Sariatu despertó primero, el día había llegado una vez más. Cuando miro a Némesis, vio que seguía dormido, con una sonrisa y con cuidado de no despertarlo, se levantó y vistió. Se escuchó un ligero gruñido, por lo que se giró solo para ver al Rey cambiando de lugar.
Salió de la habitación para ir a la cocina, al llegar se topó con una femme de estatura menor a ella

(Solo imaginen que es de metal)

Le pareció un poco extraño verla, nunca antes la había visto, así que se acercó un poco a ella

-Hola, ¿cómo te llamas?- la femme solo se le quedó viendo -¿No puedes hablar?- se preocupó un poco al ver que le femme no decía nada

-Su nombre es Silky- dijo el Rey entrando a la cocina -Es una banshee, es como... una especie de hada-

Silky volvió a su trabajo mientras Sariatu la veía con mucha curiosidad

-¿Por qué no la había visto?-

-Ella llegó hace una semana a Cybetron,pero se perdió y recientemente llegó aquí, mas que una sirvienta es como mi ama de llaves-

-¿Ella ya estaba aquí antes?-

-Asi es, llego poco tiempo después de que yo llegara con Sentinel, así que lleva mucho tiempo con nosotros-

-Vaya, y ¿por qué no habla?-

-No suele charlar mucho, prefiere guardar silencio y mantenerse reservada-

-Ya veo-

El día era un tanto nublado, el Rey y la reina habían salido a dar un paseo, pero caminaron más allá de lo acostumbrado.

(Leer hasta que empiece la musica, se recomienda disfrutar)
Llegaron a un lugar que resultaba familiar [imagen en multimedia], lo recordaba con exactitud

-Aqui.... aquí fue donde empezó todo- dijo sorprendida la femme

-Si, aquí nos conocimos... hace dos años- la femme caminó hasta el árbol blanco por la nieve -Ya ha paso mucho-

-Si, ha pasado tanto tiempo desde aquel día, como si fuera ayer- puso su mano en el tronco del árbol donde había tropezado aquel día -Sigo sin creer que ha pasado mucho tiempo-

Los recuerdos volvieron, el día en que se conocieron, esa primera mirada, no podía imaginar lo que hubiera pasado si no se hubieran topado aquel día.

Némesis la observaba desde lejos hasta que se acercó a ella.
La femme se giró y lo abrazo como si su vida dependiera de ello. El Rey, un poco sorprendido, le devolvió el gesto.

La femme lo miró a los ojos y notó como estos cambiaban a un azul zafiro tan hipnótico como el color morado, la leyenda cobraba vida, solo había escuchado que el Rey antes había sido un bot diferente, sin magia, sin esos colores y ahora lo veía. Némesis se inclinó y la besó y justo en ese momento aquel árbol soltó un aire con polvo azul que hizo que la pintura del Rey cambiara a sus antiguos colores.
Al separarse, la femme presenció ese cambio atraves de su coraza y su gabardina,  aquello que le habían contado no era solo una leyenda, había sido real. Por primera vez pudo ver al antiguo líder autobot del que tanto le habían hablado.
Némesis sin embargo,no se inmutó ante esto, solo la miraba, aquel polvo poco a poco fue desapareciendo y con ello, la pintura roja y azul que cubría al Rey, trayendola de nuevo a la realidad.

-Pensé que solo había sido una leyenda-

-No lo es... todo lo que me pasó fue por un error que cometí y que no volveré a cometer en mi vida-

-Un error lo cambia todo- acario la mejilla del Rey

-Lo sé- se inclinó para besarla una vez más.

Lo que dijo la femme blanca era verdad, su encuentro fue un error según muchos, pero aquel error trajo esperanza devuelta al Rey. Una esperanza que creía perdida hacia años. Ambos se sentaron en el pie de aquel árbol, abrazados.

Némesis empezó a hacer figuras con su magia, pájaros, conejos, mariposas, entre otros. Estaba feliz, de eso no había duda.

Y sin embargo, su maldición lo perseguía aún, tenía miedo, miedo de que el pasado se volviera a repetir, miedo de poder lastimar al9s suyos una vez más. Miedo de que esa maldita hechicera regresara y lo tuvieras entre sus garras nuevamente.

-Vayamos a casa, se acerca una tormenta- dijo el Rey

-Claro- ambos se levantaron y caminaron de regreso al pueblo.

Némesis y Sariatu entraron a la habitación y se recostaron, esta vez, la femme puso la cabeza del Rey sobre su pecho, lo que hizo que se relajara más a tal punto de quedarse dormido, escuchando los latidos de la chispa de su amada. Al dormir no emitía ningún sonido más que el de su respiración, salvo que estuviera en mala posición.
En poco tiempo su cuerpo se sintió pesado, Sariatu acariciaba su espalda y cabeza, ayudando a que se quedara dormido fácilmente.

(Cortar musica)
Sus recuerdos aparecieron en sus sueños, como si le advirtieran de algo, más que nada, aquel día que Quintessa lo atrapó, todo lo que le hizo y le dijo resonaba en su cabeza, además de ver como ella regresaba por él. Veía caos, destrucción por todos lados, incluso vio como el mismo mataba a Sariatu. Despertó, exaltado, tanto que sus ojos tuvieron un ligero resplandor azul; se sentó y se vio solo en la habitación,no tenia su armadura, tan solo su gabardina.

Su cabeza dolía un poco, así que tomó una ducha, se podían ver sus cicatrices en su piel de metal y en su pintura, a veces dolía con tan sólo recordar,  su cuerpo con pintura negra y morada a veces se sentía pesado. Salió colocándose su gabardina mientras tomaba una d-pad y se sentaba en la litera, solo había dormido dos horas, aún así, sabía que algo pasaba, o pasaría, y eso, eso lo atemorizaba.