💥 Traducción, créditos a su autor, yo sólo traduzco 💥

💜😱 Loki es un Sith ( un guerrero de gran poder y maldad, son los enemigos naturales de los Jedi de Star Wars)

☢️ ☢️ SMUT

Suspiras cuando regresas a tu cueva en medio de la nada en un planeta desierto y ves a un Jedi parado en tu 'puerta'. Pones los ojos en blanco ante la intrusión, pero continúas caminando hacia tu casa. Te escondiste después de la caída de los Jedi, y decidiste mantenerte al margen de la batalla entre la República y la Federación. Jedi contra Sith, ¿cuál es el punto?

- ¿Qué deseas? - Preguntas.

- Necesitamos tu ayuda - Dice, inclinándose con respeto.

- No te inclines, quiero que te vayas - Le espetas, pasando junto a él.

- Te necesitamos. Hay un nuevo Lord Sith que es más poderoso que los anteriores - Dice desesperado.

- ¡No me importa! ¡Vi morir a todos los que me importaban! ¡Sin razón! ¡Vete! Ve a pedir ayuda a Yoda u Obi-Wan - Lloras, dándole la espalda.

- ¡Eres la única que pude encontrar! ¡Por favor! ¡El Lord Sith tiene a mi esposa y a mi hijo! - Suplica, agarrándote del brazo.

Él te hace girar y haces contacto visual con él. La desesperación y la tristeza en sus ojos atraviesan tu corazón como un cuchillo y sientes que tu corazón se retuerce. Suspiras resignada, sabiendo que lo vas a ayudar.

- Entra. Cuéntame lo que sabes - Murmuras.

🔹🔸🔹🔸🔹🔸

Un par de meses después, estás merodeando por un campamento base lleno de tropas de asalto. En este momento, honestamente, no puede recordar por qué estuviste de acuerdo con esto. Luego, ves a una mujer con un bebé en brazos escoltada por tres soldados de asalto. Bien, por eso. Los sigues a través de la base, usando la fuerza para distraer a los soldados de asalto a medida que avanzas. La única ventaja en este momento es que el Lord Sith no parece estar aquí.
Los sigues hasta la celda de la mujer y observas cómo la encierran y se van. Obviamente, no creen que sea una amenaza, lo cual es bueno. Te acercas a su puerta y logras abrirla, usando el código que viste que los soldados de asalto ingresaron. La puerta se abre y extiendes las manos en un gesto amistoso.

- Está bien, está bien - Dices en voz baja.

- ¿Quién eres tú? - Pregunta, agarrando al bebé más cerca de su pecho.

- Tu marido me envió. Deprisa. Tenemos que llegar al transporte - Le dices con severidad.

Ella asiente y te sigue de inmediato. Sujetas uno de sus brazos para mantenerla cerca mientras la llevas al pequeño transporte que los espera a ambos. Usas la fuerza para distraer a los soldados nuevamente y llegar antes de sentir un cosquilleo.

- Ese es el transporte. ¡Corre! ¡Dile a tu marido que se vaya ahora mismo! - Le gritas, señalando la nave.

- ¿Qué ocurre? - Pregunta asustada.

- El Lord Sith - Murmuras, volviéndote para ver la figura envuelta en una capa que se acerca a ambos.

La empujas hacia la nave y observas cómo corre hacia ella, los motores se ponen en marcha casi al instante. Te vuelves hacia el Lord Sith cuando el barco despega y te sientes feliz de poder hacer una buena acción más antes de morir. Sacas tu sable de luz, sintiendo alegría al escuchar el zumbido del poder. El Lord Sith se quita la capa y saca su propio sable de luz.
Tienes que admitir que es apuesto. Es alto, con cabello largo y negro y unos ojos que brillan verde esmeralda. Tiene un sable de luz rojo bellamente elaborado y se acerca a ti casi más rápido de lo que puedes ver y es solo por puro reflejo que logras bloquear su golpe, tu violeta chispeando contra su rojo. Terminas intercambiando golpes, usando la fuerza para lanzar objetos el uno al otro. Te las arreglas para esquivar un objeto, pero no el siguiente cuando golpea tu cabeza. Caes al suelo mientras el mundo se vuelve negro.

🔸🔹🔸🔹🔸🔹

Gimes por el dolor de cabeza mientras tus ojos se abren lentamente. Luchas cuando te das cuenta de que estás encadenada a una pared, desnuda. El Lord Sith camina hacia ti desde donde estaba esperando al otro lado de la habitación. Tranquilizas tu respiración e intentas usar la fuerza para deshacer los grilletes, pero por alguna razón no se aflojan.

- ¡Déjame ir! - Le gruñes al Lord Sith.

- Soy Loki y te unirás al lado oscuro - Él sonríe con aire de suficiencia.

- ¡No, no lo haré!

Él te mira con los ojos entrecerrados y extiende la mano para pasar un dedo por uno de tus pezones. Jadeas cuando tu pezón se endurece. Él te sonríe y luego pasa sus dedos por tu estómago, rozando la línea de tu vello púbico. No puedes evitar el gemido que sale de tu garganta, ha pasado tanto tiempo desde que tuviste intimidad con alguien... Luchas contra los lazos de nuevo, sin saber por qué ya no puedes usar la fuerza.

- Solo acepta unirte a nosotros y te daré el tipo de placer con el que solo has soñado - Te susurra seductoramente al oído.

- ¡Nunca!- Quieres gruñir pero terminas jadeando mientras él frota un dedo en tu clítoris.

- Puedes resistirte todo lo que quieras, pero eventualmente te someterás a mí - Él sonríe.

- ¡Vete a la mierda! - Gruñes, tratando de apartarte de su dedo.

- Solo si te sometes - Te susurra al oído antes de morder el lóbulo.

Echas la cabeza hacia atrás con un grito cuando sientes que tu excitación comienza a extenderse por tus muslos. Su dedo en tu clítoris se acelera y jadeas mientras la excitación se acumula en la boca de tu estómago. Tus ojos se cierran mientras te sientes impotente contra el ataque de lujuria que te está dando su dedo. No puedes reprimir los gemidos que salen de tu boca cuando mueve su dedo en círculos rápidos alrededor de tu clítoris, poniendo la cantidad justa de placer en el mientras lo hace. Tienes un segundo para preguntarte cómo puede jugar tan bien con tu cuerpo antes de jadear y tu cuerpo se tensa cuando llegas al borde. Justo cuando estás a punto de caer sobre él, se detiene y aparta la mano.

- No, no puedes correrte hasta que aceptes unirte al lado oscuro - Susurra, lamiendo el lóbulo de tu oreja.

- ¡No! - Te quejas, tratando de frotar tus muslos para conseguir fricción.

Él se ríe y se aleja unos pasos de ti. Te sonríe mientras se quita la ropa lentamente. No puedes evitar el gemido que haces cuando lo ves desnudo. Es delgado y musculoso, como un nadador profesional, y jadeas al ver su enorme erección. Cierras los ojos y giras la cabeza, tratando desesperadamente de calmar tu cuerpo. No tienes idea de por qué se las arregla para afectarte tanto; nunca antes habías reaccionado así ante nadie.

Lo escuchas gemir y lo miras, mordiendo tu labio para detener tu llanto mientras lo ves moviendo su mano arriba y abajo en su polla. Saboreas la sangre mientras tus dientes rompen la piel de tu labio y tu clítoris palpita al verlo de pie con orgullo mientras se masturba. Parece que se excita aún más por tu incapacidad para apartar la mirada de él. Sus ojos están medio cerrados y su boca está abierta mientras jadea.

- ¿Quieres mi p*lla en ti, cariño? ¿Quieres que te llene? ¿Dándote fuerte hasta que no puedas caminar? - Pregunta con una seductora voz ronca.

Gimes ante la imagen que te dan sus palabras, pero no puedes apartar los ojos de él. Tus ojos están pegados a su mano que todavía mueve lentamente. Puedes sentir tus jugos corriendo por tus piernas y estás tan excitada que sientes que te vas a volver loca. Sientes que estás hirviendo y estás respirando tan rápido que estás jadeando. Tu piel está prácticamente llena de necesidad y todo lo que puedes pensar es cuán verdaderas son sus palabras.

- Solo sométete y te haré gritar mi nombre en éxtasis- Jadea con una sonrisa.

-¡Yo ... no puedo!- Jadeas, las lágrimas llenan tus ojos de frustración y anhelo.

Camina lentamente hacia ti, soltando su p*lla mientras lo hace, y apoya todo su cuerpo contra el tuyo. Gimes y te retuerces cuando su erección se clava en tu estómago y tus pezones raspan su duro cuerpo. No puedes evitar la forma en que tus caderas intentan chocar contra él. Él inclina la cabeza hacia abajo para poder respirar en tu oído, provocando que un escalofrío recorra tu columna vertebral.

- Sométete, y te haré sentir bien- Susurra, lamiendo tu oreja.

No puedes hablar, así que simplemente niegas con la cabeza. Él te gruñe y agarra tu trasero, levantándote y haciendo que envuelvas tus piernas alrededor de su cintura. Presiona su pecho contra el tuyo, inmovilizándote contra la pared, y frota su polla a lo largo de tu raja empujando sus caderas contra ti. Gritas cuando su p*lla se desliza a través de tus pliegues empapados y gimes cuando sus dedos acarician tu clítoris una y otra vez. Justo cuando estás a punto de alcanzar el clímax, él se congela, manteniéndote en el borde, pero no permitiéndote llegar a ese punto final.

-¡Vamos! - Él gruñe, apretando las manos sobre tus muslos.

De repente, vuelve a acariciar tu clítoris mientras sus dedos se clavan aún más fuerte y tú te corres por toda su p*lla. Dejas caer la cabeza hacia atrás mientras gritas su nombre una y otra vez. Tus manos aprietan las cadenas de tus grilletes, ya que es lo único que puedes alcanzar.

- ¡Vamos! - Gruñe cuando llegas a tu punto máximo.

- ¡Si!- Tu gritas.

Grita de júbilo y de repente los grilletes desaparecen. Apenas tienes la oportunidad de preguntarte cómo desaparecieron antes de que te dé la vuelta y te deje en una cama enorme que juras que no estaba allí hace un segundo. Antes de que puedas cuestionarlo, él está encima de ti, con la boca sobre la tuya mientras sus manos aprietan tus pechos casi dolorosamente. Te arqueas, mientras tus manos agarran sus hombros. Envuelves sus piernas alrededor de su cintura y él empuja dentro de ti, echando la cabeza hacia atrás con un gemido mientras se sumerge profundamente en tu calor resbaladizo.
Mueves la cabeza de un lado a otro, gritando cada vez que empuja profundamente. Tus uñas arañan su espalda, haciéndolo gemir mientras cortas lo suficientemente profundo como para sacar sangre. Jadeas cuando gira sus caderas, haciendo que su p*lla raspe cada centímetro de tu núcleo. Muerde tu cuello mientras te golpea, sus manos aún torturando tus pechos lo suficientemente fuerte como para dejar marcas.
Sientes que tu excitación se acumula en tu estómago y de repente recuerdas todo sobre el hombre que actualmente te f*lla tan fuerte que no podrás caminar durante días. Lo miras a los ojos y lo bajas para besarlo.

Empieza suavemente pero luego se vuelve hambriento y apasionado. Una de tus manos recorre su cabello, tirando lo suficientemente fuerte como para que gima en tu boca, la otra mano continúa recorriendo su espalda tal como le gusta a Loki.

Sonríe contra tu boca mientras muerde tu labio inferior mientras pasa una mano por tu cuerpo para frotar tu clítoris. Te corres de nuevo, con la boca abierta en un grito silencioso porque no puedes respirar. Su visión se desvanece hasta que jadea profundamente. Gimes mientras exhalas y sientes que Loki se congela. Cuando ambos terminan, se derrumba sobre ti y te sonríe con cariño.
Jadeas cuando tu entorno cambia repentinamente a tu dormitorio habitual y luego ríes mientras envuelves tus brazos alrededor de él.

🔸🔹🔸🔹🔸🔹

- Sabes, cuando dije que quería ir a ver Star Wars contigo, ¡no quise decir que quería que construyeras una nueva dimensión poniéndonos EN Star Wars!- Te ríes, ahuecando su mejilla en tu mano.

- Solo quería hacer feliz a mi esposa. Aunque, todavía no veo por qué tuve que tener un sable de luz ROJO - Gruñe, besando tu nariz.

- Porque elegiste ser un Sith - Te ríes.

Cuando ambos se acurrucan para irse a dormir, de repente se les ocurre que deberían estar REALMENTE contentos de no haber seguido su primer instinto de ir a ver Aliens.