«*PSIQUES AUTOBOTS Y HUMANOS*»

     «Las leves ojeras bajo sus ojos y los constantes bostezos que encubre con los dedos sobre sus labios la delatan, está desvelada —pensó Jazz al transportar en cuatro ruedas a su querida amiga—. Ojalá nuestra sorpresa la reanime.»

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     «Mi caballero de cobalto tan al pendiente de mí, los divertidos y cálidos encuentros furtivos en nuestro cubil secreto, sus magníficos detalles, y las hermosas cartas de amor que me envía con Laserbeak y Buzzsaw me conmueven el corazón —cavilaba para sí la científica suspirando anhelosa—. Me siento tan feliz y enamorada que apenas me lo creo. Sin embargo... la culpa me quema el alma. Ambos nos somos tan fieles el uno al otro que, en cierto modo, desertamos de nuestros bandos sin dudarlo para poder estar juntos —resopló entrecerrando los ojos—. Mientras yo le informo de fuentes de energía y novedades tecnológicas, Soundwave me alerta y previene los factores de alto riesgo y destrucción inminente en los planes de Megatron; que no se atreve a revelarle por su subordinación hacia él. Gracias a eso el planeta no ha explotado por sus malos cálculos, pero también ha incrementado los combates entre Autobots y Decepticons, y me resulta muy doloroso verlos pelearse y hacerse daño, pues de alguna manera... todos son valiosos para mí por igual. ¿Qué debería hacer?»

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     «Ella viene en camino, los preparativos están listos, reboso de emoción por verla y... mis circuitos hacen corto de los nervios —discurría Perceptor en sus bancos de memoria—. Vamos, cálmate, erudito experto, eres capaz de esto y más; el día es propicio para ello. Hoy voy a confesárselo. —Coloca sus manos a los costados de su cabeza, preocupado—. Aunque... ¿qué haré si me rechaza?»

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«*PSIQUES DECEPTICONS*»

     «Siempre va por ella ese maldito de Jazz —enfadado en lo profundo, Soundwave espiaba a su cortejada a través de la cámara de Buzzsaw—. Amenaza inminente... Acción necesaria... Iniciar misión de vigilancia.»

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     «¿A dónde irá Soundwave?, parece furioso —se dijo Thundercracker tras observar el ímpetu del sentencioso marchar de su compañero—. Sea por lo que sea, lo mejor es que le siga de cerca sin que se percate de mi presencia. Quizá por fin descubra su Talón de Aquiles.»

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Más tarde...

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«*PSIQUES HUMANOS*»

     «Creía que sería un día de labores cotidianos como cada fin de semana, pero mis amigos Autobots me han dejado pasmada gracias a la fiesta que me tenían dispuesta —admitía la dama muy contenta—. El ambiente, los bocadillos, la convivencia y el bailar con Jazz y Blaster ha sido estupendo. —Suspiró entusiasta—. Además, todavía me aguarda algo extra por parte de Perceptor, quien me ha citado afuera de la base. Me intriga demasiado saber de qué se tratará.»

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«*PSIQUES AUTOBOTS*»

     «Es peligroso para ella salirse del cuartel sola. No me explico el por qué, pero tengo un mal presentimiento —escandalizado, Jazz fue detrás de la muchacha.»

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     En aquel paisaje edénico y desértico, el gigante azulino, detrás de unos pilares rocosos, procuraba a escondidas a su amada, a la par que detectaba la aparición del microscopio carmesí que le saludaba entre penoso. Mas ignoraba el acecho del ave de hierro celeste, que le husmeaba desde lo alto, sigiloso. Y un tercero miraba al par de ilustres, cual haciéndoles guardia; el Porsche, cauteloso, les admiraba en silencio a prudente distancia.

     El trío en expectativa, invadidos de sospechas, celos y dudas, pronto quedaron perplejos; pues la confesión amorosa de Perceptor los dejó boquiabiertos, y a la dama con un nudo en la garganta.