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━━.𝟷𝟽

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El secreto de Annie

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Narrador Omnisciente.

El día de la operación fue llevado a cabo, por decisión de la albina, ella fue a convencer a Annie de ayudar en la operación para capturar a la Titán Hembra... Si es que ella era la Titán que mató a tantas personas.

—Annie. — llamó cuando la vio pasar delante de ella.

Haru retrocedió un poco hasta el pequeño pasadizo.

—Haru...

—Hola, ya eres toda una Policía. — le sonrió. —Estoy feliz...

—¿Qué haces aquí? — preguntó.

—Uso esta capa para poder ocultar mi equipo de maniobras, ¿ves? — se lo mostró.

—¿Por qué lo traes? — la albina se quitó la capucha.

—Annie, dime... ¿Podrías ayudarnos para que Eren y yo podamos huir? — preguntó.

—¿Y a dónde van a ir? — cuestionó. —Si desobedecen las órdenes del Rey, no tendrán ningún sitio a donde ir.

—Sólo nos vamos a esconder por un tiempo, no pienses en nosotros como enemigos del Rey. Seremos reportados como jóvenes rebeldes de la Legión de Exploración, vamos ha hacer tiempo. De esa forma, creo que la corte cambiará de opinión... Espero.

—¿Piensas hacer tiempo? ¿Tienes alguna prueba que los convenza? Dímelo, Haru.

—Es que... No puedo decirlo... — se puso una mano en la nuca.

—Lo siento, Haru. No puedo ayudar, pero tranquila... No diré nada de lo que pasó, hagan lo que quieran. — volteó para irse.

—Annie, alto. — llamó. —Por favor, a este paso me matarán a mí y Eren.

La rubia se detuvo.

—Es posible que los ignorantes y los egoístas de los altos mandos lleven a la humanidad a un estado cercano a la destrucción. Entiendo que no soy tan convincente, pero... Quiero que mis objetivos sean cumplidos. Haré lo que sea... No quiero meterte en problemas con la Policía si es lo que te preocupa, por favor... Ayúdame. ¿Crees que puedas hacerme ese favor? — se acercó.

—Haru, dime algo... ¿Crees que soy una buena persona?

—¿Buena persona? Bueno... No es que no lo seas, tú eres de las pocas que sabe soportarme. Supongo que el que te haya considerado una buena persona, es mi opinión. Eres mi amiga, y te aprecio mucho por los momentos que estuviste junto a mí, así que sí... Eres una muy buena persona para mí.

—De acuerdo... Te ayudaré. — la albina sonrió y abrazó a la rubia.

—Perdón que te meta en este aprieto tan grande... Espero me perdones.

—No hay problema, somos amigas después de todo. — dijo con el mismo tono de siempre para luego voltear, dándole la espalda y dejando de la su arma.

「•••」

Entre las calles de él distrito de Stohess, Annie se encargaba de llevar a Eren, Mikasa, Haru y Armin por las calles más solitarias de lo normal.

—Esto fue mucho más fácil de lo que esperaba. — dijo Eren.

—Shhh... — le calló Mikasa.

—Como es de esperarse de la Policía Militar, trabajan demasiado duro días tras día.

—No te distraigas.

—Espero que no descubran a Jean y a esa chica...

—Ella sólo mide igual que yo... — les susurró Haru. —No nos parecemos en más que la altura.

—El engaño tampoco me durará mucho, Jean y yo somos muy diferentes... No nos parecemos en nada.

—No te preocupes por eso. — volteó el rubio. —Ambos tienen cara de criminales y también un destello vil en los ojos.

—¡Cállate, ese tipo tiene cara de caballo!

—Oigan, si hubiera decidido no ayudarlos, ¿cómo pensaban cruzar la muralla?

—Pensábamos atravesarlo con el equipo de maniobras. — respondió el rubio.

—No se puede. Habría sido mejor huir antes de entrar a Stohess. De esa forma se habrían ahorrado muchos problemas.

—Somos niños tontos. — susurró la albina.

—¿Por qué decidieron actuar aquí?

—Esta ciudad tiene un diseño muy complejo, es la mejor opción para ayudarnos a escapar. Además, sólo aquí podíamos cambiar a Eren y a Haru, mientras la Policía Militar tiene la guardia baja. Así nos da tiempo para escapar.

—Ya veo, comprendo la situación. — el castaño y la azabache se dieron una ligera mirada dudosa.

—Es aquí. — habló la albina. —En este camino, podremos llegar a la puerta exterior. — todos bajaron menos Annie.

—¿De verdad? Eso es increíble. — le habló Eren, todos bajaron, pero por alguna razón la albina y el castaño se detuvieron.

—¿Annie? ¿Qué te ocurre? No me digas que le tienes miedo a los lugares oscuros y estrechos.

—Así es, Eren... Me dan miedo. Tú porque eres un valiente, un loco suicida, un imprudente como tú no podría entender a una chica como yo. — la albina sonrió.

—Tranquila, Annie. — se acercó. —Estaremos juntas, sólo trata de no pensar en la oscuridad. Cuando Armin y yo eramos pequeños, me pedía que no apague la luz.

—O-Oye... — se sonrojó.

—Todos le tenemos miedo a algo, tú sólo déjate llevar, no es tan malo como parece.

—Una chica que puede voltear en el aire a un tipo más grande que ella no es para nada frágil. Ya deja de jugar y entra.

—No. — negó. —No entraré ahí. No entraré por ese camino. A menos que estemos en la superficie, están sólos.

—¿A-Annie? — la albina suspiró. —Como te dije, todos tenemos miedo de algo, vamos... Te aseguro que no es la gran cos-

—¡¿Qué diablos estás diciendo?! ¡Entra aquí de una maldita vez! ¡No fastidies, Annie!

—¡Eren, no le hables así! Todos le tememos a algo, entiende.

—Eren, no alces la voz.

—No tienen que preocuparse. — les dijo. —Desde que llegamos a este lugar... No he visto a ninguna otra persona. Diablos, esto me duele. ¿Por qué me haces daño? ¿Por qué me ves de esa manera tan cruel, Haru? Dime por qué...

—Annie, ¿por qué usaste el equipo de Marco en la evaluación? — le preguntó Armin, la albina no era capaz de articular algo. —Vi que tenía los golpes y arañazos que yo le ayudé a reparar. Sin duda lo puedo reconocer.

—Entiendo... Ese equipo, lo encontré por ahí.

—Entonces... Esos dos titanes que capturamos vivos, ¿tú los mataste?

—Probablemente. Pero si sospechaste desde hace tanto tiempo, ¿por qué no dijiste nada hace un mes?

—Porque aún no lo puedo creer. — respondió. —Quería confiar en que no estaba equivocado. Que no era tu culpa... Pero, tú también. Ese día, me viste y no me mataste. Todo se redujo a esto, ¿no lo ves?

—... — miró a la albina. —Sí, estoy de acuerdo, pero no imaginé que mi amiga terminaría arrinconándome de esa manera... Yo también me pregunto por qué...

—¡Escúchame, Annie! ¿Siempre haces bromas tontas? ¡Ya deja de jugar con nosotros y no sigas con esas tonterías, estoy harto de esto! ¡Así que ven aquí! — gritó. —¡Oye, Annie, lo único que tienes que hacer es ir con nosotros bajo tierra, si bajas, confiaremos en ti!

—No puedo ir ahí... Al menos, no yo.

—¡Basta ya, te dije que no bromees conmigo!

—¡Annie, aún podemos solucionar esto! ¡Eres mi amiga, de seguro hay una manera de que podamos-.

—Es suficiente. — Mikasa se quitó la capa. —No puedo seguir escuchando esto. Se acabó... Te cortaré en pedazos otra vez, ¡maldita Titán Hembra! —...

Hubo silencio por un momento, hasta que las mejillas de la rubia se pusieron rojas, rió como una loca desquiciada.

—Hahaha...~ — rió. —Hahahaha... Hahaha... ¡Hahahaha!

Armin aún no podía entender cómo es que su novia confiaba en ella hasta ahora.

—Haru...~ — sonrió. —Me alegra saber que hasta ahora sigues confiando en mí, te ganaste esta apuesta... Pero... — Haru dejó salir una pequeña lágrima. —A partir de este momento, ¡yo haré la mía!

—Annie-

Armin disparó la señal, y todos los que se escondieron, atraparon con éxito a Annie.

—¡Annie...! — Mikasa la agarró del brazo y la hizo retroceder.

—Haru.

Cuando Mikasa y Armin vieron su dedo, jalaron del cuello y del brazo a Eren y Haru. Ya era demasiado tarde para ellos.

—¡Mikasa! ¡Armin!

—¡Muy tarde!

"El nombre de la sospechosa de ser la Titán Hembra es... Annie."

Una gran explosión se oyó por todo Stohess, los ciudadanos que estaban en evacuación se asustaron. Era algo aterrador para ellos, una muy fea experiencia.

—Maldición. — Armin maldijo y la mano de Annie apareció por el pasadizo. Los cuatro se alejaron de ahí. —Maldición, ella conocía nuestras intenciones desde el principio. Incluso supo que planeabamos una emboscada. Seguramente se anticipó a nuestros movimientos.

—Piensa más tarde en eso. ¿Qué es lo que debemos hacer?

—Lo primero, reunirnos con el escuadrón y salir. Luego iremos contra la Titán. Lo haremos según el plan B. — observó al castaño. —Eren, tendrás que transformarte para poder capturarla.

—Sí.

—¡Oigan! — los del escuadrón por fin llegaron. —¿Acaso la primera estrategia falló?

—¡Así es, fallamos, cambien al plan B! — el rubio se detuvo al igual que los otros al tener un muy mal presentimiento sobre sus cabezas.

El pie de Annie rompió el piso y los de su escuadrón quedaron bajo sus pies, muertos. El polvo y la gran intensidad del viento los hizo cubrir sus ojos.

—¡Los pisó...!

—¡Tenemos que ver si alguno está con vida!

—¡Aléjate de ahí, Haru! — la jalaron del brazo.

—¡Mikasa!

—No hagas una locura, ¿quieres morir o qué?

—De hecho, ella apostó a que Eren y Haru vivirían, es una rival muy poderosa. — Armin continuó corriendo. —Annie hará todo lo posible por atrapar a Eren y Haru.

—Carajo. — le dio un golpe a la pared, haciéndose daño en los nudillos. La sangre caía desde ellos.

—Cálmate. — le dijo el rubio tomando su mano herida.

En un lugar más seguro, trataron de idear un plan de escape.

—¿Qué haremos? Bloqueo la salida. Si escapamos con nuestro equipo de maniobras, ella nos aplastará. Puede que si- — Annie volvió a romper el piso, no muy cerca de ellos. —Si nos quedamos aquí, sólo esperaremos nuestra muerte.

—¡Yo me encargaré de esto, lo haré! — dijo Eren. —¡Así como cuando bloquee el cañón! ¡Acérquense! — se apegaron. —No se alejen de mí.

Eren llevó su mano a la boca, haciéndose daño. Los tres cerraron los ojos, esperando. Pero nada pasó.

—¡Ah-! ¡Ahh! ¡Ahhh! — gritó. —¿Por qué? Otra vez, no puede ser, ¿qué está pasando?

—Eren, concéntrate. Debes de tener un objetivo claro, así no lo lograrás.

—¡Lo sé, Haru! ¡Pero no puedo! — continuó con la boca mordiendo su mano. —¡Ahh!

—En el fondo... — Mikasa se agachó a la altura de Eren. —Aún dudas de pelear contra Annie, ¿verdad?

—Eren...

—No me digas que todavía crees que ella no sea la Titán Hembra que ha matado a tantos... ¿No viste lo que pasó? Se transformó frente a todos nosotros, Haru casi muere por su cercanía... Recuerda como asesinó a todo escuadrón, ¿crees que me equivoco?

—¡Ya cállate, cállate! ¿No ves que lo estoy intentando? — volvió a morder su mano. —¡Ahh! ¡Ahhh! — volvió a detenerse.

—¿Ahora lo entiendes?

—La Titán Hembra es... Annie Leonhart. Ahora tienes que luchar contra ella, ¿o acaso alguna emoción en particular te lo impide?

—Mikasa...

—¡Escuchen, tengo un plan! — dijo Armin. —Mikasa y yo, correremos cada uno a los lados opuestos. Annie sólo se enfocará en uno de ellos. En ese momento, deben huir.

—¡E-Esperen! Eso quiere decir que uno de ustedes podría morir, es muy arriesgado. — paró la albina.

—Si nos quedamos aquí, nos matará a los tres. ¡Mikasa, prepárate!

—¡De acuerdo, me adelantaré!

—¡Esperen, chicos!

—¡¿Cómo pueden ustedes pelear contra ella?! — la azabache se detuvo.

—No tenemos opción, el mundo es un lugar muy cruel... — se colocó la capucha y salió. 

La albina cerró los ojos, ni siquiera le dijo a Armin que lo quería, al ser también un mal momento, quería decirlo.

—¿Cómo puede ser que- — la albina se detuvo al sentir el piso temblar, al levantar la mirada, el techo ya se les vino encima.

「•••」

—¡Eren, Haru! ¡Los sacaré de ahí! — Armin vio como su amigo y su enamorada estaban inconscientes. —¡Despierten! ¡Digan algo!

—¡Armin! ¿Qué está pasando? — Jean se le acercó.

—¡Están atrapados, ayúdame Jean!

—¿Qué? ¿No debería haberse transformado?

—No pudo hacerlo, saber que Annie es la Titán Hembra lo está obstaculizando.

—¿Qué?

—Por favor, tenemos que ayudarlos. ¡Por favor, ayúdame, Jean!

—¿No pudo hacerlo...? — frunció el ceño. —¡Maldición, Eren! ¡Te dije que todos confiábamos en ti! ¡Y tú, maldita borracha, lo mismo va para ti, borracha llorona! ¡Nos vimos obligados a poner el futuro de la humanidad en sus manos! ¡Marco, él no... No pudo! — sollozó.

Annie volvió, esta vez lanzando una roca grande que hizo apartar a Jean y Armin del medio.

—Haru, Eren...

—¡Primero tenemos que hacer algo con ella!

El rubio frunció el ceño. —Eren... Hay algo que le dije a Jean y Haru una vez. Las personas que no pueden abandonarlo todo no, pueden cambiar al mundo. Si tenemos que pelear contra monstruos, debemos dejar de ser humanos, estoy seguro de que Annie lo hizo. No sé cuál sea tu meta... Pero los que puedan hacerlo venceran.

Armin se acercó a Annie, observando como Jean y Mikasa trataban de detenerla.

—¡Annie, debiste haberme matado cuando pudiste, ahora veremos cuál de las dos apuestas es la que vale la pena! — esas palabras no sirvieron mucho de distracción.

—¡Armin, por aquí!

—¡De acuerdo!

「•••」

"Las personas que no pueden abandonarlo todo... no pueden cambiar al mundo"

Esas palabras daban vueltas por la mente de la albina, sin duda alguna debía dejar de ver a Annie como una amiga en esos momentos.

Fallaron, ambos tomaron una decisión incorrecta... Era su culpa.

—E-Eren... — el castaño hacía todo lo posible por liberarse de la gran estaca que atravesaba su pecho.

Haru llevó su mano ensangrentada a la mano de Eren, unidos por la sangre...

—¡¡Ahhhhh!!

Un destello muy luminoso recorrió sus cuerpos, hasta que lograron transformarse en un titán. Parecían estar dispuestos a acabar con ella, o al menos eso pensaban.

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