Corriendo sin pensar Izuku miraba por todos los pasillos, en busca de alguien que le ayudará, a lo lejos escuchaba los gritos enojados y desesperados de Camie, su corazón palpitaba a mil ¿Porqué? ¿Porque Camie le mentiría de ese modo? No lo sabía y la verdad es que en ese momento poco le importaba, solo quería encontrar a Kacchan, o incluso encontrar a alguno de esos chicos

Por su parte la castaña estaba muy molesta, Izuku estaba provocando la y poco faltaba para que terminara hiriendolo en busca de obtenerlo

— ¡Regresa de una maldita vez! ¡Te lo ordeno carajo! — Izuku hacía caso omiso a la voz de la chica, solo necesitaba huir

Para la desgracia del pecoso tropezó con un jarrón que estaba tirado por ahí

— te tengo — dijo maliciosa la chica

Izuku sabía que era su fin

Por otro lado Bakugo estaba indeciso, caminaba por todo el castillo en busca de la sirvienta morena, ella era quien más información tenía, ahora solo necesitaba encontrarla

— Ashido — la castaña volteo de forma alterada, se hallaba en la sala del trono sacando todas las armas posibles que pronto múltiples soldados irían a buscar

— Bakugo-San — mencionó ella

— ¿Dónde mierdas dicen que están mis padres? — la morena bajo la mirada con un toque de tristeza, observando el suelo para mirar determinada al cenizo

— yo...de verdad lo siento mucho Bakugo-San — El cenizo le miro confundido — vera...su padre...bueno, él a fallecido — sus ojos escarlatas se abrieron en sorpresa

— ¿Qué mierda dices? —

— de verdad lo siento, pero su padre ah muerto en batalla, su madre sigue al frente, al parecer le está sirviendo de desahogo —

— ¡Puta mierda! ¡¿Quién carajos los mato?! Le asesinare con mis propias manos — la chica solo negó con la cabeza

— lo siento, nadie lo sabe, solo se sabe que de un momento a otro su madre y padre se separaron, Mitzuki-San le busco, pero...bueno...—

— ¿Dónde está mi madre ahora? ¿Donde mierda está la vieja? —

— está al frente, en la zona norte de los terrenos, las fuerzas de Shigaraki al parecer se están fortaleciendo con forme pasa el tiempo, los soldado vendrán pronto por todo esto — apunto a las cosas que tenía ahí tiradas

— gracias — el cenizo salió de la habitación, de sus ojos comenzaron a salir lágrimas, su padre mierda, ahora mismo aquel amoroso hombre estaba muerto, debía hacer algo y pronto

— ¡Sueltame! — Izuku gritaba ante los jaloneos de la castaña, intentaba sacarse de su agarre pero ahora sí que era complicado

— jajaja, no Izuku, Bakugo me dio la orden de meterte a las masmorras para que estés a salvo —

— ¡Mientes! Kacchan me dijo que me quedé en la habitación —

— créeme si lo deseas, no me interesa, de todas formas te llevaré allá abajo — Izuku intento patear a la mayor, pero está fácilmente tomo su pierna, se acercó al pecoso, jalo el hilo con el que tenía atadas las manos del más bajo quedando frente a frente con el pecoso, con una de sus manos tomo de las mejillas al pecoso, aguecandolas mirando con superioridad al pecoso — no creas que caeré dos veces Izuku,  así que comportate como el niño bueno que eres y cállate — soltó el rostro del menor de forma brusca, con un simple movimiento de su dedo una mordaza apareció al rededor de la boca del menor — jajaja, así estás mejor Izuku, obediente — beso la frente del pecoso y continuo su camino, Izuku estaba muy desesperado, debía escapar de alguna forma

— ¿Qué mierda? — una voz extra se escuchó

La castaña abrió sus ojos en sorpresa, volteo mirando a ese grupo de idiotas a los cuales tanto odiaba

Izuku por su parte se puso feliz al ver a Shoto y a Momo el ese grupo, al igual que a Iida y a la mayoría de los chicos que habían ido a visitar a Bakugo

— ¿Cómo mierda llegaron hasta acá? Se supone que deben está muertos — la castaña estaba enfurecida, mirando a ese montón de idiotas irrumpir en su plan

— ¿Muertos? Querida, hierva mala nunca muere — afirmó un rubio

— ¡Deja a Izuku en paz! — grito la pelinegra

— porfavor queridos, ustedes saben muy bien lo que hicieron — sus ojos se abrieron en sorpresa — son unos malditos traidores al reino Bakugo, esto irá muy mal cuando la guardia real los atrapé —

Izuku frunció sus cejas igual confundido

— ¿De qué carajos hablas mujer? — mencionó Monoma

— ustedes son los causantes de todo esto, a eso me refiero — dijo segura la castaña — por su culpa ahora mismo el rey Masarau está muerto, ustedes malditas escorias — Izuku seguía confundido, como que había muerto Masarau, eso, eso no podía ser

— ¡La pura mierda tuya mujer! ¡Nosotros no hemos hecho nada de eso, deja a Izuku en paz, solo le harás daño! — grito muy enfadado Shinsou

— jajaja, no lo dejaré en sus manos ni loca — en sus ojos se veía la locura pura, no dejaría a él hermoso pecoso en manos de nadie

— no sé...no sé que pensar — Izuku estaba muy perdido, ¿ellos eran los malos verdaderamente? ¿Y si de verdad camie solo quería protegerlo aunque hubiese usado medidas desesperadas?

— deja a Deku en paz Camie, ya eh descubierto su estupido secretito — detrás de ella escuchó la voz del heredero Katzuki, sus ojos con sorpresa voltearon, notando ahí su mirada fría y llena de furia

— Bakugo — hablo en un tono encantador —  ¿De qué plan hablas? — se hizo la inocente — yo no sé nada — apretó su agarre en la cuerda en sus manos, Izuku sintió aquella tensión de golpe

— claro que lo sé maldita, tu y Shigaraki, han hecho algo terrible de lo cual créeme que se van a arrepentir —

— ¡Jajaja! ¡No sé de qué mierda hablas Bakugo! ¡Soy una inocente paloma blanca! — grito ya de forma sarcástica — y si así fuera ¿Cómo lo descubriste? ¿Tienes pruebas si quiera? —

Bakugo sonrió con burla, ya había atrapado a la maldita de Camie y ahora solo debía derrotarla para luego ir por Shigaraki

Hace un momento luego de ir donde Mina, Bakugo tomo un arma de las más exclusivas de los guerreros, llendo en busca de su madre para apoyarla en batalla, salió del castillo para entrar por un callejón matando a unos cuantos son piedad, hasta que encontró a uno en particular, el príncipe Tomura

— Shigaraki — hablo con odio

— un gusto Bakugo — el tipo tenis sus ojos escarlatas muy fijos en el cenizo, como odiaba a ese tipo — ¿Sabes el porque estamos aquí? — el pelicenizo negó — jajaja, tienes algo que me pertenece —

— ¿Qué? Pertenecerte algo a ti, ¡jajaja! Solo tus estúpidas tierras llenas de injusticia —

— si supieras, tienes a una preciada esmeralda que me pertenece desde que nació — aseguro el peliceleste, Bakugo se enojo de más, mirando con odio y apuntando el arma al chico — sabes de qué hablo, o mejor dicho, de quién hablo —

— tú pedazo de mierda —

— jajaja, ¡¿y tú papá Bakugo?! —  grito con burla mirando al cenizo, eso enfureció a Katzuki, lanzándose en contra del peliazul, logrando rozar su nariz con la punta del arma — jajaja ella tenía razón, eres tan patético —

— ¿"Ella"? —

— oh sí, no te lo había dicho, Camie, ella es mi cómplice — soltó de forma venenosa el ojirrojo, Bakugo abrió los ojos con sorpresa — ¡Jajajajajaja! Tu expresión me lo dice todo, no te lo esperabas ¿No? Ella tiene aficiones muy parecidas a las mías, solo con un detalle, es muy ingenua, le di mi "lealtad" jajaja, como no, ahora mismo la estoy traicionando, ella debe estar llevando a Izuku a las masmorras de tu palacio, en búsqueda del escape — Katzuki se miro sorprendido ante aquello — si no quieres que tú pequeño niño sea más pronto separado de ti, te recomiendo ir a por ella y no por mí — el peliceleste salió corriendo, Katzuki mantenía una lucha interna sobre su ir detrás de él o ir en busca de Izuku

Opto por la segunda, no podía dejar que nada malo le pasará al pequeño pecoso, no, eso jamás se lo permitiría

Así que fue en dirección contraria a Shigaraki, sin saber que sus maliciosos ojos rojos sobresalían de la oscuridad mientras sonreía

Así llegamos a está situación, Camie estaba atrapada en ese momento, mirando a todos ahí, Izuku seguía peleando contra las ataduras aunque muy poco le servía

— el idiota de Shigaraki me lo contó todo, eres una maldita traidora Camie —

— jajaja...jajajaja...¡¡¡Jajajajajaja!!! ¡Ese maldito de Shigaraki me las va a pagar! — con su mano hizo un movimiento, en esta apareció de la nada una pequeña navaja, pequeña pero afilada — ahora yo solo diré algo — atrajo a ella al pecoso, con una mirada tétrica, coloco aquel objeto afilado en su fino cuello — háganme algo, tan siquiera un roce, y yo mato a Izuku, si no es mío, no será de nadie — mencionó con aquella típica frase, su mirada no reflejaba más que verdad pura eh irá

Ahora mismo nadie sabía que movimiento hacer, estaban acabados

Si, si, si ya volví jsjsjs, perdone me, se que dije que actualizaría quizá el 20 de abril que era el cumple de la rubia, pero se me pasó el tiempo jejeje, espero le sigan dando amor a esta historia, que es una de cuando comenzé en mi teléfono nuevo y cuando mis seguidores en Watpadd hicieron ¡Pum!

La verdad no saben cuánto agradezco su apoyo, si no fuera por todos ustedes hoy ya no estaría en Watpadd y seguro lo hubiera olvidado tal y como mi cuenta antigua, de verdad, los amo, los amo mucho más d Eli que ustedes creen
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