Capítulo 18
//Dibujo mío de Ben drowned colocado ahí por que si, ¿vale? vale xdd
Ay... Otro día más en este instituto... Aún no sé el porqué sigo en este instituto...
Me recoste en la mesa, pensando en que hacer con mi vida, ahora que lo pienso... ¿Qué me voy a dedicar cuando terminé mis estudios? Hm.... Es increíble que esté en 4° de la E.S.O y aún no se a que estudiar ni a que dedicarme en el futuro...
Hay niñas de 12 años que ya sabes que hacer con su vida, y yo aquí, sin saberlo...
-Hey, ____- Miré hacia arriba y estaba Aurora.
—¿Aurora? ¿Qué haces en mi clase?—
-Estaba aburrida y pensé en que podía venir un momento a verte, o bueno, lo que duré el descanso de una asignatura a otra-
—Oh, vale, vale— Aurora miró a su alrededor.
-Vaya, todos nos están mirando asombrados... ¿Por qué es? ¿Acaso no eres la más guay de tu clase o qué?-
—¿Qué? No, para nada.—
-¿Estas en broma? ¿Eso es posible?- reí leve.
—Lo que digas... Ay.. —puse todo el peso de mi cabeza en mi mano.
-Oh, y oye, ¿Dónde está tu amiguito?-
—¿Ben?— asintió—Estará en... ¿Casa? No sé—
-Espera... ¿Vivís en la misma casa?- me miró con una cara picarona.
—E-eh.... P-pues..... ¡C-claro que no! Solo es que... Viene tanto a mi casa que... ¿Parece que vive en mi casa?—
-¿Eso es una afirmación o una pregunta?- Alzó una ceja mientras ponía sus manos en su cadera, haciendo jarra.
—Eh.... ¿Eso importa?— Sonreí nerviosa.
-Hm.. Creo que no, jaja-
—Bueno... En el recreo nos vemos, mi maestro de lengua ha entrado— Dije mirando a este, miré a Aurora que asintió levemente y revolvió mi cabello.
-Luego nos vemos, bajita- Fruncí el ceño y ella se fue.
No soy bajita, solo es que ella me supera con 10 centímetros más o menos... Ben es más bajito que yo, el es un pitufo comparado conmigo.
Mejor dejo de pensar tanto y presto atención a la clase... Aunque, me he dado cuenta que tanto he mejorado con Ben, si que está cumpliendo su parte del trato, me sorprende mucho que el hecho que sea un... ¿Cómo decirlo? ¿Demonio? ¿Fantasma? Espera.. ¿Qué es específicamente? Eh.... No tengo ni idea, le diré elfo con problemas de estatura y listo.
Presté un poco de atención a la clase, en esta sentía miradas de mis compañeros de vez en cuando pero no le di mucha importancia.
Al terminar la clase, me dirigí al recreo, donde me esperaban Aurora, Jessie y Mel.
—Hola, chicas— le sonreí a todas.
-¿Cómo estás, ___?- preguntó Jessie mientras me revolvía el cabello.
—Bien, bien, algo aburrida pero bueno jaja—
-Es por qué no está su Ben jaja- Me sonroje y mire con el ceño fruncido a Aurora.
—¡E-eso no es cierto!—
-¿Entonces por qué tan nerviosa?-
—Es porque me tomó desprevenida ese comentario, tonta—
-Pff.... Sí, claro, y Mel no es católica- Miré a Mel esperando su respuesta y asintió -¿Ves? jaja-
—Si, si... Lo que digáis...— Jessie me abrazó de forma lateral, haciendo que me acercará más a ella.
-No la molestéis anda, no quiere admitir sus sentimientos ahora mismo-
—¡¡Que no tengo sentimientos por el!!—
-Aja, callate, Julietta jaja-
Y de ahí, me empezaron a molestar diciendo que estoy "Enamorada", si que son pesadas pero bueno, son las únicas amigas que tengo, así que, hay que aguantarse jaja.
Todo el día fue aburrido sin Ben, ¿Quién diría que un estúpido elfo con problemas estatura me mantenía entretenida?
Este día fue tan aburrido, que nada más llegar a mi casa, busqué a Ben, pero, no estaba.
—¿Ben? ¿Dónde estás?— Busqué por todo mi cuarto intentando encontrarlo.
-¿Qué buscas, hija?- Miré a mi madre que estaba en la puerta de mi cuarto
—¿Hm? No, nada. ¿Qué pasa?—
-Nada, nada, solo es que, ha venido un amigo tuyo a darte algo-
—Espera... ¿Amigo? ¿Desde cuando tengo un amigo?—
-No lo sé, pero ven- Nos fuimos al salón y vi a Ben en su forma humana con una caja en manos sentado en el sofá.
—¿Ben? ¿Qué pasa?— ¿Por qué esta así? Y mejor dicho, ¿Por qué no simplemente vino a mi cuarto a darme el regalo?
-Oh, _____. Acércate, quiero darte algo- Con confusión me acerqué a el, me dio la caja, lentamente la abrí y me sorprendí al ver un gatito en la caja, miré a Ben con una sonrisa y agarré al gato -Sabía que te gustaría, jaja-
—¡Muchas gracias, Ben!— Le abracé con una sonrisa —Un momento... ¿Por qué este regalo?—
-Bueno... De vez en cuando te tengo que mimar- Alcé una ceja dudosa -¿Qué? ¿No te lo crees?-
—Pf... Obvio que no.—
-jaja, pues... Digamos que es un regalo adelantado de tu cumpleaños-
—¿Así? ¿Cuando es mi cumpleaños?—
-Eh...-
—Dentro de 4 mes— Me interrumpió
-¡Dentro de cuatro meses! ¡Claro que lo sé! Nunca me subestimes-
—Pff... Sí, si..—
-Bueno, tortolitos, ¿Qué vais a hacer? ¿Vais a ir a alguna parte o os quedáis aquí?-
—Pues... No sé... ¿Qué hacemos, Ben?—
-Hm... Vamos a salir y comamos algo afuera, te hace falta salir, ____. Te la traeré temprano, sana y salva- Dijo revolviendo mi cabello mientras miraba a mi madre
-Es la primera vez que te hechas un amigo tan bueno- Dijo limpiándose una lágrima imaginaria.
—Es más mi madre que un amigo— reí leve, dejé al gatito en el sofá, noté como Ben me agarraba como princesa.
-Me llevo a su hija, adiós- y de ahí nos salimos de mi casa, para luego Ben dejarme en el suelo.
—¿Por qué todo este numerito?—
-Una cosa, ____. Yo hago las cosas por unas razones, todo lo que he formado es para que tu madre confíe en mi, no lo he hecho porque quisiera mejorar nuestra "relación" o lo que sea que tengamos... Oh, quería decirte una cosa-
—¿Qué cosa?—
-Voy a estar más ocupado, se puede decir que tengo un "Jefe" que bueno, me da encargos al igual que todos mis compañeros, y últimamente nos está mandando más de la cuenta-
—¿Tienes un jefe? ¿Qué cosas tienes que hacer exactamente?—
-Eso no te importa, ____... Mientras menos sepas mejor es para ti y tu familia, ¿Ok?- Asentí confundida, ¿A qué se refería con eso?
—¿Bueno...?— Ben suspiró leve y me miro.
-Entonces... ¿Tienes hambre?- Asentí levemente -Bien, vámonos entonces.- Nos dirigimos hacia un bar, entramos y pedimos algo de comer, ya sentados, Ben me dijo:
-Oye, ____, una cosa- Me miraba fijamente mientras apoyaba su mejilla en su mano, recargando el peso de su cabeza en esta.
—¿Si?— dije colocando un mechón detrás de mi oreja.
-¿Puedo decirte algo si no te mosqueas?-
—Hm... Claro, tu dime—
-Te medique sin que te dieras cuenta- Me quedé callada, su seria y fría mirada estaba clavada en mi.
—... ¿Qué? Creo que oí mal... ¿Puedes repetirlo?—
-Te medique sin que te dieras cuenta, ¿Te acuerdas cuando empecé a darte los tés? Ahí eché esto- Sacó una cajita de pastillas y me la puso en frente mía, las observé con detalles... Prozac.. -Son unas pastillas que sirven de anti depresivos, y, mírate, estás mejor que cuando te conocí-
—Ben... Eres tan.... Detestable... — Tapé mi cara con mis manos sin aún creérmelo, ¿Cómo pudo hacer esto...?
-¿Hm? Hicimos un trato, yo te ayudaba y tu no te quejabas ni mosqueabas.-
—¡Lo sé , Ben! ¡Lo sé!— Suspiré frustrada y intenté mantenerme tranquila —Y yo que pensé que...— suspiré molesta.
-¿Qué? ¿Qué pensaste?-
—¡Qué podría tener al menos un buen amigo el cual no me jodiera y me hiciera mal como todos mis anteriores amigos!—Golpeé la mesa enojada, Ben se levantó de su asiento molesto.
-¡Pero si tienes a Aurora, Jessie y a Mel! ¿¡Qué más quieres!?-
—¡Quiero tenerte a ti de amigos! ¡Joder!—Mis lágrimas no tardaron en salir, Ben se calló un momento, lo vi mirar a otro lado, el sonido de su lengua chasquear se hizo presente.
-Oye... Argh....-
—¿Q-que quieres...?— Dije intentando quitarme las lágrimas pero salían más.
-Toma...- sacó un pañuelo, me entregó este, lo agarré, y empecé a secarme las lágrimas -Per...Perdoname....- Un sonrojo estaba en sus mejillas mientras intentaba no mirarme.
—Ben... No te puedo perdonar así por así... Entiende que me medicastes sin yo saberlo...— Ben suspiró leve y se volvió a sentar.
-Bueno...- Intentaba no mirarme mucho, cuando de repente vino un camarero y nos dejo nuestros pedidos en frente nuestra -Que.. Aproveches...-
—Igualmente..— Empezamos a comer tranquilamente. —Y... Luego de esto... ¿Qué hacemos? ¿vamos a algún lugar o qué?—
-Oh, claro... Hm...-
—Oye, ¿Cómo son tus compañeros?—
-¿Mis.. Compañeros? Oh, pues... Espera, eso no te debe de importar-
—¿Por qué no? ¿Qué pasa si me lo dices?—
-¿Qué pasa si te lo digo? Pues dejame decirte que no te pasaría nada bonito, ya de por si te pongo demasiado peligro con mi presencia, imaginate si te digo un mínimo de lo que sé..- Suspiró leve y me miró -Veo que ya terminaste tu plato, te volviste muy comilona últimamente, y comes más porquerías de lo normal, tendré que ponerte una dieta.-
—Ben, no te pases— Dije mientras una gota de sudor resbalaba —Sé que estas tratando de "ayudarme" y cumplir tu parte del trato, pero te estas pasando un poco— Rió leve.
-Solo bromeaba- Suspiré aliviada -Aunque, si veo que estas comiendo más de lo normal, si tendré que hacerte una dieta-
—Oh dios, espero que no llegué ese día...—
-Jaja, si, si, bueno, vamos a pedir la cuenta y nos vamos- miré su plato que estaba vacío
—Yo si que tendré que poner en una dieta a ti—
-Para tu mala suerte, yo soy un fantasma, así que, engordar no puedo, al contrario que tu-
—Si eres un fantasma, ¿Por qué te puedo tocar?— Dije mientras tocaba un poco de su cabello.
-Es porque estoy en mi forma humana y, aunque no esté en esta, puedo hacer perfectamente que me toques- Dijo mientras agarraba mi mano -Aunque, también puedo tocarte pero tu a mi no, eso es el chance de ser un fantasma- Dijo mientras me miraba y tocaba mi mano levemente, miró a esta -Tienes que mejorarte las uñas-
—¿Puedes simplemente dejar de ver cada imperfección de mi?—
-Lo hago para que seas la envidia de todos, da gracias que no te he hecho cosas malas para que seas más... Bueno, la más fea del mundo entero jaja-
—¿Eso me tiene que dar gracia?—
-Depende, a mi me resulta gracioso cosas que tu repugnarías, los dos tenemos humor distintos, pero, eso no evita que puedes reírte con un simple comentario que he hecho... ¿O me equivoco?-
—.... Touché— reímos levemente, cuando vino un camarero, le pedimos la cuenta y pagamos entre los dos.
-Bueno, ¿Qué te parece si nos vam- Una voz le interrumpió
-¡_____!- Miré de donde provenía la voz, era un chico acercándose a mi, ¿Quien es ese chico? -¡Llevo tiempo buscándote!-
—Eh.... ¿Te conozco?—
-Pff... ¡Claro que si! ¡Soy Abel! ¡Tu mejor amigo de la infancia!- Me quedé callada pensativa, hasta que lo pude recordar.
—Ohhh, ¡Ya me acordé!— Abracé a Abel con una sonrisa, el cual, correspondió sin pensarselo —¡Cuánto tiempo! ¡Cómo has cambiado!—
-¡Tu si que cambiaste mucho, pequeñaja!-
-¿Puedo saber quien es este?- Miré a Ben que tenía su cara seria.
—Esta persona se llama Abel y ¡es un amor de persona!—
-Jaja, y... ¿Quién es el? ¿Un nuevo amigo?-
—Sí, ¡se llama Ben! ¡Espero que os llevéis bien!—
-Oh, claro, claro, nos llevaremos muy bien...-
—¡Bien! Bueno, ¿Qué te cuentas, Abel?—
-Pues no mucho, estaba caminando cuando a la lejanía te vi, y bueno, vine corriendo jaja- Nos sonreímos mutuamente hasta que Ben tosió de una forma algo exagerada y fuerte.
-Lo que sea, lo que sea, pero, ____ y yo nos íbamos a ir a su casa y-
-¡Oh! ¡Vamos a tu casa, ____! ¡Hace tiempo que no veo a tu familia!-
-¿Qué? ¡No! ¡Tu no vas a ir!- Se cruzó de brazos mientras fruncía el ceño
—Ben, no creo que sea tu elección si Abel viene con nosotros a casa o no—
-Oh, jojojo, cuenta más mi elección que la tuya, y los dos lo sabemos perfectamente ¿o no?- Iba a contestar pero su amenazante mirar me hizo callar, mejor soy prudente y me callo -Bien, eso creí.. Ahora, tu, vete-
-Porque tu lo digas, no me iré hasta que ____ me lo diga-
—Abel..— Suspiré leve —Es mejor que te vayas.. De todas formas... Me entró sueño..— Mentí, aunque, esta mentira no haría daño a nadie, es más, salvaría a dos personas, osea, a mi y a Abel.
-Oh, bueno, bueno.. Pues... Toma mi número, así mañana quedamos y hacemos algo- Me dio un papelito con su número.
—Oh, claro, claro— Ben me agarró del brazo fuertemente y ando con pasos ligeros hacia mi casa. Cuando llegamos, el se puso en su forma de elfo con problemas de estatura y me miró de una forma tan intimidante que me hizo temblar de miedo por unos segundos.
-¿Sabes? Realmente me molesto muchísimo que un niñato engreído con ropa de "chico malo" haya interrumpido nuestra conversación- Me acorraló contra la pared, aunque, no me lo tome muy enserio cuando el no me llega ni a la barbilla, intenté mirarle a los ojos, tratando de no reírme pero, de vez en cuando una risita se me escapaba -¿De qué te ríes?-
—Pff... D-de nada... Pfffff....— Escuché un gruñido de parte de el —¿Ahora eres un perro? Pfffff......— Ya veo mi muerte cerca jaja
-_____...-
—¿S-si? Pf...—
-Estas muerta- Sacó un cuchillo y lo clavó justo a pocos centímetros de mi cuello -Como vuelva te vuelvas a reír de mi por mi estatura, te juro que, para la próxima ese cuchillo irá directo a tu cuello... ¿Vale?- Asentí rápidamente mientras mi miedo aumentaba cada vez más cuando veía de reojo el cuchillo -Bien... Chica buena- Palmeó suavemente mi cabeza, tengo tanto miedo que siento que ahora mismo el es más alto que yo... Oh dios mío... Me he dado cuenta de quien realmente me junto...
///Fin del capitulo///
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro