━━.𝟹𝟷
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Es una promesa...
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Narrador Omnisciente.
Por el crímen de amenazar la existencia de la humanidad al dar prioridad a sus ganancias, se llevó una purga política, y lo que se ganó fue mayor. Se recuperaron los avances tecnológicos que fueron robados por el primer escuadrón de Policías Militares del interior, y gracias al poder de endurecimiento de Eren y Haru, nació una nueva arma anti titanes.
Pero las consecuencias llegaron de inmediato para Eren, estuvo todos los días trabajando, durante dos meses. Era obvio que se iba a sentir mal, abusó de su propio poder.
「•••」
Haru se sentó junto a Armin, miró de reojo a la azabache de ojos ámbar que la ayudó con el disfraz. Aún no entendía, ¿cómo logró salirse de las Tropas de Guarnición para irse a la Legión de Exploración?
Lo mismo era para Marlo.
—¡Podemos ganar! ¡Ganaremos! ¡Con las nuevas armas secretas, los titanes no son una amenaza!
—Deja de emocionarte tanto. — dijo Jean. —No sé cómo te uniste a la Legión de Exploración a estas alturas. — el cara de caballo miró disimuladamente a Rosé.
—Tiene razón, ¿acaso Hitch no hizo nada para detenerte?
—¿Cómo dices? ¿Por qué?
—¿Por qué? Vamos, si ustedes dos, bueno... Ya saben.
—No sé a qué te refieres. Es cierto que Hitch trató de convencerme diciendo que no estaba hecho para esto, y si me quedaba en la Policía Militar, no tendría problemas. Aún así, le demostré lo contrario, y hasta le dije que me decepcionó.
—Qué estúpido eres.
—Marlo, ¿eres tonto? — preguntó la pareja a la par.
—Es un champiñón idiota. — dijo la castaña.
—¿Qué les pasa? Marlo no se equivocó. — dijo Eren.
—Sí, como sea. Ellos no tienen ni idea de lo que se enfrentan, en una batalla real, los cambiará de por vida. — Floch volteó.
—Vamos, Jean. ¿Acaso te crees un veterano de guerra?
—Pues, comparado con todos ustedes, sí. — ese grupito del fondo se acercó.
—Qué grosero, fuiste de la tropa 104. Además, no somos los únicos emocionados. Todo el mundo está emocionado por recuperar la Muralla María de una vez por todas.
—¿Ah, sí?
—Bueno, ahora que lo mencionas, sí han cambiado... Quizás sea su expresión facial, se puede saber qué les pasó. — Floch podía ver las auras en cada uno de ellos.
—¿Quieres saberlo? —…
—… No, mejor déjalo para después. — se alejaron con algo de miedo.
—Bueno, yo me retiro. — dijo Connie.
—¿Qué? ¿Tan pronto? — preguntó Sasha.
—Mañana es día de descanso, debo regresar a mi pueblo por la mañana. Tal vez descubra algo más ahí. — les sonrió y se retiró junto a su plato vacío. —Que descansen.
—Oigan, ¿creen que algún día exista la posibilidad de que la madre de Connie vuelva a la normalidad?
—No. — respondió Armin. —Si averiguamos más cosas sobre los titanes, quizás un día...
—Una pesadilla. — habló Eren. —Con todo lo sucedido, casi lo olvido. ¿Qué es exactamente con lo que estamos peleando? No lo sé, ¿será que los titanes son simples humanos atormentados por una pesadilla? Yo también pasé por eso. — el castaño vio a la albina. —También fui un titán. —...
—¡Eren! — este se sobresaltó. —Aún te quedan pan y sopa. Si vas a hablar, hazlo después de comer.
—Sí, claro. Lo siento, Mikasa.
—Con un demonio, Eren. — habló el cara de caballo. —Últimamente es lo que único que haces. Murmuras sólo para ti. Sólo deberías preocuparte en recordar a aquél hombre. Mira a la Srta. Tequila. — todos le tiraron el ojo encima. —Aprende de ella, está concentrada. Tú mismo lo dijiste, que había un hombre de la Legión con tu padre.
—Sí, es verdad. Él estaba con mi padre aquél día. Seguro sabe algo sobre esto, lo curioso es que siento que lo he visto en alguna parte.
—¿Quieres decir que lo viste tú y no en el recuerdo del doctor Jaeger? — preguntó Armin.
—Eso creo...
—¿Crees que un golpe en la cabeza te ayude? — preguntó Sasha.
—Esa sería buena idea, enfócate en recordar en vez de tocar la mano de Historia cuando puedes. — habló Jean.
—Necesita un cabezazo, como los que nos daba Shadis a Sasha y a mí por robar comida y bebida. — la albina se metió a la conversación.
—Ojalá fuera así de sencillo. — dijo. —Ah... Un momento... — se levantó de golpe. —El instructor de reclutas. Kieth Shadis.
「•••」
Haru estaba viviendo una auténtica pesadilla, ver otra vez a su querido instructor con esa cara de mal gusto hasta en el baño.
—Instructor Shadis. — este volteó.
La albina se ocultó detrás de Armin con algo de nervios. Eren lo saludó ofreciendo su corazón por respeto.
Cuando llegaron a la sala, Sasha y Haru no se querían mover de sus lugares, paradas con los nervios y recuerdos aterradores sobre todos sus castigos.
—¿Qué pasa, Blouse, Akaime? ¿No se van a sentar? — preguntó Shadis.
—¡No, señor! ¡Estoy bien, no se moleste! — gritó Haru.
—¡No se preocupe por nosotras, podemos aguantar!
—Es verdad, recuerdo que sólo ustedes venían aquí cuando tenía que reprenderlas. — volvió a mirar a los demás. —Sólo han pasado unos meses, sin embargo, todos están irreconocibles.
—Disculpe, Comandante... No, Instructor Shadis, estamos a punto de recuperar la Muralla María. ¿Usted sabe por qué hemos venido hasta aquí?
Shadis miró fijamente los ojos del castaño suicida.
—Eren, no sabes lo mucho que te pareces a tu madre. — este se llevó una sorpresa al escuchar decir que la conocía. —Pero, esa mirada sin duda es de tu padre.
—Se lo suplico, cuénteme todo lo que sepa. — se levantó.
—No quiero decepcionarlos, pero no sé gran cosa. Aunque, espero que no les moleste escuchar un historia inútil para la humanidad.
El Ex Comandante contó la historia de cómo conoció al doctor Jaeger, venía desde afuera sin recordar nada, ni la razón por la que estaba fuera de las murallas.
—En pocas palabras... Eso es todo lo que sé.
—¿Es lo único que sabe? Dígame.
—...
—Ahora ya sabemos por qué se retiró al campo de entrenamiento. Estoy segura que no fueron por los soldados que murieron. Sino por una estupidez sentimental, como saber si eres especial o no.
—Ya basta con eso, Hange. — dijo Levi.
—Tus complejos no importan, no huyas de la realidad. Eso es justamente lo que significa consagrar tu corazón. — se levantó furiosa.
—Por favor, ya no sigas, Hange. El instructor tiene razón, al final de cuentas, yo no soy especial. Sólo soy soy el hijo de un padre especial, eso es todo.
—Tu querida madre, Carla, me dijo algo más... "¿Por qué uno debe ser especial? Yo no pienso igual que tú. Me tienes sin cuidado, si mi hijo no alcanza la grandeza o si no logra ser el mejor. Vamos tan sólo míralo, es un bebé adorable. Y eso ya lo hace especial, porque tuvo la oportunidad de nacer en este maravilloso mundo."
「•••」
Luego de unos días, llegó una noche muy especial para todos. El día en que probarían la carne otra vez. Claro que Haru se había bebido bien porque escuchó esa plática junto a Rosé.
—¡Celebremos que mañana recuperamos la Muralla María! ¡¡Salud–!! — fue interrumpido.
—¡Reparte bien las presas!
—¡Te estás llevando el pedazo más grande!
—¡Son unos idiotas!
—¡No sabes cortar carne!
Entre ellos, Sasha se llevó todas las presas directamente a la boca. Connie rodeó con sus brazos hasta el cuello para detenerla, pero era un esfuerzo en vano.
—¡¿Qué crees que haces, chica patata?! ¡¿Estás consciente de las locuras que estás cometiendo?!
—¡Deja eso, Sasha! ¡Por lo que más quieras, no me obligues a matarte! — dijo Connie lagrimeando al ver como ella se comía toda la carne sin compasión.
—¡No puedes comerte la carne tú sola! — Jean se lo arrebató de la boca de un tirón.
Sasha estaba desesperada y mordió la mano de Jean aún estando inconsciente.
—¡Ahhhh! ¡Me está mordiendo, me está mordiendo, me está mordiendo!
—¡Sasha, esa carne es de Jean! ¿Que ya no la distingues?
—¿Acaso nunca le dan de comer a la bestia? — preguntó Marlo mientras comía de manera más civilizada. —Qué miserables son– — la sangre en su nariz salió como grifo abierto.
—Oye, Connie. Será mejor que la dejes inconsciente. — dijo Mikasa para luego recibir un golpe por parte de la castaña en su pecho.
—¡Eso intento! ¡Pero se sigue moviendo aunque esté inconsciente!
—¡Tengamos una fiesta, sin fin! — dijo Haru toda borracha.
—¡Sí, recuperaremos nuestras tierras!
Y esta chica es Rosé Fiore, sobrina lejana del Comandante Pixis, y como ya sabrán, su sangre tiene licor.
—Haru, debes comer antes de que la carne se enfríe. — dijo el rubio al intentar calmar a la chica. —Hoy no es buen día para tomar.
—¡Vamos, es un gran día para festejar! — dijo. —¿Verdad, Rosé?
—¡Sí! — alargó la "I".
Sasha fue amarrada en un poste alejado de la mesa, para que no se mueva no robe la comida.
—Por eso mismo, como no tienes experiencia, quiero que permanezcas junto a Rosé en la retaguardia.
—Entiendo que somos débiles, ¿pero no es mejor la primera línea para conocer los movimientos del enemigo? — preguntó Marlo.
—¿Qué dices? Nunca has estado en batalla y aún así actúas como héroe.
—Bueno, es que sin ese espíritu no creo que sea posible manejarse en batalla.
—Pon atención, al principio todos somos reclutas, y si los ponemos al frente como si fueran peones, esa generación se iría a la basura. Su trabajo como reclutas es quedarse atrás aprender de quienes tienen experiencia y regresar con vida. — volteó. —Y por otro lado, están los soldados más inútiles del batallón, son los que se quieren suicidar y se lanzan al ataque sin pensar.
Eren bebió de tu tarro y frunció el ceño por el comentario de Jean.
—Oye, Jean. ¿De qué estás hablando?
—¿Acaso hay otro suicida aparte de ti, idiota? — preguntó con una gran sonrisa burlona.
—Hace muy poco me enteré de algo, me dijeron que soy bastante normal. Desde mi punto de vista, tú eres demasiado cobarde como para aceptarlo, Jean. —…
…
—¡¿Te crees muy listo, estúpido infeliz?!
—¡¿Por qué todo lo malinterpretas, me las vas a pagar, cara de caballo?!
—No se golpeen en el rostro... — dijo Connie restándole importancia.
—¡Idiota, me romperás la ropa!
—¿Qué diablos están haciendo? — preguntó Marlo.
—Mmm... — Rosé volteó a ver al par discutiendo. —¿Los detenemos?
—Quiero saber... ¿Qué pasará si los dejamos así? — preguntó Haru. —Oh, una mosca...
—Seamos honestos, sin el poder del titán ya habrías muerto varias veces. Mikasa es quien siempre te salva el pellejo, si insistes en lanzarte al suicidio, ¡yo mismo te mataré! — le dio un golpe al estómago.
—¡Gracias por la advertencia!
—¡Cuida bien de tu madre, Jean-boo!
—¡Ah! ¡Olvídalo!
—Bueno, los dejaremos ser...
Algunos minutos más tarde.
¿Porque nadie trata de detenernos? ¿Hasta cuándo vamos a seguir? – 💥
Necesito un descanso... Voy a vomitar la carne. – 🐎
Haru y Rosé reían por los dos, sus rostros eran tan chistosos, quién diría que con sólo dejarlos pelear se terminarían sus problemas. Era muy tarde para darse cuenta.
—Ustedes dos. — el capitán Levi les dio el golpe más fuerte de su vida.
Ambos cayeron al piso a tres metros de distancia.
—Se emocionan demasiado, váyanse a dormir y limpien todo esto.
—¡S-Sí, señor!
「•••」
Cuando terminaron la cena y toda la limpieza, Jean se llevó a Rosé a los dormitorios de chicas porque estaba muy borracha.
Haru que iba tambaleando, apoyó su cuerpo al de Mikasa quien la llevó con ella y los chicos. Armin tenía que ayudar a Eren, por lo que no pudo ayudar a Haru.
—Eso dolió... No quisiera decir esto, pero... ¿No creen que deberían cuidarme un poco más?
—Como sabemos que sanas rápido, le resté importancia.
—Claro, pero cuando se trata de Haru, eres el primero en alarmarte con una pequeña astilla. — los 4 se sentaron y Armin se sonrojó.
—Tú fuiste el que comenzó todo, Eren. — dijo Mikasa.
—Bueno, al menos estás más animado.
—Me alegro haber visto al instructor, bueno, en realidad no importa si me sienta animado o no. Haré lo que sea necesario, aunque es verdad me siento mejor, me he dedicado a pensar en cosas sin solución. Me preguntaba porque no tenía la fuerza de Mikasa o la del Capitán Levi, me daban mucha envidia. Pero ustedes tampoco pueden hacerlo todo por sí solos, es por eso que debemos encontrar algo en lo que somos buenos y unir cada pieza para dar forma algo más poderoso. Creo que ese es el motivo del porque somos tan distintos.
—Seguro que sí...
—Ay, Pixis... Tu sobrina vuela...~ — habló la albina algo dormida.
Los tres comenzaron a reír, estaba muy cansada.
—Cuando recuperemos la Muralla María y derrotemos a todos los enemigos, ¿podremos regresar a aquellos días? — preguntó Mikasa.
—Lo vamos a conseguir, pero no todo volverá a ser como antes, por eso los haremos pagar.
—Sí.
—Pero ese no es todo el mar. — dijo Armin. —Un lago salado tan grande que un comerciante no podría conocer entero, aunque pasara su vida entera navegándolo. Fuera de las murallas no sólo existen titanes, también hay agua de fuego, un continente de hielo, y planicies de arena. Y... Los pingüinos. — miró a la albina. —Nos unimos a la Legión de Exploración para ver todo eso.
—Sí, eso es verdad, casi lo olvido. — dijo Eren.
Armin se levantó con una gran sonrisa en el rostro.
—¡Primero tenemos que ir a ver el mar, toda esa agua salada está en el horizonte, eso existe! ¡Ya lo verás, Eren! — sonrió.
—No tienes remedio. Entonces habrá que comprobarlo.
—Es una promesa, iremos.
—Sí, ha explorar el exterior.
Armin se levantó y cargó a Haru con sus dos brazos, debía llevarla a descansar.
—Bueno, debemos llevar a Haru a los dormitorios. ¿Quién le dio de beber? — preguntó.
—Rosé dijo que el Comandante Pixis le dio un vino especial por unirse a la Legión de Exploración. — explicó Mikasa.
「•••」
A la mañana siguiente por los bordes de la Muralla, la Legión de Exploración estaba lista para partir en su misión de reconquista de la Muralla María.
Todos los ciudadanos por primera vez festejaron la partida de la Legión de Exploración. Esto no había pasado en muchos años... No, nunca había pasado.
—¡Ahhh! ¡Confíen en nosotros! — gritó el trío de Jean, Sasha y Connie.
—¿Cuándo fue la última vez que aclamaban a la Legión así?
—Creo que desde hace algunos años, no. Creo que nunca pasó.
—Es verdad, nunca ha sucedido. Es la primera vez. — dijo Erwin para luego sonreír.
El Comandante Erwin levantó su mano y gritó.
—¡YAHHHHH!
—¡AHHHH! — gritaron todos los ciudadanos con emoción.
Haru sintió su corazón vibrar, tenía los pelos de punta y se sentía más motivada por partir.
—¡YAHHHHH!
—¡AHHHH! — El Comandante levantó su cuchilla.
—¡Inicia la reconquista de la Muralla María! ¡Avancen!
Los caballos fueron llevados al otro lado de la Muralla, la orden de partir se escuchó lo suficientemente fuerte.
—¡¡¡Avanceeeeeen!!!
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