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🎼 Canción Recomendada para este capítulo:

Gangsta - Kehlani


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─¿Min YoonGi? ─expresé con asco.

El señor Min era un bastardo al cual odiaba por haber provocado que mi último plan maestro se fuera a la mierda. El sinvergüenza ejecutó los planes antes que yo y me dejó fuera de la jugada; su chiste me dejó sin dinero durante meses.

Min YoonGi era un empresario muy famoso en Seúl, que, con mi ayuda y la de JungKook, estableció su imperio hotelero, y ahora quería ayudarme para saldar su deuda conmigo. ¡Qué gran estúpido!

─¿Y ese maldito bastardo te contrató? ─Ruby afirmó efusivamente. ─¿Cuál es tu verdadero nombre? ─me observó sorprendida.

─Ruby Jane, desde luego... ─respondió nerviosa.

─¿Así? Entonces también te obligó a cambiar tu aspecto, JENNIE. ─suspiró derrotada.

Tardé mucho en reconocerla, pero sin duda era ella, la antigua secretaria de Min YoonGi. Trabajó muchos años a su lado y, por consecuencia, comenzó a sentir algo más que aprecio por él. Desde luego, comenzaron a salir en secreto, pero la madre del susodicho provocó que la despidieran para evitar que se casaran. Supe que, debido a esto, Jennie se ha mantenido alejada de él y del círculo social en el que se desenvuelve para evitar que su amado sea desheredado por su madre.

─¿Tan mala actriz soy? Te dije que me reconocerías al instante ─habló en su dialecto natal.

─Debo admitir que no tenía idea de quién eras hasta que dijiste su asqueroso nombre. Creí que habías dejado de trabajar con él ─me senté en mi cama, acomodando un poco las sábanas. Por otro lado, Jennie se subió a la cama.

─Así fue, pero volvió a buscarme en cuanto supo que te encerraron aquí. No me obligó, SaRang, estoy aquí porque quiero ayudarte y, sobre todo, ayudar a JungKook.

Golpeé mi pierna que estaba colgando muy cerca de mi cabeza.

─No menciones ese nombre otra vez.

─La cárcel te ha cambiado, nunca habías sido tan agresiva ─se quejó infantilmente.

─Sigo siendo la misma. Si no quieres que te vuelva a hacer daño, no vuelvas a mencionar ese asqueroso nombre nunca más ─refuté molesta.

─¿Por qué? ¿Tan malo fue contigo? ─la ignoré mientras colocaba ungüento antiinflamatorio en las erupciones causadas por mi alergia.

─Dime, SaRang... ─golpeó suavemente mi cabeza con sus dedos desde arriba de la litera. ─¿Qué pasó entre ustedes para que lo odies así? ─quise evadirla, pero, al igual que yo, es demasiado insistente.

─Dime, por favor.

─No te diré nada, no ahora ─dejé el ungüento debajo de mi almohada para esconderlo. No era un artículo prohibido, ya que cuento con el permiso de la doctora del penal para tenerlo, pero aun así debía esconderlo, ya que las reclusas toman todo lo que sea útil para drogarse.
─Está bien... imagino que debe ser difícil para ti, pero lo que sea que JungKook haya hecho lo hizo para protegerte, ¿ok?

Comencé a reír fuertemente mientras me acomodaba para dormir.

─Claro, Jennie, todo lo que él me ha hecho ha sido siempre para protegerme. Por favor, no digas estupideces ─hablé con sarcasmo, y es que no podía creer en sus palabras. JungKook jamás ha protegido a alguien en su vida.

─Esto será más difícil de lo que pensé ─dijo mientras suspiraba desanimada.

A lo lejos, comenzó a escucharse la ya conocida alarma que anunciaba la hora de dormir. Después de escucharse, todas las luces del pabellón se apagaban y las guardias comenzaban su último recorrido para cerciorarse de que cada reclusa estuviera en su celda, lista para dormir y cerrar las puertas.

Minutos antes de poder conciliar el sueño, me puse a pensar en todo lo que Jennie había dicho. Creer que él me estuviera protegiendo de esta manera es algo improbable y poco creíble por parte de JungKook.

─── ❖ ── ☪ ── ❖ ───

Al día siguiente, me encontraba realizando mis labores en la lavandería cuando la agente Park entró a buscarme; según ella, tenía una visita y debía ir urgentemente.

Me extrañó mucho que no me llevara hacia la sala de visitas, aquella en donde veías a tu visita a través de una pared de acrílico. En su lugar, la agente me llevó esposada hacia una sala muy parecida a la sala de interrogación de la policía.

Dentro se encontraba un sujeto de tez morena, porte elegante y muy varonil. Lucía un traje entallado color negro que destacaba por los estoperoles incrustados en el cuello. Aquel hombre estaba sentado frente a una mesa de madera, observándome fijamente.

─¿Qué hago aquí, agente Park? ─le pregunté mientras quitaba las esposas de mis muñecas.

─No tengo idea, pero más vale que te comportes ─sentenció fríamente.

La agente nos dejó a solas dentro de aquella sala, donde me acerqué a la mesa y me senté en la silla vacía.

La mirada penetrante de aquel apuesto hombre no me daba buena espina.

¿Para qué querría verme?

─¿Quién eres y qué haces aquí? -pregunté tajantemente. Si él no hablaba, me iría de ahí.

Lentamente sacó de su portafolio, igual de elegante, un par de hojas que me acercó deslizándolas sobre la mesa. No apartó la mirada de mí en ningún momento y comenzó a hablar diplomáticamente.

─Mi nombre es Kim NamJoon, soy abogado, su nuevo abogado -acentuó sus últimas palabras mientras señalaba con su índice aquel renglón que mencionaba la asignación a mi caso.

Por alguna extraña razón, su grave voz me parecía tan sexy y causaba que mi piel se erizara. Mantuvé mi postura firme, evitando mostrar lo que él causaba en mí.

─Bien, Kim NamJoon... ─arrastré las palabras y aclaré mi garganta. ─Yo no solicité un nuevo abogado; te jugaron una broma o esto es un error.

Él negó con la cabeza, muy confiado.

─No, señorita Lee, esto no es un error. Entiendo que desconfíe de mí, pero créame que haré todo lo posible para ayudarla ─aseguró, otorgándome una sonrisa que mostraba ampliamente ese par de hoyuelos que captaron mi atención.

Quizá el encierro y la falta de sexo me hacían sentir lo mismo que un macho cuando se ciega al oler las feromonas de una hembra en celo. Traté de mantener la compostura y mi imagen fría, pero esa sonrisa, ese porte y ese atractivo tan peculiar me lo impedían.

Puede que haya sido bastante obvia, ya que él se removió en su asiento, tratando de mantener la compostura.

─Verá, señorita, estoy aquí para ayudarla con todos los trámites en su caso y, sobre todo... ─se acercó más a la mesa, susurrando. ─Ayudarla a esconder todas las pruebas legales que la señalan como culpable de una estafa en Estados Unidos. ─Eso último no me lo esperaba y, evidentemente, mi cuerpo se tensó tras escucharlo. La existencia de todos esos movimientos bancarios la sabía una sola persona en este mundo, y esa persona era JungKook.

─Dime quién te envía. ¿Quién está pagando tus honorarios? Porque sabrás perfectamente que estoy en quiebra; todas mis cuentas bancarias han sido decomisadas...

─Descuide, mis honorarios los paga una persona que quiere ayudarla. A estas alturas, ya debe estar enterada de quién es. ─Sonrió ampliamente, mostrándome de nueva cuenta esos bellos hoyuelos.

En definitiva, me sentía molesta.

¿Quién carajos se creía Min YoonGi?
¿Mi salvador?

Estoy completamente segura de que alguien más está detrás de todo esto, no solo Min YoonGi.

¿Quizá? No, hace años que no sé de él.

─Sé perfectamente de quién habla y, si usted está en contacto con ese desgraciado, hágame el favor de decirle que tenga la maldita decencia de venir hasta aquí para explicarme qué putas es lo que quiere de mí; su deuda conmigo no se saldará con todo este teatro. ─mencioné irritada.

Por su parte, el moreno me veía fijamente sin mostrar algún tipo de expresión. Tomó las hojas sobre el escritorio y las guardó de vuelta en su portafolio para después colocar sus codos sobre la mesa y entrelazar sus manos como un gánster amenazador.

─Entiendo lo molesta e irritada que debe estar, señorita Lee, pero confíe en mí. ─volvió a sonreír. ─La intención del señor Min no es la que usted piensa; no cometa el error de involucrarse con las personas incorrectas. ─sujetó suavemente mi mano sin apartar la vista de mis ojos.

Nuevamente sentí que estaba sumida en algún tipo de trance hipnótico por ese halo de sensualidad y elegancia que emanaba aquel sujeto. Si tan solo lo hubiese conocido fuera de esta circunstancia, ahora mismo estaría dispuesta a ser una más de sus conquistas.


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¿Quién no estaría dispuesta a ser una conquista de NamJoon? 🙈🥴

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