XXII (+18)
Ya había pasado un mes desde aquel suceso, por más raro que sonaba, el Rey y su femme no habían intimado en lo más mínimo, no era algo raro debido a que fue él quien no quiso,no lo consideraba apropiado después de haber perdido a su cachorro, sabía que su femme no estaba lista para intentarlo nuevamente.
Despertó... despuésde haber tenido un flashback entre sueños, abrió sus ojos y vio a su femme recostada en su pecho, esa sensación de tenerla cerca era una sensación única.
De la nada todos los recuerdos lo golpearon, aún recordaba aquel día en que Quintessa lo hizo traicionar a los suyos, una semana después de eso, su pintura roja y azul comenzó a desprenderse revelando una pintura negra y morada, lo mismo pasó con sus ojos, primero comenzó como un círculo morado para luego extenderse hasta cubrir sus ojos completamente, incluso decidió aceptar lo que era, cambiando su nombre, de Optimus a Némesis. Habían sido tantos cambios en tan poco tiempo.
Vio la hora en su d-pad, era apenas la 1 de la madrugada, no podía dormir, cuando despertaba en la noche, le era casi imposible volver a dormir en minutos, así que de forma sigilosa salió de la habitación y se dirigió al patio.
Miro hacia la luna y hablo
-Sigo sin entenderlo, se supone que soy un Prime, que no debía ser esto,un monstruo, ¿qué es lo que tienes planeado para mi, Primus?- hablo como si alguien le fuera a responder -¿Por qué me pasa esto?- dijo mirando al piso.
Lo veía desde la puerta del castillo, solo traía puesta su bata, quería hacer algo para que él no estuviera asi, por lo que regresó a la habitación.
El Rey volvió al castillo un rato después, al entrar a sus aposentos, vio a Sariatu sentada en la ventana
-Sari, ¿qué haces despierta a estas horas?- preguntó acercándose a ella
-Quería sorprenderlo- dijo levantándose
-Lo lamento, estoy confundido, ¿a qué te refieres?-
-Hace un tiempo que... que no tenemos... intimidad, lo vi un tanto... triste y pensé... que- miro como movía sus manos nerviosamente, le parecía tierno cuando empezaba a tartamudear
-Se a lo que vas... la verdad, te necesito, pero no quiero que te sientas obligada- la tomo de la cintura
-Para nada... yo... también quiero esto... pero no se como tomar la iniciativa- se puso un poco azul y agachó la cabeza
-Te ves tierna cuando te sonrojas- levanto con cuidado su mirada -¿De verdad quieres intentarlo de nuevo?-
-Sí, es lo que quiero... solo que estoy nerviosa-
-No te preocupes, ven-
La guió a la litera para cargarla y recostarla en ella, para después empezar a quitarle la bata lentamente, mientras la besaba y besaba su cuerpo. Una ves estando desnuda, procedió a quitarse su gabardina, iba a recostarse cuando en un abrir y cerrar de ojos estaba recostado de espaldas en la litera
-Dejeme devolverle las caricias- comenzó a besar su cuello para después pasar por su torso hasta llegar a su puerto
-Sariatu,no es necesario-
-Solo por esta vez-
Un tanto inseguro abrió su puerto, dejando que su cable erecto saliera, la femme comenzó lamiendo y mordiendo la punta
-¡Ahh!- gimio al sentirla, mientras ella le daba algunos mordiscos sin fuerza antes de introducir su miembro en su boca,haciendo que el Rey se arqueara un poco -¡Ahh!, Sariatu, por Primus- dijo entre gemidos. La femme acaricia una parte de su miembro. Debido a que no pudo introducirlo por completo en su boca. Así siguió hasta que el mech se corrió,manchando un poco su rostro y pecho con su semilla
-Primus, no sabía que sabías hacer eso-
-¿Lo hice bien?- preguntó un tanto nerviosa y con una diminuta sonrisa
-De maravilla- se sentó y la tumbó de espaldas -Ahora me toca- eso la puso la azul, nunca había hecho eso -Tranquila, solo relájate-
Se dirigió hacia la intimidad de su femme y empezó lamer un poco
-¡Ahh!- gimio arqueandose, intento cerrar sus piernas pero Némesis las separó. Se atrevió a hundir un poco su lengua en su válvula-¡¡Ahh!!- eso la hizo gemir aún más, puso sus manos en la nuca de su mech. En poco tiempo se vino -Lo siento, yo...-
-No te preocupes, no es nada malo- la interrumpió, volvió a posicionarse encima de ella y empezó a besarla -Hace tiempo que deseaba sentirte, sentir tu cuerpo- le dijo entre besos
-Yo también, pero no sabía cómo decirlo- empezó a acariciar el miembro de su mech, sintiendo como estaba duro
-Solo dilo y ya- acaricio su mejilla -No temas en pedirmelo-
-De acuerdo- el Rey la empezó a besar nuevamente, tomándola desprevenida, empezó a entrar en ella -¡¡¡Ahhh!!!- Sariatu grito de dolor, debido a una condición que hacía que, a pesar de haber tenido interfaz, su interior seguiría como si aún fuera virgen.
-Ah, sigues igual de estrecha que la primera vez- dijo entre jadeos, sosteniendola de la cintura, pero sin moverse.
Tan solo unos minutos después, Sariatu movió su cadera, indicando que el dolor había bajado. Némesis dio la primera embestida de forma lenta para no lastimarla tanto -¡Némesis!- gimio al sentir su movimiento
-Gime para mi, déjame escucharte- empezó a besar su cuello y agarro sus piernas para hacer que las envolviera alrededor de su cintura.
-Némesis, ahh- se arqueo mientras gemía de placer
Él la abrazó por la cintura y se sentó, haciendo que su miembro entrara más en ella. Se movía de abajo hacia arriba, acariciando su espalda y piernas.
Sentía como su interior se humedecia más, mojando su cable cada vez que entraba
-Eres mía, mi femme- gruñó de forma posesiva mientras aumentaba la fuerza y rapidez de sus embestidas
-Mi Señor- la fuerza de las estocadas la hizo gemir.
-Pierdete amor, pierdete en el placer- le dio una embestida con mayor fuerza, sacándole casi un grito.
La hizo recostarse de espaldas mientras el seguía sentado, la tomó de las caderas, dando estocadas un poco fuertes
-¿Te gusta?- preguntó embriagado de placer
-Si, mi Señor- contestó a duras penas. Némesis se recostó encima de ella, tomando sus manos para ponerlas sobre su cabeza, su miembro palpitaba cada vez más.
-Sariatu- gimio el nombre de su amada. Asi pasaron las horas, ella rascaba y acariciaba la espalda del Rey, quien aumentó la fuerza haciendo que Sariatu se corriera
-¡¡¡Ahh, Némesis!!!- grito al momento de correrse.
Némesis aumentó más la fuerza de sus embestidas, sintiendo como el interior de su femme se apretaba alrededor de su miembro, no tardó mucho en acompañarla en esa ola de placer
-¡¡¡Ahhh, Sariatu!!!- su gruñido la sobresaltó un poco. Némesis dio una embestida fuerte, liberando sus fluidos en ella, dando otras cuantas estocadas para vaciarse. Su semilla era mucha, tanta que terminó derramada en la litera, manchando las piernas de su femme. Exhausta y sin fuerzas, cayó rendida en los brazos de su Rey, quien,igual que la primera vez, se recostó haciendo que ella quedara acostada encima de él, sus delicadas piernas entre las suyas, aún con su cable en su interior y una sábana cubriendolos de la cintura para abajo. Sariatu acariciaba el pecho del Rey y besaba su cuello, casi quedándose dormida
-Duerme mi amor, estas exhausta- dijo acariciando uno de sus senos y su espalda
-No... quiero... quedarme despierta- inevitablemente y en su contra, finalmente sucumbió ante el sueño, quedándose dormida -Te amo... Némesis- dijo antes de caer en un profundo sueño
-Yo también te amo Sariatu... como no tienes idea- beso su cabeza y los cubrió más con la sábana, tapando parte de sus torsos, y también cayó dormido en segundos, abrazando a Sariatu, como si alguien se la quisiera arrebatar.
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