Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐞𝐬𝐢𝐨́𝐧.

𝐐𝐮𝐞 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐡𝐞 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐢𝐧𝐝𝐞𝐛𝐢𝐝𝐚𝐬.

𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐚𝐧𝐞𝐥𝐚𝐫 𝐬𝐞𝐫 𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐚𝐦𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐜𝐥𝐚𝐯𝐨.

𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐚𝐫 𝐬𝐞𝐫 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐧𝐜𝐢𝐨.

𝐗𝐢𝐚𝐨: quiero ser la única razón de tu vacía existencia.

Cuando el manto nocturno envolvió el cielo y, de nueva cuenta, no había signo alguno de tu presencia, el último Yaskha concluyó que su temida condena había llegado al fin.

Gruesas lágrimas recorrían su desaliñado rostro cada vez que inalaba las sábanas impregnadas con tu olor. Sus manos apretaban con fuerza la delicada tela de seda, mostrando lo desesperado que estaba por aferrarse a cualquier rastro de ti.

Pero el sabía, aún en su estado de inconsciencia, que esto no iba a durar mucho. Sólo era cuestión de horas para que el último rastro de tu presencia se esfumara.

Y aquel hecho inevitable lo aterraba.

No sabia como podría vivir sin tu calor otro día.

– Ugh...— un gemido desesperado abandonó sus belfos cuando noto como los remanentes de tu olor se disipaban lentamente — No por favor, solo quédate conmigo.

La poca cordura que aun poseía lo estaba abandonando.

Podía sentir como toda la energía maldita burbujeaba en su interior.

Y cuando pensó que todo se saldría de control, la puerta de su habitación se abrió y de ella emergió su salvadora.

– Xiao, perdón por no haber venido ayer. Surgieron algunos pro-

Dejando todo su orgullo que lo caracterizaba como Adeptus, corrió hacia donde estaba la fémina y se arrodillo ante ella.

– ¿Xiao?¿Qué ocurre?¿estas bien? — la preocupación era evidente en su tono de voz.

– ¡Por favor, no me dejes solo! — su cara ,alguna vez estoica, se encontraba manchada de agua; dándole un aspecto más que lamentable Haré lo que tu quieras. Puedes quemarme, atarme o torturarme; pero no me dejes...solo no lo hagas...de nuevo.

Sabía, por la mirada llena de lástima que le dedicaba su amada, que se veía patético. Pero no le importaba, aquello no se comparaba con el sentimiento de soledad y desesperación que experimento al no tenerte a su lado durante un solo día.

– Solo quédate a mi lado por toda la eternidad.

Y no pensaba ni deseaba volver a sentir esa sensación.

Porque solo tu eres su motivo de existir.

𝐌𝐞𝐠𝐮𝐦𝐢: deseo darte el heredero que desea el clan Zenin.

El sudor recorría tu maltratado cuerpo que, con cada embestida, se arqueada de placer.

– Uh...Megumi...yo ya...¡no puedo más! — llantos de placer y dolor, causados por la sobrestimulacion, inundaron toda la habitación — ¡Eres demasiado~!.

Hum, ¿acaso no fuiste tu quien dijo que podía tomar hasta la última gota de mi semen? — una risa profunda vibro desde lo profundo de su fornido pecho.

– Yo...no sabia... lo que-¡Ah!— cuando la punta de su miembro toco fondo y acaricio tu cuello uterino, no pudiste evitat soltar un gemido más alto que los anteriores. 

Claro que no sabias de que...Uhg...hablabas— si no estuvieras de espaldas, serias capaz de ver la sonrisa burlona que había en su cara — Tu error fue subestimarme.

Después de estas palabras, el agarre en tu cintura se intensifico y las embestidas se volvieron más profundas.

Sabias, por experiencia, que mañana tus caderas estarían adornadas por las marcas de su grandes manos y que no podrías caminar.

Pero aquello no te importaba, porque la cálida sensación de tener su semen goteando de tu vagina opacaba cualquier consecuencia futura.

– Y odio que lo hagan — el calor se acumulaba en tu estomago con cada embestida — Asi que abre bien esas piernas ... que hoy deseo dejar un heredero en tu vientre.

Para este punto él hablaba solo.

Tu conciencia se habia ido hace mucho tiempo y solo quedaba un muñeco por criar.

Pero quien eras tú para oponerte a los deseos de tu adorado esposo.

𝐄𝐢: seré la eternidad que siempre haz buscado.

Los suaves dedos de la Electro Archonte se enrredaron en tu cabellera y con ellos te dio pequeños tirones, indicándote  lo complacida que se encontraba por la forma en que la comías.

–Ei — el susurro de su nombre golpeó de lleno contra su clitoris, enviándo descargas eléctricas por toda su columna — Mi amada diosa.

Aprovechandote del estado jodido en el que se encontraba la azabache, te subiste sobre ella y enterraste tu rostro en sus pechos.

– Cariño — los iris, usualmente salvajes como el rayo, te miraban con necesidad.

– ¿Uh?¿que ocurre querida? — ante la mención de tu apodo, saliste de tu cálido escondite.

Yo estaba tan cerca— el rubor que pintaba sus mejillas le daban un aspecto angelical.

– Oh, ha sido mi error — una sonrisa maliciosa surco tus labios, demostrando lo poco que lamentabas el haberla privado de su exquisito orgamos — Pero no temas querida, solo estaba tomando un pequeño premio.

Ei sabía que tu descarada actitud deberia molestarla y era motivo de castigo porque, al final de cuentas, sólo eras otro de sus creyentes.

Pero el amor y la adoración que sentía hacia ti se lo impedian.

Porque tu eres su eternidad y aquello quedo demostrado en más de una ocasión.

No te importó el que te haya encerrado en su interior, obligandote a permanecer a su lado sin tu consentimiento.

Y tampoco te importó cuando impuso el decreto de captura de visiones, aún cuando este iba encontra de tus ideales.

Tu amor hacia ella nunca desapareció ni flaqueo, siguió imperturbable como la eternidad.

Y eso era lo que siempre ha buscado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro