♛─ᴅɪᴇᴄɪ─♛
Wooyoung despertó de golpe, su cabeza daba vueltas sintiéndose un poco mareado, sus ojos se sentían pesados, estos estaban acostumbrándose a la luz. Divisó el lugar dándose cuenta que se encontraba en su habitación y tenía el pijama puesto.
Se puso en alerta cuando los recuerdos llegaron a su mente, recordando el cómo San había arriesgado su vida y a su reino, solo por salvarlo a él, salió corriendo de su habitación, necesitaba ver a su Hyung, quería saber si se encontraba bien. Cuando salió se dio cuenta de que Yunho y Yeosang custodiaban la puerta de la habitación del rey.
Se acercó a ellos, los hermanos al verlo se sorprendieron...
—Joven Wooyoung, debería seguir descansando. —Yeosang decidió hablar.
—Necesito ver a Sannie Hyung, díganme que está bien ¿Pude sanar sus heridas? —
—Sanaste la mayoría, muchas gracias, por ti nuestro rey está vivo, lo hiciste a tiempo, las mayor parte de las heridas estaban cerradas. —esta vez habló Yunho.
— ¿Puedo entrar a verlo? —suplico.
—Antes de entrar te advertiremos de algo... —Hubo un pequeño silencio. —El rey no ha despertado desde hace dos días, al igual que tú, con la diferencia de que lograste despertar, pero él no. —
— ¿Estuve dormido dos días? —Los dos hermanos asintieron...— ¿Que pasó exactamente? —
—En resumen, utilizó toda su magia en el rey, eso hizo que su cuerpo se quedará sin energía y ya no respondiera, tuve que cargarlo, por lo débil que estaba se desmayó. —Yeosang explicó un poco.
— ¿Y Sannie Hyung? —
—A él le pasó casi lo mismo, utilizó la mayoría de su magia pero en su interior tenía una batalla para no perder la conciencia, su poder logro desbloquearse el 60℅ el doctor que lo revisó dijo que despertaría pero no sabemos cuándo. Es uno de los efectos secundarios de su transformación, ya que el esfuerzo fue mayor. —el rostro de Yunho estaba triste.
—En pocas palabras el rey quedó en un pequeño estado de coma... —Yeosang término de explicar.
—Sannie Hyung... —susurro, Wooyoung estaba estático. —Quiero verlo. —los dragones de agua asintieron.
Wooyoung con miedo entró en la habitación, todo estaba en completo silencio, lo único que se escuchaba era el cantar de las aves y algunos grillos. Se acercó y en el centro de la cama se encontraba el rey, tenía su rostro pálido y con algunos rasguños, aquellas feas ojeras oscuras estaban plasmadas en la piel, sus brazos y cuello vendados y su respiración era lenta.
Con cuidado se subió a la gran cama, dirigió su mano a la pálida mejilla dejando suaves caricias, San no debería estar así, él tendría que estarlo, algunas lágrimas salieron, no le gustaba ver a su Hyung de esa forma, se veía tan débil e indefenso.
—Hyung, lo siento, todo fue mi culpa... —tomó una de las manos del rey llevándola a su pecho. —Regresé, vayamos juntos a ver el cielo estrellado. —el llanto había aumentado. —P-por f-favor Hyung, abra sus ojitos, quiero ver su sonrisa, m-mi corazón duele mucho al verlo así... —envolvió la pálida mano entre sus manitos. — Necesito que despierte, Sannie Hyung... usted me gusta mucho. —
El peliplateado se acostó junto al gran cuerpo de San, pasando su bracito por la cintura, envolviéndolo en un abrazo, el cuerpo de su Hyung estaba cálido. Paso varios minutos en así junto a él, hasta quedarse dormido, con la esperanza de que el mayor despertara al día siguiente.
Wooyoung caminaba por el pasillo del castillo, saludaba a los trabajadores, como de costumbre, se la pasaba leyendo en el jardín, pero ahora era custodiado por Hyungwon su cuidador personal, Wonho y Sehun los dos guardias que se encargaban que nada le pasará, se sentía un poco incómodo pero sabía que era por su seguridad, desde el desastre causado por Rain todo el reino estaba en alerta roja, se reforzaron las fronteras y distritos, los guardias se veían por todas las calles.
El pequeño dragón blanco, tenía puesto un pantalón de vestir negro y una camisa blanca manga larga, se dirigía a la habitación del rey, todos los días lo visitaba. Habían pasado dos semanas y San aún no despertaba, el pequeño se quedaba a dormir con él, esperando a que despertara en cualquier momento, pero sus ilusiones se esfumaban cuando a la mañana siguiente no había cambiado nada.
Saludó a Yeosang y a Yunho, que al igual que él siempre estuvieron pendientes del rey, los dos le sonrieron, abriendo la puerta, entro con sigilo pero al fijar su vista hacia la cama, sus ojitos se aguadaron, San estaba sentado con la su mirada fija en la gran ventana.
—H-hyung... —sus lágrimas salieron y corrió hacia la gran cama, se subió en esta y abrazó al pelinegro. —D-despertó... —
El mayor sonrió correspondiendo el abrazo. —Perdón si te preocupe, mi príncipe. —escondió su rostro en el perfumado cuello de su pequeño. —Hyung está bien... —acariciaba con su mano los mechones plateados, escuchando los sollozos del menor. —Ya no llores Woonie, estoy bien, no me gusta verte llorar. —
—L-lo siento, son lágrimas de felicidad. —se separó del abrazo, quedando sentado frente al rey, con su vista fija en aquellos ojos escarlata. —Gracias por cuidar de mi Hyung, pero he tomado una decisión. —
— ¿Qué decisión? —
—Desde que regresé a Wonderland le he causado muchos problemas, estuvo a punto de morir, los otros gobernantes de los distritos también sufrieron por mi culpa... —hizo una pequeña pausa para luego seguir hablando. —Decidí irme del reino, Rain me busca a mí, si estoy más tiempo en este lugar la situación pasada podría repetirse... No quiero que usted vuelva a sufrir por mi culpa, arriesgando su vida por un estúpido dragón blanco como yo... —
—Wooyoung, no digas más. —la mirada profunda de San estaba sobre el menor.
—Déjeme ir, de esa forma podre protegerlo, así puede ser feliz... —
—No te dejaré ir... —su voz sonó sería
—P-pero Hyung... —
—Pero nada, ¿quieres que sea feliz? —Wooyoung asintió.
—Sí... —
—Entonces quédate junto a mí, porque tu eres mi felicidad. —
— ¿Yo? —San asintió.
—Con tu llegada llenaste de luz el oscuro corazón de este solitario rey... —
—H-hyung... —Las mejillas del pequeño se colorearon de un rosa intenso, sintiendo un cosquilleo en su pancita, su corazón latía muy rápido.
—Si te vas, el castillo volverá a ser solitario, la gente que trabaja aquí te adora, Yeosang y Yunho te quieren como su hermano menor... —San le regalo una cálida sonrisa. —Quédate conmigo, se mi príncipe y gobernamos Wonderland juntos. —Tomó la manito del pequeño dejando un pequeño beso. —Por favor Woonie, no me dejes... —
—G-gracias por a-aceptarme, la gente del castillo se c-convirtió en mi segunda familia. —hablaba entre hipidos, su corazoncito estaba cálido. —Aceptó ser su príncipe. —
—Seré tu guardián, te protegeré con mi vida, eres lo más valioso que tengo, Yeosang, Yunho y tú son lo único que me queda en esta vida. —
—Ustedes también son lo único que me queda, son muy preciados para mí. —Sonrió.
—Wooyoung... yo... —los ojitos verdes del menor lo veían expectante. —Tú... —San quería golpearse por balbucear pero estaba muy nervioso, suspiro y calmo su corazón. —Tú me gustas. —
—Usted también me gusta. —Woo respondió sin titubear y con una gran sonrisa en su rostro.
—Perdón, tenía que decirlo olvida lo que di...je... —El cerebro de San procesó todo. — ¿Que tú...qué...? —el rey se veía muy sorprendido.
—Me gusta Sannie Hyung. —sonrió nuevamente haciendo que sus ojitos desaparecieran en una tierna línea.
— ¡Por los cielos! Estoy soñando... —
—No es un sueño Hyung... usted me gustó desde que éramos muy pequeños, prometí que cuando creciera le diría mis sentimientos, por eso aquella noche cuando usted me pidió ser su príncipe yo acepte... —jugaba con sus deditos, están muy nervioso.
—Woonie... —San escuchaba atento todo lo que decía el menor.
—Yo quiero estar junto a Sannie Hyung por siempre. —término de hablar con sus mejillas y orejas rojas.
San con su brazo envolvió la cintura del peliplateado, atrayendo el pequeño cuerpecito hacia su cuerpo, con su otra mano levantó el mentón de un expectante Wooyoung, lentamente se acercó al rostro juntando sus belfos con los ajenos, sintiendo la suavidad y la calidez de estos, eran sus labios conociéndose.
Wooyoung estaba con su corazón acelerado, su Hyung lo había tomado por sorpresa, pero aquellos delgados y rosados labios eran cálidos, San lo trataba con delicadeza, se separaron, aquella gran mano aún se aferrada en su cintura y el rey lo veía con una tierna sonrisa.
—Eres precioso... —susurro cerca del rostro de Woo.
—H-hyung no diga esas cosas... —respondió con nerviosismo.
—Te quiero... —
—Yo lo quiero más... —
♕
♕
♕
♕
Actualización... 💖✨
Hope les envía mucho besitos✿ ♡♡
Gracias por leer(✿❛◡❛)♡♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro