—Hola —dijo Jimin en voz baja, algo tímido.

El joven de cabellos castaños ni siquiera alzó la vista; continuaba comiendo su sopa, ya fría debido al horario, y revisaba el libro que tenía a su lado cada vez que daba un bocado a la sopa.

—Eres... ¿Min Yoongi, verdad? —insistió acercándose un poco más a él, moviendo la silla para sentirse más cómodo. —¿Qué estás leyendo?

Yoongi suspiró tan fuerte que incluso hizo que algunas pequeñas olas se formaran en su sopa.

Alzó la vista, revelando un rostro pálido y un semblante frío.

«Se parece a un fantasma», pensó Jimin.

—Mira, sé que el idiota de Wook fue el que te dijo que vinieras a hablarme e intentaras ser mi amigo o lo que sea, pero no, gracias. Estoy bien solo.

—Sí, me lo pidió, pero vine aquí porque quiero, no solo porque me lo pidieron.

Una risa burlona escapó de la boca de Yoongi.

—Sí, seguro es porque quieres quedar bien con él o parecer una buena persona. No me importa la razón, no quiero tener nada que ver contigo ni relacionarme. Así que vete —dijo de forma tajante, frunciendo el entrecejo.

Jimin dudó si debía insistir o no, pero recordó las palabras que le habían dicho Jungkook y Tae. Era él, el chico extraño al que nadie quería en ese lugar, el chico que siempre estaba solo y que nadie toleraba. Sintió un nudo en el estómago; no quería terminar como él.

Miró a su alrededor, y las pocas personas que quedaban en el comedor los miraban y susurraban.

&No, no quiero —tomó la mano de Yoongi de forma amable —No quiero que estés así, porque a mí no me gustaría terminar así, tan solo, hablemos —pidió, regalándole una pequeña sonrisa.

Yoongi apartó su mano bruscamente.

—¡No me toques! —gritó, ya harto, y su voz resonó en todo el lugar.

Jimin retiró su mano de forma instantánea, como si hubiera tocado agua caliente. Un horrible escalofrío recorrió todo su cuerpo.

De repente, el hombre de cabellos rubios y cuerpo robusto apareció detrás de él, apoyando su mano en el hombro derecho y aplicando cierta presión. Jimin vio cómo la camisa blanca de Yoongi se arrugaba debido a la presión ejercida por Wonho.

—Min... —murmuró en voz baja de tal manera que casi no fue escuchado por Jimin. Inclinó su cuerpo de tal forma que su rostro quedó casi pegado al de Yoongi —Relájate, por favor —pidió, mirando de reojo a este último.

Jimin pudo ver cómo la mano de Yoongi que sostenía la cuchara de plástico temblaba, aunque no sabía si era por enojo o miedo.

Wonho se alejó de él y dio un par de pasos hacia atrás, dándole espacio para irse sin hacer otra escena innecesaria.

Yoongi tomó su plato y libro.

—Gracias, ya arruinaste mi almuerzo, ¿feliz? —. Y sin más, se fue.

Jimin se sintió decepcionado; creía que, al menos siendo amable, tendría un mejor resultado.

—No te sientas mal, él siempre reacciona así —dijo Wonho sin mirar a Jimin, tenía la vista fija en los pasos que daba Yoongi, asegurándose de que siguiera su camino hacia la salida —El señor Wook siempre dice que intentemos darle una oportunidad, pero yo creo que es solo una pérdida de tiempo. Una persona así debería estar aislada.

Las palabras de Wonho lo impactaron. ¿Aislarlo? Le pareció demasiado, pero no dijo nada. Solo se mantuvo ahí sentado viendo el semblante frío pero sereno de Wonho, que se mantenía inmutable.

—Recuerda que tiene una cita con el señor Wook a las 18:00, que no se te olvide —. Y sin más, se fue.

Jimin apoyó los brazos en la mesa, los cruzó y dejó caer la cabeza sobre ellos.

—Ha... Qué día tan... Ni siquiera sé cómo llamarlo.

Suspiró nuevamente y se reincorporó.

«¿Dónde podría ir?», se preguntó a sí mismo.

Cuando finalmente eligió el lugar, se dirigió hacia allí con rapidez; se sentía emocionado.

Holis, perdón por la tardanza, y también por el capítulo tan corto.

Espero les haya gustado igualmente.

Lastima que la IA pedorra ahora no hace más personas famosas, que bronca, tengo varias, por suerte, pero quería poner una por cada capítulo.

Cuídense.

💜