*Día 33*

...

     Una de las habituales discusiones por el poder, entre Megatron y Starscream, provocó un peligroso acceso de agua en un estrecho subnivel de la base submarina; justo en el cual yo me encontraba diagnosticando una falla en riesgo de corto circuito. Antes de lograr dar alerta del problema, perdí el conocimiento. Lo último que pensé fue: Deseé tanto morir, que mis suplicas fueron escuchadas.

     Si esto está escrito es porque evidentemente no morí ahogada...

     Desperté en mi «cubículo privado» arrumbada en unos enormes cojines, y bajo unas sábanas mal colocadas apenas cubriéndome. Aún desorientada, me levanté; y descubrí mi ropa regada en el suelo. En ese instante caí en cuenta de que yo no traía puesta prenda alguna...

     Dispuesta, tomé mi bata de laboratorio, pero estaba empapada. Entonces me tumbé a dormir en el montón de almohadones, después de todo no poseía otros cambios de ropa, y me sentía tan acongojada que me dio pereza arroparme. Ni siquiera me pregunté el cómo sobreviví.

     Al fin, una fría sensación metálica dio un empujoncillo sobre mi espalda desnuda, y yo me sacudí de golpe. Miré y ahí estaba, arrodillado en un sólo pie picándome con su gran dedo azul, mi guardián... Soundwave.

     Atiné a decirle hola, y le sonreí (no sé por qué lo hice). Él, inexpresivo como siempre, se levantó y se marchó a la puerta, pero antes de irse señaló hacia un rincón de mis aposentos.

     Ahí yacían tres cajas y mi ración de comida diaria. Primero fui a curiosear el contenido de las cajas. Vaya que fue enorme mi sorpresa: una estaba repleta de ropa; otra tenía muchas cosas para entretenerme, como libros, acertijos, manualidades, revistas de paisajes, etc; y la última comprendía una vasta despensa de diferentes tipos de chocolates.

     Quedé tan perpleja que ya no supe si agradecérselo, o reclamarle por haber husmeado en mis anotaciones personales. Aunque quizá no lo haya hecho. Tengo entendido que él es capaz de leer la mente de los seres vivos, al captar los impulsos vibratorios y eléctricos del cerebro...

     ¿Soundwave leyó mis pensamientos cuando yo dormía?

     *Día 37*

Anotaciones personales

     Por razones que desconozco, los Decepticons han estado pasivos en lo que a proyectos nuevos se refiere. Esto me ha dado la oportunidad de descansar y de estudiar más a detalle a estos peculiares seres que parecen sacados de la ficción.

     Sus comportamientos fuera del combate o de la labor diaria son muy similares a los humanos. Reposan cuando lo requieren o se divierten por placer; charlan entre ellos, e incluso bromean; llevan horarios para abastecerse de su dosis diaria de Energon, y se dan sus mantenimientos propios. Me resulta fascinante que criaturas robóticas así de avanzadas provenientes de un planeta distante compartan una «naturaleza» tan afín a la de nosotros. Que manifiesten expresividad emocional es lo que más intriga a mi saber, pues he comprobado que sus sentimientos son bastante reales y palpables.

     El caballero metálico (lo digo por su máscara y/o casco que me recuerda a un yelmo), Soundwave es una excepción. O eso pensaba yo antes de pillarlo haciendo ciertas actividades.

     Hace dos días lo espié a escondidas mientras él revisaba una de las computadoras principales de la base, y me asombró que, al creerse en completa soledad, se presionara en su «parte baja frontal» donde están sus botones de «reproducción» (extraño juego de palabras). Con ello descubrí que sus gustos musicales son magníficos, ya que las melodías que surgían de él eran armoniosas, bellas y muy amenas.

     En cuanto a ayer, le vi interactuando con unos cuantos de sus «casetes» (Laserbeak, Buzzsaw, y Ravage), quienes revoloteaban y corrían a su alrededor cual si desearan atraer su atención. A lo que Soundwave correspondió con una simple seña de su mano, y el par de casetes voladores se posaron en sus hombros rozando los costados de su cara con sus picos; en tanto que al felino le acarició su cabeza y detrás de las orejas. Acepto que presenciar aquello me conmovió el corazón, porque por un segundo mi circunspecto e insensible guardián demostró una pisca de afecto por sus pequeños compinches.

     Ahora que lo pienso, no le he dado las gracias por sus regalos... ni por salvarme.

     *Día 40*

Anotaciones personales

     Lo he conseguido, sea por un capricho mío o resultado de mero tiempo libre y tecnología a mi alcance; fuere por lo que fuere, está listo.

     De primera instancia mi invento no causó ningún revuelo en los Decepticons, por lo que lo ignoraron; pero eso no pasó a afectarme, pues lo diseñé como un regalo para Soundwave.

     Mi aparato de ondas es sencillo y fácil de usar. Lo he nombrado «Armonizador energético»: su función es la de detectar y analizar la resonancia eléctrica y magnética fluctuante de los Cybertronianos para crear la armonía vibrátil ideal para cada uno. Esta armonía, si es empleada de forma adecuada, provoca sensaciones agradables en ellos. Se podría deducir que es un «estimulante emocional» para estos entes. No obstante, si dicha armonía se sincroniza con un cubo de Energon puro, le dará un efecto maravilloso. En consecuencia, el rendimiento de esa energía aumenta exponencialmente, y, por definirlo de algún modo, le otorga «un sabor delicioso y placentero» evitando la secuela de una sobrecarga (es como un estado de embriaguez en ellos).

     Mi guardián fungió como mi conejillo de indias sin saberlo. Lo convencí de facilitarme un par de los cubos contenedores de Energon que fabrica de su cabina con el pretexto de investigarlos, y de ser posible para mí, mejorarlos. Entonces puse manos a la obra, y una vez preparado el brebaje recargado por la armonización de la frecuencia favorita de Soundwave que obtuve (es la que más se repite en sus transistores cuando se le figura cierta felicidad), fui a ofrecerle el cubo como muestra de agradecimiento por salvar mi vida, y por sus obsequios.

     Agregaré en conclusión que ahora mi invención es muy respetada y aprovechada por los Decepticons, quienes, encantados con ella, han hecho un par de duplicados para enviarlos a Cybertron como auxiliares energéticos de las reservas en propiedad de Shockwave. Por desgracia, en justificación por valerme de sus recursos, me vi obligada en añadirle el toque bélico a mi artefacto; enseñándoles a alterar la continuidad de la vibración, e invertir su polaridad para causar sensaciones desagradables y desazones nutricionales en sus enemigos los Autobots.

*Nota*

     A partir de ese «buen trabajo», los Decepticons se han allegado más a mí, en mayor medida, Soundwave, que entabló una corta y apacible conversación conmigo tras mi exitoso proyecto.

     Estoy dudando de cuán malvados se supone que son estos robots. No son perfectos, sin embargo...

     No, no debo olvidar que ellos me volvieron su prisionera. Jamás seremos amigos... Aunque Soundwave confunde mis pensamientos y me revuelve los sentimientos... ¿por qué?