Megatron estaba sentado en los escalones del salón del trono mientras Némesis estaba recargado en un pilar junto a una ventana, aún llevaba su armadura puesta. Su sola presencia hacia que Megatron se pusiera nervioso, si lo molestaba, podía ser enviado con Unicron en un abrir y cerrar de ojos.

-¿Qué harás esta noche?- preguntó para romper el silencio incómodo, a lo que Némesis solo lo miro

-¿Es enserio? No te debe importar- contesto de forma cortante

-¿Qué crees que hará Quintessa con tu Valkiria?- pregunta introducirlo

-Sea lo que sea, si es una orden, lo haremos, y no importa lo que sea- se acercó hasta quedar cara a cara -La eliminaremos- termino de decir y volvió a su lugar

Quintessa entró al salón para ver cómo el rey decepticon estaba como si hubiera visto al mismísimo Unicron, estaba con los ojos muy abiertos y algo tenso; dirigió su mirada hacia Némesis, era obvio, si lo miraba a los ojos directamente, vería algo muy tenebroso y aterrador.

-Megatron, necesito que tus soldados ataquen el reino autobot y traigan a la Valkiria-

-Me quedé casi sin soldados la última vez que nos atacaron- su respuesta hizo que una risa oscura se le escapara a Némesis

-Entonces, dijiste que tú podrías atacar el reino y traerla- dijo furiosa la femme flotante

-¿Quién dijo que lo necesitábamos a él y a sus soldados?- en cuanto dijo eso, a los otros dos les recorrío un escalofrío

El engendro de la oscuridad chasqueo sus dedos con garras haciendo que el piso se llenara de humo y de este se crearon varios soldados que se veías totalmente iguales

Megatron y Quintessa sintieron algo de temor al ver como 60 de estas criaturas

-No es necesario que unos tontos e inútiles soldados decepticons estén a nuestras órdenes-

-Bien hecho Némesis, atacarán mañana- dijo con un poco de temor

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Al día siguiente, Sariatu se dirigió a la sala de mando, topandose con Ratchet

-¿Nada aún?-

-No Sariatu, no hay señales de él- dijo con pesar; un soldado entró corriendo a la sala, se veía asustado y preocupado

-Mi señora,nos atacan-

-¿Quiénes?-

-No lo sé, se acercan rápido,no se que o quienes sean, pero no son de este mundo- responsable asustado

-Alerta a los caballeros y al resto de los autobots- salió y rápidamente fue a ponerse su armadura.

Salió y fue hacia las caballerizas para montar el caballo del Rey y salir para encontrarse con los caballeros.
Las criaturas de Némesis atacaban el pueblo mientras los civiles corrían y gritaban. Entre todo el polvo y ruido, Némesis vio a un caballo negro parado de manos, la femme que buscaba iba en su espalda

-¡¡¡Al ataque!!!- grito Sariatu, alzando su espada y haciendo que el caballo corriera para poder atacar a varios soldados enemigos

Debía admitirlo, tenía una gran determinación y valentía. Le ordeno a algunos soldados entrar al castillo por el cetro de Quintessa, lo necesitaba para llevar a cabo el plan.
Sariatu encajaba su espada en la cabeza de algunos mechs y las cortaba a otros, cuando de la nada alguien la tumbó, haciendo que cayera de bruces al piso y el caballo que montaba se fuera corriendo. Iba a levantarse cuando un pie se puso frente a ella, haciéndola mirar hacia arriba, Némesis la había derribado y eso la alerto, pasará lo que pasara,pelearía

-Eres más valiente de lo que creí, pero me dieron la orden de llevarte al reino decepticon y no pienso fallar- intento tomarla del brazo

-¿Crees que voy a dejar que me lleves tan fácilmente?- dijo antes de sostener con fuerza su espada.

Se lanzó contra el Rey, quien llevaba su espada en mano también, haciendo que las espadas chocarán, Némesis la empujó hacia atrás y balanceo su espada contra ella, quien la esquivó, deslizándose hacia atrás del mech para darle una patada en la espalda.
Némesis agitó su espada hacia ella, pero Sariatu logro detenerlo y "enredó" su espada con la de él, arrebatandosela y dándole una fuerte patada en su rostro cubierto por su máscara, haciéndolo retroceder.

Némesis sacó dos katanas y la volvio a atacar, hizo presión y la hizo ponerse de rodillas, levantó las espadas con la intención de causarle algún daño, cuando las levantó, Sariatu dio una voltereta, quitándole una espada con un pie, pero cuando miro nuevamente al frente, no lo vio por ningún lado, así que se dedicó a atacar a las criaturas a su alrededor.
Sariatu peleaba con furia, no iba a dejar que destruyeran el pueblo, era su deber como reina.

Siguió luchando hasta que un golpe en la cabeza la hizo caer al piso, lo último que vio fue la silueta del Rey acercándose a ella.

Despertó desorientada, lo último que recordaba era estar en medio de una batalla y ser golpeada en la cabeza. Se sentó quejándose un poco. Estudio su entorno dándose cuenta de que estaba en una celda y encadenada

-A ver, no entres en pánico, recuerda lo que Némesis te dijo, cálmate, analiza y saca conclusiones- tomo un respiro -Bien, Némesis dijo que había estado soñando con Quintessa y la mencionó en el reino cuando nos atacó... ¡Pero claro! Sus sueños debieron advertirle, Quintessa debió secuestrarlo y volvió a rechazarlo, necesito encontrar con qué sacarlo del hechizo-

Se puso a pensar, por lo que le habían contado, Bee lo había sacado del hechizo hacia 5 años atrás, tal vez lo podría hacer otra vez.

-Estas despierta- se giró y vio a Quintessa en la puerta de la celda

-Algo me decía que tu estabas detrás de esto- dijo mirándola fijamente

-Mi creación perfecta se enamoró de ti, pero ahora representa una amenaza-

-¿Tú creación?- habían mencionado lo que ocurrió pero jamás dijeron que Némesis fuera creación de Quintessa

-Él es mi creación, yo lo creé y el solo me obedece a mi-

-Hagas lo que hagas se que Mi Señor no te permitirá hacer lo que sea que planees- respondió de forma retadora

-Némesis será quien haga lo que tengo planeado-

-Lo dudo, tarde o temprano se liberará, maldita bruja- Quintessa rugió y le lanzó una bola de electricidad haciéndola caer de rodillas

-¡Te atreves a insultarme!- dijo acercándose -Tú no eres rival para mi creación perfecta, así que vete haciendo la idea de que él ¡jamás! Volverá a estar contigo- dicho eso, salió de la celda

-Chatarra, chatarra- lloró debido a que sus palabras le llegaron a su chispa, tal ves realmente nunca regresaría -Tengo que encontrar una forma de liberarlo, tiene que haber una forma-

Mientras tanto, Némesis seguía viendo el paisaje a través de la ventana, hasta que escuchó unos ligeros pasos, haciéndolos girarse solo para ver a Audrey acercarse, no la había visto en un tiempo

-Hola, Némesis- se acercó quedando a unos pocos pasos de él

-¿Qué quieres?- preguntó de forma amenazante

-Solo ver si... necesitabas algo, tal vez- se acercó y puso su mano en el pecho de Némesis -Liberar el estrés- antes de que hiciera algo Némesis la tomó del cuello y la estampó contra la pared y la elevó un poco

-Ni en mis más profundas pesadillas, no te hagas ilusiones de sobrevivir, porque en cuanto pueda, tú serás la primera en morir- puso más fuerza en su agarre hasta que la lanzo casi hasta el otro lado del salón y se fue.

Sariatu había intentado de todo para liberarse, tenía que alertar a los demás,pero su comunicador fallaba, se había dañado durante la batalla, solo oraba porque los demás pudieran estar a salvo y prepararse ante cualquier otro ataque.

Quintessa estaba con los dos reyes, ya tenía un lugar a donde llevar acabo su plan

-¿Lo trajiste?- Némesis saco el cetro de su subespacio y lo hizo regresar a su tamaño original

-Mis soldados se infiltraron en el castillo y lo sacaron- le entregó el cetro a Quintessa

-Bien, necesitaremos la magia de la Valkiria para que mi cetro vuelva a funcionar-

-¿Qué harás?-

-Quitarle la magia a la Valkiria, no suelen usarla puesto que intentan vivir como femmes comunes-

Era verdad, Sariatu había estado intentando usar bien su magia, pero no sabía cómo, por lo cual no la usaba.
Solo era cuestión de esperar la noche para llevar acabo el plan.