Caminaba por aquel solitario bosque, no sabía que hacia en ese lugar, debería de estar en el castillo junto a San, empezó a buscar la salida, una niebla espesa empezó a descender, había mucho frío, el miedo lo invadía, aquel lugar era oscuro.

A lo lejos vio una silueta, se parecía a la de su hyung, a pasos rápidos se acercó, tocó el hombro, aquella persona se giró, Wooyoung sonrió cuando se dio cuenta que era San, con emoción lo abrazó.

"Hyung estaba asustado"

"Siempre regresaras a mí, pequeño y lindo dragón"

Esa no era la voz de su hyung, quiso separarse pero aquellos brazos reforzaron el agarré.

"Suéltame"

Aquella persona lo soltó y los ojos del menor se abrieron al ver de quien se trataba.

"R-rain... "

"Te encontré, precioso. "

— ¡Déjame en paz! —Wooyoung despertó de golpe, estaba empapado de sudor, su respiración era rápida, algunas lágrimas estaban en sus mejillas, encogió sus rodillas llevándolas a su pecho, las abrazo, escondiendo su rostro en estas.

Solo de recordar aquel hombre, su cuerpo temblaba de miedo, no supo cuando empezó a llorar, no quería regresar con Rain ni a ese Reino horrible, en ese momento quería que San lo abrazara, anhelaba estar en sus brazos y sentirse protegido. La habitación del rey quedaba junto a la suya, quería ir con él, pero solo sería una molestia.

Su respiración se calmo, acostándose nuevamente en la cama y con su vista fija en la ventana, su mente estaba nublada de pensamientos, la puerta de su habitación fue abierta, sorprendiéndolo un poco.

— ¿Wooyoung? —la voz de San se escuchó. — ¿Estás bien? —

Wooyoung respiró profundo, no quería que San se preocupara. —Hola hyung, estoy bien. —

—Te escuché gritar... —el mayor se sentó junto al ojiverde.

—Tuve una pesadilla, los siento si lo desperté. —giró su cuerpo viendo en dirección al rey, este tenía su cabello un poco despeinado, su bata mal puesta y ojos cansados, Wooyoung sonrió con ternura. —Hyung estoy bien, puede regresar a dormir. —

—Me quedaré aquí... —El pelinegro bostezo.

— ¿Eh? p-pero... —

—Cuando éramos pequeños y me quedaba en tu hogar, dormíamos juntos, tu madre nos arropaba y nos daba el beso de buenas noches ¿lo recuerdas? —Wooyoung asintió.

—Pero ya no somos unos niños... —dejó de hablar cuando el mayor se metió en su cama tomando la manta y tapándose con ella. —H-hyung, ¿qué hace? —

—Dormir, estoy muy cansado, tengo pereza de caminar a mi habitación. —

—Pero esta justo al lado. —

—Lo se, ahora duerme. —San le dio una pequeña sonrisa, sus rostros estaban de frente. —Descansa Woonie. —dejó una suave caricia en la mejilla del peliplateado, para luego cerrar los ojos.

Wooyoung se quedó despierto un ratito más, analizando el rostro del otro, piel pálida, labios delgados, nariz fina, aquellos lindos lunares adornando, San había cambiado mucho, se había convertido en un hombre demasiado guapo.

—Dulces sueños, Hyung. —

Cuando la mañana llegó y Woo abrió sus ojos, el rey ya no estaba en la cama, solo estaba impregnado su perfume. Pero por primera vez Wooyoung y San no habían tenido pesadillas, porque si, esa era la razón por la que el pelinegro no dormía bien. Pero esa madrugada durmieron tranquilos y en paz en compañía del otro, todos esos feos sueños se habían esfumado en ese momento. 

San estaba parado junto a la gran ventana, su vista estaba fija en Wooyoung, este estaba sentado bajo un árbol leyendo un libro.

—Rey, tenemos que irnos, Yunho cuidara del joven Wooyoung. —Yeosang se paró a su lado.

—Entiendo, vamos... — caminaron hasta llegar a la entrada del castillo.

Los dos iban a ir a ver la reconstrucción de Water, ya que San había dado la orden de levantar el distrito, Yeosang y Yunho estaban felices y agradecidos, pero San ese día no se sentía bien además que tenía un mal presentimiento.

Cuando llegaron al lugar, vieron que ya estaban empezando con la construcción, si seguían así muy pronto estaría lista, Yeosang fue su revisar el área, el rey caminaba en los alrededores, cuando a lo lejos vio a alguien muy conocido.

— ¿Wooyoung? —susurro. La curiosidad lo invadió y siguió el camino que había tomado aquella persona. ¿Qué hacía Wooyoung ahí? Pero no se había dado cuenta que un recorrido lo dejó en un callejón sin salida, giró para poder regresar, pero alguien con capa negra y baja estatura lo detuvo.

De la nada dos personas más aparecieron junto a él tomándolo de los brazos haciendo que quedará de rodillas en el suelo, la persona con capa se acercó a él inyectando algo en su cuello, el líquido quemaba.

—De cerca eres mucho más lindo. —el chico se puso de cuclillas tomando el rostro de San. —Encárguense de él... llévenlo a Black Moon. —esa voz era parecida a la de Wooyoung, con la fuerza que le quedaba levanto su rostro lo único que vio fueron unos ojos verdes y una sonrisa tétrica en aquellos abultados labios. —Al fin serás mío Black. —su vista estaba fallando no podía ver bien a la persona frente a él.

El chico con capa negra que estaba frente a él desapareció, su pecho se oprimía y su sangre hervía, sentía aquel líquido por todo su cuerpo, su dragón este estaba inquieto, San quería protegerse pero no podía moverse.

—Llegó tu fin Black, no podrás salvar a tu pequeño Wooyoung... —

Cuando mencionaron el nombre de su príncipe su cuerpo reacciono.

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Wooyoung se había quedado dormido, el libro reposaba en su regazo, unas suaves caricias en su cabello hicieron que despertara. Cuando abrió sus ojos frente a él estaba San.

—Hyung... —habló con voz adormilada. —Esta vez regreso más temprano. —

—Perdón por despertarte, yo termine el trabajo rápido, quería verte y enseñarte algo. —

— ¿Qué es? —pregunto curioso.

—Acompáñame, iremos a un lugar. —el pelinegro le extendió la mano, Woo al hacer contacto, se dio cuenta que aquella mano no era cálida como la de su Hyung, esta estaba fría.

Empezaron a caminar hacía el jardín trasero, ese lugar era un poco desolado, Wooyoung no sabía porque tenía miedo, así que decidió soltarse del agarre y regresar al castillo

— ¿Que pasa Wooyoung? —el rey lo vio y el menor se dio cuenta de algo, quería darse un golpe por ser tan tonto, por perder aquel detalle, San no tenía la cicatriz en el ojo derecho, además los ojos no eran de color rojo como las de su hyung.

Algo no iba bien, estaba muy confundido, porque había un chico igual a su Hyung parado frente a él, todo estaba mal, solo esperaba que el verdadero San estuviera bien. Aquel hombre se acercó y empezó a acariciar su cabello.

—Aléjate... —retrocedió

—Wooyoung ¿porque le tienes miedo a Hyung? no te dañare. —

—Tú no eres mi San. —la mano de Wooyoung brillo, si tenía que usar su poder y pelear lo haría, ya no era aquel chico débil y llorón del pasado, así que levantó su brazo dirigiendo toda su fuerza al rostro del otro, pero fue detenido.

—Como esperaba de la inteligencia de mi pequeño dragón, sabía que te darías cuenta, así que vine. —una voz grave interrumpió. —Buen trabajo. —se refirió al chico parecido al rey.

—N-no, esto es una pesadilla. —Woo no quería girar a ver, aquella maldita voz la había reconocido, su mente solo decía que no podía ser verdad.

—No es un sueño Wooyoung, vine a recuperar lo que es mío, no ahora, esto solo es una advertencia, quería hacerles una pequeña visita. —el hombre soltó el brazo del menor.

—R-rain, déjame en paz. —el peliplateado se levantó, buscaba una manera de escapar. Pero unos brazos en su cintura y el aliento en su oreja lo detuvieron, quedándose paralizado en su lugar. —S-suéltame... —

—Regresa conmigo, te extraño. —dejó un beso en el cuello del pequeño. —Deja de temblar, no te dañare... —siguió dejando besos en el cuello, bajando la camisa y besando el hombro del menor.

Wooyoung no podía moverse, odiaba ser así, sus mejillas estaban llenas de lágrimas, quería correr pero sus piernas no respondían. El chico que se parecía al rey estaba frente a él viéndolo de forma sería, deseaba con todo su corazón que fuera el verdadero San, quería que su Hyung lo salvará de Rain...

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— ¡Maldición! No entiendo nada. —Seonghwa estaba siendo atendido por su hermano, su brazo tenía una cortada profunda... —Esto está mal. —

—Lo sé, según nuestros guardias, todos los distritos fueron advertido, lo que no entiendo, porque esas dos personas se parecían a nosotros. —terminó de vendar el brazo de Hwa.

—Como por arte de magia se esfumaron, lo bueno de todo esto es que vinieron por nosotros y no dañaron Thunder. —la puerta de su despacho fue abierta. —Mingi, Hongjoong ¿qué hacen acá? —

—Solo queríamos ver como estaban, como supuse aquí también llegaron. —Mingi tenía el labio cortado y su ceño fruncido.

—Tenemos que ir a Shadow, creo que su líder quiere la cabeza del rey. —Hongjoong habló, pero un sonido fuerte hizo que todos se alarmaran y taparan sus oídos.

— ¿Aquel fuerte rugido de hace unos segundos vino de Shadow? —Jongho estaba atónito, los otros dragones asistieron.

— ¡Hay un dragón negro volando en el distrito vecino! —un alterado Jackson había entrado. —Nunca había visto un Dragón tan grande. —

—Black... —todos los presentes hablaron al mismo tiempo.

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Nueva actualización... 💖✨

Cuídense mucho mis amores. ❤

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