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CAPÍTULO | I

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⚰️ 죽은 청년 ‧ ִ ۫ BYE TO MY YOUTH
CAPÍTULO UNO › 'I FOUND YOU' . ˚ ✟.

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| POV'S SKYLER |

Camino por el bosque sin ningún rumbo definido.

No se en que parte del mundo estoy, tampoco se a donde llegaría o que encontraría si continuaba caminando, lo único de lo que estoy consciente es del dolor de piernas y de estomago que tengo por la inmensa hambre y por todo el tiempo que he estado avanzando, además, el hecho de estar caminando sin saber lo que podría o no encontrar comienza a fastidiarme.

Cansada y asoleada dejo de caminar para contemplar mi situación. Estoy rodeada de árboles, no hay personas vivas cerca pero si hay muertos merodeando por el lugar, no tengo un lugar en donde pueda descansar ni pasar la noche, no tengo comida y mi munición es escasa, ¿realmente tengo que continuar?

Si no quiero morir, sí, si debo seguir. Agh. 

El planeta se va a la mierda y yo soy la única que lo disfruta, aunque no duerma o coma por días, y aunque todo el mundo quiera matarme (sí, es sarcasmo).



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Después de todo, caminar sin ningún rumbo no es tan malo como parece ser (o quizá sí lo sea).

Visualizo una cabaña de madera a pocos metros, me acerco lo suficiente para ver mejor que se encuentra en un pésimo estado, parecía que ya tenía un tiempo en abandono pues se ve muy descuidada; hay vidrios rotos esparcidos tanto por fuera como por dentro, las paredes de afuera tienen rayones de pintura en aerosol, también la puerta principal esta rota, y hay más cosas que hacen ese lugar, uno inestable e inseguro.

Además, de que con ese aspecto, la cabaña parece ser sacada de una película de terror, de esas en donde un asesino espía a sus victimas desde lejos, esperando el mejor momento para atacarlos, o de esas películas en donde en el sótano de la casa hay un libro en latín con rituales satánicos y cosas paranormales suceden cuando es abierto. Espero encontrar un libro así, y que el ritual sea para que desaparezcan estás bestias.

Entro al interior de la cabaña, revisando cada detalle del lugar y asegurándome de que no hubiese algo que pusiera en peligro mi vida. Una vez que me aseguro de ello, comienzo a buscar lo que tanto necesito; comida. Me dirijo a la pequeña cocina, encontrando ahí varias latas, pero la gran parte de ellas habían caducado, por lo que solo me quedaron tres que aún servían.



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Acabe con todas las latas de sopa fría, estaba tan hambrienta que olvidé por completo que no debía terminármelas, ya que tenía que racionarla para que pudiese durarme al menos un par de días más. Después de enojarme conmigo misma por aquello, me acuesto en la cama, no sin antes asegurar la casa. Cierro mis ojos dispuesta a descansar y dormir un poco, pero me es imposible conciliar el sueño, pues mi cabeza está despierta y los recuerdos merodean por allí, es entonces que mis problemas me invadieron.

Lo primero en lo que puedo pensar es en mis "padres", esos grandísimos hijos de puta. Aún no entiendo porqué me molesto en pensar en ellos cuando claramente, no merecen ni un segundo de mi tiempo. Me ponía de malas con tan solo recordarlos. Ellos fueron unos terribles y asquerosos padres, y no, no lo digo porqué no me daban permisos para salir o cosas así, me refiero a que simplemente dejaron de esforzarse por sus hijos. Dejaron de prestarnos atención, era como si de un día para otro nos odiarán, les dejamos de importar. 

No creo que haya alguien más a quién pueda odiar con todo mi corazón que a ellos. Les guardo un gran odio, coraje y rencor por hacerme hacer todo lo que hice para poder sobrevivir. Ellos comenzaron un tonto juego de ser adolescentes rebeldes y se tomaron tan enserio ese estúpido papel que se olvidaron por completo de sus responsabilidades de adultos, por ello es que tuve que ingeniármelas a mi corta edad viviendo un infierno intentando aprender a sobrevivir al mundo de antes y además, con una responsabilidad que no me tocaba, de cuidar a mi hermano menor. 

Esos malditos me dañaron emocionalmente y físicamente. Me hirieron como nunca nadie lo había hecho y por esa razón, para mi esas dos basuras están muertos, desde hace mucho tiempo.



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Estoy concentrada tratando de cazar a la ardilla que esta a unos metros. La sigo silenciosamente para evitar que huya, hasta que en el camino me topo con un grupo de descerebrados quienes comen con desesperación un ciervo.

Camino hacía atrás, alejándome lo más desapercibida que puedo de aquella horda, pero accidentalmente piso una rama que se escucha crujir como si se tratase de una bazuca, haciendo que esas cosas escucharán, por lo que tuve que salir inmediatamente de ahí.

Logre perderlos después de unos cuántos minutos huyendo y ahora continuó caminando, en busca de lo mismo; comida y provisiones.

Encuentro la salida del bosque, por donde continuó mi camino por medio de la carretera.

A lo lejos, puedo escuchar el sonido del motor de un automóvil y cada vez qué me acerco, lo puedo escuchar más y más fuerte y cerca, así qué comienzo a ir lento mientras me preparo mentalmente para lo qué sea que pudiese ocurrir.

El motor no se escucha más, por lo qué decido esconderme entre el bosque y continuar caminando por ahí. Se qué llego al lugar, ya que veo un pequeño grupo de personas hablando entre si en medio de la carretera y dos autos al rededor de ellos.

Duran unos pocos minutos ahí, hasta que los sobrevivientes emprenden marcha hacía el lado contrarió de donde estoy escondida, metiéndose al bosque y una vez que los pierdo de vista, salgo para la carretera en donde dejaron ambos coches, me dirijo a ellos rápidamente para buscar algo útil en ellos, pero... o se habían llevado todo o no tenían ni una mierda.

Decepcionada, molesta y frustrada, golpeo el automóvil mientras que los insulto mentalmente por no dejar nada. Cuando estoy más tranquila es que comienzo a pensar en que hacer; podía seguirlos y ver que les quito o podría ahorrarme problemas y continuar por mi propia cuenta.

Unos gruñidos y gemidos débiles hacen qué ponga atención a mi alrededor y deje mis pensamientos de lado, volteo hacía atrás y veo una horda acercarse, así que inmediatamente corro hacía el bosque antes de que me viesen y siguieran.

Y una vez más estoy como desde un principio, como siempre; perdida, cansada, frustrada y hambrienta.



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Camino cuidadosamente, debido a que veo algunos muertos merodeando a mi alrededor. Pero me detengo en seco al escuchar unos murmullos, y es cuando saco mi arma del estuche de mi cinturón y vuelvo a caminar intentando seguir las voces. 

Una vez que las escucho con más claridad, vuelvo a prepararme y me meto entre unos arbustos para salir del otro lado, en donde están dichos dueños de aquellos murmullos.

Ellos al verme inmediatamente se levantan, dejando de hacer lo que sea que hacían para sacar sus armas y apuntarme con ellas. 

──── Baja tu arma. ──dice uno de los sujetos del grupo de una forma muy calmada aunque luciendo un poco nervioso, miro a mi alrededor ya que no era el único apuntándome, una de esas personas se trata de una chica con el cabello por los hombros, al lado de ella está un joven oriental y al lado del hombre que recién hablo, está un chico con un ridículo sombrero de sheriff y unos ojos bastante llamativos. 




| POV'S CARL |

El auto de papá se detiene en seco, sin previo aviso y en medio de la carretera, esté bufa y toca la bocina del vehículo para que los demás también se detuviesen y bajaran del coche en el que iban.

──── ¿Qué sucede? ──pregunta Glenn preocupado, quién es el primero en acercarse y preguntar.

──── El tanque ha quedado vació. ──responde mi padre bajando del auto y mirando el perímetro. 

──── A nosotros tampoco nos queda mucho. ──habla nuevamente el asiático suspirando pesadamente.

──── ¿Qué haremos? ──mamá se une a la charla, tocando el hombro de papá algo preocupada.

──── Tenemos que salir de la carretera. ──dice caminando al vehículo y abriendo la puerta del mismo. ──── Tomen solo lo que sea necesario. ──agrega hacía el grupo.



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Llevamos al rededor de algunos diez minutos caminando por el bosque, intentando encontrar un lugar en donde podamos pasar la noche. Nos detenemos en un lugar al que papá le pareció seguro, aunque a mi no me convenció del todo, ya que literalmente nos encontramos en medio del bosque.

Todos comienzan a limpiar o a hacer guardia por la zona, también a construir algunas carpas de campaña y otos descasaban, mientras que mi padre, Maggie, Glenn y yo nos encargábamos de buscar leña para hacer una fogata, ya que la noche se acercaba.

El ambiente mientras recogemos la leña es bastante tranquilo, el lugar esta en silencia, haciéndolo relajante y agradable, pero todo eso se va cuando escuchamos el crujir de algunas ramas romperse y un arbusto moverse, para que segundos más tarde apareciese una chica con un arma justo frente a nosotros.

Rápidamente solté la leña y los demás dejaron de hacer todo para sacar nuestras armas y apuntarle.

──── Baja tu arma. ──dice mi papá intentando sonar tranquilo para evitar problemas.

La desconocida parece estar perdida, asustada, cansada y desorientada por su aspecto. Nos mira a cada uno, dándose cuenta que lo que sea que tiene planeado no iba a funcionar, pues nosotros somos más y ganaríamos de cualquier forma.

──── Dame tú arma... ──pide ahora acercándose lentamente para intentar tomarla.

──── No te acerques más. ──gruñe, haciendo que su voz me sorprendiera y me causara escalofríos, pues su voz era muy fría y directa. 

──── Está bien, está bien. ──papá se aleja y tanto como yo, él también se encontraba sorprendido por su voz y ese cambio tan inesperado para nosotros. ──── Baja tu arma, no te haremos daño si tú no lo haces. ──aclara, pero está vez usa un tono de voz más serio y frío como el de ella.

──── ¿Qué quieres? ──pregunta Maggie sin rodeos, la miro de reojo y puedo ver que está asustada, pero no lo demostraba, ninguno de nosotros lo hacía ya que nos veríamos vulnerables frente la amenaza del momento, esa chica.

──── Armas, comida, cualquier cosa. ──responde encogiéndose de hombros.

──── No tenemos nada. ──responde Glenn seriamente.

──── No parecen estar muriendo de hambre. ──nos mira uno a uno con más atención, ella tampoco parece necesitarla mucho.

──── Dijimos que no tenemos. ──repetí molesto, ella alza una ceja y me mira divertida.

──── Quiero sus armas y todo lo qué tengan. ──ordena. ──── No quiero que nadie salga herido. ──agrega. ──── ¡Lo quiero ahora! ──levanta la voz.

En menos de un abrir y cerrar de ojos, todo el grupo aparece rodeándola y apuntándole y es ahí qué papá de un rápido y ágil movimiento toma a la chica por la espalda sujetando sus brazos y haciendo que soltara su arma, dejándola inmóvil.

──── ¿Sabes? no me gusta hacer esto y menos a niñas como tú. ──murmura. ──── Ahora dime, ¿estás sola? ──la chica no responde, así qué papá jala sus brazos hacía atrás y como estos están doblados, ella suelta un quejido. ──── ¿Hablaras?

──── Sí, estoy sola. ──contesta dándose por vencida.

──── Tú nombre. 

──── Skyler. ──contesta entre gruñidos.

──── De acuerdo, Skyler, te voy a soltar, pero si haces algún movimiento estúpido, te mataré, ¿entiendes? ──la chica asiente con la cabeza, papá la suelta y revisa que no tuviese alguna otra arma escondida.

──── ¿Skyler qué, cariño? ──pregunta Hershel curioso, frunzo el ceño y no es por tener nada en contra de él, al contrario es un hombre al que admiro y respeto, pero esa pregunta se me hizo totalmente estúpida y sin sentido; hoy en día no necesitamos saber un nombre, teléfono o datos personales y aunque nos dijera todo eso, aún así no sabríamos nada de ella.

──── Dixon. ──murmura sobando sus brazos lastimados. 

Oh, olvidemos todo lo anterior, al final creo que si puede servir de algo saber al menos un apellido. 

Todos nos sorprendemos y justo en ese momento (el cuál no puede ser más épico) sale Daryl entre el bosque a espaldas de Skyler.

Esté último mira con el ceño fruncido a la chica sin tener idea de quién era y de porqué algunos aún seguían apuntándole y también, sin saber porqué nos encontrábamos sorprendidos.

La chica al notar nuestros rostros de confusión y sorpresa y que mirábamos a ella como a sus espaldas decide voltear. 

Y ella corre hasta el sujeto de la ballesta, quién la envuelve entre sus brazos.

Esto... esto es confuso.

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