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La muralla Rosé cayó
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Narrador Omnisciente.
La protección de las murallas, le dio a la humanidad un siglo de paz. El terror de ser dominados por ellos, y la humillación de estar atrapados, se volvieron un recuerdo, hasta que...
Llegó el día la que los Titanes rompieron una de las murallas y comenzó la batalla de la humanidad. Después, gracias al sacrificio de muchas personas, tanto de soldados como de civiles. Se dio a conocer que uno de los titanes se escondía entre los seres humanos, la humanidad capturó a uno de ellos...
Annie Leonhart era parte de los traidores infiltrados... Desde la caída de la Muralla María, han pasado 5 años.
Y aún así... La siguiente amenaza de la humanidad se encontraba muy próxima a llegar.
—Oigan... ¡Miren!
—¿Qué es eso?
—¿Qué hace dentro de la Muralla? Es imposible...
—¿Qué hacemos, Sargento? — preguntó Moblit.
—¿Pero qué? Un momento...
Ese titán... no puede estar ahí por casualidad... Pero entonces significa que...
La mano de una persona se posó en el hombro de la Sargento con mucha desesperación.
—¿Pastor Nick?
—No permitas... Que este Titán... ¡Le de la luz del sol!
La Sargento Hange dio la orden de cubrir el rostro de ese titán con un montón de sábanas. Ya encima de la Muralla Rosé, la Sargento mandó a llamar al Pastor para que le dé una explicación razonable sobre el rostro de ese Titán en los muros.
—Bueno, es hora de que nos de una explicación. ¿Qué hace ahí ese titán? Dime, ¿Por qué está escondido dentro de la muralla? Y también quisiera preguntarte... ¿Por qué el culto lo mantiene en secreto?
—Estoy muy ocupado, destrozaron mi iglesia y mi gente murió, todo es su culpa. Tendrán que responder por los daños, suficiente. Déjenme bajar de aquí. — se excusó.
—Como gustes. — la Sargento agarró del cuello de la camisa al pastor y lo colocó al borde de la gran muralla. —¿Te parece bien bajar así?
—¡Sargento!
—¡Atrás! — ordenó. —¡No juegues conmigo, maldito! ¿Sabes por qué todos los soldados luchamos diariamente entregando nuestras vidas? Para recuperar la libertad que los titanes nos robaron. Esa es la razón por la que siempre nos arriesgamos, escucha. No es un favor, es una orden, responde. Si no lo haces, buscaré a otro que lo haga. — lo acercó más al borde. —En todo caso, dudo que con tu muerte se logren pagar todos tus pecados.
—¡Suéltame!
—¿Seguro que eso quieres?
—¡Mátame!
—Perfecto, hasta nunca! — estuvo a punto de soltar su cuerpo.
—¡Sargento Hange!
—Espero que con mi muerte, entiendas que nosotros también damos la vida por nuestra misión. ¡Suéltame! — extendió las manos, parecía estar listo para morir. —¡¡Yo cumpliré con mi misión!! —...
El Pastor Nick temblaba con los ojos cerrados, esperando a que la mujer lo suelte y acabe de una vez con su sufrimiento.
—Dios... ¿Estoy contigo? — preguntó a lo que la castaña frunció el ceño y lo tiró a un costado.
Se sentó al borde de la muralla y suspiró, para luego reír.
—Tranquilo, es broma. Dime, pastor Nick... ¿Todas las murallas... están hechas de Titanes?
—Sargento Hange.
—Ayyy... Ya había olvidado esta sensación. Creo que... No me había sentido así desde la primera vez que salí de las murallas, tengo miedo.
「•••」
Una mujer albina se movía mucho en la cama, parecía estar teniendo una pesadilla. Sudaba mucho y de vez en cuando hablaba sola, decía...
—Hermano... Hermano... — cuando su pesadilla le causó más temor que antes, despertó soltando un grito de miedo. —¡Ahh!
El ruido de las campanas se oyó justo cuando ella despertó. La puerta se abrió rápidamente. Dejando ver a una mujer de cabello oscuro, al igual que su mirada en la mayor parte de su vida, pero esta vezb sólo reflejaban preocupación.
—Haru, ¿estás bien? Te oímos gritar.
—Sí, estoy bien, Mikasa. Sólo fue una simple pesadilla.
—Si te parece bien, ven conmigo y Eren un rato, Armin volverá luego, después de dar su testimonios de la batalla contra la Titán Hembra.
—Está bien. — se levantó y miró el espejo con pereza. —Mi cabello siempre se pone así de esponjoso al despertar. — sujetó un mechón.
Se dirigieron a la habitación de al lado, donde Eren le preguntó lo mismo que Mikasa, ella respondió lo mismo. Que estaba bien y que sólo era una pesadilla. Rápidamente, la puerta de la habitación fue abierta, donde Armin habló con total preocupación en sus palabras.
—¡Chicos, ocurrió algo terrible! ¡Los titanes rompieron la Muralla Rosé!
—¿Qué dices?
Todos los soldados y Comandantes fueron informados del repentino suceso que ocurrió casi al mismo tiempo en que Annie, Eren y Haru combatían en Stohess. La presencia de los malditos titanes en la muralla Rosé, y eligieron venir en los peores momentos.
「•••」
—Maldita sea, ¿qué es lo que está sucediendo? — el castaño tomó asiento en el carruaje. —Demonios.
—Pero... — Armin habló. —¿Los titanes romperían un muro hecho de titanes?
—Sí, ya sucedió antes, destruyeron la muralla de nuestra ciudad.
—No, fue la puerta.
—¿En qué estás pensando, Armin?
—¿Sobre las murallas? No tienen grietas y tampoco ninguna señal de ruptura, ni siquiera sabemos con qué material las construyeron.
—¿Qué estás diciendo?
—Digo que tal vez, las murallas están hechas de la cristalización, así como la de Annie. Ese material tuvo muchos usos.
—¿Las murallas hechas por titanes?
—Sí. A-Aunque claro, no estoy tan seguro de eso, sólo es una simple suposición. — dijo. —Pero como sea, tal vez la Sargento Hange tenga otras respuestas más realistas.
—No dudes de tu capacidad, eres muy inteligente. — hizo espacio. —Vamos, siéntate, no falta mucho para salir. Ya hablaremos de tus teorías con la Sargento.
—Sí.
—¡Listos para partir! — se escuchó.
—Eren, abrígate bien, hace frío de noche. — Mikasa le colocó la capa alrededor de su cuerpo.
—Lamento el retraso. — dijo la Sargento llegando junto al carruaje del cuarteto.
—Me tardé más de lo que creí en prepararme. — se sentaron junto a ellos.
—Sargento, ¿por qué hay alguien del culto de las murallas?
—Ah... Nick y yo somos mejores amigos, ¿verdad? — rodeó su cuello con su brazo. —No le presten atención, bueno, de todas formas, este escuadrón no tiene ninguna lógica, ¿no es así, Levi?
—No, sí la tiene. Erwin los eligió a ustedes por una razón.
—¡Abran la puerta! — el comandante Erwin se puso delante de todos.
—¡¡No está clara la situación de la Muralla Rosé, pero todo está tranquilo hasta el distrito Ehrmich, ahorraremos tiempo si vamos ahí!! ¡¡Adelante!!
—¡¡Sí, señor!!
—Adelante. — ordenó Levi.
—¡Sí, señor! — avanzaron.
—Escúchenme, chicos. Hay algo que deben saber, es sobre mi amigo. — apuntó al pastor. —Hay titanes dentro de las murallas, hoy después del combate con la Titán Hembra, unos restos de la muralla cayeron y dejaron ver el rostro de un Titán en el interior, muy parecido al Titán Colosal que derribó la muralla.
—¿Él lo sabía? Entonces, ¿si hay titanes dentro de las murallas? ¿Y él lo supo todo el tiempo?
—Así es. Sin embargo... Él no ha querido decir una sola palabra. Por eso lo traje con nosotros, para que vea la realidad. ¿Será que sus creencias son tan fuertes para mantenerse sin hablar? O verlo con sus propios ojos hará que cambie de opinión.
—¡No, no, no! — Eren puso sus dos manos sobre la caja y miró al pastor con furia. —¡Esta es una maldita locura! ¡Si sabe algo no puede callarse, díganoslo! ¡Nada es más importante que evitar a toda costa la extinción de la humanidad! — se agarró la cabeza para luego sentarse otra vez.
—Eren, sufres los efectos de la transformación. — le dijo Mikasa.
—Hay muchas formas de obtener información, quizás ahora soy un soldado herido e inútil, pero todavía soy capaz de vigilar a este hombre. En serio espero que lleguemos a un acuerdo sin tener que dispararle a nadie. ¿Tú no?
—Las amenazas no funcionan, Levi. Créeme, ya lo intenté. Sin embargo, a mi parecer éste pastor es una persona razonable, por eso me pregunto si la razón por la que no habla es porque sabe algo más importante que el destino de la humanidad.
—¿Más importante... que el destino de la humanidad?
La Sargento agarró un objeto de su bolsillo, una piedra. Durante un buen rato estuvo observando muy atenta la roca, analizando cada parte de ella con paciencia.
—Hange, te estoy hablando, cuatro ojos. ¿Desde cuándo te empezaron a gustar las rocas? ¿Es tu nuevo pasatiempo?
—Así es, ¿lo dices por esto? Aunque no es una roca o cualquiera. Es un trozo de la coraza de cristal que rodea a la Titán Hembra.
—¡No se evaporó! — comentó el rubio asombrado.
—No, Annie volvió a su forma humana, pero este fragmento que le quité sigue intacto. Aunque lo alejen de ella, no desaparece. Como es tan inusual, lo analicé. Resulta que su composición y textura son exactamente igual a las que representa un fragmento de la muralla. Esto indica que probablemente los titanes que están dentro de las murallas actúan como pilares, y que la superficie está hecha de la misma coraza mineral.
—Esto significa que Armin tenía la razón. — la albina sonrió.
—Ah... Entonces-
—No, silencio. Espera que termine de hablar. Tal vez tengamos unos problemas para cerrar la abertura de la muralla Rosé, a menos que encontremos una roca del tamaño exacto para rellenarla. Pero, tal vez, sí Eren se transforma en titán, se aprenda la habilidad de cristalizar su cuerpo para cerrar la abertura.
—¿Quieren que yo... Que yo cierre la abertura?
—Si al transformarte en Titán se hace el mismo material, la roca no desaparecerá aunque vuelvas a la normalidad, ahora tenemos una nueva posibilidad.
—Creo que vale la pena al menos hacer el intento, además si logramos que eso funcione. Podríamos recuperar la muralla María con el método tradicional, es necesario llevar una gran cantidad de materiales. Eso nos obliga a llevar caravanas de suministros fuera se la muralla, pero si no hubiera necesidad de llevar suministros, llegaríamos a Shiganshina rápidamente. Propongo que lo intentemos esta misma noche, ¿qué les parece?
—¿Ésta noche?
—Sí. — respondió Armin. —Cuando los titanes están inmóviles.
—Comprendo tu punto, es verdad que un grupo reducido podría llegar sin problemas La muralla María. Incluso cuando parece que no tenemos salida, siempre nos queda un poco de esperanza. — observó la rosa de cristal.
—Sí, pero ahora eso depende de si Eren logra sellar la abertura.
—Eren, sé que te estamos pidiendo demasiado, pero... ¿Crees poder hacerlo?
Eren pareció pensarlo un buen tiempo, hasta incluso llegó a dudar de su propia capacidad.
—Esto no es cuestión de si puedes o no. No hay opción, tienes que hacerlo. En esta situación, si la Legión depende de este plan descabellado, es porque no hay otro plan. Así que deberás tener éxito.
—¡Sí, lo haré! ¡Taparé abertura de la muralla!
La albina sintió su nariz picar poco a poco, hasta soltar un pequeño y a la vez tierno estornudo.
—¡Achu! — cerró los ojos.
—Salud.
—Gracias, Sargento.
—¿No te habrás resfriado? — el rubio preocupado acercó su mano a su frente. —Creo que fue un simple estornudo.
—¡E-Estoy bien! — se sonrojó.
—Ay, el amor joven. — suspiró la castaña.
—¡Sa-Sargento!
—Oh, miren, estamos en Ehrmich.
「•••」
—Al salir de Ehrmich, será territorio enemigo.
—Eren, ¿puedes montar a caballo?
—Sí, mi cuerpo ya recuperó su energía perdida.
—Armin, tienes algo en el rostro. — la albina acercó su dedo índice cerca de sus labios. —Ya está, sólo era una pelusa. — observó al rubio. —Mmm. ¿Estás bien?
—S-Sí.
Ella estaba muy cerca de rostro... Aún no puedo evitar sentirme tan nervioso cuando su rostro está cerca del mío... ¡Contrólate, Armin!
El pastor llegó por la puerta en un estado de shock junto al Capitán Levi, quien mantenía la misma expresión, la Sargento se le acercó para volver a preguntarle si estaba dispuesto a hablar.
—Pastor Nick, ¿cambiaste de opinión sobre la muralla? — él hombre no respondió. —¡Ya no tenemos tiempo y tú lo sabes! ¡Decídete, ¿vas a hablar sí o no?! ¡Te lo estoy rogando!
—... No puedo decir nada, los otros creyentes son iguales a mí y eso nunca cambiará.
—¡Bueno, pues gracias por nada! ¡La información que me diste fue de mucha ayuda!
—No puedo decidir por mi cuenta, es demasiado para una sola persona, por favor, entiende que el culto de las murallas debe obedecer a la voluntad sagrada.
—¿La voluntad de quién? ¿De un Dios o algo así?
—No podemos hablar de eso, aunque sí hay una cosa que puedo decirles, el nombre de una persona a quien los sagrados ordenaron tener que vigilar.
—¿La vigilan?
—Sí, Sargento, eso es correcto. Se unió a la Legión de Exploración este año. — el cuarteto se asombró. —Esa persona se llama...-
—¡Con su permiso! ¡Tropa de cadetes 104, soy Sasha Blouse, sargento! — entró la castaña.
—¿Cómo no lo pensé antes? ¡Una chica tan hermosa como ella...! — la albina llevó sus dos manos a la cabeza. —¡De verdad es una Diosa!
—¿Quién es?
—Disculpe, es un documento para usted sargento.
—Escuchen, deben encontrarla de inmediato. Ella es la única que debe saber la verdad que ni a nosotros se nos está permitido conocer. Esta es toda la información que puedo compartir, el resto voy a dejarlo en sus manos.
—Si esa chica está en la tropa 104, debe estar en la línea frontal.
—Debemos ir de inmediato, ya no hay tiempo que perder. — el castaño chocó.
—¿Sasha? ¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? — preguntó la albina.
—¡Ah! — se levantó. —¡Hace poco fui a la sede de la legión para dar mi reporte! ¡Y ahí me encomendaron entregar esto, es un mensaje para usted sargento!
—¿Un mensaje? Buen trabajo. — la Sargento le entregó una patata hervida como premio.
—Por cierto... ¿Quién es la chica de la Tropa 104?
—Es la más joven de nosotros.
—Tiene el cabello largo y rubio, y es muy bonita. — dijo la albina.
—Siempre está cerca de Ymir.
—¿Dijiste Ymir?
—Sí.
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