-Recuerdo cuando arrancaba las margaritas de tu jardín, me regañabas y me castigabas, el secreto es que eran para ti.

-Mm, ojalá no me hayas olvidado, desde donde sea que me veas. -Suspiré y me recargué contra un árbol cerca a la universidad, después de todo, estaba aburrido ya que llegué 30 minutos antes de que mi asquerosa jornada empezara; sin más me dispuse a sacar uno de mis tan y deliciosos tabacos, el olor que producían al fumarlos era como cuando un chico de 6 años huele chocolate, chocolate dulce... Exacto, adictivo y placentero. Me llevé uno a mis pálidos y sin colores labios y lo encendí con aquel encendedor azul oscuro cual cielo estrellado. Aunque, cómo lo había mencionado antes; Todo era color negro

-¡AHHH! -Chilló un chico enfrente mío y arrojó el cigarrillo que tenía en mis labios al suelo-

-Pero que mierda haces -Escupí con furia mis palabras-

-Eso... ¡Eso es malo! Te dañará y podrías enfermar...

-Le mire con una sonrisa ladeada mientras agarraba su mentón y susurraba en su oído- Ese es el punto -Lo solté sin más, yéndome de aquel árbol de hojas secas-

Shadow 🌑🥀