Advertencia 😭

⚠️❌ Posibles Spoilers de Falcon y El Soldado De Invierno ❌⚠️

- ¡Papá, papá!

Su corazón se detuvo en seco en su pecho como golpeado por una fuerza invisible. Su cabeza giró rápidamente hacia un lado en busca de la fuente del sonido. El asfalto vacío lo recibió. Sus ojos se cerraron de golpe mientras trataba de concentrarse en la formación del recuerdo.

- Zooooom-. Una vocecita lo rodeó - ¡Zoom!- Sus pequeñas manitas agarraron un modelo de avión que lanzó lejos de él, dejándolo volar por el aire. Su cabello estaba revuelto y su camisa arrugada, a pesar de que la familia acababa de llegar al aeropuerto.

- Mein Schatzi( mi amor)- . Zemo sonrió con adoración - Ven.

Cuando Nikolai se acercó, su padre lo levantó y giró con él en sus brazos. - Ahora, se eleva más alto. Y pronto, tocará el cielo. Al igual que tú algún día. Tienes un futuro brillante, hijo mío.

El niño envolvió sus brazos alrededor del cuello de su padre, una expresión curiosa creciendo en su cara cuando un nuevo pensamiento atrajo su atención. - ¿Habrá dulces en el avión?

Zemo miró a su esposa y luego rápidamente a su hijo. - Shh, puede que haya algunas delicias turcas escondidas en un lugar secreto para que las compartamos- Devolviendo a su hijo al suelo, se llevó el dedo a los labios y le guiñó un ojo, susurrando: - No se lo digas a tu madre. Debe ser nuestro secreto.

Nikolai asintió con la cabeza, una sonrisa de placer plasmada en su rostro mientras corría hacia el avión, su modelo de avión todavía volaba a su lado. ¡Hola, Oeznik!

- Buenos días, señorito Nikolai  - El mayordomo le hizo un gesto para que subiera las escaleras. Le ofreció al niño una mano amiga mientras sus padres lo seguían.

- Papá dice que hay dulces - dijo el niño con ojos grandes y esperanzados. - ¿Sabes dónde están?

- Prueba en el compartimento inferior junto a la ventana más cercana al asiento de tu padre.

- Le echas a perder, Helm.- Su esposa le dio un suave apretón en la mano mientras él la ayudaba a subir al avión.

- Solo un poco - Su cabeza se inclinó hacia un lado - ¿Puedes culparme?

- No lo haría de otra manera.

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Sus manos se aferraron con fuerza a los costados mientras el recuerdo se desvanecía, dejando solo una sensación de anhelo desesperado. Incluso después de todo este tiempo, todavía podía sentirla a su lado, su mano segura en la suya.

- Entonces, ¿todo este tiempo has sido rico? - Sam declaró más que preguntó, interrumpiendo sus pensamientos.

Respiró profundamente, recomponiéndose mientras trataba de dejar atrás el pasado. - Soy un barón, Sam. Mi familia era de la realeza hasta que tus amigos destruyeron mi país - Hizo todo lo posible por encogerse de hombros, dando un paso adelante. La debilidad no era algo que pudiera permitirse mostrar.

El trío abordó el avión en dirección a la nación sin ley de Madripoor. Sus dedos se deslizaron suavemente sobre el respaldo del asiento de cuero suave que una vez fue donde se sentó su esposa antes de que Sam ocupara el espacio. Bucky pasó a su lado sin pensar y lo golpeó ligeramente.

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- Cuidado, Nikolai.

Sus ojos se desviaron hacia la ventana mientras tomaba asiento y miraba por ella mientras el avión comenzaba su ascenso.

- No corremos en el avión.

- ¿Por qué no, papá? -El niño cuestionó.

Zemo tomó asiento y llevó a su hijo a la seguridad de su regazo. - ¿Todavía tienes tu pequeño avión?

El niño asintió y se lo entregó a su padre.

-¿Ves esos cielos oscuros a lo lejos? Las nubes de tormenta como esa pueden hacer que el avión se golpee y se sacuda. ​​Así.- Movió el avioncito de juguete cómo la aeronave podría desplazarse debido a las turbulencias - Podría perder el equilibrio, caerte y golpearte la cabeza o lastimarte -  Sus dedos recorrieron suavemente el exuberante cabello rubio del niño - No quiero volver a verte herido. Mi trabajo es protegerte y ayudarte a tomar decisiones seguras.

- Tendré cuidado-  prometió Nikolai. - Lo prometo.

Zemo acaricia la nuca de su hijo y le da un beso en la coronilla. - Te amo, Freche kleine ( pequeño travieso).

- Yo también te amo, papá.

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Los movimientos de Oeznik en la cabina lo hicieron retroceder de nuevo.

El señor mayor le recordó su pasado y la familia que perdió. A pesar de saber todo lo que había hecho, la amabilidad de Oeznik lo llevó a recordar al hombre que alguna vez fue. Aunque sabía que vivir demasiado tiempo en el pasado no ayudaría con la misión en cuestión.

Aceptó el champán y brindó en silencio por sus dos improbables compañeros de viaje. Su atención se centró en el Soldado de Invierno. Si no podía quedarse en su pasado, se distraería con el de otro.

Mientras el vuelo continuaba y la conversación decaía, decidieron descansar en las horas tranquilas que les quedaban. Zemo sacó una almohada del armario y se la llevó a la nariz. El sutil aroma de ella se apoderó de él. No estaba seguro de si su olor realmente se había quedado o si el aluvión de recuerdos había desencadenado algo más. Su cuerpo se tensó al recordarlo; el dolor ardía como fuego a través de él. No había nada que pudiera hacer para traerlos de vuelta. Se habían ido y él estaba solo.

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- Relájate, mi amor. - Su voz era un susurro fantasma en la parte de atrás de su cuello. - Todo saldrá bien. Cuando lleguemos allí, lo verás. Todo estará bien.

- ¿Cómo puedes estar tan seguro, Liebling ( querida)?

Ella le dio un beso en el hombro antes de enterrar la cabeza allí por un momento.

Se volvió hacia ella, buscando respuestas.

Su sonrisa alentadora le calentó el pecho. - Verán lo que yo veo: tu mente brillante, tu buen corazón y tu amor por el país. El consejo aprobará tu solicitud de ayudar a la gente.

Su dedo se curvó tiernamente debajo de su barbilla, levantando sus delicados rasgos. - ¿Dónde estaría yo sin ti?

- Afortunadamente, nunca tendrás que averiguarlo - Ella se inclinó hacia adelante, cerrando la distancia, cubriendo sus labios con los suyos.

Sus brazos rodearon su cintura, atrayéndola más cerca. Sus movimientos eran lentos y constantes, la calidez se acumulaba entre ellos mientras la calma se apoderaba de él.

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Su puño enguantado se apretó junto a su rodilla Su pulso se aceleró y la sangre hirvió. Golpeó el aire, deteniéndose antes de hacer ningún sonido, ya que no deseaba llamar la atención sobre sí mismo.

La visión de sus cuerpos acurrucados entre los escombros era una imagen que lo había perseguido todos los días. Eso podía manejarlo, alimentó su venganza, su ira, sus frustraciones. Ese recuerdo le permitió encerrarse y endurecer su corazón. Le permitió enfocar su mente en problemas que podía resolver, como los Vengadores y terminar el programa de súper soldados de una vez por todas.

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Estos recuerdos, su inocencia, su belleza y su gracia, cortaron más profundamente que cualquier herida. El único tesoro que realmente le había importado alguna vez le había sido arrebatado. Se preguntaba qué pensarían de él ahora. ¿Seguiría "funcionando" y estaría "bien" cuando quedara tan poco de él para dar?

Regresó a su asiento, descansando su cabeza en la almohada, los muchos recuerdos hechos en ese avión girando en su mente. Sus dedos se deslizaron en el bolsillo de su chaqueta, sacando una foto vieja de los tres. Había llegado demasiado tarde para salvarlos, pero había otros niños como su hijo por ahí. No se engañaría a sí mismo convirtiéndose en un héroe, pero incluso si pudiera salvar a un niño en nombre de su hijo, sería un comienzo.

Amor y dolor . Pensó para sí mismo mientras sus ojos se cerraban a la deriva. Las dos cosas en la vida que te cambian sin remedio; y había sufrido ambos.