Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

━━.𝟹𝟹

▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅

Lanzas Relámpago

▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅

Narrador Omnisciente.

El Titán Bestia no hizo ni un sólo movimiento luego de lanzar la gran roca que bloqueó el camino a los caballos.

—Erwin, el Acorazado va a subir. — informó Levi.

El Titán Acorazado endureció sus dedos de manos y pies para escalar la muralla, corrió con rapidez a su dirección y comenzó a escalar las enormes paredes.

—¡Soldados! — gritó Erwin. —¡Todos eviten el enfrentamiento con el Titán Acorazado! ¡Que nadie se acerque a él!

—¡Sí, señor!

Haru volteó nuevamente a observar el alrededor con poca la firmeza que le quedaba, no era momento de tener miedo.

Erwin vio a un titán entre ellos que le parecía muy raro, no tanto como el mono gigante, sino por andar en 4 patas y con carga en la espalda.

Parecía una carreta.

—El cuadrúpedo junto al Titán Bestia, es el otro titán inteligente.

Esa información que sacó el comandante sorprendió a los pocos que le prestaban atención como Levi, Armin y Haru.

—No, debe haber más como ellos.

Ese titán, tiene algo en la espalda. ¿Qué es? ¿Alguna arma? ¿Pólvora?

El Titán Bestia levantó su enorme mano peluda y la hizo caer bruscamente al piso agrietándolo, no sin antes soltar un fuerte grito.

Fue como una señal, todos los titanes de 2 a 3 metros avanzaron. Sólo los más grandes se quedaron quietos.

—Comandante, el Acorazado está muy cerca. — informó Armin. —Y seguimos sin saber el paradero de Berthold.

—Sí, estoy consciente... — se quedó pensando hasta que al fin levantó la mirada.

—¿Qué? ¿Por fin te vas a dignar a decirnos algo? — preguntó Levi. —Mejor hubiera desayunado en lo que esperaba.

—¡Atención! ¡Los escuadrones de Dirck y Marlen deberán proteger a los caballos junto al escuadrón de Klaus! — volteó. —¡Escuadrón de Levi, ustedes y Hange pelearán contra el Acorazado! ¡Sí lo consideran necesario, usen las Lanzas Relámpago! ¡Cumplan con su misión cueste lo que cueste! ¡En este momento, toda la humanidad dependerá del resultado de esta batalla! ¡Se los pido una vez más! ¡¡Consagren sus corazones!!

—¡¡Señor!! — se alejaron para cumplir con las órdenes de Erwin.

Desde abajo, Rosé suspiró y besó el collar de oro que le dio su madre antes de fallecer. Su única familia eran su padre y Pixis. Marlo miró la acción de la azabache y despeinó su cabello para calmarla, le dio una linda sonrisa cálida mientras cerraba sus ojos.

—Tranquila, estaremos bien. La Legión es muy fuerte.

—No es por eso... — desvío la mirada nerviosa y sonrojada al haber hecho contacto por primera vez con un chico.

—¡Ya lo oyeron, su misión será proteger a los caballos a toda costa! — gritó el superior a la generación de los novatos.

—¡Sí, señor!

Armin llegó junto al escuadrón de Levi, excepto él mismo, informando que usarían a Eren como carnada por órdenes del Comandante Erwin. De esta manera, Reiner sólo tendría que concentrarse en acabar con él en vez de los caballos que estaban siendo llevados por los novatos.

Cuando Reiner llegó a la cima sólo fue cuestión de segundos para que se diera cuenta de la presencia del Comandante, Erwin Smith.

El tamaño de esos huevos que tenía como para no sentir miedo al tener al Acorazado a su costado. Reiner había escalado la muralla en vano, por lo que bajó de la muralla al ver a Eren transformarse en titán.

El plan consistía en distraer a Reiner de los caballos usando a Eren como distracción, tenía que pelear con él fuera de las murallas, en el centro de Shinganshina ya que aún no sabían la ubicación de Berthold, no podían ignorar ese detalle.

Haru se uniría al escuadrón encargado de usar las Lanzas Relámpago contra el Acorazado en caso de emergencias. Y si las cosas se ponían feas, la oji rubí tenía el permiso de Erwin para sacar a la luz su poder.

Eren y Reiner se prepararon para combatir, el castaño endureció sus nudillos para darle golpes más letales, y así, la batalla comenzó.

Reiner atacó con intenciones de matar a Eren, pero él esquivó su golpe sin mucho esfuerzo, usando esa oportunidad para hacerlo retroceder. Eren usó sus nudillos cristalizados para darle un golpe efectivo a la coraza del rostro de Reiner. Todas esos días y horas de experimentación valieron la pena.

—Le dio. — sonrió la albina.

Cada golpe que le daba al Acorazado era efectivo, estaba sufriendo los daños. Con esa técnica podía ganar.

Eren agarró a Reiner del rostro al ver sus intenciones de atacar y lo hizo retroceder. Reiner regeneraba las zonas afectadas donde golpeó el castaño.

¡Te mueves demasiado lento, grandísimo idiota! –💥

Reiner lo agarró de los tobillos y lo levantó con fuerza.

¡Mierda!

Reiner no lo soltó y hundió su cabeza en el piso junto a su puño en el rostro de Eren.

El Acorazado se puso encima de Eren furioso y listo para atacar, Mikasa ya se estaba desesperando de ver a Eren en problemas.

—Sargento, ¿ya? — preguntó Mikasa aún más inquieta.

—Aún no. El primer golpe es el que decidirá todo, espera y confía en él, sé que nos dará una oportunidad.

No fue mucho tiempo, pero por fin Eren logró quitarse a Reiner de encima con sus piernas y brazos con la presión que hizo en su pecho.

Esa era la señal.

De esta forma, no podré llevarme a Eren de un bocado. Y todavía no conozco la posición de Haru. Tendré que usar mi último recurso...

—¡Ahora! — ordenó Hange.

¿Qué hace aquí la Legión? Tenía muy claro que nos estaban rodeando, pero... ¿Qué pueden hacer sus cuchillas contra mí? Tengo cada centímetro de mi cuerpo protegido con esta armadura. No podrán hacerme un rasguño, me llevaré a los dos y los mataré a todos.

Reiner se había confiado mucho, Mikasa y Hange le dieron con sus Lanzas Relámpago a los ojos de Reiner.

—¡Arghhhh!

Estos explotaron fuertemente en sus ojos causándole daño a la vista, en ese mismo momento, el escuadrón de Levi le encajaron sus Lanzas Relámpago a la nuca de Reiner.

Todos jalaron del hilo que lo hacía explosionar, lo que causó daños efectivos a la dura coraza de Reiner.

Las Lanzas Relámpago funcionaban bien contra él y su armadura.

—¡Sí, le dimos! ¡Funcionó! ¡Se le está cayendo la coraza de la nuca! — gritó Jean.

—¿De verdad? — preguntó Connie al caer en el tejado torpemente.

—¡Las Lanzas Relámpago funcionan!

—¡Háganlo otra vez! — ordenó la Sargento. —¡Lancen más Lanzas Relámpago, hay que matarlo!

—... ¿Matarlo?

—No, Reiner...

—¡Oigan, muchachos! — Jean llamó la atención de los demás. —¡Todos teníamos que estar listos para esta situación! ¡Hay que hacerlo!

Todos los demás asintieron, dejando a un lado sus sentimientos.

La Legión incrustó sus Lanzas Relámpago en la nuca de Reiner, jalando el hilo que lo hacía explotar.

Del interior de la nuca, se podía ver a Reiner salir inconsciente del cuerpo de su titán, lo habían conseguido.

—¡Lo hicimos!

—¡Le volamos la cabeza!

—¡Le hicimos morder el polvo al titán Acorazado!

—¡Yahoo!

—¡Te vencimos, fuiste todo un dolor de cabeza! — dijo Jean. —¡Te lo merecías, maldito!

Jean guardó silencio al escuchar a Sasha y Connie sollozar por el rubio mayor. Aún le tenían algo de cariño y aprecio a Reiner. Jean frunció el ceño y levantó a los dos chicos del cuello de su capa.

—¿Y ustedes por qué están llorando? ¡Vamos, levántense! ¡Esto todavía no se ha terminado! — no le hicieron caso y continuaron llorando. —¡No lloren, idiotas! ¡Matamos a un asesino!

Haru suspiró para luego recargar su cabeza en el hombro de Armin, este se sonrojó y entrelazó sus dedos con los de la albina.

—Nunca me agradó Reiner, tampoco Berthold... Pero aún así, me duele el ver a ese desgraciado lastimado. Y pensar que todos nosotros hemos dormido bajo el mismo techo.

—¡Aún no acabamos! ¡Todos preparen sus lanzas para el siguiente ataque!

—Al final... Ni siquiera pudimos negociar con él.

—¿De qué hablas?

—Durante todo este tiempo, hemos actuado con la cantidad minúscula de información, y ni siquiera somos capaces de capturar a una persona que se transforma en titán. — apretó un poco más el agarre de su mano con el de la albina. —Nosotros... No obtuvimos otra opción.

Mikasa desvío la mirada a escuchar las palabras de su amigo, él tenía razón. De repente, la boca del titán de Reiner se abrió y soltó un grito demasiado fuerte.

—¡¡Arghhhhhhh!!

—¡Ataquen ahora, usen todas las Lanzas Relámpago! ¡Hay que acabar con él! — ordenó la Sargento.

—¡No, paren! ¡Debemos alejarnos de Reiner! — gritó Armin.

—¿Qué?

—¡Miren al cielo! — señaló.

Haru llevó su vista al punto en donde el rubio señaló, un barril no muy grande estaba en el cielo. Este se dirigía a su ubicación, o más bien a la de Reiner.

—¡Nos va a caer encima el Colosal! ¡Hará estallar todo el distrito!

—¡Es verdad! ¡Ese grito era como una señal, así como cuando nos capturaron a Eren y a mí! — dijo la albina. —¡Si nos quedamos aquí, todos moriremos!

—¡Maldición! ¡Soldados, aléjense del Titán Acorazado! — ordenó Hange. —¡Se aproxima el Titán Colosal! ¡Va a caernos encima!

Todos obedecieron rápidamente y usaron su equipo de maniobras para escapar lejos de él.

Mierda, es como tenerlo justo a nuestro lado, esta distancia no servirá, moriremos todos.

El barril se abrió, del interior salió Berthold muy preocupado.

—¡REINER! — llegó a su posición.

La Legión se detuvo un momento, por fortuna, no pasó nada aún. Berthold no se transformó por ver a Reiner en el piso.

Es como abejita indefensa.

—En está ocasión, nuestro segundo objetivo vino volando directamente hacia nosotros. A esto le llamo tener suerte. — dijo Hange.

—¡El objetivo se acerca por el frente! ¡Es Berthold! — informó un cadete.

—¡Escuchen, este es el plan! ¡Armin y todo el escuadrón de Levi protegerán a Eren y Haru! ¡Todos los demás escuadrones atacaremos a los dos objetivos!

—¡Entendido! — se alejaron.

Armin pasó por el lado de la albina y siguió a Hange desde atrás.

—¡Armin, espera!

—¡Sargento, esta es nuestra última oportunidad para negociar! — dijo.

Armin se detuvo a unas casas más adelante de él, respiró profundamente y gritó.

—¡Berthold, detente ahí! — el mayor se detuvo a la distancia de Armin colgando de un edificio. —¡Berthold, vamos a negociar!

—¡Les diré lo que quieran, pero a cambio, todos deben morir! — gritó sorprendiendo al rubio por la respuesta que le dio. —¡Nosotros tenemos dos peticiones! ¡Queremos a Eren y Haru! ¡Y que mueran todos en las murallas! ¡Esta es la cruda y triste realidad! ¡Armin, entiende! ¡Ya se tomó la decisión!

—¡¿Y quién lo decidió?!

—Fui yo... — susurró.

—¡¿Qué dijiste?!

—¡Fui yo quien lo decidió! ¡Escucha, acabaré con sus vidas aquí mismo! — gritó.

—¡Qué lástima que quieras luchar! ¡Porque en ese caso, no dejaré de escuchar los gritos de dolor de Annie! —...

Esas palabras bastaron para tensar a Berthold y a la albina.

—¡El único que puede salvarla de la manos de la Policía Militar, eres tú, Berthold, nadie más! ¡A este ritmo, ella será comida de cerdos!

—¡No importa! — se alejó. —¡Que le den de comer a los cerdos! ¡Háganlo si realmente lograron capturarla!

Berthold se detuvo en uno de los tejados, el rubio le siguió el paso hasta quedar frente a frente.

—¿A dónde vas, Armin? ¿No dijiste que querías negociar? — este sacó su cuchilla al igual que el azabache, apuntándose cada uno. —¿Creíste que si mencionabas a Annie, me ibas a hacer perder la compostura de nuevo? Y como se trataba del tímido e indeciso Berthold, podrías hacerme bajar la guardia tan fácilmente. — dijo.

Haru no podía soportar ver a Armin tan cerca de Berthold, dio unos cuantos pasos adelante, pero fue detenida por Jean.

—Haru, ya lo sabes bien. Ni siquiera Eren, que es es más fuerte que tú tiene la oportunidad de pelear con él. — dijo. —Por ahora, no es tu momento de pelear...

—N-No puedo... — ella tembló con nerviosismo. —Con tan sólo verlo cerca de Armin, me desespera y me dan ganas de matar a ese maldito.

Berthold dio unos pasos adelante, a lo que Armin se puso alerta.

—Sé lo que planeas. Intentas ganar algo de tiempo, ¿no? Así empezarán a rodearme poco a poco. Haces esta farsa mientras los exploradores van a eliminar a Reiner. Entiendo la situación, estás de pie, sin parar de temblar porque no puedes hacer nada más.

—Si ya sabías eso, ¿entonces por qué aceptaste hablar conmigo?

—Hmp... Para poder comprobar algo. — dijo. —Quería saber si al verlos a todos ustedes, lloraría como aquella vez. Y volvería a suplicarles su perdón, pero... — levantó más su cuchilla. —Estoy muy tranquilo... Hmp. Aunque para mí son amigos muy importantes, esta vez no dudaré en matarlos.

—Entonces... ¿Vas a matarnos porque somos engendros del demonio?

—No... Ninguno de ustedes ha hecho nada malo, tampoco son demonios. Pero aún así, todos deben morir... No tenemos otra opción. 

Mikasa apareció detrás de Berthold e intentó atacar, pero él detuvo a la azabache con otra cuchilla. Mikasa usó su izquierda, logrando arrancar la oreja de Berthold. Este le dio una patada giratoria que llegó a su brazo, haciéndola caer.

—¡Mikasa!

Berthold avanzó hacia Armin para matarlo, pero fue detenido por Haru y su cuchilla.

—Hola, engendro del demonio. — le devolvió el saludo. —¿Qué tal tu estadía en las murallas, pendejo? — cambió de expresión. —Aléjate de Armin y de las murallas...

Haru estaba por enterrar su cuchilla en el estómago de Berthold, pero este la empujó hacia atrás y se alejó.

—¡Haru! — el rubio la atrapó y los dos cayeron al piso. —¿Estás bien?

—¡Ya verás! — la albina se levantó para perseguirlo, pero Armin la agarró de la manga de su chaqueta y tiró de ella.

La albina volvió a caer entre las piernas del rubio sonrojada.

—No lo sigas, no sabemos en qué momento se va a transformar. Si no nos alejamos, todos vamos a quedar atrapados en la explosión.

—No creo que se transforme en este momento, Reiner es su amigo y está vulnerable. Si lo hace, también lo podría matar. Debemos utilizar a Reiner como a un rehén. — dijo la albina.

—Deberíamos, pero... Al parecer, Berthold tiene algo más en mente. — dijo Mikasa detrás de ellos y ayudó a los dos a ponerse de pie. —Sin embargo... ¿Era el Berthold de siempre? Para mí era alguien muy distinto.

—Para mí también...

—Sí, tiene muy en claro que debe de acabar con nosotros... No es como las otras veces, ya no tiene miedo.

—Vamos, debemos ir con Eren. — dijo la azabache. —Tenemos que alejarnos lo más que podamos.

Ambos asintieron y se alejaron lo más que podían de él, pero el trío sintió un escalofrío al ver la luz resplandeciente a sus espaldas.

—¡Mierda! — la albina tiró de las mangas de ambos para llevarlos a espaldas de una de las casas.

Un viento sumamente fuerte arrasó con la Legión, pero la albina no se dio por vencida y sujetó con más fuerzas los brazos de su hermana y su novio para evitar que salgan volando.

Cuando el viento se detuvo, Haru soltó a los dos sin antes preguntarles si estaban bien. Volvieron junto a los demás, al parecer todos estaban completos y en buen estado.

—Mikasa, chicos, ¿están heridos?

—No, estamos bien. — dijo.

—¿Qué hay de Hange y los demás?

—… Estaban muy cerca de Berthold. — respondió la azabache con la vista hacia abajo.

Cuando todos dirigieron su vista a Berthold, lo vieron de rodillas transformado. El fuego que generaba a su alrededor destruía las casas abandonadas.

—¿Entonces somos... los únicos sobrevivientes?

Berthold... No, el Titán Colosal agarró los escombros que él mismo provocó y los lanzó por todo Shinganshina para destruirlo.

Y entre ellos podría estar la casa de... Eren Jaeger.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro