XX
La lluvia golpeaba contra la ventana de la cabaña, creando un sonido tranquilizante. Némesis se despertó con su femme en brazos, acurrucada casi en una bolita y con la punta del pulgar en su boca, lo que le causó un sentimiento de ternura.
Se habían quedado en la cabaña durante una semana. Némesis se quedó acostado, esperando a que su femme despertara, sintió que se removía un poco, finalmente vio sus ojos azules abiertos
-Hola- dijo acariciando su mejilla
-Hola- sonrío un poco adormilada
-¿Cómo te sientes?-
-Mejor, creo que en esta semana que me ha estado cuidando, supere esto, no es que no me importe, sino...- corto la frase
-Porque la vida sigue, no te derrumbes amor, todo esto pasara, te lo aseguro- acarició su mejilla
-Si, bueno, no quiero estar triste todo el tiempo por esto, si Primus no nos dio a nuestro hijo fue por algo, al menos nuestro cachorro está en un lugar mejor- se acurruco más al lado de su mech
-Si... bueno, ¿qué te parece si vamos a dar un paseo? El clima es perfecto para eso- dijo mientras acomodaba la manta que los cobijaba
-Me parece bien... pero... he estado pensando... casi no nos conocemos, digo, de nuestros pasados- dijo mirándolo
-Tienes razón, pero cuando hay amor de verdad, el pasado no es importante, lo que importa es el presente- dijo acariciando su mejilla
Un mes después
El invierno había llegado, el Rey estaba sentado en el trono, Stormreing le había dicho que un aviso llegó
-¿Cuándo llegan?-
-Hoy mismo, mi Señor-
-De acuerdo-
El Rey del sur llegó con su esposa e hija al reino autobot, al entrar, vieron al Rey en el salón, quien al verlos, se levantó. El Rey del Sur y su tropa hicieron una reverencia ante Némesis
-Un gusto verle mi lord-
-Lo mismo digo, Sorbus-
-Bueno, como verá, estamos aquí por el tratado que tenemos, tanto comercial como de paz-
-Sí, lo sé- dijo poniendo sus manos tras su espalda
-Bueno, para fortalecer esos acuerdos, según la ley, mi hija y usted deben unirse en matrimonio-
-Con respecto a eso, yo ya estoy comprometido con una femme- dijo mirándolo
-Pero aún no tiene herederos, por lo tanto, debe casarse con la princesa del sur, con una femme que pueda concebir- dijo un guardia del sur, a lo que Némesis lo miró mal -Mi lord, es la verdad, sino, la femme con la que está casado, será ejecutada-
Eso solo lo puso en un conflicto, no sabía que hacer en ese momento, el Rey del Sur se hizo a un lado, dejando ver a su hija
Vestida con un vestido azul
Debía admitirlo, era hermosa, pero su belleza no se comparaba con la de Sariatu, el Rey del sur acercó a su hija, haciendo que quedara frente a frente con el Rey
-Mi lord, es un placer conocerle- dijo haciendo una reverencia
-¿Cómo te llamas?-
-Amaris, mi lord-
En ese momento, Sariatu entró al salón con una corona con unas salientes casi como las del Rey y un vestido blanco
Obviamente, se extraño al ver a guardias de otro reino, por lo que se acercó poco a poco al Rey
-Una Valkiria- dijo un guardia sorprendido
-Jamás había visto una tan de cerca-
-Mi Señor- dijo Sariatu al estar lado de Némesis -¿qué esta pasando?-
-¿Tienes a una Valkiria en el reino?- preguntó sorprendido el rey del sur
-Sí, y ella es mi esposa- dijo sorprendiendo a las tropas del sur
-Aún así, esto se debe llevar a cabo-
-¿De qué habla, Mi Señor?-
-El Rey debe casarse con la princesa del sur- eso la puso un poco triste, si era ley, se debía cumplir
-Mi hija se quedará aquí, sabe que deben aparearse una semana antes de la boda para concebir un heredero-
Dicho eso se retiraron, dejando a la princesa con el Rey. Sariatu se fue también, no podía asimilar lo que estaba pasando, mientras tanto, Némesis seguía en el salón con Amaris
-Ven, te llevaré a conocer el lugar- dicho eso ambos salieron del salón y la llevó a una habitación.
Cuando fue a buscar a su esposa, Amaris lo siguió a la distancia, cuando lo encontró, vio que estaba abrazando a la Valkiria, eso sería más complicado de lo que pensaba.
La noche había caído una vez más, un guardia del sur se había quedado en el reino para asegurarse que la princesa y el Rey pasaran la noche juntos, por lo que la princesa estaba en la habitación real mientras Sariatu estaba en su antigua habitación.
Amaris estaba con una bata mirando por la ventana, esperando al Rey, al mech con el que tendría su primera vez sin siquiera conocerlo; cuando Némesis entró, Amaris se giró a verlo y se acercó lentamente, pero él solo la miraba, sin decir ni hacer ningún movimiento, era obvio, no deseaba tener nada con ella
-Mi lord, ¿qué ocurre?- preguntó amablemente
-No pasa nada, solo pensaba- sin más que decir, solo se sentó en la litera
-Bueno.... supongo que.... llegó la hora- dijo un poco temerosa
-Escucha.... Amaris... yo no... no puedo, estoy comprometido y no voy a faltarle a mi esposa- dijo levantándose
-Pero mi lord, mi padre vendrá en una semana, esperando que ya tenga a un cachorro en mi vientre-
-Lo sé, pero no puedo hacer esto, lo siento- la femme solo agachó la cabeza -Lastimosamente, aunque no quiera... no tengo elección... pero no será hoy- dicho eso, solo se recostó en la litera.
No podía ir con su reina, el guardia no lo permitiría, Amaris también se recostó de espaldas al Rey, aún así, tuviera o no un cachorro, tenía que dar indicios de haber sido tocada.
Mientras tanto,Sariatu veía como luna y Saru estaban acurrucados con sus tres crías en una cama más grande, sabía que Elita y sus hermanas habían tomado a los gatitos un rato. Unos minutos después cayó dormida, vencida por el sueño, aún así, la idea de dejar al rey por el bien del pueblo seguía en su cabeza, sabía que el tratado con el reino del sur era muy importante, estaba en lío.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro