San estaba a punto de rendirse, aquel líquido que le fue insertado parecía que era algún tipo de sedante, los hombres que lo sostenían reforzaron el agarré, arrastrándolo en el pavimento, quería levantarse pero su cuerpo no funcionaba, escucho que uno de ellos le habló lo único que entendió hizo que retomara su fuerza.

"No podrás salvar a tu pequeño Wooyoung"

Esas palabras hicieron que su sangre hirviera, su Wooyoung estaba en peligro y él había prometido protegerlo, solo le quedaba una opción sabía que tendría algunas consecuencias, pero no le importaban en ese momento, con la fuerza que había reunido, logró zafarse del agarré de aquellos hombres, estos cayeron al suelo, San logró levantarse, sus piernas aun temblaban, despojo de su dedo índice el anillo con la perla que reprimía su poder, guardándolo en su saco.

Una voz dentro de su cabeza hablaba, escuchándose como un eco...

"Mátalos"

La misma palabra se repetía una y otra vez haciendo que su cabeza doliera un poco.

En el instante su brazo se volvió completamente negro, las garras aparecieron, al igual que las alas y cuernos, San trataba de no dejarse dominar por aquella bestia, trataba de estar consciente. Aquellos hombres se abalanzaron hacia él, envolviendo una cadena en su cuello, esta daba pequeñas descargas eléctricas, las conocía bien era una de las herramientas de los Dragón Slayer.

Con su mano derecha logró tomar el cuello de uno de los cazadores, apretando fuerte, el cuerpo dejó de moverse cayendo muerto en el suelo, el otro cazador trato de salir corriendo pero San logró alcanzarlo insertando las garras en el pecho, la sangre se derramada en su mano, el liquido rojo estaba expandido en el suelo, sonrió tétrico, ese mismo sentimiento lo invadió el día que mató al anterior rey.

A pasos rápidos empezó a buscar la salida del callejón, sus ojos eran más rojos de lo normal, su rostro serio, tenía una batalla en su interior, no se dejaría dominar, en su mente solo está el salvar a Wooyoung. Cuando salió, pudo ver a Yeosang este estaba peleando con otro chico parecido a él, estaban en el Distrito Water, estaba muy alejado de Shadow a pie no podría llegar a tiempo, era la segunda vez que lo haría, necesitaba llegar lo más rápido posible.

Así que dejó dominarse por su dragón.

Yeosang vio como el cuerpo del rey era envuelto en una espesa sombra negra, transformándose en un gran dragón negro, con ojos rojos profundos, que al verlos transmitían odio, el dragón lo vio para luego salir volando, las alas al moverse en los aires hacían un fuerte sonido. El peliazul estaba atónito en su lugar, sus piernas temblaban, nunca había visto un dragón tan grande e imponente, salió de sus pensamientos recordando al chico que había dejado inconsciente en el suelo pero ese ya no estaba,

A lo lejos divisó el anillo del rey, corrió y lo recogió, tenía que tratar de detener a su hyung, debía que colocarle la gema, así que también se transformó para poder llegar a tiempo.

Mientras tanto aquel gran dragón negro estaba más cerca del castillo, cuando paso por Thunder dio un fuerte rugido, avisando a los gobernantes de ese Distrito que Wonderland estaba en problemas.

Cuando estuvo frente al castillo trato de volver a su forma humana, pero no lo lograba, una idea llego a su mete, con su boca mordió uno de sus brazos insertando con fuerza sus colmillos, aquel fuerte dolor hizo que volviera en sí. A lo lejos vio a Wooyoung siendo sostenido por un hombre, eso fue la gota que termino de derramar el vaso.

Wooyoung se sentía asqueado, aquel hombre besaba su cuello y su cuerpo no reaccionaba, sus lágrimas habían empapado sus mejillas, sus piernas temblaron, estuvo a punto de caer pero aquel brazo en su cintura lo sostuvo.

—Wooyoung, tu eres mío recuérdalo... no podrás escapar de mí... —Rain giro el pequeño cuerpo, tomando con las dos manos el rostro del menor acercando sus labios a los ajenos. El peliplateado trataba de retroceder no quería besar a ese hombre.

Un fuerte rugido se escucho, haciendo que los instintos de Rain estuvieran en alerta, Wooyoung cayó al suelo ya no pudo sostener su cuerpo por más tiempo su mente estaba en blanco, pero otro rugido hizo que volviera en sí, vio como una sombra negra había descendido, esta desapareció en el aire dejando ver a un enojado San.

— ¡NO TOQUES A MI WOOYOUNG! —la voz de San tenía un todo diferente y más grave.

La mirada afilada del rey estaba puesta en Rain, sus manos estaban llenas de sangre, uno de sus brazo estaba gravemente herido y su rostro también estaba salpicado de aquel líquido rojo, sus pasos eran fuertes, el aura maligna estaba a su alrededor, Wooyoung no lo reconocía, San se había convertido en aquello que no quería.

El pelinegro logró reconocer a Wooyoung, este estaba en el suelo con rostro sorprendido y con lágrimas en sus mejillas, su enojó aumentó.

Nadie hacia llorar o tocaba a su hermoso príncipe.

Trono su cuello acercándose al Rey de Black Moon.

—Rain Slayer. —arrastró sus palabras con odio. El mencionado solo tenía una sonrisa burlona en su rostro.

—Black, perdón por tocar a tu juguete... —Rain saco dos espadas preparándose para el ataque.

— ¡Cierra tu maldita boca! Wooyoung no es ningún juguete...—San al estar frente al cazador con su puño logró dar un fuerte golpe en el rostro lastimando el labio inferior, Rain escupió sangre de su boca, aquel golpe lo tomó por sorpresa por eso no logro utilizar sus armas debido a que el impacto fue demasiado rápido.

El dragón negro nuevamente se acerco a Rain, este aun estaba en el suelo pero otra persona se interpuso en el camino bloqueando su golpe, el ceño de San se frunció al ver a alguien parecido a él.

— ¿Quién eres? — pero no hubo respuesta del otro.

—Nos volveremos a ver Black...—el cazador se levantó. —Hora de irnos... —dio un chasquido con sus dedos, en un abrir y cerrar de ojos los dos hombres desaparecieron de su vista.

— ¡Maldición! —estaba enojado aquellos dos cobardes se habían ido, la magia negra de Rain era algo fuera de lo normal.

Tomó su cabeza un dolor espantoso había aparecido. Su cuerpo cayó de rodillas al suelo una de sus manos había vuelto a la normalidad, aquella voz no lo dejaba en paz. — ¡Deja de hablar, maldita sea! —

"Mátalos a todos"

Esa voz nuevamente se manifesto.

— ¿Hyung? —

—W-wooyoung... —la dulce voz de su Woonie lo saco de sus pensamientos.

—Al fin lo encontre... —Yeosang apareció, aprovecho de que el rey estaba concentrado viendo a Wooyoung; tomando la mano y colocando el anillo, San se levantó de golpe ignorando todo a su alrededor.

—W-woonie, dime que estas bien. —se acercó al pequeño cuerpo tembloroso. —Soy yo, no me tengas miedo. —el menor había retrocedió alejándose de él. —No te dañare príncipe. —

— ¿H-hyung...? —

—Tú no... por favor, no me temas Woonie, mi pecho duele al ver tu temor hacia mí, no me dejes, no de nuevo... —San se puso de rodillas y abrazo al peliplateado. —Hyung prometió protegerte... Yo... —el cuerpo exhausto de San se debilitó, cayendo en los brazos de Wooyoung, su cabeza reposaba en el pecho del ojiverde.

—Estoy bien, Hyung por favor no cierre sus ojos... —Wooyoung estaba demasiado asustado, el rostro de San estaba más pálido de lo normal y aquellos ojos escarlata no tenían brillo, reflejando soledad.

—M-me alegra que estés bien...—levantó su mano y acarició la mejilla de su Woo, limpiando las lágrimas.

San estaba demasiado herido, Wooyoung reposo su mano en el pecho del pelinegro, una luz blanca envolvió los dos cuerpos, el menor empezó a cantar mientras sanaba las heridas de su Hyung, había estado practicado su magia, esperaba que sirviera de algo, el pelinegro había arriesgado su vida solo por protegerlo, sonrió cuando vio algunas heridas cerrarse, los cuernos desaparecer y el otro brazo volver a la normalidad.

Yeosang junto a un herido Yunho veían la escena, tenían miedo de perder a la única familia que tenían, San era cómo su hermano mayor. Pero los dos se pusieron en alerta cuando vieron que Wooyoung estaba a punto de desmayarse, Yeo corrió y aun logró sostenerlo.

Segundos después Mingi, Hongjoong y los mellizos Park aparecieron, viendo la mitad del jardín del castillo destruido, manchas de sangre en el suelo, Wooyoung estaba siendo cargado por Yeosang y San estaba tirado en el suelo y junto a él un asustado Yunho. Habían llegado demasiado tarde, Rain ya no estaba en el lugar.

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El ojiverde, vio al rey entrar y junto a él estaba el chico que se parecía a San, Rain tenía su rostro golpeado, con pequeños rasguños, el labio roto y sangre en su abrigo.

—El gran Rain Slayer fue golpeado, eso es algo difícil de ver. —dio una risa burlona. — ¿A quién le debo aplaudir por esta gran hazaña? —

—Tu querido y estúpido Black, hizo esto... —resoplo molesto. — Pensé que tú lo traerías a Black Moon, por lo que veo tu tonto plan también falló. —Se sentó en su trono.

—Tus tontos guardias fueron asesinados en un abrir y cerrar de ojos...son unos inútiles. —se cruzo de brazos.

—Black se volvió más fuerte, hoy pude comprobarlo, eso significa peligro, debemos entrenar más y como suponía su debilidad es Wooyoung... —su ceño se frunció. —Ese pequeño dragón blanco me está dando problemas, que le cuesta volver conmigo. —

—Cuando lo traje, dije que lo matarás, pero al final terminaste obsesionado por él, me das lastima... —dio justo en el punto, habiendo que el cazador se enojara

—Lárgate de mi vista, lo que menos quiero ver es tu rostro. —

—Lo que digas. —el de baja estatura no le tomó tanta importancia y salió de la habitación.

Rain restregó su rostro con frustración, su plan falló, todo se había complicado y aún no encontraba la perla Esmeralda, al tenerla en sus manos tendría a sus pies a todos los dragones.

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Actualización... 💖✨

Necesito actualizar mis otras historias, pero Dragón King me tiene inspirada, espero les este gustando ^^ ♡♡

Hope les envía mucho love✿ ♡♡

Gracias por leer(✿❛◡❛)♡♡