Un sábado en casa, tranquilo, relajada; pensaba hacer programa puesto que el jueves y viernes no fue factible hacerlo; pero pudo más la modorra que las ganas, jejeje sorry, ¡no me odies mundo, no me odies!

En sí, ha sido un día agradablemente tranquilo, hasta que los gritos, llantos y el tumulto de gente escandalizada en las afueras de casa, hacían de las suyas levantando con sus gritos, incluso a las animas que recogen sus pasos.

¿El motivo?  Un asalto.   No voy a negar el hecho de que mis vecinos son exageradamente escandalosos; pero hay que reconocer que en esta ocasión el barullo se debió a un asalto rápido que sufriera uno de los vecinos, un adolescente sentado sobre la vereda en el frontis de su casa.

Definitivo, uno no está seguro ni en la puerta de su propia casa.

Por suerte no hubo mayor daño, aunque si se asustaron los nenes que se encontraban sentados viendo algo en la tablet.  El susodicho amigo de lo ajeno ha bajado de un vehículo en la esquina de la cuadra, ha pasado cerca, procedió con la extracción rápida y luego fugó corriendo, para subir al mismo carro, el cual le esperaba en la esquina contraria.

Sí, uno no está seguro ni en la puerta de su propia casa.

Mejor tomar precauciones y bueno, es complicado, pero sí, es necesario estar atentos a situaciones raras; puesto que uno nunca sabe cuando esto puede suceder, salvo que tengamos un sentido arácnido que nos indique que algo así podría pasar.

Con este tipo de hurtos, hay que tener mucho cuidado.

Un mal jalón o empujón, incluso algunos de estos criminales cargan con armas blancas y lo mejor es dejarlos irse con lo robado, antes de oponer resistencia y terminar lastimados.

https://youtu.be/BgAlQuqzl8o

Si aún no han tenido la oportunidad de escuchar a The Piano Guys, les invito a disfrutar esta parodia, mas si desean disfrutar de otros covers grandiosos que ellos tienen, no duden en visitar su canal en YouTube y explorar su lista de vídeo.

Dos pasitos para adelante, uno para atrás, otros dos para adelante y la vuelta le darás...

..sí, para ser precisos, nos vemos a la vuelta de hoja.