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Steve Rogers

Dedicado a Hela_Your_Goddess_ espero que te guste 😉









Grité de dolor. Pensaron que el suero había fallado. En realidad, sólo necesitaban tener paciencia para que el suero hiciese su trabajo. Grité y grité mientras mi cuerpo cambiaba. Mis células estaban siendo destruidas para volver a ser creadas de nuevo. Cuando todo terminó, mi cuerpo estaba en llamas y todo lo que quería era descansar. Cuando las llamas se fueron pude sentir una ligera brisa sobre la piel. Al principio no lo entendí, pero pronto comprendí que podía controlar los elementos. Por supuesto, fue complicado. El aire y el agua eran los mas fáciles de controlar, pero la tierra era tan densa y pesada, odiaba practicar con ella. El fuego era impredecible y destructivo.

La puerta se abrió y un médico entró.

  - Todavia respiras, ¿verdad? - bromeó. Sacó una jeringa, levanté las manos para defenderme y le supliqué que no lo hiciera. El suspiró con molestia y apartó mis manos de un manotazo.

  Durante mucho tiempo había estado demasiado débil para luchar, pero en ese momento, logré golpearlo. Me miró con curiosidad y volvió a intentar apartarme las manos. Le di una fuerte patada en el pecho y atravesó la habitación hasta estamparse contra la pared de enfrente. Jadeé sorprendida.

Resulta que también tenía super fuerza. Con el cuerpo temblando, me bajé de la camilla y salí corriendo por la puerta. Me sentía más ligera con cada paso que daba y vi como el suelo cada vez estaba más lejos, estaba volando, o haciendo algo parecido a volar, porque estaba completamente desequilibrada, pronto tendría un aterrizaje forzoso...




Me desperté sobresaltada de la cama y caí en el suelo de parqué. Me levanté para ir a echarme un poco de agua en la cara. Me observé en el espejo. Cabello largo, ligeramente bronceada, ojos marrones y copa D.

Mi memoria tenía imágenes y sonidos borrosos cuando intentaba recordar quien era antes de todo eso. Recuerdo reír mientras agarraba la mano de alguien. Recuerdo haber corrido por un campo de tulipanes. Pero no puedo recordar la voz de mi madre. Ni en que trabajaba mi padre. Ni siquiera recuerdo la cara de mi hermano. Suspiré. No dormiría más esa noche.

Supongo que un paseo me vendria bien para despejarme un poco. Me puso algo de abrigo y salí a la calle.

La noche era tranquila, a pesar del frío.

  - Cuánto tiempo sin verte. - Me congelé. Reconocería esa maldita voz en cualquier parte. Me había perseguido durante años y se había colado en mis peores pesadillas. Me di la vuelta lentamente. El médico.

Estaba aterrada. Una vez más me sentí como aquella niña hambrienta en una celda oscura y húmeda. Retrocedí unos pasos y tropecé con alguien que salía del edificio. Grité.
 
  -¿ Está bien señora? - preguntó el hombre. Estaba demasiado asustada para moverme o hablar. El hombre no había visto al doctor. El médico sonrió y se acercó al hombre por su espalda con una aguja. Torturarme era una cosa, pero hacerlo con alguien inocente, era algo muy distinto.
El médico comenzó a ahogarse.
El hombre frente a mi se dio la vuelta y lo vio jadeando por aire, la aguja cayó al suelo. Agarré el brazo del hombre para evitar que interviniera. Me di cuenta de que era alto, más que yo, tenía el cuerpo musculoso, rubio, de ojos azules. - ¿ Estas haciendo eso? - me miró con un poco de reproche. No quise contestar.

Un helicóptero salió de la nada y vino directo hacia nosotros. Perdí la concentración en lo que le estaba haciendo al médico y él aspiró profundamente. El hombre me acercó protectoramente a él y me acurruqué contra su costado derecho.

Otro hombre descendió del helicóptero.

  - ¿ Furia? - preguntó el rubio. El tal Furia lo ignoró, sus ojos estaban fijos en mi, me estaba poniendo muy incómoda.

  - T/n Kent. Sólo venía a advertirle sobre el médico. - Furia se giró para ver como dos de sus hombres se lo llevaban. No fueron amables. - Capitán Rogers llévela a las oficinas centrales.

Rogers se giró a mirarme inseguro.

  - Sólo mantenme alejada de él - señalo al médico.

  - Lo prometo, señorita Kent.

Comenzamos a caminar tranquilamente por la calle, dejando que él me guíe para ir a esas oficinas centrales. De vez en cuando me miraba, para asegurarse de que le seguía o para saber que estaba bien.


  - Pensé que estaba muerto y que no tendría que volver a verle. - Admití.
 
  - ¿ Quién es?

  - Realmente no lo sé. - por primera vez en mucho tiempo sentí que podía confiar en alguien. Steve me hizo sentir segura, como si nada pudiera pasarme mientras estuviese con él. Decidí contarle mi verdad - me secuestró cuando era muy joven, no he visto la luz del día durante casi 17 años. Experimentó conmigo. Me hizo menos humana. Creí haberle matado y huí e intenté tener una vida normal. Pero ahora pasa esto... - termino con tristeza. El agarra mi mano y da un suave apretón.

  - Te prometo que no volverá a hacerte daño.

Llegamos a la Torre Stark y tomamos el ascensor para ir a las plantas superiores. Un hombre con unas gafas y una amable sonrisa se nos acercó.

  - Hola Steve. Señorita Kent.

  - T/N este es el doctor Banner. - me tensé y di un paso atrás. Ambos hombres parecían preocupados. Steve me frotó la espalda. - Está bien. No es ese tipo de médico. - Me obligué a respirar hondo y tranquilizarme.

  - Parece que SHIELD descubrió una operación encubierta y que lleva en desarrollo durante años. Furia me envió uno de los cuadernos personales del doctor. Parece que estaba tratando de continuar con el trabajo de Johan Schmidt - informa Banner. - Furia destacó una parte, un experimento que salió mal. El sujeto de prueba escapó antes de que se pudiese escribir sobre como le afectó el suero. Furia cree que esa persona eres tú. - asentí, asimilando la nueva información. Ellos parecían los buenos. - ¿ Puedes decirme si tienes alguna habilidad especial? - agarré una nota adhesiva que había sobre una mesa. Me sentía ridícula diciéndolo en voz alta, así que lo escribí y se lo pasé a Banner. - Steve, creo que hemos encontrado a alguien que te ha superado - bromeó. Steve agarró el papel y se echó a reír. Me dio una cálida sonrisa.

  - Vaya...¿ Quién es este bomboncito? - Tony Stark entró en el laboratorio caminando hacia nosotros.

  - Señor Stark, he tenido una noche difícil y realmente agradecería que la gente dejase de tratarme como a un objeto - dije con calma. Stark parecía sorprendido. Banner sonrió y Steve me dio un ligero apretón de manos. Stark asintió lentamente.

  - Furia no ha pedido nada más, de momento - informa Banner.

  - ¿Cansada? - Steve me sonríe con amabilidad. - Vamos, tengo una habitación en la que puedes quedarte.

  - No me gustan los lugares desconocidos, ¿ podrías quedarte? - Steve asintió y cerró la puerta, me quité la chaqueta y me acomodé en la cama. Steve se sentó en el borde de ésta - acuéstate, que no muerdo. - Él de rió y se acomodó en la cama. Rápidamente me acurruqué contra el, escuchando los latidos de su corazón mientras sus brazos me envolvían.

  - Ahora estás a salvo.















En el GIF : Gina Carano

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