Tercer domingo de junio y día calendario para celebrar a nuestros papitos, aquellos que ponen el hombro, son uno de los pilares de la familia, aportan con su sabiduría y entrega, y por supuesto son nuestros héroes, guardianes e incluso promotores de nuestros más locos sueños.

Soy una de las afortunadas, una de aquellas que aún puede decir que cuenta con su padre en este mundo.  Tal vez es el único al cual pueda homenajear en este día ─al menos en mi familia cercana─, puesto que no tengo tíos o abuelos vivos en esta ciudad.

El tiempo y las generaciones, de una u otra forma han querido menospreciar el rol de un padre en una familia y tal vez este pueda ser un tema de discusión o para argumentar; mas me aferro a aseverar lo mismo, así que en mi posición de madre soltera, reconozco que la imagen y presencia del padre siempre es necesaria y fundamental.

He de reconocer que Yo elegí mi soltería, y decidí no amarrarme a nadie; pero también debo aclarar que en ningún momento le puse una pistola en la cabeza al padre de mi hija o le induje a alejarse.

Definitivamente, lo que no nace, no se hace.

Alguna vez lo habré hablado con un juez e incluso un sacerdote y en definitiva, ni la ley, mucho menos la religión, pueden forzar a una persona a sentir algo por otra.

Y es que el lazo que se forma en el corazón de un padre, es una unión tan fuerte que solo el amor sincero nos puede otorgar.

A veces visto como un villano...

Otras como nuestro héroe a idolatrar.

Pero hay que reconocer una gran verdad, y es que nadie estudia para ser padre.

Podremos tener el instinto arraigado, e incluso las ganas o la necesidad; pues quieran o no, es algo que se lleva dentro.  Aunque la paternidad es tan solo un estado o circunstancia del hombre, e incluso una relación jurídica que genera una serie de derechos y deberes recíprocos, entre padre e hijo; pero como bien dice el refrán: no es padre el que engendra, sino aquel que cría.    Y es que el mundo está lleno de hijos y padres, pero no todos aceptan esa paternidad y asumen la responsabilidad.

Un buen padre es guía, maestro, amigo, confidente, consejero, súper héroe, fortaleza inexpugnable, paño de lágrimas, cómplice y mucho más.    Es quien se esfuerza en llevar el sustento a su familia y proyecta el futuro de sus hijos con el buen ejemplo que da en cada instante.  Al menos eso Yo pude percibir de mi padre.

No puedo decir lo mismo del padre de mi ratona; pero no es algo que duela, ni se sienta; claro que no voy a negar que da pena, puesto que no tiene idea de todo lo que se está perdiendo.

En si, mi hija ha crecido con tres figuras paternas a su alrededor.  La de mi padre y mis dos hermanos.  Así que a falta de uno, tiene tres.

...Y conmigo, cuatro!! 

Así que el saludo también va para mi, así no tenga un pitito, o sea portadora de los cromosomas X o Y; porque después de todo, también soy un papi, al muy estilo de una mami.

https://youtu.be/rtMfkvUi1yg

Me quedé con este súper héroe en escala normal y miniatura; a ver si en este día nos damos un momento para retroceder  mentalmente en el tiempo, y así podamos buscar a nuestro niño interior y sacarlo a pasear, aunque sea tan solo un ratito, que apuesto lo está necesitando.

Moviendo el bote, me voy rebotando hasta el veinte, justo a tiempo para Los Wattys.