no sintió nada tras acabar con él. Sólo detuvo el vapor ardiente y miró fijamente el punto en donde estaba Haru anteriormente.

Bien, ahora que acabe con Armin... Iré por ellos y los caballos.

Cuando el humo se dispersó, Berthold miró asombrado la obra de Haru. ¿Por qué se cristalizó...? Se preguntó internamente, miró a la muralla, Eren ya no estaba ahí, su cuerpo de titán estaba desaparecido.

Berthold sintió un enganche y comprendió lo que tramaban. El sacrificio de Armin había sido para ganar tiempo. Reaccionó demasiado tarde, Eren ya estaba a pocos metros de su nuca.

—¡Te tengo! — gritó.

Fue en un instante... Eren sacó el asqueroso cuerpo caliente de Berthold, este sólo podía mirar muy sorprendido al suicida que alguna vez consideró compañero.

「•••」

—¡Floch, no! — la azabache detuvo el ataque del pelirojo contra el cuerpo medio muerto de Erwin.

—Estoy... Acabando con su sufrimiento... — dijo. —¡Ya no hay nadie más con vida que nosotros! ¿No lo entiendes?

—¡No puedes matar al Comandante! ¡Aún lo necesitamos! ¡No podemos impedir que muera! — dijo. —¡Aún tengo esperanzas en la Srta. y el resto de la Legión!

—¿Qué podríamos hacer?

—... — lo recordó. —Todavía hay una posibilidad... La jeringa. Estoy segura de que el Capitán Levi podría inyectarle el suero al Comandante.

—Pero... ¿Ya habrán acabado con algún titán?

—Confío en la Srta. Haru... Es una gran mujer. Valiente, fuerte, inspiradora, se preocupa por sus camaradas, es como ver a mi madre reflejada en ella...

—Rosé...

—Debemos hacer algo con el sangrado antes de ir por el Capitán, sangra mucho y dudo que pueda llegar con vida hasta encontrarlo. Usaré mi ropa... Por favor, no veas. No hay otra tela decente. — el chico volteó algo sonrojado.

La azabache se quitó la camisa.

Pero tras esa camisa... Había otra camisa, ¿lindo, no?

Rompió la tela, intentando que sea un poco más larga para usarlo como vendajes, la estiró para envolver el cuerpo de Erwin, luego de eso, Floch cargó con él.

—Dejé de escuchar bulla, creo que se decidió al ganador. Y estoy segura de que nosotros fuimos los triunfantes. Debemos ir a la muralla, el Capitán debe estar ahí... Seguramente, eso espero.

「•••」

"Dime, ¿alguna vez en mi vida te he mentido?"

Haru caminó en silencio con la garganta enredada, no quería llorar sin ver la verdad con sus propios ojos. No quería aceptar que el chico perfecto se había ido, no podía...

Cuando subió al tejado, dejó que su estado emocional se fuera a la mierda otra vez. Se tapó la boca inmediatamente, estaba a punto de gritar como nunca antes.

Armin estaba tirado en el techo, cruelmente castigado por alguien que no tiene valor en el mundo de la albina, era como esas historias de la iglesia en donde matan al hijo de Dios. Un sacrificio que no podía aceptar... Y todo por el bien de la humanidad.

Se acercó rápidamente al cuerpo de Armin, llorando cruelmente. Su vida se iba a la mierda.

—¡Armin! ¡Por favor, respira! — tocó su cuerpo temblando sin poder creerlo. —¡Armin! ¡Eres un mentiroso! ¡Si ibas a sacrificarte así, ¿por qué no me llevaste contigo?! ¡Dime por qué! ¡Todas las personas a las que amo, se van de mi lado! ¿Estoy maldita? No sólo fueron mis padres... Mina, Thomas, Marco, Annie, la Srta. Petra, Hannes, tú...

—Haru...

La albina volteó, el cuerpo de Eren estaba frente a él. De una mano tenía a Berthold inconsciente, lo sujetaba de una forma que le hacía sentir bien a Haru, pero esa pequeña felicidad era el 2% de su estado emocional. El otro 98% recaía en el rubio.

—Eren... — pronunció con la voz rota, apenas podía ver al castaño por las miles de lágrimas que nublaban su vista. —¿Por qué? ¿Por qué mi ángel... tuvo que ser castigado de esta forma?

Eren desvío la mirada y suspiró con la voz entrecortada, no sólo le dolía ver a Armin terriblemente quemado con pocas señales de vida, también le dolía ver a su hermana sufrir. Él escuchó las palabras que se habían dirigido antes de iniciar con el plan, eso lo conmovió demasiado y le hizo olvidar que su razón de estar en la Legión, era para ver el mundo de allá afuera. Todo eso de la venganza lo tenía por delante de sus sueños reales, pero ellos dos mantenían ese sueño por él.

Eren se acercó al cuerpo del rubio soltando sus palabras.

—Debí suponer que pasaría algo así... — dijo. —Desde que nos conocimos... — se arrodilló. —Yo... Lo sabía, tú eres muy valiente...

Su vista cayó directamente al piso con una pena profunda.

—Tú eres un héroe...