«𝑫𝑰𝑬𝑪𝑰𝑶𝑪𝑯𝑶»
«Bienvenidos a la segunda etapa del Desafío de hechiceros». se escuchó resonar en medio del bosque una vez todo el alumnado se encontraba de pie en una alta estructura de madera en frente del Lago de Zenevieva.
Los dos competidores restantes permanecían en el borde de la estructura observando la inmensidad del lago mientras escuchaban las palabras de ánimo por parte de sus compañeros que se encontraban unos pasos atrás de ellos.
«El tercer desafío será La Prueba de Agua. Primeramente, como pueden observar en la anterior prueba tomaron el fruto del árbol de Elba, con este deberán completar una poción que los ayude a respirar bajo el agua».
Ambos jóvenes abrieron el pequeño compartimiento de su cinturón tomando el fruto en manos.
«Una vez en el agua deberán sumergirse hasta lo más profundo del lago en donde encontrarán dos almejas, deberán abrirlas, puesto que dentro de cada una de ellas permanece la perla que tienen que traer de nuevo al punto de salida. Claro, si ambos logran obtenerla».
— Disculpe, director Kwon. ¿Para qué son las perlas? —preguntó Yoongi al hombre que se encontraba a su lado.
— Oh, mi esposa necesita un collar nuevo. —respondió con una leve sonrisa para luego aclarar su garganta ante el ceño fruncido del alumno.
«Muy bien, cuando escuchen el golpeteo de las campanas la prueba iniciará. Por favor recuerden que la pócima de respiración branquial sólo tendrá una duración de 30 minutos».
Al terminar el discurso el golpeteo de las campanas se dejó escuchar dando así inicio a la segunda etapa de la competencia.
Ambos hechiceros tomaron a toda prisa las pequeñas botellas adheridas a sus cinturones, para luego sentarse en la orilla de la estructura empezando a mezclar el contenido de estas.
No pasaron más de cinco minutos cuando el de cabellos violetas logró completar la poción de manera efectiva para luego beberla velozmente.
— ¡Eso, Jungkook! —exclamó el rubio dando saltitos en su lugar una vez vio como el mencionado saltaba directo al agua.
Mientras tanto el mago permanecía murmurando maldiciones al no lograr realizar la poción correctamente. Ya esta era la cuarta mezcla que realizaba y también la cuarta vez que la botaba.
— Maldición, ¿qué le sucede? —murmuró el vampiro hacia su mejor amigo.
— Namjoon nunca ha sido muy bueno en la preparación de pócimas —respondió observando con preocupación al mayor que ya empezaba a tirar de sus cabellos con notable desesperación.
— ¡Mueve tu trasero, Kim Namjoon! —bramó el azabache recibiendo una mirada filosa por parte del mencionado.
— ¡En eso estoy, imbécil!
Habían transcurrido alrededor de diez minutos desde que el brujo se había sumergido en el lago. Namjoon suspiró con alivio cuando por fin logró preparar la poción correctamente, bebiéndola así con rapidez para luego saltar al agua.
Namjoon empezó a nadar con avidez ya sumergido en el agua. No pasó mucho tiempo ni muchos metros recorridos hasta que encontró una de las almejas cerradas, la otra ya se encontraba abierta y sin la perla.
El peliplata maldijo para sus adentros al darse cuenta que de seguro el novato ya estaría llegando a la superficie.
Sin pensar más tomó su varita y golpeó de forma suave el caparazón del molusco haciendo que esta se abriera para luego agarrar la pequeña, bueno, no tan pequeña porque al igual la almeja, la perla era bastante grande y pesada para lo que comúnmente se ve.
Dejando de divagar guardo el brillante objeto en uno de los compartimientos de su cinturón para luego empezar a nadar hacia la superficie.
[🔮]
«¡Por Hades y todos sus jodidos demonios, esto no puede estar sucediéndome!» pensó Jungkook con total agonía al ver como un fuerte alga morgana se aferraba alrededor de su pierna tan fuerte que sintió como esta empezaba a entumecerse.
No sólo bastaba con que perdió más de diez minutos intentando abrir aquella almeja que se resistía a obedecerle cada vez que la golpeaba con su varita, era eso, o tal vez no sabía que encantamiento debía utilizar. Y ahora estaba esa odiosa planta verde obstruyendo la circulación de su pierna.
Jungkook empezó a perder la calma al sentir como su corazón se encogía y sus pulmones empezaban a arder, no sabía con exactitud cuánto tiempo llevaba sumergido en el lago, pero de algo estaba seguro, y es el hecho de que la pócima pronto dejaría de hacer efecto alguno.
¿Acaso había un hechizo para que un alga te soltara la pierna? Si existía él no lo sabía, ni siquiera intentó pensarlo, su cabeza dolía tanto que la ansiedad comenzaba a apoderarse de él.
«No quiero morir de forma tan poco heroica» lloriqueó para sus adentros.
El pelivioleta abrió los ojos de par en par cuando observó como un cuerpo pasaba nadando a unos metros de él. Empezó a agitar sus manos de un lado a otro intentando llamar la atención de quien probablemente en era su compañero de competencia.
Namjoon se detuvo luego de ver como unas burbujas subían a su lado, bajó la mirada dándose cuenta de quien las había provocado.
El mago observó como el novato se encontraba agitando sus brazos con desesperación, mientras un alga parecía resistirse a soltar su pierna.
El de cabellos platinados bufó para sus adentros dándole la espalda para continuar nadando «Si no llega a la superficie entonces no tendrás que realizar la aburrida competencia de desempate» le dijo una vocecita de su cabeza. ¿Si así pensaba, qué demonios lo detuvo a mitad de camino? Tal vez fue ese sentimiento llamado culpa, el mago negó para sí mismo decidido a retomar su camino. Joder, él sabía que si no ayudaba al chico este de seguro podría morir ahogado, no iba a dejarlo morir por una estúpida competencia.
Puso sus ojos en blanco y con resignación descendió hacia donde se encontraba el novato, quién permanecía con las mejillas infladas en un intento de aguantar la respiración el mayor tiempo que sus pulmones se lo permitieran.
El mayor pensaba rápidamente intentando hallar una solución que liberara a su compañero. Para frustración propia no recordaba ningún hechizo de desintegración.
Al igual que una bombilla, una luz se encendió en el cerebro de Namjoon, a lo que empezaba a recitar un hechizo en voz baja sus dientes comenzaban a lucir tan filosos como los de un tiburón; sonrió victorioso para luego descender un poco más hasta el alga, y rasgándola con sus incisivos logró desprender el agarre de la pierna del menor.
Pero al contrario de lo que pensó el peliplata, Jungkook no nadó con velocidad, tan sólo dejó escapar un par de burbujas de su boca con sus ojos ya cerrados.
Con prontitud el mago tomó el cuerpo del contrario antes de que este empezara a descender. Una vez reforzó el agarre de su brazo en la cintura del novato se dispuso a nadar hacia superficie.
[⚔]
Namjoon sacudió su cabello para luego echarlo hacia atrás, y juró que pudo escuchar como el público suspiraba con alivio al unísono cuando su cabeza salió del agua.
Nadó a toda prisa hasta la orilla, dejando a Jungkook en el césped tomando asiento a su lado mientras intentaba regular su respiración, tal vez Namjoon también forzó un poco sus pulmones en los últimos minutos.
Todos los estudiantes bajaron de la plataforma rodeando así a los dos competidores, expectantes y algunos conmocionados por lo que presenciaban.
— ¡Háganse todos a un lado! —demandó el director pasando por en medio de la multitud—. ¿Qué ha sucedido? —cuestionó al joven mago que permanecía con una mirada cansada.
— Tuvo problemas para volver a la superficie cuando el hechizo empezó a desvanecerse antes de tiempo —explicó omitiendo el ridículo hecho de que había sido detenido por una indefensa planta acuática; en el fondo le dio algo de pena que el chico fuera a recibir burlas si comentaba la verdadera razón.
— ¿Sigue respirando? ¿Aún está inconsciente? —preguntó el elfo atropelladamente acuclillándose al lado del brujo.
¿A qué horas había Seokjin había logrado atravesar toda esa multitud? Quién sabe.
— No lo sé, comprobémoslo. —mencionó el peliplata antes de golpear fuertemente con la palma de su mano la mejilla del chico yacido en el césped.
Un grito ahogado se dejó escuchar después de la descuidada acción del joven mago.
— ¿Acaso estás loco? —bramó el rubio observando la mejilla rojiza de quién seguía con los ojos cerrados.
— Sí, aún sigue inconsciente —agregó con simpleza ignorando la pregunta del mayor mientras se colocaba de pie.
El director Kwon interrumpió aquello que empezaría como una discusión caminando unos pasos en frente del chico yacido en el suelo.
Colocó una de sus manos a unos metros arriba del abdomen de Jungkook. Una luz azul desprendió de la palma del hombre golpeando el vientre del menor, haciendo que este último expulsara una pequeña cantidad de agua de sus labios para luego empezar a toser con dificultad.
Seokjin otra vez se agachó hasta a la altura de su amigo ayudándolo a sentarse mientras le proporcionaba palmaditas en la espalda.
El público bufó aburrido observando como elpequeña suceso dramática había llegado a su fin, para después retirarse de la escena.
— Joven Jeon, ¿cómo se siente? —preguntó el de barba blanca con preocupación.
— Me encuentro mejor, disculpen haberlos preocupado —respondió con una débil sonrisa.
El director Kwon asintió con amabilidad, anunciándoles después a ambos competidores que debido al contratiempo de la tercera prueba, la competencia del desempate se llevaría a cabo en la noche, lo cual les brindaría varias horas de descanso.
Una vez el hombre se retiró ya sólo quedaban tres alumnos en la escena.
— Creo que me iré a descansar —anunció el peliplata.
— ¡Namjoon! —exclamó con poca fuerza antes de que el peliplata se retirara—. Gracias por salvarme.
El mencionado observó unos segundos al menor para luego regalarle una pequeña sonrisa de lado.
— Sí, gracias... Namjoon. —musitó Seokjin esperando no ser oído.
— Sería muy aburrido no llegar a la última competencia. ¿No es verdad Jungkook?
El de cabellos violetas asintió varias veces.
Ambos chicos observaron como el platinado se alejaba de la escena, pero este detuvo sus pasos antes de girar su cabeza de lado y con una sonrisa burlona miró al elfo.
— De nada, Seokjin. —dijo con un guiño para luego retirarse dejando al mencionado con un tenue color carmesí cubriendo sus mejillas.
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