Suspiraste de alivio cuando las puertas del jet se cerraron detrás de ti, apoyaste la cabeza contra la pared con cansancio.

- Bueno, ha ido mejor de lo esperado - dijo una voz jadeante a tu lado. Una sonrisa cruzó tus labios mientras mirabas al arquero herido.

- Considerando que nada explotó, creo que lo hicimos bastante bien.

- ¡Tienes toda la razón, T/n! - exclamó con confianza mientras se recostaba en los asientos. Trataste de seguirle cuando un dolor agudo te hizo quedarte paralizada y te cortó la respiración. La cabeza de Clint se giró para mirarte con curiosidad.

- Estoy bien, es muy probable que solo sea un moretón que duele cuando me doblo de cierta manera - declaraste con calma mientras te sentabas contra la pared junto a él. Una leve risa salió de su garganta mientras murmuraba.

- Te haré doblar de cierta manera...

- ¡Clint! - te reíste y golpeaste su hombro juguetonamente.

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Se escucharon pasos acelerados por el pasillo mientras caminabas hacia tu habitación.

- Voy a ducharme, comer, dormir y comer... - pensaste cansada. - ¿Jarvis?- llamaste, una vez que estabas en tu habitación.

- ¿Si, T/n? - respondió la IA.

- ¿Podrías reproducir mi lista de reproducción ? Necesito un poco de ánimo, gracias - le preguntaste dulcemente mientras entrabas al baño y abrías la ducha.

- Por supuesto - declaró Jarvis mientras la música llenaba tu habitación.
Te quitaste el  uniforme, tu costado ardía intensamente. Cuando te giraste para mirarte en el espejo, tus ojos se abrieron de sorpresa. Una gran herida comenzaba desde la mitad de tu espalda y terminaba en la cadera.
<< -  No hay nada mejor que una ducha caliente  y  un vendaje para sentirse mejor...>> murmuras para ti misma mientras caminas hacia la ducha.

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- ¡Oye, T/n! - una voz fuerte dijo detrás de ti. Te diste la vuelta, con la cuchara llena de cereales a mitad de camino hacia tu boca, y miraste con curiosidad al rubio detrás de ti.

- ¿Qué pasa, Steve?

- Escuché que la misión terminó sin víctimas ni heridos. Como todos son tan optimistas, ¿pensé que todos podríamos hacer una sesión de entrenamiento mañana? -  preguntó casualmente.

- ¿Todavía estás intentando vengarte de mí, porque te inmovilicé en el suelo, Capi? - sonreíste con la boca llena de cereales. Un pequeño sonrojo sacudió la cara del capitán antes de que tosiera y descaradamente respondió.

- Quería darte un descanso nocturno completo, pero si estás tan segura de volver a ganar, podemos hacerlo ahora. - Te lo pensaste mientras lentamente masticabas otro bocado de cereales, recordando la herida en tu propio cuerpo...

- No veo por qué no. Solo déjame terminar mi cereal y estirar un poco - dijiste lentamente al ver la expresión determinada en el rostro de Steve antes de que él saliera corriendo a la sala de entrenamiento.

Un suspiro escapó de tus labios cuando terminaste tu cereal y te levantaste de la silla, estirando tus extremidades con cansancio. Tu respiración se quedó atrapada en tu garganta cuando la herida en tu costado ardió ligeramente antes de que un movimiento en el rabillo del ojo te hiciera congelar.

- Maldita sea, Clint, me has  asustado.

- ¿Seguro que estás bien, T/n? - cuestionó a sabiendas. Le sonreiste para tranquilizarlo.

- Estoy perfectamente bien. Steve solo quiere una revancha, eso es todo. - Bromeaste convincentemente. - ¿Vas a mirar?

-Por supuesto - el arquero te devolvió la sonrisa.

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Una pequeña parte de ti, lamenta haber aceptado la oferta de Steve de un combate amistoso. El sudor gotea por tus sienes mientras esquivas los golpes del súper soldado, tratando de recuperar el aliento entre los golpes. Un fuerte puñetazo que iba dirigido a tu abdomen y que lograste bloquear te envió volando hacia atrás, con los pies clavados en la colchoneta para mantenerte estable y una respiración agitada escapando entre los dientes.

- Estás muy lenta hoy, T/n - bromeó Steve. -  ¿Estás seguro de que estás completamente recuperada?

- ¿Y tú, abuelete? Parece que te estás tomando las cosas con más calma hoy - bromeaste.

Era cierto, solo iba con calma, lo más probable es que captara tus reflejos lentos. Tu costado ardía con cada giro de tu cuerpo y tu ropa estaba resbaladiza con tanto sudor que no podías saber si era eso o algo más de dicha lesión. Jadeabas mientras respirabas al tiempo que mirabas a Steve, buscando cualquier hueco abierto al que pudieras atacar.

- Los súper soldados tienen demasiado poder - te quejaste cansada. Steve se encogió de hombros y sonrió antes de reanudar una posición defensiva.

Irritada por su persistencia, saltaste hacia el rubio, lista para patearlo en el estómago. Te agachaste, esquivaste su golpe y lograste devolvérselo en el estómago, pero no viste el otro golpe que venía de tu lado derecho. Cerraste los ojos y esperaste el agudo golpe del puño contra tu cuerpo, pero no llegó.

Cuando abriste los ojos, estabas cara a cara con Clint sosteniendo el brazo de Steve. Tu respiración se escapó en un suspiro de alivio cuando te alejaste de los dos.

- Ella está herida, Steve, es suficiente - dijo Clint.

Los ojos de Steve se volvieron hacia ti inquisitivamente antes de asentir lentamente y relajar su agarre.

- T/n ¿por qué no dijiste nada?

- Es solo un rasguño y moretones, nada más - exhalaste cansada, sin darte cuenta de que Clint caminaba hacia tu lado antes de agarrarte del abdomen. Un gritito agudo salió de tus labios cuando te alejaste de él, te enfadaste. Los ojos de Clint se endurecieron cuando te agarró del brazo y te sacó al pasillo.

- Siempre estás haciendo estas cosas, T/n- gruñó mientras se acercaba a la puerta de su habitación. Pusiste los ojos en blanco ante su acusación y lo siguiste obedientemente.

-No es tan malo, lo juro - respondiste suavemente mientras te arrastraba a su baño.

- Entra. - ordenó.

- Escucha, Clint, esto no es necesario- comenzaste pero te detuviste cuando él se giró de nuevo.

- Entra - Dijo de nuevo, con las manos en las caderas. Odiabas cuando usaba esa voz contra ti mientras te miraba tan fijamente a los ojos. Tragaste y asintiste, quitándote la camiseta para que solo estuvieras en tu sostén deportivo,  se dio la vuelta para agarrar el botiquín de primeros auxilios e hizo una mueca al ver tu herida.

- ¡Esto es malo! - te regañó sorprendido. - Esto no servirá, tendrás que ir junto a Bruce o Cho para esto... ¿por qué no dijiste nada? Se te pudo abrir la herida, ¿es que no piensas en tu propia salud? - preguntó desesperadamente. Te moviste en el mostrador mientras mirabas hacia el espejo.

- Sinceramente, no pensé que fuera tan malo. Lo limpié antes y estaba bien - murmuraste en voz baja.

Clint suspiró y apoyó su frente contra la tuya, mientras te suplicaba.

-No puedes hacer eso, T/n. Nos preocupamos por ti. Me preocupo por ti. - Le pasaste los brazos por el cuello, tus dedos jugando con el pelo de su nuca.

- Lo siento - susurraste, frotando tu nariz contra la de él, sus labios apenas rozando los tuyos.

Sus ojos tormentosos miraban los tuyos antes de que sus labios se estrellaran contra los tuyos, sus manos bajaban para agarrar tus caderas con fuerza. Te separaste de sus labios para recuperar el aliento.
Clint se separó y te dio tu camiseta.

-Vas a ir a ver Bruce, ahora mismo - dijo con seriedad.

- Sí, señor.

En el GIF : Maggie Q